“…Vanos son los sueños de progreso de los
hombres, vanos todos sus
esfuerzos por elevar a la humanidad, si
menosprecian la única fuente de esperanza y ayuda para la raza caída. ‘Toda buena dádiva y todo don perfecto’ provienen de Dios. Fuera de Él, no hay verdadera excelencia
de carácter, y el único camino para
ir a Dios es Cristo, quien dice: ‘Yo
soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí’” (El camino a Cristo, pág. 21).
UN MENSAJE DE PAZ Y ESPERANZA
1......Considerando la pasión inminente con todo su dolor y
tristeza, ¿cómo alentó Jesús a sus discípulos? A pesar de la incertidumbre de
ellos, ¿qué debían hacer?
Juan 14:1, 27, 28.- (1) No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí… (27) La paz os dejo, mi paz os
doy; yo no os la doy como el
mundo la da. No se turbe vuestro
corazón, ni tenga miedo. (28) Habéis oído que yo os he dicho: Voy,
y vengo a vosotros. Si me
amarais, os habríais regocijado, porque he dicho que voy al Padre; porque el Padre mayor es que yo.
“¡Cuán precioso es saber que tenemos un Amigo fiel, Alguien
que nos impartirá un carácter noble y
elevado, que nos hará idóneos
para estar en compañía de los santos ángeles en las cortes celestiales!
Su protección está sobre todos sus hijos.
Gozan de una paz que el mundo no puede dar ni quitar. La pérdida de los tesoros terrenales no los hace sentirse
desesperados o desposeídos... “Muchos
creen que la seguridad está en las riquezas terrenales. Pero Cristo está tratando de quitar de sus
ojos la mota que oscurece la visión, y capacitarlos así para contemplar
el mucho más grande y eterno peso de gloria. Confunden fantasmas con las realidades y han perdido de vista las glorias del mundo eterno. Cristo los invita a extender su vista
más allá del presente y añadir eternidad a su visión” (Alza tus ojos, pág. 353).
INVITACIÓN A LA CASA DEL PADRE
2......En lugar de un reino terrenal, ¿a qué morada dirigió Él
sus mentes? Aunque dejó claro que pronto se iría, ¿qué promesas maravillosas
dio para consolarlos?
Juan 14:2-4.- (2) En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. (3) Y si me fuere y os preparare
lugar, vendré otra vez, y os
tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. (4) Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino.
“Por causa vuestra vine al mundo. Estoy trabajando en vuestro favor. Cuando me vaya, seguiré
trabajando anhelosamente por vosotros. Vine al mundo a revelarme a
vosotros, para que creyeseis. Voy al
Padre para cooperar con él en vuestro favor. El objeto de la partida de Cristo era lo opuesto de lo que temían
los discípulos. No significaba una separación final. Iba a prepararles lugar, a fin de volver aquí mismo a buscarlos. Mientras les estuviese edificando mansiones, ellos habían de edificar un carácter
conforme a la semejanza divina” (Deseado todas las gentes, pág. 617).
“Así se cumplirá la promesa de Cristo a sus discípulos: ‘Vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo’
(Juan 14:3). A aquellos que
le hayan amado y esperado, los coronará
con gloria, honor e inmortalidad. Los justos muertos se levantarán de sus tumbas, y los que estén vivos serán arrebatados con ellos al encuentro del
Señor en el aire. Oirán la
voz de Jesús, más dulce que
ninguna música que hayan sentido alguna vez los oídos mortales,
diciéndoles: Vuestra guerra ha terminado.
‘Venid, benditos de mi padre, heredad
el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo’ (Mateo
25:34)” (Los hechos de los
apóstoles, pág. 27).
EL ÚNICO CAMINO AL PADRE
3......¿Comprendieron Tomás y los otros discípulos a dónde estaba
yendo Jesús? ¿Sólo a través de quién podemos acercarnos y llegar al Padre? ¿Qué
demuestra que Jesús es el único camino?
Juan 14:5-7.- (5) Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino? (6) Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. (7) Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis
visto.
“No hay muchos caminos que llevan al cielo. No puede cada uno
escoger el suyo. Cristo dice:
‘Yo soy el camino... Nadie
viene al Padre, sino por mí’. Desde que
fue predicado el primer sermón evangélico, cuando en el Edén se declaró que la simiente de la
mujer aplastaría la cabeza de la serpiente, Cristo ha sido enaltecido como el camino, la verdad y la vida.
