“Mediante el sufrimiento, nuestras virtudes y nuestra fe son
probadas. En el día de la
dificultades cuando comprendemos cuán precioso es Jesús. Se le dará a
Ud. oportunidad de decir: ‘Aunque él
me matare, en él esperaré’ (Job 13:15). Oh, es muy precioso
pensar que se nos dan las oportunidades para
confesar nuestra fe ante el peligro y en medio del pesar, la enfermedad, el
dolor y la muerte…” (Mensajes Selectos,
tomo 1, pág. 137).
UNA PRUEBA EN UNA FAMILIA QUERIDA
1.
¿Qué mensaje enviaron María y Martha de
Betania a Jesús un día? ¿Cuál era su razón para hacer esto?
Juan 11:1-3.- Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Betania,
la aldea de María y de Marta su
hermana. “María,
cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió al Señor con perfume, y le
enjugó los pies con sus cabellos”. Enviaron,
pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor,
he aquí el que amas está enfermo.
“El pesar
penetró en el apacible hogar donde Jesús había descansado. Lázaro fue herido por una enfermedad
repentina, y sus hermanas mandaron llamar al Salvador diciendo: ‘Señor, he aquí, el que amas está enfermo’.
Se dieron cuenta de la violencia de
la enfermedad que había abatido a su hermano, pero sabían que Cristo se había demostrado capaz de
sanar toda clase de dolencias. Creían
que él simpatizaría con ellas en su angustia; por lo tanto, no exigieron urgentemente su presencia
inmediata, sino que mandaron tan sólo el confiado mensaje: ‘El que amas
está enfermo’. Pensaron que Él respondería
inmediatamente, y estaría con ellas tan pronto como pudiese llegar a Betania”
(El Deseado de Todas las Gentes,
págs. 484, 485).
LA VISITA RETRASADA
2. ¿Puede considerarse una enfermedad siempre
como la consecuencia de acciones impropias de una persona? Humanamente hablando,
¿qué pensaríamos de la demora del Maestro en responder después de recibir el
mensaje?
Juan 9:2.- Y le preguntaron sus discípulos,
diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que
haya nacido ciego?
Juan 11:4-6.- Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino
para la gloria de Dios, para que
el Hijo de Dios sea glorificado por ella. Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se
quedó dos días más en el lugar donde estaba.
“La
enfermedad no sobreviene nunca sin causa. Descuidando las leyes de la salud se le prepara el camino y se
la invita a venir. Muchos sufren
las consecuencias de las transgresiones de sus padres. Si bien no son
responsables de lo que hicieron éstos, es, sin embargo, su deber averiguar lo
que son o no son las violaciones de las leyes de la salud. Deberían evitar los hábitos malos de sus padres, y por medio de una
vida correcta ponerse en mejores condiciones. “Los más, sin embargo, sufren las consecuencias de su mal comportamiento”
(El Ministerio de Curación, pág.
180).
“Ansiosamente
esperaron noticias de Jesús. Mientras
había una chispa de vida en su hermano, oraron y esperaron la venida de Jesús.
Pero el mensajero volvió sin él. Trajo,
sin embargo, este mensaje: ‘Esta enfermedad
no es para muerte’, y se
aferraron a la esperanza de que Lázaro viviría. Con ternura trataron de
dirigir palabras de esperanza y aliento al enfermo casi inconsciente. Cuando Lázaro murió, se quedaron amargamente
desilusionadas; pero sentían la gracia sostenedora de Cristo, y esto les
impidió culpar en forma alguna al Salvador” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 485).
LA MUERTE COBRA SU VÍCTIMA
3....¿A dónde decidió ir Jesús después de algunos
días, aun cuando no era bienvenido en la región de Judea? ¿Qué recordaron los
discípulos?
Juan 11:7-10.- Luego, después de esto, dijo a
los discípulos: Vamos a Judea otra
vez. Le dijeron los discípulos:
Rabí, ahora procuraban los judíos apedrearte,
¿y otra vez vas allá? Respondió
Jesús: ¿No tiene el día doce horas?
El que anda de día, no tropieza,
porque ve la luz de este mundo; pero el
que anda de noche, tropieza, porque no hay luz en él.
