“Un carácter recto es de mucho más valor
que el oro de Oir. Sin él nadie puede elevarse a un cargo
honorable. Pero el carácter no se hereda. No se puede
comprar. La excelencia moral y las buenas cualidades mentales no son el
resultado de la casualidad. Los dones más preciosos carecen de valor a menos
que sean aprovechados. La formación de un carácter noble es la
obra de toda una vida, y debe ser el resultado de un esfuerzo
aplicado y perseverante. Dios da las oportunidades; el éxito depende
del uso que se haga de ellas” (Patriarcas y Profetas, pág. 224).
PREPARACIÓN PARA TRABAJAR EN LA OBRA DE
DIOS
1.
¿Cuál es el secreto para ser un buen mayordomo del patrimonio de Dios?
Lucas 16:10. ¿Cuál era el propósito que guiaba la vía de José? 1 Corintios 6:19, 20.
El que es fiel en lo muy poco, también en lo más
es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo
más es injusto. ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu
Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no
sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio;
glorificad,
pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
“Dios
exige una consagración completa y no acepta nada menor. Cuanto
más difícil es vuestra responsabilidad más necesitáis a Jesús. El
amor y el temor de Dios mantuvieron a José puro y sin mácula en la corte del
faraón. Fue elevado con grandes riquezas, al alto honor de sentarse
junto al faraón. Esa elevación fue tan repentina como grande. Es
imposible permanecer en un lugar elevado sin correr peligro. La
tormenta deja incólume la pequeña flor del valle, pero estremece al árbol que
está en la elevada cumbre de las montañas. Hay muchos hombres a quienes Dios
podría haber usado con maravillosos éxitos cuando se encontraban en la pobreza
extrema –podría haberlos hecho útiles y haberlos coronado con la gloria– pero
la prosperidad los arruinó; el olvido de la humildad los arrastró al abismo,
olvidaron que Dios era su fuerza y se hicieron independientes y autosuficientes.
“José
pasó la prueba de carácter en la adversidad y el oro de la prosperidad le llegó
en abundancia. Mostró el mismo sagrado cuidado por seguir
la voluntad de Dios cuando estuvo junto al trono que cuando se encontraba
prisionero en una celda. José llevaba su religión a todas partes y
ese fue el secreto de su fidelidad inquebrantable” (Joyas
de los Testimonios, tomo 4, pág. 256).
2.
¿Qué lineamientos necesitamos seguir para ser buenos administradores? Juan
16:13; Salmo 119:165; Romanos 1:16, 17.
Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os
guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta,
sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de
venir. Mucha paz tienen los que
aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo. Porque no me avergüenzo del evangelio,
porque
es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío
primeramente, y también al griego. Porque en el evangelio la justicia de
Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas
el justo por la fe vivirá.
“José
fue uno de los pocos capaces de resistir la tentación. Logró
demostrar que mantenía una singularidad de propósito para la gloria de Dios. Manifestó
elevado respeto por la voluntad de Dios, lo mismo cuando ocupaba la celda
de una cárcel que cuando estaba junto al trono. Su religión le acompañaba
adondequiera que iba o en cualquier situación que fuese colocado. La
verdadera religión posee un poder que todo lo compenetra; ennoblece todo lo que
la persona hace. No hay que salirse del mundo para ser
cristiano, pero su religión, con todas sus influencias
santificadoras, puede ser introducida en todo lo que usted haga y diga” (Testimonios
para la Iglesia, tomo 5, pág. 59).
“...el
verdadero carácter de José resplandeció, aun en la obscuridad del calabozo.
Mantuvo
firmes su fe y su paciencia; los años de su fiel servicio habían sido
compensados de la manera más cruel; no obstante, esto no le volvió sombrío ni
desconfiado… Confió su caso a Dios… Encontró
una obra que hacer, aun en la prisión. Dios le estaba preparando en la
escuela de la aflicción, para que fuera de mayor utilidad, y no
rehusó someterse a la disciplina que necesitaba” (Patriarcas
y Profetas, pág. 218).
PERFIL DE UN BUEN ADMINISTRADOR
3.
¿Cómo preparó Dios a José para ser un buen administrador? Génesis 37:1, 2,
4, 28; 39:1-4, 20-23.
