"...por nuestras iniquidades,... hemos sido entregados en mano de los reyes de los países" Esdras 9:7.
PROFECÍA Y CUMPLIMIENTO
1. ¿Quién profetizó que los babilonios tomarían cautivo al pueblo de Judá? Jeremías 25:8-11.
EL PROFETA JEREMIAS.
Por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos: Por cuanto no habéis oído mis palabras, he aquí enviaré y tomaré a todas las tribus del norte, dice Jehová, y a Nabucodonosor rey de Babilonia, mi siervo, y los traeré contra esta tierra y contra sus moradores, y contra todas estas naciones en derredor; y los destruiré, y los pondré por escarnio y por burla y en desolación perpetua. Y haré que desaparezca de entre ellos la voz de gozo y la voz de alegría, la voz de desposado y la voz de desposada, ruido de molino y luz de lámpara. Toda esta tierra será puesta en ruinas y en espanto; y servirán estas naciones al rey de Babilonia setenta años.
“A los pocos años, este terrible castigo iba a caer sobre Joaquim; pero primero el Señor informó de su propósito resuelto a la nación impenitente. El cuarto año del reinado de Joaquim, ‘habló Jeremías profeta a todo el pueblo de Judá, y a todos los moradores de Jerusalén,’ señalando que durante como veinte años, ‘desde el año trece de Josías,… hasta este día’ (Jer. 25: 2, 3), había atestiguado el deseo que Dios tenía de salvarlos, pero que sus mensajes habían sido despreciados. Y ahora el Señor les advertía: “… ‘Y toda esta tierra será puesta en soledad, en espanto; y servirán estas gentes al rey de Babilonia setenta años’” (Profetas y Reyes, págs. 318, 319).
2. De acuerdo al registro bíblico, ¿cuándo ocurrió el primer asalto a Jerusalén? Daniel 1:1. 606 A.C.
En el año tercero del reinado de Joacim rey de Judá, vino Nabucodonosor rey de Babilonia a Jerusalén, y la sitió.
“La caída de Jerusalén aquí mencionada había sido predicha por Jeremías, y se produjo en 606 ant. de J.C. (Jeremías 25:8-11)…. Nabucodonosor inició su expedición casi al final del tercer año de Joacim, que es el punto desde el cual Daniel hace arrancar su cómputo.
Pero el rey no logró subyugar completamente a Jerusalén hasta más o menos el noveno mes del año siguiente, que es el usado por Jeremías para su cómputo” (Uriah Smith, Las Profecías de Daniel y el Apocalipsis, pág. 12).
CAUTIVO
3. ¿Quiénes se encontraban entre los primeros cautivos? ¿Qué se informa acerca de ellos? Daniel 1:3, 4, 6. Daniel y sus 3 amigos.
Y dijo el rey a Aspenaz, jefe de sus eunucos, que trajese de los hijos de Israel, del linaje real de los príncipes, muchachos en quienes no hubiese tacha alguna, de buen parecer, enseñados en toda sabiduría, sabios en ciencia y de buen entendimiento, e idóneos para estar en el palacio del rey; y que les enseñase las letras y la lengua de los caldeos. Entre éstos estaban Daniel, Ananías, Misael y Azarías, de los hijos de Judá.
“Cuando, al principio del reinado de Joaquim, Nabucodonosor sitió por primera vez a Jerusalén y la tomó, se llevó a Daniel y a sus compañeros, juntamente con otros especialmente escogidos para el servicio de la corte babilónica; y la fe de los cautivos hebreos fue probada hasta lo sumo. Pero los que habían aprendido a poner su confianza en las promesas de Dios hallaron que éstas bastaban para todo lo que eran llamados a soportar durante su estada en una tierra extraña. Las Escrituras resultaron ser su guía y apoyo” (Profetas y Reyes, págs. 316, 317).
DESOBEDIENCIA, CEGUERA Y SUS CONSECUENCIAS
4. ¿Causó arrepentimiento y cambio el juicio de Dios en el pueblo que permaneció en Jerusalén? ¿Cuál fue el resultado? 2 Reyes 24:8-11, 14-16.
NO. De dieciocho años era Joaquín cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén tres meses. El nombre de su madre fue Nehusta hija de Elnatán, de Jerusalén. E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho su padre. En aquel tiempo subieron contra Jerusalén los siervos de Nabucodonosor rey de Babilonia, y la ciudad fue sitiada. Vino también Nabucodonosor rey de Babilonia contra la ciudad, cuando sus siervos la tenían sitiada.
Y llevó en cautiverio a toda Jerusalén, a todos los príncipes, y a todos los hombres valientes, hasta diez mil cautivos, y a todos los artesanos y herreros; no quedó nadie, excepto los pobres del pueblo de la tierra. Asimismo llevó cautivos a Babilonia a Joaquín, a la madre del rey, a las mujeres del rey, a sus oficiales y a los poderosos de la tierra; cautivos los llevó de Jerusalén a Babilonia. A todos los hombres de guerra, que fueron siete mil, y a los artesanos y herreros, que fueron mil, y a todos los valientes para hacer la guerra, llevó cautivos el rey de Babilonia.
“Dentro de pocos y cortos años el rey de Babilonia iba a ser usado como instrumento de la ira de Dios sobre el impenitente Judá. Una y otra vez Jerusalén iba a quedar rodeada y en ella entrarían los ejércitos sitiadores de Nabucodonosor. Una compañía tras otra, compuestas al principio de poca gente, pero más tarde de millares y decenas de millares de cautivos, iban a ser llevadas a la tierra de Sinar, para morar allí en destierro forzoso” (Profetas y Reyes, pág. 312).
