“Ven, por tanto, y te enviaré a Faraón,
para que saques de Egipto a mi pueblo, a los israelitas. Entonces Moisés
respondió a Dios: ‘¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y
saque de Egipto a los israelitas?’” Éxodo 3:11, 12.
LIDERAZGO Y SACRIFICIO
1.
¿Qué adversidades enfrentó Moisés y con quiénes? ¿Cómo le preparó Dios para
el liderazgo de su pueblo? Éxodo 5:2; 16:2, 3; Hechos 7:39-41.
Y Faraón respondió: ¿Quién
es Jehová, para que yo oiga su voz y deje ir a Israel? Yo no conozco a
Jehová, ni tampoco dejaré ir a Israel. Y toda la congregación de los hijos de
Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto; y les decían
los hijos de Israel: Ojalá hubiéramos muerto por mano de Jehová
en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos a las ollas de carne,
cuando comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis sacado a este desierto para matar
de hambre a toda esta multitud. Al cual nuestros padres no
quisieron obedecer, sino que le desecharon, y en sus corazones se volvieron a
Egipto, cuando dijeron a Aarón: Haznos dioses que vayan delante de
nosotros; porque a este Moisés, que nos sacó de la tierra de Egipto,
no sabemos qué le haya acontecido. Entonces hicieron un becerro, y ofrecieron
sacrificio al ídolo, y en las obras de sus manos se regocijaron.
“Dios
tuvo a bien disciplinar a Moisés en la escuela de la aflicción y la pobreza,
antes de que estuviera preparado para conducir las huestes de Israel hacia la
Canaán terrenal. El Israel de Dios, que viaja hacia la Canaán
celestial, tiene un Capitán que no necesitó enseñanzas humanas que le
prepararan para su misión de conductor divino; no obstante fue perfeccionado
por el sufrimiento; ‘Porque en cuanto Él mismo padeció siendo tentado,
es poderoso para socorrer a los que son tentados’. . . Nuestro Redentor
no manifestó las imperfecciones ni las debilidades humanas; pero murió a fin de
obtener nuestro derecho a entrar en la tierra prometida” (Patriarcas y Profetas, pág. 513).
2. ¿De quién recibió instrucciones Moisés? ¿Cómo se conserva la integridad y
la ética en el liderazgo? Hechos 7:38; Salmo 15:1, 2; 2 Corintios 6:4-8.
Este es aquel Moisés que estuvo en la congregación en
el desierto con el ángel que le hablaba en el monte Sinaí, y con
nuestros padres, y que recibió palabras de vida que darnos. Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo? El que anda en integridad y hace
justicia, Y habla
verdad en su corazón. antes bien, nos recomendamos en todo
como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en
necesidades, en angustias; en azotes, en cárceles, en tumultos, en
trabajos, en desvelos, en ayunos; en pureza, en ciencia, en longanimidad,
en bondad, en el Espíritu Santo, en amor sincero, en palabra de verdad, en
poder de Dios, con armas de justicia a diestra y a siniestra; por
honra y por deshonra, por mala fama y por buena fama; como engañadores, pero
veraces.
“‘Este
[Moisés] es aquél que estuvo en la congregación en el desierto con el ángel que
le hablaba en el monte Sinaí, y con nuestros padres; y recibió las palabras de
vida para darnos’ (Hechos 7:38). Este ángel era ‘el ángel de su faz’
(Isa. 63:9), el ángel en quien estaba el nombre de Jehová (Éxodo 23:20-23). La
expresión no puede referirse a otro más que al Hijo de Dios” (Patriarcas
y Profetas, pág. 827).
“La ética
inculcada por el Evangelio no reconoce otra norma sino la perfección de la
mente de Dios, de la voluntad de Dios. Dios requiere que sus criaturas se
conformen con su voluntad. La imperfección del carácter es pecado, y el
pecado es la transgresión de la ley…” (A Fin de Conocerle, pág. 133).
