“El amor de Dios fue el tema de Cristo
cuando hablaba de su misión y de su obra. ‘Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla
a tomar’ (Juan 10:17). Mi
Padre te ama a ti con un amor tan ilimitado, pero me ama a mí más
porque he dado mi vida para redimirte. Te
ama, y me ama a mí más porque te amo, y doy mi vida por ti... Bien entendieron los discípulos ese amor
cuando vieron a su Salvador que sufría vergüenza, reproches, desconfianzas y
traición; cuando vieron... su
muerte en la cruz del Calvario. Este
es un amor cuya profundidad nadie puede sondear. A medida que los
discípulos lo comprendieron, a medida que su percepción se aferró de la
compasión divina, comprendieron que hay un sentido en el cual los sufrimientos del Hijo fueron los
sufrimientos del Padre...” (A fin de conocerle, pág. 69).
EL CAMINO AL
CALVARIO
1......Una vez condenado y entregado en sus manos, ¿cómo
trataron los soldados a Jesús? Después de azotarlo, escarnecerlo, y
ridiculizarlo, ¿a dónde lo llevaron? ¿Qué llevó Él sobre sus hombros magullados
y ensangrentados?
Marcos 15:18-20.- (18) Comenzaron luego a saludarle: ¡Salve,
Rey de los judíos! (19) Y le golpeaban en la cabeza con
una caña, y le escupían,
y puestos de rodillas le hacían
reverencias. (20) Después de haberle escarnecido,
le desnudaron la púrpura, y le pusieron sus propios vestidos,
y le sacaron para crucificarle.
Lucas 23:33.- Y cuando llegaron al lugar
llamado de la Calavera, le crucificaron
allí, y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda.
Juan 19:17.- Y él, cargando su cruz,
salió al lugar llamado de la
Calavera, y en hebreo, Gólgota.
“Una vasta multitud siguió a Jesús desde el
pretorio hasta el Calvario. Las nuevas
de su condena se habían difundido
por toda Jerusalén, y acudieron
al lugar de su ejecución personas de todas clases y jerarquías. Los
sacerdotes y príncipes se habían comprometido a no molestar a los seguidores
de Cristo si él les era entregado, así que los discípulos y creyentes de la
ciudad y región circundante pudieron unirse a la muchedumbre que seguía al
Salvador.
Al cruzar Jesús la
puerta del atrio del tribunal de Pilato, la
cruz que había sido preparada para Barrabás fue puesta sobre sus hombros magullados y ensangrentados… La carga del Salvador era demasiado pesada
para él en su condición débil y
doliente… Había soportado la
angustia de la entrega, y había
visto a sus discípulos abandonarle y huir. Había sido llevado a Annás, luego a Caifás y después a Pilato. De Pilato había sido enviado a Herodes, luego de nuevo a Pilato. Las injurias habían sucedido a las injurias,
los escarnios a los escarnios;
Jesús había sido flagelado dos veces,
y toda esa noche se había producido una
escena tras otra de un carácter
capaz de probar hasta lo sumo a un alma humana. Cristo no había desfallecido. No había pronunciado palabra que no
tendiese a glorificar a Dios. Durante
toda la deshonrosa farsa del proceso, se
había portado con firmeza y dignidad” (El Deseado de todas las gentes, pág. 690).
UN EXTRAÑO CARGA LA
CRUZ
2......Cuando Jesús no pudo cargar la cruz, ¿quién fue compelido
a cargarla? ¿Era él parte del pueblo judío?
Lucas 23:26.- Y llevándole, tomaron a
cierto Simón de Cirene, que venía
del campo, y le pusieron encima
la cruz para que la llevase tras
Jesús.
“Pero cuando, después de la segunda flagelación, la cruz fue puesta sobre él, la naturaleza humana no pudo soportar más
y Jesús cayó desmayado bajo la carga.
…Sus perseguidores vieron que le era imposible
llevarla más lejos. No sabían
dónde encontrar quien quisiese llevar la humillante carga… Entre la
turba que le seguía no había una sola persona que quisiese rebajarse a llevar
la cruz.
