“El mundo ha
sido confiado a Cristo, y por Él
ha fluido toda bendición de Dios a la especie caída. Era Redentor antes de su encarnación tanto como después. Tan
pronto como hubo pecado, hubo un Salvador.
Ha dado luz y vida a todos, y según
la medida de la luz dada, cada uno será juzgado. Y el que dio la luz, el que
siguió al alma con las más tiernas súplicas, tratando de ganarla del pecado a
la santidad, es a la vez su Abogado y
Juez. Desde el principio de la gran controversia en el cielo, Satanás
ha sostenido su causa por medio del engaño; y Cristo ha estado obrando para
desenmascarar sus planes y quebrantar su poder. El que hizo frente al engañador, y a través de todos los siglos procuró
arrebatar cautivos de su dominio, es quien pronunciará el juicio sobre cada
alma” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 181).
JESÚS COMO EL TESTIGO FIEL
1. ¿Qué nombre, muy significativo, se encuentra
en Apocalipsis 1:5 y 3:14?
Y de Jesucristo
el testigo fiel, el primogénito
de los muertos, y el soberano
de los reyes de la tierra. Al que nos
amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre. Y escribe al ángel de la
iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo
fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios.
“Una cosa se comprenderá con certeza por el estudio del
Apocalipsis: que la relación entre Dios y su pueblo es estrecha y decidida. Juan escribe: ‘Gracia sea con vosotros, y paz del que es y que era y que ha de venir,
y de los siete Espíritus que están delante de su trono; y de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y príncipe
de los reyes de la tierra’” (TM, pág. 111).
2. ¿De qué modo se dirige el Testigo fiel a la
iglesia de Laodicea? Apocalipsis
3:15, 17.
Yo conozco
tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses
frío o caliente!. Porque tú dices: Yo
soy rico, y me he enriquecido, y de
ninguna cosa tengo necesidad; y no
sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.
“El mensaje para
la iglesia laodicense es
aplicable para todos los que han tenido gran luz y muchas oportunidades, y sin
embargo no las han apreciado” (Comentario Bíblico Adventista, tomo 7, pág.
972).
“El Testigo fiel
dice de una iglesia fría, sin vida y sin Cristo: ‘Yo conozco tus
obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni
caliente, te vomitaré de mi boca’ (Apoc. 3:15, 16). Tomad buena nota de
las siguientes palabras: ‘Porque tú dices: Yo soy rico y me he enriquecido, y
de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado,
miserable, pobre, ciego y desnudo’ (Apoc. 3:17). Aquí se representa a aquellos que se enorgullecen de sí mismos
por su posesión de conocimiento y
ventajas espirituales. Pero no
han respondido a las bendiciones inmerecidas que Dios les ha conferido”
(Mensajes
Selectos, tomo 1, pág. 418).
3. ¿Qué consejo imparte el Testigo fiel? Apocalipsis 3:18.
Por tanto, yo te
aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte,
y que no se descubra la vergüenza de tu
desnudez; y unge tus ojos con
colirio, para que veas.
“Oíd el consejo
del Testigo fiel: Comprad oro afinado
en el fuego, a in de que seáis ricos, ropas
blancas para que estéis vestidos, y colirio
a fin de que veáis. Haced algún
esfuerzo. Estos tesoros
preciosos no descenderán sobre nosotros sin esfuerzo alguno de nuestra parte.
Debemos comprar, ser celosos y
arrepentirnos de nuestro estado de tibieza. Debemos despertarnos para ver nuestros males, buscar
nuestros pecados y arrepentirnos celosamente de ellos” (Joyas
de los Testimonios, tomo 1, pág. 42).
“Hagamos caso del
consejo del Testigo fiel. Ninguno
de nosotros esté lleno de prejuicios como estuvieron los judíos, de
modo que la luz no entre en nuestro corazón. Que no sea necesario que Cristo diga de nosotros como dijo de ellos:
‘No queréis venir a mí para que tengáis
vida’ (Juan 5:40)” (Mensajes Selectos, tomo 1, págs. 419, 420).
JESÚS COMO JUEZ
4. ¿Cómo se convirtió Cristo en juez de toda la
raza humana? Juan 5:22, 26,
27, 30.
Porque el
Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo.
Porque como el Padre tiene vida en sí
mismo, así también ha dado al
Hijo el tener vida en sí mismo; y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre.
No puedo yo hacer nada por mí mismo;
según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad
del que me envió, la del Padre.
“Y Dios ‘le ha
dado potestad de ejecutar juicio, por
cuanto Él es Hijo del hombre.’ Porque gustó
las mismas heces de la aflicción y tentación humanas, y comprende las debilidades y los pecados
de los hombres; porque en
nuestro favor resistió victoriosamente las tentaciones de Satanás y tratará justa y tiernamente con las
almas por cuya salvación fue derramada su sangre, por todo esto, el
Hijo del hombre ha sido designado para ejecutar el juicio” (El Deseado de Todas las Gentes,
pág. 181).
“Cristo se
humilló para encabezar a la humanidad, para afrontar las tentaciones y sobrellevar las pruebas que los hombres
deben arrostrar y soportar. Debía
conocer lo que la humanidad debe arrostrar de parte del enemigo caído,
a fin de saber cómo socorrer a los que
son tentados. “Y Cristo ha sido
hecho nuestro Juez. No es el Padre el Juez. Tampoco lo son los ángeles.