“Todo
lo que tiene que hacer es seguir al líder Jesucristo, quien le dirá
precisamente lo que debe hacer.
Dios lo llama desde su trono en el cielo, mostrándole una corona de
gloria inmortal, y le ruega que pelee la buena batalla de la fe y corra la
carrera con paciencia. Confíe en Dios a cada momento. Fiel es el
que conduce hacia adelante” (Mente, Carácter y Personalidad, pág. 109).
LIDERAZGO Y HUMILDAD
3.
¿Cómo se reveló la humildad de Moisés en su liderazgo? ¿Cuál es la promesa
de Dios para los que poseen esta virtud? Números 12:3; Isaías 57:15.
Y aquel varón Moisés era muy manso, más
que todos los hombres que había sobre la tierra. Porque así
dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre
es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde
de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el
corazón de los quebrantados.
“Fue
el más manso de todos los hombres. No intentó dirigir al Espíritu
Santo, sino que fue guiado por el Espíritu” (Alza tus Ojos, pág. 225).
“La carga de la obra de Dios, puesta sobre Moisés, lo hizo un hombre de poder. Mientras
pastoreó durante tantos años los rebaños de Jetro. Obtuvo una experiencia que
le enseñó la verdadera humildad… La orden de liberar a Israel parecía
abrumadora, pero, en el temor de Dios, Moisés aceptó el
encargo. Observad el resultado: no rebajó la tarea al nivel de su
imperfección, sino que con la fuerza de Dios realizó los esfuerzos
más fervientes para elevarse y santificarse para su sagrada misión” (Conflicto
y Valor, pág. 370).
4.
¿Podemos decir que fue una tarea fácil la de Moisés al guiar a todo un
pueblo en aquellas circunstancias? ¿En qué situaciones de riesgo se encontró
algunas veces? Éxodo 17:4; Números 11:14.
NO. Entonces
clamó
Moisés a Jehová, diciendo: ¿Qué haré con este pueblo? De
aquí a un poco me apedrearán. No puedo yo solo soportar a todo este
pueblo, que me es pesado en demasía.
“... el...
Ángel iba delante de ellos en todas sus jornadas y los conducía en todas sus
peregrinaciones. Puesto que estaban tan inclinados a olvidar que el
Señor los conducía por medio de su Ángel, y a acreditar al hombre lo
que solamente podía llevar a cabo el poder de Dios, los había probado para ver
si le obedecerían o no. Pero cada vez que los sometió a pruebas
fracasaron. En lugar de crecer y reconocer que el Señor les había señalado senderos
con evidencias de su poder y con señales concluyentes de su cuidado y
su amor, desconfiaron del Altísimo y adjudicaron a Moisés su salida de Egipto,
acusándolo
de ser la causa de todos sus desastres. Moisés había soportado su testarudez
con notable paciencia. En una ocasión incluso amenazaron apedrearlo” (La
Historia de la Redención, págs. 170, 171).
5. ¿En dónde radicó el éxito del liderazgo de Moisés? Éxodo 3:11, 12; 4:13.
¿Comparando el liderazgo de Moisés con el de Saúl que diferencias constatamos?
1 Samuel 13:13, 14.
Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién
soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?
(Humildad) Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo;
y esto
te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de
Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte. Y él dijo: ¡Ay,
Señor! envía, te ruego, por medio del que debes enviar. Entonces Samuel
dijo a Saúl: Locamente has hecho; no guardaste el mandamiento de Jehová tu Dios
que él te había ordenado; pues ahora Jehová hubiera confirmado tu
reino sobre Israel para siempre. Mas ahora tu reino no será duradero. Jehová
se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para
que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que
Jehová te mandó.