En ese momento, un forastero, Simón cireneo, que volvía
del campo, se encontró con la
muchedumbre. Oyó las burlas y
palabras soeces de la turba; oyó
las palabras repetidas con desprecio: Abrid
paso para el Rey de los judíos. Se detuvo
asombrado ante la escena; y como expresara
su compasión, se apoderaron
de él y colocaron la cruz sobre sus hombros.
Simón había oído hablar de Jesús. Sus hijos creían en el Salvador, pero él no era discípulo. Resultó
una bendición para él llevar la cruz al Calvario y desde entonces estuvo siempre agradecido por esta providencia.
Ella le indujo a tomar sobre sí la
cruz de Cristo por su propia voluntad y a estar siempre alegremente bajo su carga” (El Deseado de todas las gentes, págs. 690, 691).
ADVERTENCIA DE UN
PRÓXIMO DESASTRE
3......¿Qué sentimientos fueron expresados por algunas mujeres
que fueron testigos de las terribles escenas en el camino al Gólgota? ¿Cómo
afectó esto a Jesús cuando previó los próximos años y vio el sufrimiento que
vendría sobre los que eran su pueblo escogido?
Lucas 23:27-29.- (27) Y le seguía gran multitud del
pueblo, y de mujeres que
lloraban y hacían lamentación por él. (28) Pero Jesús, vuelto hacia ellas, les dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por
vuestros hijos. (29) Porque he aquí vendrán días en
que dirán: Bienaventuradas las
estériles, y los vientres que
no concibieron, y los pechos
que no criaron.
“Había no pocas mujeres entre la multitud que seguía al Inocente a su muerte cruel. Su atención estaba fija en Jesús.
Algunas de ellas le habían visto antes.
Algunas le habían llevado sus
enfermos y dolientes. Otras habían sido sanadas. Al oír el relato de las escenas que acababan de acontecer, se asombraron por el odio de la
muchedumbre hacia Aquel por quien su propio corazón se enternecía y
estaba por quebrantarse. Y a pesar de
la acción de la turba enfurecida y de las palabras airadas de sacerdotes y
príncipes, esas mujeres
expresaron su simpatía. Al caer
Jesús desfallecido bajo la cruz, prorrumpieron
en llanto lastimero.
… Aunque abrumado por el sufrimiento
mientras llevaba los pecados del
mundo, no era indiferente a
la expresión de pesar. Miró a
esas mujeres con tierna compasión. No
eran creyentes en él; sabía que no le compadecían como enviado de
Dios, sino que eran movidas por
sentimientos de compasión humana. No
despreció su simpatía, sino que ésta despertó en su corazón una simpatía más profunda por ellas. ‘Hijas de Jerusalén – dijo, – no me lloréis
a mí, mas llorad por vosotras mismas, y por vuestros hijos’. De la escena
que presenciaba, Cristo miró hacia
adelante al tiempo de la destrucción de Jerusalén. En ese terrible
acontecimiento, muchas de las que
lloraban ahora por él iban a perecer con sus hijos” (El Deseado de todas las gentes, págs. 691, 692).
SUFRIMIENTO Y
ORACIÓN DE AMOR
4......¿Cómo actuó Jesús consecuentemente durante el suplicio
tortuoso de la crucifixión? Mientras sufría tristeza y dolor atroz, ¿qué
suplicó al Padre concerniente a sus enemigos?
Lucas 23:32-35.- (32) Llevaban también con él
a otros dos, que eran malhechores, para ser muertos. (33) Y cuando llegaron al lugar llamado
de la Calavera, le crucificaron
allí, y a los malhechores,
uno a la derecha y otro a la izquierda. (34) Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo
que hacen. Y repartieron
entre sí sus vestidos, echando
suertes. (35) Y el pueblo estaba mirando; y aun los
gobernantes se burlaban de él, diciendo: A otros salvó; sálvese a sí mismo, si éste es el Cristo, el escogido de Dios.