Habitó Jacob en la tierra donde había morado su padre, en
la tierra de Canaán. Esta
es la historia de la familia de Jacob: José, siendo de edad de diecisiete
años, apacentaba las ovejas con sus hermanos; y el joven estaba con
los hijos de Bilha y con los hijos de Zilpa, mujeres de su padre; e informaba
José a su padre la mala fama de ellos. Y viendo sus hermanos que su
padre lo amaba más que a todos sus hermanos, le aborrecían, y no podían
hablarle pacíficamente. Y cuando pasaban los madianitas mercaderes,
sacaron
ellos a José de la cisterna, y le trajeron arriba, y le vendieron a los
ismaelitas por veinte piezas de plata. Y llevaron a José a Egipto.
Llevado, pues, José a Egipto, Potifar oficial de Faraón, capitán
de la guardia, varón egipcio, lo compró de los ismaelitas que lo habían llevado
allá. Más Jehová estaba con José, y fue
varón próspero; y estaba en la casa de su amo el egipcio. Y vio su
amo que Jehová estaba con él, y que todo lo que él hacía, Jehová lo hacía prosperar en su
mano. Así halló José gracia en sus ojos, y le servía; y él le hizo
mayordomo de su casa y entregó en su poder todo lo que tenía. Y
tomó
su amo a José, y lo puso en la cárcel, donde estaban los presos del
rey, y
estuvo allí en la cárcel. Pero Jehová estaba con José y le extendió
su misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de la
cárcel. Y el jefe de la cárcel entregó en mano de
José el cuidado de todos los presos que había en aquella prisión;
todo lo que se hacía allí, él lo hacía. No necesitaba atender el jefe de la
cárcel cosa alguna de las que estaban al cuidado de José, porque Jehová
estaba con José, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba.
“José
escuchaba las instrucciones de su padre y temía al Señor…Atesoraba
sus instrucciones y amaba y obedecía a Dios con integridad de corazón… José
aborrecía el pecado de tal manera que no podía soportar que sus hermanos
pecaran contra Dios” (Historia de la Redención, pág. 102).
“José
sufrió entonces porque no quiso claudicar. Había puesto su reputación y
sus intereses en las manos de Dios. Y aunque se permitió que fuera
afligido por cierto tiempo, para prepararlo con el fin de que ocupara un puesto
importante, el Señor protegió esa reputación que había sido ensombrecida por una
malvada acusadora. Dios usó incluso de la prisión como un camino que lo
conduciría a su elevación… El escudo que protegía el corazón de este
joven era el temor de Dios, que lo indujo a ser fiel y justo con su amo, y leal
a su Señor” (Historia de la Redención, pág. 105).
4.
¿Qué caracterizaba el carácter, el intelecto y la educación de José?
Génesis 39:5, 6.
Y aconteció que desde cuando le dio el encargo de su casa y
de todo lo que tenía, Jehová bendijo la casa del egipcio a
causa de José, y la bendición de Jehová estaba sobre todo lo
que tenía, así en casa como en el campo. Y dejó todo lo que tenía en mano de
José, y con él no se preocupaba de cosa alguna sino del pan que comía.
Y era
José de hermoso semblante y bella presencia.
“La
dulzura y la fidelidad de José cautivaron el corazón del jefe de la guardia
real, que llegó a considerarlo más como un hijo que como un esclavo. El
joven entró en contacto con hombres de alta posición y de sabiduría, y adquirió
conocimientos de las ciencias, los idiomas y los negocios; educación necesaria
para quien sería más tarde primer ministro de Egipto” (P.P.,
pág. 216).
COMUNIÓN CON DIOS Y TRABAJO PERSEVERANTE Y
GENEROSO
5.
¿Cómo desarrolló José sus responsabilidades considerando el hambre
venidera? ¿Cómo usó los dones recibidos de Dios? Génesis 41:46-49; 1 Pedro
4:10.
Era José de edad de treinta años cuando fue
presentado delante de Faraón rey de Egipto; y salió José de delante de Faraón, y recorrió toda la
tierra de Egipto. En aquellos siete años de abundancia la
tierra produjo a montones. Y él reunió todo el alimento de
los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto, y guardó
alimento en las ciudades, poniendo en cada ciudad el alimento del
campo de sus alrededores. Recogió José trigo como arena del mar,
mucho en extremo, hasta no poderse contar, porque no tenía
número. Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros,
como
buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.
“Al
principiar los años fructíferos comenzaron los preparativos para el hambre que
se aproximaba. Bajo la dirección de José, se
construyeron inmensos graneros en los lugares principales de todo Egipto,
y se
hicieron amplios preparativos para conservar el excedente de la esperada
cosecha. Se siguió el mismo procedimiento durante los
siete años de abundancia hasta que la cantidad de granos guardados era
incalculable” (Patriarcas y Profetas, pág. 225).