“Esta dilación
(demora) era un misterio para los discípulos. De cuánto consuelo sería su presencia para la familia afligida,
pensaban. Era bien conocido por los
discípulos su intenso afecto hacia esa familia de Betania, y ellos se sorprendían al ver que no
respondía a la triste comunicación: ‘El que amas está enfermo’. “Durante aquellos dos días Cristo pareció
haberse olvidado del caso; porque
no habló de Lázaro. Los discípulos pensaban en Juan el Bautista, precursor
de Jesús. Se habían preguntado por qué
Jesús, que tenía el poder de realizar milagros admirables, había permitido que Juan languideciera en
la cárcel y muriese en forma violenta. Ya que poseía tal poder, ¿por qué no había salvado Jesús la vida de
Juan? Esta pregunta la habían hecho con frecuencia los fariseos y la
presentaban como un argumento incontestable contra el aserto de Cristo de ser
Hijo de Dios. El Salvador había advertido
a sus discípulos acerca de las pruebas, pérdidas y persecuciones. ¿Los abandonaría en la prueba? Algunos se preguntaban si no habían estado
equivocados acerca de su misión. Todos
estaban profundamente perturbados.“El que anduviere de día —continuó—
no tropieza, porque ve la luz de este mundo’. El que hace la voluntad de Dios,
que anda en la senda que Dios le ha trazado, no puede tropezar ni caer” (El Deseado de Todas las Gentes, págs. 485, 486).
4. .Mientras tanto ¿qué le había pasado a Lázaro
el amado amigo de Jesús? ¿Entendieron los discípulos lo que había sucedido?
Juan 11:11-14.- Dicho esto, les dijo después: Nuestro
amigo Lázaro duerme; mas voy
para despertarle. Dijeron entonces
sus discípulos: Señor, si duerme, sanará. Pero Jesús decía esto de la muerte de Lázaro; y ellos pensaron que hablaba del reposar del
sueño. Entonces Jesús les dijo
claramente: Lázaro ha muerto.
“Los
discípulos se sintieron reprendidos. Les había sorprendido que Cristo no respondiera más prontamente al
mensaje. Habían estado tentados a
pensar que él no tenía por Lázaro y sus hermanas el tierno amorque ellos le
atribuían y que debiera haberse vuelto rápidamente con el mensajero.
Pero las palabras: ‘Lázaro nuestro amigo duerme’, despertaron en
ellos los debidos sentimientos. Quedaron
convencidos de que Cristo no se había olvidado de sus amigos que sufrían.“Cristo presenta a sus hijos creyentes la
muerte como un sueño. Su vida está oculta con Cristo en Dios, y hasta
que suene la última trompeta los que mueren dormirán en Él” (El Deseado de Todas las Gentes, págs. 486, 487).
CONFIAR EN JESÚS, AUN EN SITUACIONES DOLOROSAS
5.
Teniendo el poder de sanar con tan solo
algunas palabras, ¿por qué Jesús no fue inmediatamente a ver a su amigo ya
consolar a sus hermanas? ¿Qué oportunidad fue para los discípulos la muerte de
Lázaro?
Juan 11:15, 16.- Y me alegro por vosotros, de
no haber estado allí, para que creáis; mas vamos a él. Dijo
entonces Tomás, llamado Dídimo, a sus condiscípulos:
Vamos también nosotros, para que muramos con él.
“Por su
causa [la de los discípulos], permitió que Lázaro muriese.Si le hubiese devuelto la salud cuando
estaba enfermo, el milagro que llegó a ser la evidencia más positiva de su
carácter divino, no se habría realizado…
“Por lo tanto, Cristo
permaneció lejos. Permitió que
Lázaro pasase bajo el dominio de la muerte; y las hermanas apenadas vieron a su
hermano puesto en la tumba. Cristo
sabía que mientras miras en el rostro muerto de su hermano, su fe en el
Redentor sería probada severamente. Pero sabía que a causa de la lucha por la cual estaban pasando ahora,
sufe resplandecería con fuerza mucho mayor… “A todos los que tantean para sentir la mano guiadora de Dios, el momento de mayor desaliento es cuando
más cerca está la ayuda divina…
“Al
demorar en venir a Lázaro, Jesús tenía
un propósito de misericordia para con los que no le habían recibido. Tardó, a fin de que al resucitar a Lázaro
pudiese dar a su pueblo obstinado e incrédulo, otra evidencia de que él era
de veras ‘la resurrección y la vida’. Este milagro culminante, la resurrección de Lázaro, había de poner el
sello de Dios sobre su obra y su pretensión a la divinidad” (El Deseado de Todas las Gentes, págs. 487, 488).
