miércoles, 24 de octubre de 2012

04 | El Día de la Expiación


“A los diez días de este mes séptimo será el día de expiación; tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras almas, y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová” Levítico 23:27.

EL DÍA DE EXPIACIÓN
1.   ¿A qué parte del santuario iba el sumo sacerdote una vez al año para realizar el servicio especial de purificación? Levítico 16:2; Hebreos 9:3.
Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón tu hermano, que no en todo tiempo entre en el santuario detrás del velo, delante del propiciatorio que está sobre el arca, para que no muera; porque yo apareceré en la nube sobre el propiciatorio. Tras el segundo velo estaba la parte del tabernáculo llamada el Lugar Santísimo.
Una vez al año, en el gran día de la expiación, el sacerdote entraba en el lugar santísimo para limpiar el santuario. La obra que se llevaba a cabo allí completaba el ciclo anual de ceremonias(Patriarcas y Profetas, pág. 368).
Jesús está en el Lugar Santísimo, para comparecer por nosotros ante la presencia de Dios. Allí, no cesa de presentar a su pueblo momento tras momento, como completo en Él. Pero, por estar así representados delante del Padre, no hemos de imaginar que podemos abusar de su misericordia y volvernos descuidados, indiferentes y licenciosos. Cristo no es el ministro del pecado. Estamos completos en Él, aceptados en el Amado, únicamente si permanecemos en Él por fe(Fe y Obras, págs. 111, 112).

2.   ¿Qué tenía de especial el propiciatorio? ¿Qué revelación se impartía? Éxodo 25:22; Números 7:89.
Y de allí me declararé a ti, y hablaré contigo de sobre el propiciatorio, de entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel. Y cuando entraba Moisés en el tabernáculo de reunión, para hablar con Dios, oía la voz que le hablaba de encima del propiciatorio que estaba sobre el arca del testimonio, de entre los dos querubines; y hablaba con él.
“El arca de Dios era un cofre sagrado, confeccionado para contener los Diez Mandamientos, que eran una manifestación de Dios mismo. Se consideraba que esta arca era la gloria y la fortaleza de Israel(La Historia de la Redención, pág. 187).
En el tabernáculo y el templo, su gloria moraba en la santa shekina sobre el propiciatorio. Él manifestaba constantemente en su favor las riquezas de su amor y paciencia(Patriarcas y Profetas, pág.11).
Allí había manifestado Jehová su presencia en la nube de gloria, sobre el propiciatorio. Allí se había asentado la base de la escalera mística que unía el cielo con la tierra (Génesis 28:12; S. Juan 1:51), que Jacob viera en sueños y por la cual los ángeles subían y bajaban, mostrando así al mundo el camino que conduce al lugar santísimo” (El Conflicto de los Siglos, pág. 21).  “Cuando el sumo sacerdote entraba en el lugar santísimo una vez al año, para ejercer su ministerio delante del arca en la abrumadora presencia de Dios, consultaba al Señor, y éste a menudo respondía con voz audible. Cuando no lo hacía de viva voz, los sagrados rayos de su gloria descansaban sobre el querubín que se encontraba al lado derecho del arca, en señal de aprobación o favor. Si rechazaba el requerimiento, una nube envolvía al querubín de la izquierda(Historia Redención, pág. 187).

3.  Durante la realización del servicio especial del sumo sacerdote en el lugar santísimo el día de la expiación, ¿qué hacia el pueblo? Levítico 16:29, 31; 23:27-31.
Y esto tendréis por estatuto perpetuo: En el mes séptimo, a los diez días del mes, afligiréis vuestras almas, y ninguna obra haréis, ni el natural ni el extranjero que mora entre vosotros. Día de reposo es para vosotros, y afligiréis vuestras almas; es estatuto perpetuo. A los diez días de este mes séptimo será el día de expiación; tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras almas, y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová. Ningún trabajo haréis en este día; porque es día de expiación, para reconciliaros delante de Jehová vuestro Dios. Porque toda persona que no se afligiere en este mismo día, será cortada de su pueblo. Y cualquiera persona que hiciere trabajo alguno en este día, yo destruiré a la tal persona de entre su pueblo. Ningún trabajo haréis; estatuto perpetuo es por vuestras generaciones en dondequiera que habitéis. 
Toda la ceremonia estaba destinada a inculcar a los israelitas una idea de la santidad de Dios y de su odio al pecado; y además hacerles ver que no podían ponerse en contacto con el pecado sin contaminarse. Se requería de todos que afligiesen sus almas mientras se celebraba el servicio de expiación. Toda ocupación debía dejarse a un lado, y toda la congregación de Israel debía pasar el día en solemne humillación ante Dios, con oración, ayuno y examen profundo del corazón(Conflicto Siglos, pág. 472).

