“En vista del acontecimiento de la pronta venida de Cristo, debemos trabajar con vigilancia para preparar nuestras propias almas,
para mantener nuestras lámparas bien
acondicionadas y brillando, y para presentar
a otros la necesidad de prepararse para la venida del Esposo. Velar y actuar deben ir juntos.
La fe y las obras deben estar unidas,
o nuestro carácter no será simétrico y bien equilibrado, perfecto en Cristo
Jesús” (Mensajes Selectos, tomo 1, pág. 161).
JUAN EL BAUTISTA, AMIGO DEL NOVIO
1. ¿Quién presentó al novio y de qué modo? Juan 1:29; 3:27-29.
El siguiente día vio Juan
a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí
el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Respondió Juan y dijo: No puede el hombre recibir nada, si no le fuere dado del cielo. Vosotros
mismos me sois testigos de que dije: Yo no soy el Cristo, sino que soy enviado
delante de él. El que tiene la
esposa, es el esposo; mas el
amigo del esposo, que está a su lado y le oye, se goza grandemente
de la voz del esposo; así pues, este mi gozo está cumplido.
“Juan había quedado profundamente conmovido
al ver a Jesús postrarse como suplicante para pedir con lágrimas la aprobación del Padre. Al rodearle la
gloria de Dios y oírse la voz del cielo, Juan
reconoció la señal que Dios le había prometido. Sabía que era al Redentor
del mundo a quien había bautizado. El Espíritu Santo descendió sobre él, y
extendiendo la mano, señaló a Jesús y exclamó: ‘He aquí el Cordero de Dios, que
quita el pecado del mundo’…
“Juan se representó a sí mismo como el
amigo que actuaba como mensajero entre las partes comprometidas, preparando el matrimonio. Cuando el esposo había recibido a la
esposa, la misión del amigo
había terminado. Se regocijaba en la felicidad de aquellos cuya unión había
facilitado” (El Deseado de Todas las Gentes, págs. 87, 151).
EL NOVIO ES QUITADO
2. ¿Permanecería el novio con sus discípulos? Mateo 9:15; Lucas 9:51; Juan 14:2,
3.
Jesús les
dijo: ¿Acaso pueden los que están de bodas
tener luto entre tanto que el esposo está con ellos? Pero vendrán días cuando el esposo les será
quitado, y entonces ayunarán. Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba, afirmó su
rostro para ir a Jerusalén. En la
casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera
dicho; voy, pues, a preparar lugar para
vosotros. Y si me fuere y os
preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo
estoy, vosotros también estéis.
“‘Vendrán días –les dijo– cuando el esposo
les será quitado: entonces ayunarán en aquellos días.’ Cuando viesen a su Señor traicionado y crucificado, los
discípulos llorarían y ayunarían. En
las últimas palabras que les dirigiera en el aposento alto, dijo: ‘Un poquito, y no me veréis, y otra vez un
poquito, y me veréis. De cierto, de cierto os digo, que vosotros lloraréis y lamentaréis, y el
mundo se alegrará: empero aunque
vosotros estaréis tristes, vuestra tristeza se tornará en gozo’” (DTG,
pág. 243).
3. ¿Cuándo fue tomado el novio? ¿A dónde se fue?
Marcos 16:19; Hechos 7:55, 56;
Hebreos 9:12.
Y el Señor,
después que les habló, fue
recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios. Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos
los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios, y dijo: He aquí, veo
los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios. Y
no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar
Santísimo, habiendo obtenido
eterna redención.
“Había llegado el tiempo en que Cristo
había de ascender al trono de su Padre. Como conquistador divino, había de volver con los trofeos de la victoria a los atrios celestiales”
(El
Deseado de Todas las Gentes, pág. 768).
“El servicio del sacerdote durante el año en el
primer departamento del santuario, ‘adentro del velo’ que formaba la
entrada y separaba el lugar santo del atrio exterior, representa la obra y el servicio a que dio principio Cristo al
ascender al cielo.… Así es como
Cristo ofrece su sangre ante el Padre en beneficio de los pecadores, y así
es como presenta ante Él, además, junto con el precioso perfume de su propia
justicia, las oraciones de los creyentes arrepentidos.… “Hasta allí siguieron
los discípulos a Cristo por la fe cuando se elevó de la presencia de ellos.… Este ministerio siguió efectuándose
durante dieciocho siglos en el primer departamento del santuario. La sangre de Cristo, ofrecida en beneficio
de los creyentes arrepentidos, les aseguraba perdón y aceptación cerca del
Padre” (El Conflicto de los Siglos, págs.