“El
mandato divino halló a Moisés sin confianza en sí mismo, tardo para hablar y
tímido. Estaba abrumado con el sentimiento de su
incapacidad para ser el portavoz de Dios ante Israel. Pero una
vez aceptada la tarea, la emprendió de todo corazón,
poniendo
toda su confianza en el Señor. La grandeza de su misión exigía que
ejercitara las mejores facultades de su mente. Dios bendijo su pronta
obediencia, y llegó a ser elocuente, confiado, sereno y apto para la mayor obra
jamás dada a hombre alguno. Este es un ejemplo de lo que hace Dios para
fortalecer el carácter de los que confían plenamente en Él, y sin
reserva alguna cumplen sus mandatos” (Patriarcas y Profetas, pág. 260).
UN LÍDER CON VISIÓN
6.
Considerando que era un profeta, ¿hacia quién dirigió Moisés constantemente
la atención del pueblo para impartirle esperanza? Deuteronomio 18:15-18.
Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como
yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis; conforme
a todo lo que pediste a Jehová tu Dios en Horeb el día de la asamblea,
diciendo: No vuelva yo a oír la voz de Jehová mi Dios, ni vea yo más este gran
fuego, para que no muera. Y Jehová me dijo: Han hablado bien en lo que han
dicho. Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis
palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare.
“Moisés fue
un tipo o figura de Cristo. Él mismo había declarado a Israel:
‘Profeta de en medio de ti de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu
Dios; a Él oiréis’ (Deut. 18:15). Dios tuvo a bien disciplinar a Moisés en la
escuela de la aflicción y la pobreza, antes de que estuviera preparado
para conducir las huestes de Israel hacia la Canaán terrenal. El Israel de
Dios, que viaja hacia la Canaán celestial, tiene un Capitán que no necesitó
enseñanzas humanas que le prepararan para su misión de conductor divino; no
obstante fue perfeccionado por el sufrimiento; ‘porque en cuanto Él mismo
padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados’ (Heb.
2:10, 18). Nuestro Redentor no manifestó las imperfecciones ni las debilidades
humanas; pero murió a fin de obtener nuestro derecho a entrar en la tierra
prometida” (Patriarcas y Profetas, págs. 512, 513).
7.
Al final de su misión, ¿qué testimonio especial tenemos acerca de Moisés y
de su servicio? Deuteronomio 34:10-12; Hebreos 3:5.
Y nunca más se levantó profeta en Israel como Moisés, a quien haya conocido Jehová cara a cara;
nadie
como él en todas las señales y prodigios que Jehová le envió a hacer en tierra
de Egipto, a Faraón y a todos sus siervos y a toda su tierra, y en el
gran poder y en los hechos grandiosos y terribles que Moisés hizo a la vista de
todo Israel. Y Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como siervo,
para testimonio de lo que se iba a decir.
“Moisés
había muerto, pero su influencia no murió con él. Ella
había de sobrevivir, reproduciéndose en el corazón de su pueblo. El
recuerdo de aquella vida santa y desinteresada se conservaría por mucho tiempo
con amor, y con poder silencioso y persuasivo amoldaría la vida hasta
de los que habían descuidado sus palabras cuando vivía. Como el resplandor del sol
poniente sigue iluminando las cumbres de las montañas mucho después
que el sol se ha hundido detrás de las colinas así las obras de los puros,
santos y justos derramarán su luz sobre el mundo mucho tiempo después que
murieron quienes las hicieron.
Sus obras,
sus palabras y su ejemplo vivirán para siempre. ‘En memoria eterna será el
justo’
(Sal. 112:6)” (Patriarcas y Profetas, pág. 514).
MEDITACIÓN
“…los hombres deben cuidar de no atribuirse
la gloria que pertenece a su Creador. No podía conceder a Moisés lo que
pidiera al rogar que le dejara
participar en la herencia de Israel; pero no olvidó ni abandonó a su
siervo. El Dios del cielo comprendía los sufrimientos que Moisés había
soportado; había observado todos los actos de su fiel servicio a través de los
largos años de conflicto y prueba. En la cumbre del Pisga, Dios llamó a
Moisés a una herencia infinitamente más gloriosa que la Canaán terrenal” (Conflicto y Valor, pág. 111).
Lección 06 - El liderazgo de Moisés
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