EL LUGAR SANTÍSIMO
4.   Considera la profecía de los 2.300 días y la purificación del santuario, el día de expiación y la entrada de Cristo en el lugar santísimo celestial de acuerdo a la luz en Apocalipsis 11:19.
Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo. Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo.
“Tal como fue predicho en las Escrituras, el ministerio de Cristo en el lugar santísimo comenzó al final de los días proféticos en 1844. A ese momento se aplican las palabras del revelador: ‘El templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo’ (Apoc. 11: 19). El arca del testamento de Dios está en el segundo compartimento del santuario. Cuando Cristo entró allí, para oficiar en favor de los pecadores, el templo interior fue abierto, y el arca de Dios quedó a la vista. La majestad y el poder de Dios fueron revelados a quienes por la fe contemplaban al Salvador mientras llevaba a cabo su obra de intercesión. Cuando la estela de su gloria llenaba el templo, una luz procedente del lugar santísimo se esparció sobre su pueblo que aguardaba en la tierra” (La Historia de la Redención, pág. 398).

5.   ¿Qué separaba los dos departamentos del santuario y qué se encontraba en el lugar santísimo? Éxodo 26:33; 2 Crónicas 5:7.
Y pondrás el velo debajo de los corchetes, y meterás allí, del velo adentro, el arca del testimonio; y aquel velo os hará separación entre el lugar santo y el santísimo. Y los sacerdotes metieron el arca del pacto de Jehová en su lugar, en el santuario de la casa, en el lugar santísimo, bajo las alas de los querubines.
“Más allá del velo interior estaba el lugar santísimo que era el centro del servicio de expiación e intercesión, y constituía el eslabón que unía el cielo y la tierra. En este departamento estaba el arca, que era un cofre de madera de acacia, recubierto de oro por dentro y por fuera, y que tenía una cornisa de oro encima. Era el repositorio de las tablas de piedra, en las cuales Dios mismo había grabado los diez mandamientos. Por consiguiente, se lo llamaba arca del testamento de Dios, o arca de la alianza, puesto que los diez mandamientos eran la base de la alianza hecha entre Dios e Israel. “La cubierta del arca sagrada se llamaba ‘propiciatorio.’ Estaba hecha de una sola pieza de oro, y encima tenía dos querubines de oro, uno en cada extremo. Un ala de cada ángel se extendía hacia arriba, mientras la otra permanecía plegada sobre el cuerpo (véase Eze. 1: 11) en señal de reverencia y humildad. La posición de los querubines, con la cara vuelta el uno hacia el otro y mirando reverentemente hacia abajo sobre el arca, representaba la reverencia con la cual la hueste celestial mira la ley de Dios y su interés en el plan de redención” (Patriarcas y Profetas, pág. 360).

LA SANGRE DE CRISTO
6.   En el servicio del santuario terrenal, ¿que llevaba consigo el sumo sacerdote cuando entraba en el lugar santísimo? Hebreos 9:7.
Pero en la segunda parte, sólo el sumo sacerdote una vez al año, no sin sangre, la cual ofrece por sí mismo y por los pecados de ignorancia del pueblo.
Entraba al lugar santísimo el día de la expiación, ‘no sin sangre,’ como mediador en pro de todo Israel(Patriarcas y Profetas, pág. 452).
En ambos servicios, el típico y el real, la purificación debe efectuarse con sangre; en aquél con sangre de animales; en éste, con la sangre de Cristo(El Conflicto de los Siglos, pág. 470).

7.  ¿Cómo era purificado el pueblo de Israel de toda impureza en el día de la expiación? ¿De qué eran un símbolo estos sacrificios? Hebreos 9:13; Levítico 16:15, 16.
Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne. Después degollará el macho cabrío en expiación por el pecado del pueblo, y llevará la sangre detrás del velo adentro, y hará de la sangre como hizo con la sangre del becerro, y la esparcirá sobre el propiciatorio y delante del propiciatorioAsí purificará el santuario, a causa de las impurezas de los hijos de Israel, de sus rebeliones y de todos sus pecados; de la misma manera hará también al tabernáculo de reunión, el cual reside entre ellos en medio de sus impurezas.
Mediante este servicio anual le eran enseñadas al pueblo importantes verdades acerca de la expiación. En la ofrenda por el pecado que se ofrecía durante el año, se había aceptado un substituto en lugar del pecador; pero la sangre de la víctima no había hecho completa expiación por el pecado. Sólo había provisto un medio en virtud del cual el pecado se transfería al santuario. Al ofrecerse la sangre, el pecador reconocía la autoridad de la ley, confesaba la culpa de su transgresión y expresaba su fe en Aquel que había de quitar los pecados del mundo; pero no quedaba completamente, exonerado de la condenación de la ley. “El día de la expiación, el sumo sacerdote, llevando una ofrenda por la congregación, entraba en el lugar santísimo con la sangre, y la rociaba sobre el propiciatorio, encima de las tablas de la ley. En esa forma los requerimientos de la ley, que exigían la vida del pecador, quedaban satisfechos” (Patriarcas y Profetas, pág. 369).
Las ofrendas de sacrificios, presentadas por los judíos, se consideraban un símbolo de Cristo, cuya sangre sería vertida por la salvación del mundo. En el sistema de sacrificios la verdad de la expiación debía ser impresionada ante el mundo, para que todos supieran que sin el derramamiento de sangre no hay remisión de pecados(Signs of the Times, 28 de Agosto, 1893).

REPASO Y MEDITACIÓN
·       ¿Cuándo se iniciaba el día antitípico de la expiación?
·       ¿Qué actitud debería tener el pueblo que vive en el tiempo de la expiación?
·       Considera lo que la sangre de Cristo capacita a su pueblo para hacer.

Lección 04 - El Día de la Expiación

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