jueves, 15 de marzo de 2012

11 | Sois bienaventurados porque podéis ver


“Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen” Mateo 13:16.

INTRODUCCIÓN
“¿Deseamos llegar a ser discípulos de Cristo, pero no sabemos cómo principiar? ¿Estamos en la oscuridad y no sabemos cómo hallar la luz? Sigamos la luz que poseemos. Dispongamos nuestro corazón para obedecer lo que sabemos de la Palabra de Dios, en la cual reside su poder, su misma vida. A medida que recibamos la Palabra con fe, ella nos dará poder para obedecer. Si prestamos atención a la luz que tenemos, recibiremos más luz. Edificaremos sobre la Palabra de Dios y nuestro carácter se formará a semejanza del carácter de Cristo(El Discurso Maestro de Jesucristo, pág. 126)

EL VALOR DE LA VISTA
1.   ¿Por qué la capacidad normal de ver y oír es insuficiente para evaluar las cosas divinas? Eclesiastés 11:7; Mateo 6:22.
Suave ciertamente es la luz, y agradable a los ojos ver el sol. La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz. (Por que las cosas divinas se evalúan con la obediencia y fidelidad).
“Lo que el Señor señala en estas palabras es la sinceridad de propósito, la devoción indivisa a Dios. Si existe esta sinceridad de propósito, y no hay vacilación para percibir y obedecer la verdad a cualquier costo, se recibirá luz divina. La piedad verdadera comienza cuando cesa la transigencia con el pecado. Entonces la expresión del corazón será la del apóstol Pablo: ‘Una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús’. ‘Aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo’(El Discurso Maestro de Jesucristo, pág. 78).

2.   La visión física es un don muy precioso.  ¿Con qué urgencia dos ciegos imploraron a Jesús que les diera la vista? ¿En qué sentido es la visión espiritual más importante? Mateo 20:29-31.
Al salir ellos de Jericó, le seguía una gran multitud. Y dos ciegos que estaban sentados junto al camino, cuando oyeron que Jesús pasaba, clamaron, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros! Y la gente les reprendió para que callasen; pero ellos clamaban más, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros!.
El Evangelio de Cristo es desde el comienzo hasta el fin el Evangelio de la gracia salvadora. Es una idea distintiva y dominante. Será una ayuda para los necesitados, una luz para los ojos que están ciegos a la verdad, y una guía para las almas que buscan el verdadero fundamento. La salvación plena y eterna está al alcance de toda alma. Cristo espera y anhela pronunciar el perdón e impartir la gracia gratuitamente ofrecida. Él vela y aguarda, y dice como le dijo al hombre ciego que estaba a las puertas de Jericó: ‘¿Qué quieres que te haga?’ Yo quitaré tus pecados; yo te lavaré en mi sangre(El Evangelismo, pág. 402).

OBSTÁCULOS PARA VER Y OÍR
3.   ¿Cómo enfatizó Jesús el gran peligro de la ceguera y sordera espiritual? Mateo 13:14, 15.
De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dijo: De oído oiréis, y no entenderéis; Y viendo veréis, y no percibiréis. Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, Y con los oídos oyen pesadamente, Y han cerrado sus ojos; Para que no vean con los ojos, Y oigan con los oídos, Y con el corazón entiendan, Y se conviertan, Y yo los sane.
En un futuro cercano se verá quién caminó humildemente con Dios y quién ha estado obedeciendo sus órdenes. Los que han estado caminando en las chispas encendidas por ellos mismos yacerán en pena. Verán que han cometido un terrible error. ¡Despertemos! Ahora brilla la luz, permitamos que las ventanas de la mente y el corazón se abran para dar la bienvenida a los rayos enviados del cielo. Dirá Jesús a los que profesan obedecer la verdad y no logran caminar en la luz de manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dijo: ‘De oído oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y no percibiréis. Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y con los oídos oyen pesadamente, y han cerrado sus ojos; para que no vean con los ojos, y oigan con los oídos, y con el corazón entiendan, y se conviertan, y yo los sane’ Mateo 13:14,15” (Christian Education, pág. 141).

4.   ¿Qué ceguera espiritual puede sobrevenirle a alguien que cede al pecado? Por lo tanto, ¿qué advirtió Jesús? Mateo 6:23; 5:29; 13:9, 43.
Pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas? Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. El que tiene oídos para oír, oiga.  Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga.
Ninguna alma se encuentra desamparada definitivamente por Dios ni abandonada para seguir sus propios pasos, mientras haya esperanza de salvarla. Dios no se aparta del hombre, sino el hombre de Dios. Nuestro Padre celestial nos sigue con amonestaciones, súplicas y promesas de compasión hasta que las nuevas oportunidades y privilegios resultan totalmente inútiles. La responsabilidad es del pecador. Al resistir hoy al Espíritu de Dios, apareja el camino para la segunda oposición a la luz cuando venga con mayor poder. Así va de oposición en oposición, hasta que la luz no lo conmueve más, y él no responde ya de ninguna manera al Espíritu de Dios. Entonces aun la luz que está en él se ha convertido en tinieblasLa verdad misma que conocía se ha pervertido de tal manera que intensifica la ceguera del alma(El Discurso Maestro de Jesucristo, págs. 79, 80).