Él era el camino cuando Adán vivía,
cuando Abel ofreció a Dios la sangre
del cordero muerto, que representaba la sangre del Redentor. Cristo fue el camino por el cual los
patriarcas y los profetas fueron salvos. Él es el único camino por el cual podemos tener acceso a Dios” (El Deseado de todas las gentes, pág. 618).
4......¿Qué deseo personal expresó Felipe? ¿Cómo debemos entender
las palabras de Jesús: “el que me ha visto a mí, ha visto al Padre”?
Juan 14:8, 9.- (8) Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y
nos basta. (9) Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros,
y no me has conocido, Felipe?
El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?
“Asombrado por esta dureza de entendimiento, Cristo preguntó con dolorosa sorpresa:
‘¿Tanto tiempo ha que estoy con
vosotros, y no me has conocido, Felipe?’ ¿Es posible que no veáis al Padre en las obras que hace por medio de
mí? ¿No creéis que he venido
para testificar acerca del Padre? ‘¿Cómo,
pues, dices tú: Muéstranos al Padre?’ ‘El
que me ha visto, ha visto al Padre’. Cristo no había dejado de ser Dios cuando se hizo hombre.
Aunque se había humillado hasta asumir
la humanidad, seguía siendo
divino. Cristo solo podía
representar al Padre ante la humanidad, y los discípulos habían tenido el privilegio de contemplar esta
representación por más de tres años” (El Deseado de todas las gentes, pág. 618).
COMUNIÓN ÍNTIMA ENTRE EL PADRE Y EL HIJO
5......¿Cuán íntima es la relación entre el Padre y su Hijo?
Por lo tanto, ¿cómo deberíamos considerar las palabras y las obras de Jesús?
¿Qué dijo Jesús para concientizar a sus discípulos de que el Padre estaba
actuando a través de su Hijo?
Juan 14:10, 11.- (10) ¿No crees que yo soy en el
Padre, y el Padre en mí?
Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta,
sino que el Padre que mora en mí, él
hace las obras. (11) Creedme que yo soy en el
Padre, y el Padre en mí;
de otra manera, creedme por las mismas
obras.
“Si los discípulos creyesen en esta relación vital entre el Padre y
el Hijo, su fe no los
abandonaría cuando vieran los
sufrimientos y la muerte de Cristo para
salvar a un mundo que perecía. Cristo
estaba tratando de conducirlos de su poca fe a la experiencia que podían recibir si realmente comprendían lo que era:
Dios en carne humana. Deseaba que viesen que su fe debía
llevarlos hacia arriba, hacia
Dios, y anclarse allí.
¡Con cuánto fervor y perseverancia procuró nuestro compasivo Salvador
preparar a sus discípulos para la tormenta
de tentación que pronto iba a azotarlos! Él quería que estuviesen ocultos con él en Dios” (El Deseado de todas las gentes,
pág. 619).
RESULTADOS DE LA FE Y LA COMUNIÓN ÍNTIMA
6......¿Qué hace posible que creamos verdaderamente en el Hijo?
¿Quién alcanzará ese nivel de fe y consagración de tal manera que haga las
mismas obras que Jesús hizo, e incluso mayores?
Juan 14:12.- De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las
obras que yo hago, él las
hará también; y aún mayores
hará, porque yo voy al Padre.
“El Salvador anhelaba profundamente que sus discípulos
comprendiesen con qué propósito su divinidad se había unido a la humanidad.
Vino al mundo para revelar la gloria
de Dios, a fin de que el hombre
pudiese ser elevado por su poder restaurador. Dios se manifestó en él a fin de que pudiese manifestarse en ellos.
Jesús no reveló cualidades ni ejerció
facultades que los hombres no pudieran tener por la fe en él. Su perfecta humanidad es lo que todos
sus seguidores pueden poseer si
quieren vivir sometidos a Dios como él vivió” (El Deseado de todas las gentes, pág. 619).
7......¿Qué es posible cuando hay una correcta relación entre el
Padre y el discípulo? A la misma vez, ¿qué hará un discípulo si verdaderamente
ama a su Señor?