6.
A pesar de ser tan joven, ¿qué se
relata de la administración de José? Salmo 105:20-22. En la adversidad y en la
prosperidad ¿qué caracterizó su vida? Mateo 24:45; 1 Corintios 4:2.
Envió el rey, y le soltó; El
señor de los pueblos, y le dejó ir libre. Lo
puso por señor de su casa, Y por
gobernador de todas sus posesiones, Para que reprimiera a sus grandes como él quisiese, Y a sus ancianos enseñara sabiduría.
¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente,
al
cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo?
Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel.
“Era
un puesto honorable; sin embargo, estaba lleno de dificultades y riesgos.
Uno
no puede ocupar un puesto elevado sin exponerse al peligro… Pero el
carácter de José soportó la prueba tanto de la adversidad como de la
prosperidad. Manifestó en el palacio de Faraón la misma
fidelidad hacia Dios que había demostrado en su celda de prisionero.
Era aún extranjero en tierra pagana, separado de su parentela que adoraba a
Dios; pero creía plenamente que la mano divina había guiado sus pasos, y
confiando siempre en Dios, cumplía fielmente los deberes de su puesto.
Mediante
José la atención del rey y de los grandes de Egipto fue dirigida hacia el
verdadero Dios;… aprendieron a respetar los principios
revelados en la vida y el carácter del adorador de Jehová” (Patriarcas
y Profetas, págs. 222, 223).
7.
¿Cuántos se beneficiaron por las reservas preparadas para el tiempo de
hambre? Génesis 41:54, 57. ¿Se atribuyo la gloria a sí mismo por el resultado?
¿Cómo actuó con sus hermanos ahora que se encontraba en posición de autoridad?
Génesis 41:16, 32; 45:5, 24.
Y comenzaron a venir los siete años del
hambre, como José había dicho; y hubo hambre en todos los países, mas en
toda la tierra de Egipto había pan. Y de toda la tierra venían a
Egipto para comprar de José, porque por toda la tierra había
crecido el hambre. Respondió José a Faraón, diciendo: No está en mí; Dios será el
que dé respuesta propicia a Faraón. Y el suceder el sueño a Faraón dos
veces, significa que la cosa es firme de parte de Dios, y que Dios se
apresura a hacerla. Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de
haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió
Dios delante de vosotros. Y despidió a sus hermanos, y ellos se
fueron. Y él les dijo: No riñáis por el camino.
“Nadie
tiene derecho a considerarse dueño de sí mismo. Y nadie posee algo
bueno que pueda llamar propio. Todo hombre, todo objeto, es propiedad
del Señor. Todo lo que el hombre recibe de la
generosidad del cielo sigue siendo del Señor. Toda cosa de valor que
poseamos deberíamos usarla en beneficio de nuestros semejantes a
fin de que lleguen a ser obreros valiosos. Toda energía, todo don es un talento que
debería contribuir a la gloria de Dios para ser usado en su servicio.
Las facultades que Dios nos ha concedido no deberían servir para lograr fines
egoístas. Deberíamos estar siempre dispuestos a impartir, para
que los demás aprendan todo lo que sabemos, y deberíamos regocijarnos
si desarrollan en su obra una energía y una inteligencia superiores a las
nuestras” (Cada Día con Dios, pág. 132).
MEDITACIÓN
“Si abrigáramos habitualmente la idea de
que Dios ve y oye todo lo que hacemos y decimos, y que conserva un fiel
registro de nuestras palabras y acciones, a las que deberemos hacer frente en
el día final, temeríamos pecar. Recuerden siempre los jóvenes que
dondequiera que estén, y no importa lo que hagan, están en la presencia de
Dios. Ninguna parte de nuestra conducta escapa a su observación. No podemos
esconder nuestros caminos al Altísimo… La más profunda medianoche no es cortina
para el culpable. Puede creer que está solo; pero para cada acto hay un testigo
invisible. Los motivos mismos del corazón están abiertos a la divina
inspección. Todo acto, toda palabra, todo pensamiento están tan exactamente
anotados como si hubiera una sola persona en todo el mundo, y como si la
atención del Cielo estuviera concentrada sobre ella” (Patriarcas y Profetas, pág. 217).
No hay comentarios:
Publicar un comentario