Nos juzgará Aquel que se revistió de nuestra humanidad y vivió una vida
perfecta en este mundo. Él solo puede ser nuestro juez” (Joyas de los Testimonios, tomo
3, pág. 383).
5. En primer lugar, ¿cuál era el propósito de
Jesús para la raza humana? En realidad, ¿cómo se juzga cada individuo a sí
mismo? Juan 3:17, 18; 12:47.
Porque no
envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo
sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido
condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de
Dios. Al que oye mis palabras, y
no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo,
sino a salvar al mundo.
“Pero la misión
de Cristo no era juzgar, sino salvar. ‘No envió Dios a su Hijo al mundo para que condene al mundo, mas para
que el mundo sea salvo por Él.’ Y delante
del Sanedrín, Jesús declaró: ‘El que
oye mi palabra, y cree al que me ha enviado, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas pasó de
muerte a vida.’… “En su actitud hacia Cristo, todos iban a demostrar en
que lado estaban. Y así cada uno pronuncia juicio sobre sí mismo.…
“‘Desde ahora –dijo Jesús,
habéis de ver al Hijo del hombre sentado a la diestra de la potencia de Dios,
y que viene en las nubes del cielo.’ Con estas palabras, Cristo presentó el
reverso de la escena que ocurría entonces. Él,
el Señor de la vida y la gloria, estaría sentado a la diestra de Dios. Sería el juez de toda la tierra, y su
decisión sería inapelable. Entonces toda cosa secreta estaría expuesta
a la luz del rostro de Dios, y se pronunciaría el juicio sobre todo hombre,
según sus hechos” (El Deseado de Todas las Gentes, págs. 181, 40, 654).
JESÚS NUESTRO ABOGADO
6. Como pecadores acusados por Satanás ante
Dios, ¿a quién podemos elegir para defendernos? 1 Juan 2:1; Romanos 8:34.
Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis;
y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre,
a Jesucristo el justo. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que
también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también
intercede por nosotros.
“Satanás está a
nuestra diestra para acusarnos, y nuestro
Abogado está a la diestra de Dios para rogar por nosotros. Él nunca ha perdido un caso que le ha sido
entregado. Podemos confiar en
nuestro Abogado porque presenta sus propios méritos en favor de nosotros”
(Comentario
Bíblico Adventista, tomo 7, pág. 960).
“En todos
nuestros actos de verdadera devoción fijamos los ojos de nuestra fe en nuestro
Abogado, que intercede entre el
hombre y el trono eterno, y quien
espera para tomar nota de todo esfuerzo nuestro y para ayudarnos por su
Espíritu a lograr un conocimiento más perfecto de Dios” (Testimonios
para los Ministros, pág. 121).
7.
¿Cómo puede
acercarse al trono de gracia el pecador arrepentido? Hebreos 4:16.
Acerquémonos,
pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar
gracia para el oportuno socorro.
“Habéis de venir a
Dios como un pecador arrepentido, mediante
el nombre de Jesús, el divino Abogado, a un Padre misericordioso y perdonador, creyendo que cumplirá lo que ha prometido. Todos los que deseen la bendición de Dios, llamen al trono de la misericordia y
esperen con firme seguridad diciendo: ‘Tú,
oh Señor, has dicho: Todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al
que llama, se le abrirá’. El Señor anhela que los que buscan a Dios
crean en Aquel que puede hacer todas las cosas.…
“Sólo mediante
Jesús, a quien el Padre dio por la vida del mundo, puede encontrar acceso a
Dios el pecador. Sólo Jesús
es nuestro Redentor, nuestro Abogado y Mediador. Nuestra única esperanza de perdón, paz y justicia está en Él. En virtud de la sangre de Cristo, el alma
herida de pecado puede ser restaurada a la salud. Cristo es la fragancia, el incienso santo que hace aceptables
nuestras peticiones ante el Padre” (Mensajes Selectos, tomo 1, págs. 386, 391).
MEDITACIÓN
“Cristo intercede por la raza perdida mediante su vida inmaculada, su
obediencia y su muerte en la cruz del Calvario. Y ahora, no como un
mero suplicante, intercede por nosotros el Capitán de nuestra salvación, sino como un Conquistador que reclama su
victoria. Su ofrenda es completa,
y como Intercesor nuestro ejecuta la obra que Él mismo señaló, sosteniendo
delante de Dios el incensario que contiene sus méritos inmaculados y las
oraciones, las confesiones y las ofrendas de agradecimiento de su pueblo. La ofrenda se hace completamente aceptable,
y el perdón cubre toda transgresión” (La Maravillosa Gracia, pág. 174).
ESTUDIO PERSONAL
“El mensaje a la iglesia de Laodicea es una denuncia sorprendente y
se aplica al actual pueblo de Dios. “… Aunque aquellos a quienes se
dirige el mensaje del Testigo Fiel se lisonjean de que se encuentran en una
exaltada condición espiritual, dicho mensaje quebranta su seguridad con la
sorprendente denuncia de su verdadera
condición de ceguera, pobreza y miseria espirituales. Este testimonio
tan penetrante y severo no puede ser un error porque es el Testigo Fiel el que
habla y su testimonio debe ser correcto” (Joyas de los Testimonios, tomo 1, págs.
327, 328).
muy muy importsnte saber que el pueblo de Dios tiene un juez un testigo y al mismo tiempo un abogado..gracias señor..!!!
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