“Jesús declaró positivamente que
a menos que un hombre nazca de nuevo,
no puede discernir el reino que
Cristo vino a establecer en la tierra....
“Debe
haber un nuevo nacimiento,
una nueva mente a través de la
operación del Espíritu de Dios, que purifica la vida y ennoblece el carácter. Esta conexión con Dios capacita al hombre para el glorioso
reino de los cielos” (Spirit of
Prophecy, tomo 2, pág. 132).
ESTABLECIDO EN EL
CORAZÓN
1.....¿Qué le preguntaron los
fariseos a Jesús en una ocasión? ¿Qué reveló su respuesta?
Lucas 17:20.- Los
fariseos preguntaron a Jesús, cuándo había de venir el reino de Dios.
Y él respondió: El reino de Dios no vendrá con
manifestación exterior.
“Algunos de los fariseos habían venido a Jesús y le
habían preguntado ‘cuándo había de
venir el reino de Dios.’ Habían
pasado más de tres años desde que Juan
el Bautista diera el mensaje que a manera de toque de trompeta había
repercutido por el país: ‘Arrepentíos,
que el reino de los cielos se ha acercado.’ Y sin embargo los fariseos no veían señal alguna del
establecimiento del reino. Muchos
de aquellos que habían rechazado a Juan y que a cada paso se habían opuesto a Jesús, estaban insinuando que su misión había fracasado”
(El Deseado de Todas las Gentes,
pág. 467).
2.....¿Está establecido el
trono o la sede del reino celestial en Jerusalén o en algún otro lugar
geográfico de la tierra, como imaginaron los judíos? ¿Dónde está el reino de
Dios?
Lucas 17:20, segunda parte, 21.- (20) El reino de Dios no vendrá con manifestación exterior. (21) Ni dirán: ‘Aquí está, o allí’, porque el reino de Dios está entre vosotros ya.
“Jesús contestó: ‘El reino
de Dios no vendrá con advertencia [manifestación exterior, V.M.] ni dirán: Helo aquí, o helo allí: porque he aquí el reino de Dios entre vosotros está.’ El reino de Dios principia en el corazón.
No busquéis aquí o allí manifestaciones
de poder terrenal que señalen su comienzo.
“El reino de Dios viene sin manifestación exterior. El Evangelio de la gracia de Dios, con su espíritu de abnegación, no puede nunca estar en armonía con el espíritu
del mundo. Los dos principios son antagónicos. ‘Mas el hombre animal no percibe las cosas que
son del Espíritu de Dios, porque le son locura: y no las
puede entender, porque se han de
examinar espiritualmente’” (El Deseado de
Todas las Gentes, págs. 467, 470).
3.....¿Podemos imaginar que el
reino celestial está reservado para alguna casta o aristocracia en particular?
Gálatas 3:26-29.- (26) Así, todos sois hijos de Dios por la fe en
Cristo Jesús; (27) porque todos los que habéis
sido bautizados en Cristo, de
Cristo estáis revestidos. (28) Ya no hay judío ni griego, ni siervo ni libre, ni hombre ni mujer,
porque todos vosotros sois uno en
Cristo Jesús. (29) Y ya que sois de Cristo,
de cierto sois descendientes de Abrahán,
y conforme a la promesa, herederos.
“Así Cristo trataba de enseñar a sus
discípulos la verdad de que en el
reino de Dios no hay fronteras nacionales, ni castas, ni aristocracia; que ellos debían ir a todas las naciones, llevándoles el mensaje del
amor del Salvador. Pero sólo más tarde
comprendieron ellos en toda su plenitud que Dios ‘de una sangre ha hecho todo
el linaje de los hombres, para que habitasen
sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los términos de la habitación de ellos; para que buscasen a Dios, si
en alguna manera, palpando, le hallen; aunque cierto no está lejos de
cada uno de nosotros’ Hechos 17:26, 27” (Hechos de los
Apóstoles, pág. 17).
LA JUSTICIA DIVINA
4.....¿Puede suponerse que se
entrará en el reino del Señor sobre la base de la propia bondad? ¿Qué justicia,
solo, entrará allí?
Mateo 5:20.- Porque
os digo, que si vuestra justicia no
es mayor que la de los escribas y los fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.
“Los hombres pueden profesar creer en la verdad;
pero esto no los hace sinceros,
bondadosos, pacientes y tolerantes,
ni les da aspiraciones celestiales;
es una maldición para sus poseedores,
y por la influencia de ellos es una
maldición para el mundo.
“La justicia que Cristo enseñaba es la conformidad del corazón y de la vida a la voluntad revelada de Dios.
Los hombres pecaminosos pueden llegar
a ser justos únicamente al tener fe en Dios y mantener una relación vital con él. Entonces la verdadera piedad elevará los
pensamientos y ennoblecerá la vida. Entonces las formas externas de la religión armonizarán con la pureza interna del
cristiano. Entonces las ceremonias
requeridas en el servicio de Dios no
serán ritos sin significado como los
de los hipócritas fariseos” (El Deseado de
Todas las Gentes, pág. 276).
5.....¿Qué más enseñó el Señor
acerca de la entrada al reino celestial? ¿Qué profunda experiencia harán todos
los que forman parte de este lugar sagrado?