6. ¿Qué estaban tratando de hacer algunos judíos
cuando Jesús y sus discípulos llegaron a Betania? ¿Qué convicción expresó Marta
al Salvador?
Juan 11:17-21.- Vino,
pues, Jesús, y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro.
Betania estaba cerca de Jerusalén, como a quince
estadios; y muchos de los
judíos habían venido a Marta y a María, para consolarlas por su hermano.
Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía,
salió a encontrarle; pero María
se quedó en casa. Y Marta dijo a
Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto.
“La gran
ostentación externa manifestada por los judíos en ocasión de la muerte de un deudo no estaba en armonía con el espíritu
de Cristo. Oía los lamentos de los plañidores, y no quería encontrarse con
las hermanas en medio de la confusión. Entre
los que lloraban estaban los parientes de la familia, algunos de los cuales ocupaban altos puestos de responsabilidad en
Jerusalén. Entre ellos se
contaban algunos de los más acerbos enemigos de Cristo. El conocía su propósito y por lo tanto no
se hizo conocer en seguida.
“Marta se
apresuró a ir al encuentro de Jesús, con el corazón agitado por encontradas
emociones. Con el pesar que
brotaba de su corazón porque Cristo no había venido antes y, sin embargo, con la esperanza de que aun
ahora podría hacer algo para consolarlas, dijo: ‘Señor, si hubieses
estado aquí, mi hermano no fuera muerto’. Vez tras vez, en medio del
tumulto creado por los plañidores, las hermanas habían repetido estas
palabras…Pero mirando aquel rostro lleno de amor, añadió: ‘Mas también sé
ahora, que todo lo que pidieres de Dios, te dará Dios’ ” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 489).
7.
¿Era Su visita demasiado tarde para
experimentar la gran revelación del poder de Dios? ¿Qué declaración poderosa hizo
Jesús?
Juan 11:22, 23.- Mas también sé ahora que todo
lo que pidas a Dios, Dios te lo dará. Jesús le dijo: Tu hermano resucitará.
“Jesús animó
su fe diciendo: ‘Resucitará tu
hermano’. Su respuesta no estaba
destinada a inspirar esperanza en un cambio inmediato. Dirigía el Señor los pensamientos de Marta más allá de la
restauración actual de su hermano, y los fijaba en la resurrección de los justos. Lo hizo para que pudiese ver en la
resurrección de Lázaro una garantía de la resurrección de todos los justos y la
seguridad de que sucedería por el poder del Salvador” (El Deseado de Todas las Gentes, págs. 489, 490).
PARA MEDITAR
“Debiéramos
descansar en el Señor y esperar pacientemente en él. Puede ser que la respuesta a nuestras
oraciones no venga tan rápidamente como lo deseamos, y que no sea lo que
habíamos pedido; pero él sabe lo que es
para el máximo bien de sus hijos, derramará
una mayor bendición que la que hemos pedido, si no somos infieles ni nos
desanimamos” (Hijos e Hijas de
Dios, pág. 94).
“A todos los
que tantean para sentir la mano guiadora de Dios, el momento de mayor desaliento es cuando más cerca está la ayuda
divina. Mirarán atrás con
agradecimiento, a la parte más obscura del camino. ‘Sabe el Señor librar de tentación a los píos’. Salen de toda
tentación y prueba con una fe más firme y una experiencia más rica” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 487).
“Muchos han esperado que Dios los preservara
la enfermedad meramente porque le pidieron que lo hiciera. Pero Dios no escuchó
sus oraciones, porque su fe no se perfeccionó por medio de las obras. Dios no obrará un milagro para preservar
de la enfermedad a aquellos que no se cuidan a sí mismos,…” (Consejos Sobre el Régimen Alimenticio, pág. 29).
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