473, 474).
LA PARÁBOLA DE LA BODA
4. ¿Qué ocurrió al inicio del Movimiento
Adventista cuando el séptimo ángel empezó a sonar la trompeta? ¿Cómo se
representa la boda? ¿Qué parábola se refiere a este evento? Apocalipsis 11:15; Mateo 25:1-13.
El séptimo ángel
tocó la trompeta, y hubo grandes
voces en el cielo, que decían:
Los reinos del mundo han venido a ser
de nuestro Señor y de su Cristo; y él
reinará por los siglos de los siglos. Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al
esposo. Cinco de ellas eran
prudentes y cinco insensatas. Las insensatas, tomando sus
lámparas, no tomaron consigo aceite; mas las prudentes tomaron aceite en
sus vasijas, juntamente con sus lámparas. Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite;
porque nuestras lámparas se apagan. Mas las prudentes respondieron
diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que
venden, y comprad para vosotras mismas. Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él
a las bodas; y se cerró la puerta. Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor,
señor, ábrenos! Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco. Velad, pues, porque no sabéis el día
ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.
“Así
también Cristo sólo había terminado
una parte de su obra como intercesor nuestro para empezar otra, y sigue aún ofreciendo su sangre ante el
Padre en favor de los pecadores.…
“Cristo había venido, no a la tierra, como ellos lo esperaban,
sino, como estaba simbolizado en el símbolo, al lugar santísimo del templo de Dios en el cielo.…
“La
proclamación: ‘¡He aquí que viene el
Esposo!’ en el verano de 1844, indujo
a miles de personas a esperar el advenimiento inmediato del Señor. En el tiempo señalado, vino el Esposo, no a la tierra, como el pueblo lo esperaba, sino
hasta donde estaba el Anciano de días en el cielo, a las bodas; es
decir, a recibir su reino. ‘Las que
estaban preparadas entraron con Él a las bodas; y fue cerrada la puerta.’ No
iban a asistir en persona a las bodas, ya que éstas se verifican en el cielo mientras que ellas están en la tierra.
Los discípulos de Cristo han de
esperar ‘a su Señor, cuando haya de volver de las bodas’ (S. Lucas
12:36, V.M.). Pero deben comprender su
obra, y seguirle por fe mientras entra en la presencia de Dios. En este
sentido es en el que se dice que ellos van con Él a las bodas” (El
Conflicto de los Siglos, págs. 482, 477, 480).
LA NOVIA Y LOS INVITADOS
5. ¿Qué se dice acerca de la novia y los
invitados? Apocalipsis 21:9,
10; 19:9.
Vino
entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las
siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo,
diciendo: Ven acá, yo te mostraré la
desposada, la esposa del Cordero. Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén,
que descendía del cielo, de Dios. Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a
la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios.
“En la parábola, cuando vino el Esposo, ‘las
que estaban preparadas entraron con Él a las bodas.’ La venida del Esposo, presentada aquí, se
verifica antes de la boda. La
boda representa el acto de ser investido Cristo de la dignidad de Rey.
La ciudad santa, la nueva Jerusalén, que
es la capital del reino y lo representa, se llama ‘la novia, la esposa del
Cordero.’ El ángel dijo a San Juan: ‘Ven acá; te mostraré la novia, la esposa del cordero.’ ‘Me
llevó en el Espíritu,’ agrega el profeta, ‘y me mostró la santa ciudad de Jerusalén descendiendo del cielo, desde
Dios.’ (Apocalipsis 21:9, 10, V.M.) Salta pues a la vista que la Esposa representa la ciudad santa,
y las vírgenes que van al encuentro
del Esposo representan a la iglesia. En el Apocalipsis, el pueblo de Dios lo constituyen los
invitados a la cena de las bodas. (Apocalipsis 19:9.) Si son los
invitados, no pueden representar también a la esposa. Cristo, según el profeta Daniel, recibirá del Anciano de
días en el cielo ‘el dominio, y la gloria, y el reino,’ recibirá la nueva Jerusalén, la capital de su reino, ‘preparada como
una novia engalanada para su esposo’ (Daniel 7:14; Apocalipsis 21:2, V.M.)”