BIENAVENTURADOS LOS QUE QUIEREN VER Y OÍR
5.  Mientras algunos no querían escuchar el mensaje del Salvador, ¿qué sincero deseo expresaron otros? Lucas 19:2-4; Juan 12:21.
Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico, procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura. Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí. Estos, pues (griegos), se acercaron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y le rogaron, diciendo: Señor, quisiéramos ver a Jesús
Cuán grande y sincero era el deseo y confianza de los griegos en el Maestro en ese tiempo de prueba y pesar. Los griegos querían verle porque habían oído sobre sus grandes obras, habían oído sobre su sabiduría y verdad, y creían en Él porque habían escudriñado las profecías y estaban seguros que Él era el Deseado de sus corazones(Bible Echo & Signs of the Times, 15 de mayo de 1992).
No puede existir amor profundo por Jesús en el corazón que no comprende su propia perversidad. El alma que se haya transformado por la gracia de Cristo, admirará su divino carácter. Pero el no ver nuestra propia deformidad moral, es una prueba inequívoca de que no hemos llegado a ver la belleza y excelencia de Cristo” (El Camino a Cristo, pág. 65).

6.   ¿Qué se dice de los que ven la luz y aceptan el mensaje del cielo con corazón sincero? ¿Qué ejemplo se da de alguien que por fe vio la obra del Mesías con mucha antelación? Mateo 13:16; Juan 8:56-58.
Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen. Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó. Entonces le dijeron los judíos: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham? Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy.
“Aquí es que los agentes vivos de Cristo, los que lo han gustado y encontrado que el Señor es bueno, lo deben revelar en palabras, acciones, alegrías, paciencia, longanimidad, esperanza, gozo. ‘Benditos son tus ojos porque ven’, el maravilloso amor de Dios; ‘y tus oídos porque oyen’ las preciosas palabras de Aquel que es el Camino, la Verdad y la Vida.
Y debemos tener un propósito, presentar las alegres nuevas –mostrar que son alegres nuevas, dejar de lado el espíritu de pesadumbre. Hablad de la misericordia, la bondad y el amor de Jesús, porque ‘no podemos más que hablar las cosas que hemos visto y oído’. Mantened vuestro rostro en dirección al cielo. Mirad las atracciones celestiales y entonces en verdad podréis ‘alabar a Aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable’. Con todas las preciosas promesas que nos fueron dadas por los labios de Jesús,  actuemos con gratitud. Contemplemos nuestro deber a la luz de los mandamientos de Dios” (The Signs of the Times, 7 de diciembre 1891).

7.   ¿Quién es el único que puede abrir los ojos y los oídos que han estado cerrados por largo tiempo por el pecado y el prejuicio? Aunque el devoto Simón era muy anciano, ¿qué vio y apreció con respecto a la salvación de Dios? Proverbios 20:12; 2 Reyes 6:17; Lucas 2:26, 30-32.
El oído que oye, y el ojo que ve, Ambas cosas igualmente ha hecho Jehová. Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo. Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor. Porque han visto mis ojos tu salvaciónLa cual has preparado en presencia de todos los pueblos; Luz para revelación a los gentiles, Y gloria de tu pueblo Israel.
Al entrar Simeón en el templo, vio a una familia que presentaba su primogénito al sacerdote. Su aspecto indicaba pobreza; pero Simeón comprendió las advertencias del Espíritu, y tuvo la profunda impresión de que el niño presentado al Señor era la Consolación de Israel, Aquel a quien tanto había deseado ver. Para el sacerdote asombrado, Simeón era un hombre arrobado en éxtasis. El niño había sido devuelto a María, y él lo tomó en sus brazos y lo presentó a Dios, mientras que inundaba su alma un gozo que nunca sintió antes. Mientras elevaba al Niño Salvador hacia el cielo, exclamó: ‘Ahora despide, Señor, a tu siervo, conforme a tu palabra, en paz; porque han visto mis ojos tu salvación, la cual has aparejado en presencia de todos los pueblos; luz para ser revelada a los Gentiles, y la gloria de tu pueblo Israel’. “El espíritu de profecía estaba sobre este hombre de Dios.…” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 37).

CONCLUSIÓN
Es algo tremendo tener gran luz y bendición, muchas oportunidades y privilegios y no hacer uso de ello para salvación. Los que no hacen uso de sus oportunidades y privilegios para salvación, serán condenados por los privilegios que Dios les ha otorgado; pero los que caminan en la luz tendrán más luz. Los que han tenido la luz de la verdad y no han caminado en ella, están bajo la misma sentencia de condena que Corazín y Betsaida. ¿No prestaremos oído a estas advertencias? ¿No tendrán peso para nosotros estas amonestaciones? (Fundamentals of Christian Education, pág. 259).

Lección 11 - Sois bienaventurados porque podéis ver

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