“El Salvador no dejó oír un murmullo de queja. Su rostro permaneció sereno. Pero había grandes gotas de sudor sobre su
frente. No hubo mano
compasiva que enjugase el rocío de muerte de su rostro, ni se oyeron palabras de simpatía y
fidelidad inquebrantable que sostuviesen su corazón humano. Mientras los soldados estaban realizando su
terrible obra, Jesús oraba por
sus enemigos... No invocó
maldición alguna sobre los soldados que le maltrataban tan rudamente. No invocó venganza alguna sobre los
sacerdotes y príncipes que se regocijaban por haber logrado su
propósito. Cristo se compadeció de
ellos en su ignorancia y culpa. Sólo
exhaló una súplica para que fuesen
perdonados, ‘porque no saben
lo que hacen’.
“Si hubiesen sabido que estaban torturando a Aquel que había venido
para salvar a la raza pecaminosa de la ruina eterna, el remordimiento y
el horror se habrían apoderado de ellos. Pero su ignorancia no suprimió su culpabilidad…
“Esa oración de Cristo por sus enemigos abarcaba al mundo. Abarcaba a todo pecador que
hubiera vivido desde el principio del mundo o fuese a vivir hasta el fin del
tiempo. Sobre todos recae la
culpabilidad de la crucifixión del Hijo de Dios. A todos se ofrece
libremente el perdón” (El Deseado de todas las gentes, págs. 693, 694).
REY DE LOS JUDÍOS
5......¿Qué inscripción fue puesta sobre la cruz por órdenes de
Pilato? ¿Cuál fue la opinión de los principales sacerdotes concerniente a
esta inscripción?
Juan 19:19-22.- (19) Escribió también Pilato
un título, que puso sobre la cruz, el cual decía: JESÚS NAZARENO, REY DE LOS JUDÍOS. (20) Y muchos de los judíos leyeron
este título; porque el lugar donde Jesús fue crucificado estaba cerca de la
ciudad, y el título estaba escrito en
hebreo, en griego y en latín. (21) Dijeron a Pilato los
principales sacerdotes de los judíos: No
escribas: Rey de los judíos; sino, que
él dijo: Soy Rey de los judíos.
(22) Respondió Pilato: Lo que he escrito, he escrito.
“Tan pronto como Jesús estuvo clavado en la cruz,
ésta fue levantada por hombres
fuertes y plantada con gran violencia en el hoyo preparado para ella… Esta inscripción irritaba a los judíos…
Pilato escribió el sentimiento que
habían expresado. No se
mencionaba delito alguno, excepto que Jesús era Rey de los judíos. La inscripción era un reconocimiento virtual de la fidelidad de los judíos
al poder romano. Declaraba que
cualquiera que aseverase ser Rey de Israel, era considerado por ellos como
digno de muerte…
Los sacerdotes vieron lo que habían hecho,
y pidieron a Pilato que cambiase la
inscripción. Pero Pilato estaba
airado consigo mismo por su debilidad anterior y despreciaba cabalmente a los celosos y arteros sacerdotes y
príncipes. Respondió fríamente: ‘Lo
que he escrito, he escrito’.
Un poder superior a Pilato y a los judíos había dirigido la colocación de esa inscripción
sobre la cabeza de Jesús. En la providencia de Dios, tenía que incitar a reflexionar e investigar las Escrituras.
El lugar donde Cristo fue crucificado se
hallaba cerca de la ciudad. Miles
de personas de todos los países estaban entonces en Jerusalén, y la inscripción que declaraba Mesías a Jesús
de Nazaret iba a llegar a su conocimiento. Era una verdad viva transcrita por una mano que Dios había guiado” (El Deseado de todas las gentes,
págs. 694, 695).
CUMPLIENDO LA
PROFECÍA
6......¿Qué sucedió con los vestidos de Jesús? Siglos antes,
¿qué había sido predicho en la profecía sobre su vestidura?
Juan 19:23, 24.- (23) Ando los soldados hubieron
crucificado a Jesús, tomaron
sus vestidos, e hicieron cuatro partes, una para cada soldado. Tomaron
también su túnica, la cual era
sin costura, de un solo tejido de
arriba abajo. (24) Entonces dijeron entre sí:
No la partamos, sino echemos suertes sobre ella, a
ver de quién será. Esto fue para que se
cumpliese la Escritura, que dice: Repartieron
entre sí mis vestidos, Y sobre mi ropa echaron suertes. Y así lo hicieron los soldados.