5. ¿Qué consecuencia se desencadenó por la ceguera espiritual del rey Sedequías durante la tercera conquista? ¿Qué profecía se cumplió acerca de él? 2 Reyes 24:17-19; 25:1, 2, 6, 7; Ezequiel 12:13, 14.
Y David dijo a Jehová, cuando vio al ángel que destruía al pueblo: Yo pequé, yo hice la maldad; ¿qué hicieron estas ovejas? Te ruego que tu mano se vuelva contra mí, y contra la casa de mi padre. Y Gad vino a David aquel día, y le dijo: Sube, y levanta un altar a Jehová en la era de Arauna jebuseo. Subió David, conforme al dicho de Gad, según había mandado Jehová.
Aconteció a los nueve años de su reinado, en el mes décimo, a los diez días del mes, que Nabucodonosor rey de Babilonia vino con todo su ejército contra Jerusalén, y la sitió, y levantó torres contra ella alrededor. Y estuvo la ciudad sitiada hasta el año undécimo del rey Sedequías. Preso, pues, el rey, le trajeron al rey de Babilonia en Ribla, y pronunciaron contra él sentencia. Degollaron a los hijos de Sedequías en presencia suya, y a Sedequías le sacaron los ojos, y atado con cadenas lo llevaron a Babilonia.
Mas yo extenderé mi red sobre él, y caerá preso en mi trampa, y haré llevarlo a Babilonia, a tierra de caldeos, pero no la verá, y allá morirá. Y a todos los que estuvieren alrededor de él para ayudarle, y a todas sus tropas, esparciré a todos los vientos, y desenvainaré espada en pos de ellos.
“Joaquim, Joaquín y Sedequías, esos tres reyes judíos iban a ser por turno vasallos del gobernante babilónico, y cada uno a su vez se iba a rebelar. Castigos cada vez más severos iban a ser infligidos a la nación rebelde, hasta que por in toda la tierra quedase asolada, Jerusalén reducida a ruinas chamuscadas por el fuego, destruido el templo que Salomón había edificado, y el reino de Judá iba a caer para nunca volver a ocupar su puesto anterior entre las naciones de la tierra” (Profetas y Reyes, pág. 312).
CONSECUENCIAS DE JUGAR CON EL PECADO
6. ¿Quién, incluso, reconoció que la caída de Jerusalén y la cautividad procedía de la mano del Señor, como consecuencia de la apostasía? ¿Qué ocurrió, en esta época, con el arca del pacto? Jeremías 40:2, 3; 2 Crónicas 36:14-16.
Tomó, pues, el capitán de la guardia a Jeremías y le dijo: Jehová tu Dios habló este mal contra este lugar; y lo ha traído y hecho Jehová según lo había dicho; porque pecasteis contra Jehová, y no oísteis su voz, por eso os ha venido esto.
También todos los principales sacerdotes, y el pueblo, aumentaron la iniquidad, siguiendo todas las abominaciones de las naciones, y contaminando la casa de Jehová, la cual él había santificado en Jerusalén. Y Jehová el Dios de sus padres envió constantemente palabra a ellos por medio de sus mensajeros, porque él tenía misericordia de su pueblo, y de su habitación. Mas ellos hacían escarnio de los mensajeros de Dios, y menospreciaban sus palabras, burlándose de sus profetas, hasta que subió la ira de Jehová contra su pueblo, y no hubo ya remedio.
“Entre los justos que estaban todavía en Jerusalén y para quienes había sido aclarado el propósito divino, se contaban algunos que estaban resueltos a poner fuera del alcance de manos brutales el arca sagrada que contenía las tablas de piedra sobre las cuales habían sido escritos los preceptos del Decálogo. Así lo hicieron. Con lamentos y pesadumbre, escondieron el arca en una cueva, donde había de quedar oculta del pueblo de Israel y de Judá por causa de sus pecados, para no serles ya devuelta. Esa arca sagrada está todavía escondida. No ha sido tocada desde que fue puesta en recaudo” (Profetas y Reyes, pág. 335).
7. ¿Qué podemos aprender de estas experiencias acerca de las consecuencias de la desobediencia y el pecado? Proverbios 14:34; Deuteronomio 28:1, 2, 15.
La justicia engrandece a la nación; Mas el pecado es afrenta de las naciones. Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios. Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán.
“Distamos mucho de ser el pueblo que Dios desearía que fuésemos, porque no elevamos el alma ni reinamos el carácter en armonía con las maravillosas revelaciones de la verdad de Dios y con sus propósitos. ‘La justicia engrandece a la nación; mas el pecado es afrenta de las naciones’ (Prov. 14: 34). El pecado es desorganizador. Dondequiera que se lo fomente –en el corazón del individuo, en la familia, en la iglesia– habrá desorden, luchas, desacuerdos, enemistad, envidia y celos, porque el enemigo del hombre y de Dios ejerce su dominio sobre la mente. Pero cuando la verdad es amada e introducida en la vida, y no solamente predicada, entonces el hombre o la mujer odiarán el pecado y serán representantes vivientes de Jesucristo en el mundo” (Mensajes Selectos, tomo 2, pág. 434).
ESTUDIO PERSONAL
• Esdras 9:7-15.
• 2 Samuel 22:49.
Lección 03 - La Cautividad de Judá
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