(El
Conflicto de los Siglos, págs. 479, 480).
LA FIESTA DE BODA
6. ¿Cuándo vendrá el novio para llevar a los
santos con Él a la cena de las bodas del Cordero? ¿Cómo se engalanará? Apocalipsis 19:16; Mateo 24:44.
Y en su vestidura
y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES. Por tanto, también vosotros
estad preparados; porque el Hijo del
Hombre vendrá a la hora que no pensáis.
“Vi
entonces que Jesús, quién había
estado oficiando ante el arca de los diez mandamientos, dejó caer el incensario, y alzando las manos exclamó en alta voz: ‘Consumado
es.’ “Todos los casos habían
sido fallados para vida o para muerte. Mientras Jesús oficiaba en el
santuario, había proseguido el juicio de los justos muertos y luego el de los
justos vivientes. Cristo, habiendo hecho expiación por su pueblo y habiendo
borrado sus pecados, había recibido su reino. Estaba completo el número de los súbditos del reino, y consumado el matrimonio del Cordero. El reino y el poderío fueron dados a
Jesús y a los herederos de la
salvación y Jesús iba a reinar como Rey de reyes y Señor de señores” (Primeros
Escritos, pág. 280).
“La venida del esposo ocurrió a medianoche,
es decir en la hora más oscura. De la misma manera la venida de Cristo ha de acontecer en el período más oscura de la
historia de esta tierra” (Palabras de Vida del Gran Maestro, pág.
340).
7. ¿Qué se dice de aquellos a quienes se les
concederá participar de la cena de boda del Cordero? Apocalipsis 19:9; Efesios 5:27.
Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero.
Y me dijo: Estas son palabras verdaderas
de Dios. A fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa
y sin mancha.
“El examen que de los convidados a la fiesta
hace el rey, representa una obra de juicio. Los convidados a la fiesta del Evangelio son
aquellos que profesan servir a Dios, aquellos cuyos nombres están escritos en el libro de la vida.…
“El vestido de boda de la parábola
representa el carácter puro y sin mancha que poseerán los verdaderos seguidores
de Cristo. A la iglesia ‘le fue
dado que se vista de lino fino, limpio y brillante’, ‘que no tuviese mancha, ni arruga, ni cosa
semejante’. El lino fino,
dice la Escritura, ‘son las justificaciones de los santos’. Es la justicia de Cristo, su propio carácter
sin mancha, que por la fe se imparte a todos los que lo reciben como Salvador
personal.…
“Únicamente el manto que Cristo mismo ha
provisto puede hacernos dignos de aparecer ante la presencia de Dios. Cristo colocará este manto, esta ropa de su
propia justicia sobre cada alma arrepentida y creyente. ‘Yo te amonesto
–dice Él– que de mí compres... vestiduras blancas, para que no se descubra la
vergüenza de tu desnudez’” (PVGM, págs. 251, 253, 254).
MEDITACIÓN
“Hemos de dar a
los hombres la última invitación a la fiesta del Evangelio, la última
invitación a la cena de bodas del Cordero” (Obreros Evangélicos, pág. 65).
“Aquellos que esperan la venida del Esposo han de decir
al pueblo: ‘¡Veis aquí el Dios vuestro!’ Los últimos rayos de luz
misericordiosa, el último mensaje de clemencia que ha de darse al mundo, es una
revelación de su carácter de amor. Los
hijos de Dios han de manifestar su gloria. En su vida y carácter han de revelar lo que la gracia de Dios ha hecho
por ellos” (PVGM, pág. 342).
ESTUDIO PERSONAL
“Después de
recibir el reino, vendrá en su gloria, como Rey de reyes y Señor de señores,
para redimir a los suyos, que ‘se
sentarán con Abraham, e Isaac, y Jacob,’ en su reino (S. Mateo 8:11; S.
Lucas 22:30), para participar de la
cena de las bodas del Cordero” (El Conflicto de los Siglos, pág. 480).
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