Salmos 22:16-18.- (16) Porque perros me han rodeado;
Me ha cercado cuadrilla de malignos;
Horadaron mis manos y mis pies. (17)
Contar puedo todos mis huesos; Entre tanto, ellos me miran y
me observan. (18) Repartieron entre sí mis
vestidos, Y sobre mi ropa
echaron suertes.
“En los sufrimientos de Cristo en la cruz, se cumplía la profecía. Siglos antes de la crucifixión,
el Salvador había predicho
el trato que iba a recibir. Dijo: ‘Porque perros me han rodeado,
hame cercado cuadrilla de malignos:
horadaron mis manos y mis pies. Contar puedo todos mis huesos;
ellos miran, considéranme. Partieron
entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes’. La profecía concerniente a sus vestiduras fue
cumplida sin consejo ni intervención de los amigos o los enemigos del
Crucificado. Su ropa había sido dada
a los soldados que le habían puesto en la cruz. Cristo oyó las disputas
de los hombres mientras se repartían las ropas entre sí. Su túnica era tejida sin costura y dijeron: ‘No la partamos, sino echemos suertes sobre ella, de quién será’” (El Deseado de todas las gentes,
pág. 695).
7......Cuando estuvo sediento, ¿qué le dieron a beber? ¿Qué otra
profecía se cumplió de este modo?
Mateo 27:33, 34.- (33) Y cuando llegaron a un lugar
llamado Gólgota, que significa: Lugar de la Calavera, (34)
le dieron
a beber vinagre mezclado con hiel; pero después de haberlo probado, no quiso beberlo.
Salmos 69:20, 21.- (20) El escarnio ha
quebrantado mi corazón, y estoy acongojado. Esperé quien se
compadeciese de mí, y no lo
hubo; y consoladores, y ninguno hallé. (21) Me pusieron además hiel por
comida, y en mi sed me dieron
a beber vinagre.
“En otra profecía, el Salvador declaró: ‘La afrenta ha quebrantado mi corazón,
y estoy acongojado: y esperé quien se compadeciese de mí, y no lo
hubo: y consoladores, y ninguno
hallé. Pusiéronme además hiel
por comida, y en mi sed me
dieron a beber vinagre” (Salmo 69:20, 21). Era permitido dar
a los que sufrían la muerte de cruz
una poción estupefaciente que amortiguase
la sensación del dolor. Esta poción
fue ofrecida a Jesús; pero al
probarla, la rehusó. No
quería recibir algo que turbase su inteligencia. Su fe debía aferrarse a Dios. Era su única fuerza. Enturbiar
sus sentidos sería dar una ventaja a Satanás” (El Deseado de todas las gentes, pág. 695).
PREGUNTAS DE
REFLEXIÓN
¿Cuántos
de nosotros tendríamos la fuerza para soportar quieta y calmadamente todo el
maltrato y vejación infligidos sobre Jesús?
¿Qué
viene a la mente cuando pensamos en Jesús orando por sus ejecutores, incluso
mientras los soldados fijaban sus manos y pies a la cruz con clavos?
¿Qué advertencia hay
para todos nosotros cuando leemos que los hombres pueden llegar?
PARA UN ESTUDIO
ADICIONAL
“Cuando
el Redentor consintió en tomar la copa de amargura a fin de salvar a los
pecadores, su capacidad de sufrir fue la única limitación para sus
sufrimientos... Al morir en nuestro favor, pagó un equivalente a nuestra deuda.
Así quitó de Dios toda acusación de haber disminuido la culpabilidad del
pecado. Él dice: Por virtud de mi unión con el Padre, mis sufrimientos y mi
muerte me capacitan para pagar el castigo del pecado. Por mi muerte, se elimina
una restricción de su amor. Su gracia puede actuar con eficacia ilimitada.
“Cristo es nuestro Redentor. Es el Verbo que se hizo carne y habitó entre
nosotros. Es la fuente en la cual podemos ser lavados y limpiados de toda
impureza. Es el costoso sacrificio hecho por la reconciliación del hombre. El
universo celestial, los mundos no caídos, el mundo caído y la confederación del
mal no pueden decir que Dios podía hacer más por la salvación del hombre de lo
que ha hecho. Nunca puede sobrepujarse su dádiva” (A fin de conocerle, pág. 70).
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