Juan 3:3, 5.- (3) Jesús respondió: Te aseguro: El que no nace
de nuevo, no puede ver el reino
de Dios.... (5) Respondió Jesús: Te aseguro: El
que no nace de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
“¿Alguna vez en tu vida
has sido verdaderamente convertido? ¿Has
nacido de nuevo? Si no lo has hecho, entonces es hora de que obtengas la experiencia que Cristo recomendó
a uno de los principales gobernantes que debía tener. ‘Debes nacer de nuevo’, dijo. ‘Excepto que un hombre nazca de nuevo, no puede ver el reino de Dios.’ Es decir, no puede discernir los requisitos
esenciales para tener una parte en este reino espiritual. ‘No te
maravilles que te dije: Debes nacer
de nuevo’ Juan 3:3, 7. Si abres
tu mente a la entrada de la palabra de Dios, con la determinación de practicarla, la luz vendrá; porque la palabra da entendimiento a los
simples” (Fundamentals of Christian
Education, pág. 459).
ESPÍRITU DIVINO
6.....¿Cuál será el espíritu
de todos los que reciben entrada libre al reino de los cielos? ¿Qué significa?
Mateo 5:3.- Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino
de los cielos.
“Refiriéndose a los pobres de espíritu, Jesús dice:
‘De ellos es el reino de Dios’.
Dicho reino no es, como habían esperado los oyentes de Cristo, un gobierno
temporal y terrenal. Cristo abría
ante los hombres las puertas del reino espiritual de su amor, su gracia y su
justicia. El estandarte del reino del Mesías se diferencia de otras
enseñas, porque nos revela la
semejanza espiritual del Hijo del hombre. Sus súbditos son los pobres de espíritu, los mansos y los que padecen persecución por
causa de la justicia. De
ellos es el reino de los cielos. Si bien aún no ha terminado, en ellos se ha iniciado la obra que los
hará ‘aptos para participar de la herencia de los santos en luz’.
“Todos los que sienten la absoluta pobreza del alma,
que saben que en sí mismos no hay
nada bueno, pueden hallar
justicia y fuerza recurriendo a Jesús. Dice él: ‘Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados’. Nos invita a cambiar nuestra pobreza por las
riquezas de su gracia. No merecemos el amor de Dios, pero Cristo, nuestro fiador, es
sobremanera digno y capaz de salvar a todos los que vengan a él. No importa cuál haya sido la experiencia
del pasado ni cuán desalentadoras
sean las circunstancias del presente, si acudimos a Cristo en nuestra condición actual—débiles,
sin fuerza, desesperados—, nuestro compasivo
Salvador saldrá a recibirnos mucho antes de que lleguemos, y nos rodeará con sus brazos amantes y con
la capa de su propia justicia” (El Discurso
Maestro de Jesucristo, pág. 13).
7.....¿Cómo se confirma esta
realidad en los escritos apostólicos? ¿Cuándo se abrirán las puertas del reino
de la salvación?
2 Pedro 1:5-11.- (5) Por esa razón, poned la mayor diligencia en agregar a
vuestra fe, virtud; (6) a la virtud, conocimiento;
al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; (7) a la piedad, afecto
fraternal; y al afecto fraternal,
amor. (8) Porque si estas virtudes están
en vosotros, y abundan, no os
dejarán ociosos, ni sin fruto
en el conocimiento de nuestro Señor
Jesucristo. (9) El que carece de ellas,
es corto de vista y ciego, y
ha olvidado que ha sido purificado de sus antiguos pecados. (10) Por lo cual, hermanos, procurad tanto más afirmar vuestra vocación y elección;
porque al hacer esto, no caeréis
jamás. (11) De esta manera
os será concedida amplia y generosa
entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
“Aquí está la condición de la única elección de
salvación en la Palabra de Dios. Debemos ser partícipes de la naturaleza divina, ‘habiendo escapado de la corrupción que está en el
mundo a través de la lujuria’ 2 Pedro 1:4. Hemos de añadir gracia a la gracia, y la promesa es: ‘Si hacéis estas cosas, no caeréis jamás’; porque así os servirá de entrada abundantemente en
el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” (Manuscrito 57, 1900).
“Os señalamos la escalera que desciende hasta la
tierra, y que llega hasta la ciudad
de Dios. Afirmad vuestros
pies en la escalera. Olvidad
vuestros pecados. Ascended
paso a paso y llegaréis hasta Dios, que está arriba de la escalera, y a la santa ciudad de Dios....
“Cuando se han dado todos los pasos sucesivos,
cuando las gracias se han agregado
una tras otra, la gracia que
corona a todas las demás es el perfecto amor de Dios—el supremo amor a Dios y a nuestros
semejantes. Y entonces tendremos
una amplia entrada al reino de Dios” (Nuestra Elevada Vocación, pág. 77).
ESTUDIO ADICIONAL
“En
el sermón del monte, [Cristo] trató de deshacer la obra que había sido hecha
por una falsa educación, y de dar a sus oyentes un concepto correcto de su reino
y de su propio carácter. Sin embargo, no atacó directamente los errores de la gente.
Vió la miseria del mundo por causa del pecado, aunque no delineó demasiado vívidamente
la miseria de ellos. Les enseñó algo infinitamente mejor de lo que habían
conocido antes. Sin combatir sus ideas acerca del reino de Dios, les habló de
las condiciones de entrada en él, dejándoles sacar sus propias conclusiones en cuanto
a su naturaleza. Las verdades que enseñó no son menos importantes para nosotros
que para la multitud que le seguía. No necesitamos menos que dicha multitud
conocer los principios fundamentales del reino de Dios” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 266).
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