Juan 14:13-15.- (13) Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el
Padre sea glorificado en el Hijo. (14) Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré. (15) Si me amáis, guardad mis
mandamientos.
“…Orar en nombre de Cristo significa mucho. Significa que hemos de aceptar su carácter, manifestar su espíritu y realizar sus
obras. La promesa del Salvador
se nos da bajo cierta condición. ‘Si
me amáis –dice, – guardad mis
mandamientos’. El salva a los
hombres no en el pecado, sino
del pecado; y los que le aman
mostrarán su amor obedeciéndole…
“Con esto no quiso decir Cristo que la obra de los discípulos sería de
un carácter más elevado que la propia, sino
que tendría mayor extensión. No se refirió meramente a la ejecución de
milagros, sino a todo lo que sucedería bajo la operación del Espíritu Santo…
“Después de la ascensión del Señor, los discípulos experimentaron el cumplimiento de su promesa… La promesa del Salvador a sus discípulos
es una promesa hecha a su iglesia hasta el fin del tiempo. Dios no quería que su admirable plan
para redimir a los hombres lograse
solamente resultados insignificantes. Todos
los que quieran ir a trabajar, no
confiando en lo que ellos mismos pueden hacer sino en lo que Dios puede hacer
para ellos y por ellos, experimentarán
ciertamente el cumplimiento de su promesa. ‘Mayores [obras] que éstas hará –él declara– porque yo voy al Padre’”
(El Deseado de todas las gentes,
págs. 621, 620).
PREGUNTAS DE REFLEXIÓN
Comparando
el mensaje central de esta lección, ¿qué luz emite sobre la idea popular de que
todos los caminos, o todas las religiones, conducen al mismo lugar –a Dios?
¿Cuál es
la razón por la cual sólo un camino conduce a Dios y por qué esto presenta no
una limitación sino una gran oportunidad, que luego facilita encontrarlo?
¿Qué
hará un hijo que es llevado a la fuerza de la casa de su padre cuando su
libertad sea restaurada? ¿Cómo se sentirá cuando alguien como Jesús le ayude a
volver a casa?
PARA UN ESTUDIO ADICIONAL
“Al llevar a cabo su enemistad contra Cristo
hasta que pendió de la cruz del Calvario, con su cuerpo herido y magullado y el corazón quebrantado, Satanás se desarraigó completamente del
afecto del universo. Entonces se
vio que Dios se había negado a sí mismo en su Hijo, entregándose por los pecados del mundo porque amaba a la humanidad.
El Creador fue revelado en el Hijo
del Dios infinito. Aquí fue
contestada para siempre la pregunta: ‘¿Puede
haber abnegación en Dios?’ Cristo
era Dios y condescendió en ser hecho carne, asumió la humanidad y se hizo
obediente hasta la muerte para que pudiera padecer el sacrificio infinito” (Mensajes selectos, tomo 1, pág.
401).
“El hombre no debe leer solamente la Palabra
de Dios, suponiendo que un conocimiento casual de esta Palabra producirá
en él una reforma del carácter. Esta
obra puede realizarla tan solamente Uno que es el camino, la verdad y la vida.
Ciertas doctrinas de la verdad pueden ser firmemente sostenidas. Pueden ser
repetidas una y otra vez, hasta que los que las sostienen piensen que en
realidad están en posesión de las grandes bendiciones que estas doctrinas
representan. Pero pueden sostenerse las mayores y más poderosas verdades, y sin
embargo, ser mantenidas en el atrio exterior, donde ejercen poca influencia
para hacer completa y fragante la vida cotidiana. El alma no es santificada por la verdad que no se práctica” (El evangelismo, pág. 214).
“Jesús ha hecho todo lo que está a su
alcance para daros un hogar en las mansiones preparadas para los que lo aman y
sirven aquí. El dejó su hogar
celestial y vino a un mundo desfigurado por el pecado; vino a un pueblo que no lo apreciaba,
que no amaba su pureza y santidad,
que despreciaba sus enseñanzas,
y que finalmente lo entregó a la
muerte más cruel. ‘De tal manera
amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en
él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna’” (Mensajes para los jóvenes, pág. 344).
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