“Mientras comía la pascua con sus discípulos,
instituyó en su lugar el rito que
había de conmemorar su gran sacrificio. La fiesta nacional de los judíos iba a desaparecer para siempre.
El servicio que Cristo establecía había de ser observado por sus discípulos en
todos los países y a través de todos los siglos. “…La Pascua fue ordenada como conmemoración del libramiento de
Israel de la servidumbre egipcia. Dios había indicado que, año tras año, cuando los hijos
preguntasen el significado de este rito, se les repitiese la historia. Así
había de mantenerse fresca en la memoria de todos, aquella maravillosa
liberación. El rito de la cena del
Señor fue dado para conmemorar la gran liberación obrada como resultado de la
muerte de Cristo. Este rito
ha de celebrarse hasta que él venga por segunda vez con poder y gloria.
Es el medio por el cual ha de mantenerse
fresco en nuestra mente el recuerdo de su gran obra en favor nuestro” (El Deseado de todas las gentes,
pág. 608).
EL DESEO MÁS GRANDE DEL MAESTRO
1......¿Qué instruyó Jesús a sus discípulos que hiciesen para
prepararse para la pascua? Cuando llegó la hora, ¿con quiénes celebró el
servicio sagrado?
Mateo 26:17-20.- (17) El primer día de la fiesta de
los panes sin levadura, vinieron
los discípulos a Jesús, diciéndole: ¿Dónde quieres que preparemos para que comas la pascua? (18)
Y él
dijo: Id a la ciudad a cierto
hombre, y decidle: El Maestro
dice: Mí tiempo está cerca; en tu
casa celebraré la pascua con mis discípulos. (19) Y los discípulos hicieron como
Jesús les mandó, y prepararon la
pascua. (20) Cuando llegó la noche, se
sentó a la mesa con los doce.
“Cristo se hallaba en el punto de transición entre dos sistemas
y sus dos grandes fiestas respectivas.
El, el Cordero inmaculado de Dios, estaba por presentarse como ofrenda por
el pecado, y así acabaría con
el sistema de figuras y ceremonias que durante cuatro mil años había anunciado su muerte. Mientras comía la pascua con sus discípulos, instituyó en su lugar el rito que había de
conmemorar su gran sacrificio. La fiesta
nacional de los judíos iba a desaparecer para siempre. El servicio que Cristo establecía había de ser observado por sus
discípulos en todos los países y a través de todos los siglos.
“La Pascua fue ordenada como conmemoración
del libramiento de Israel de la servidumbre egipcia. Dios había
indicado que, año tras año, cuando
los hijos preguntasen el significado de
este rito, se les repitiese la historia. Así había de mantenerse fresca en la memoria de todos aquella
maravillosa liberación” (El Deseado de todas las gentes, pág. 608).
2......¿Qué dijo Jesús a los discípulos sobre lo que deseaba
hacer? Describe los diferentes significados sobre lo que Él dijo acerca de
este servicio tan especial en este tiempo tan singular de la historia.
Lucas 22:14-16.- (14) Cuando era la hora, se sentó a la mesa, y con él
los apóstoles. (15) Y les dijo: ¡Cuánto he deseado comer con vosotros
esta pascua antes que padezca! (16) Porque os digo que no la comeré más, hasta que
se cumpla en el reino de Dios.
“Esta era la última Pascua que Jesús habría de guardar con sus
discípulos. El Señor sabía
que había llegado su hora. Él era el Cordero pascual y en el día que comiera la Pascua, también
sería sacrificado. Sabía que las circunstancias
relacionadas con esta ocasión jamás serían olvidadas por sus discípulos…
“En esta última noche con sus discípulos Jesús tenía
muchas cosas que decirles. Y, si
ellos hubieran estado dispuestos a recibir lo que les tenía que impartir,
se habrían librado de una desgarradora
angustia y de mucha desilusión e incredulidad. Pero el Señor vio que no podrían soportar lo que
deseaba decirles” (Manuscrito 106, 1903; El Cristo triunfante, pág. 261).
“En lugar de la festividad nacional que el pueblo judío había observado,
él instituyó un servicio
conmemorativo, el rito del
lavamiento de los pies y la
cena sacramental para ser observado a través de todos los tiempos por
sus seguidores en todos los países. Estos
debían repetir siempre el acto de Cristo, a fin de que todos vieran que el verdadero servicio exige un ministerio
abnegado” (Signs of the Times,
16 de mayo de 1900; El evangelismo, pág. 204).
UNA CORDIAL INVITACIÓN
3......Después de dar gracias y partir el pan, ¿a qué invitó
Jesús a sus discípulos? ¿Qué significaba el pan partido que Él estaba repartiéndoles?
Mateo 26:26.- Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto
es mi cuerpo.
“Nuestro Salvador dijo: “Si
no comiereis la carne del Hijo del hombre, y bebiereis su sangre, no tendréis
vida en vosotros. ... Porque mi
carne es verdadera comida, y mi
sangre es verdadera bebida”. Esto es verdad acerca de nuestra
naturaleza física. A la muerte de Cristo
debemos aun esta vida terrenal. El
pan que comemos ha sido comprado por su cuerpo quebrantado. El agua que bebemos ha sido comprada por su
sangre derramada. Nadie,
santo, o pecador, come su alimento diario sin ser nutrido
por el cuerpo y la sangre de Cristo. La cruz del Calvario está estampada en cada pan. Está reflejada en cada manantial. Todo esto enseñó Cristo al designar los emblemas de su gran sacrificio. La luz que resplandece del rito de la comunión
realizado en el aposento alto hace sagradas las provisiones de nuestra vida
diaria. La despensa familiar viene a
ser como la mesa del Señor, y cada comida un sacramento” (El Deseado de todas las gentes,
pág. 615).
RECORDANDO EL MÁS GRANDE SACRIFICIO
4......¿Por quiénes sería partido su cuerpo pronto? Por lo
tanto, ¿cuál debía ser su responsabilidad desde ese momento en adelante?
Lucas
22:19.- Y tomó el pan y dio gracias,
y lo partió y les dio,
diciendo: Esto es mi cuerpo,
que por vosotros es dado; haced
esto en memoria de mí.
1 Corintios 11:24-26.- (24) Y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por
vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. (25) Asimismo tomó también la copa,
después de haber cenado, diciendo: Esta
copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí.
(26) Así, pues, todas las veces
que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.
“Nuestro Señor dice: Bajo
la convicción del pecado, recordad que yo morí por vosotros. Cuando seáis oprimidos, perseguidos y
afligidos por mi causa y la del Evangelio, recordad mi amor, el cual fue tan grande que di mi vida por vosotros. Cuando vuestros deberes parezcan austeros y
severos, y vuestras cargas demasiado
pesadas, recordad que por
vuestra causa soporté la cruz, menospreciando
la vergüenza. Cuando vuestro corazón
se atemoriza ante la penosa prueba, recordad
que vuestro Redentor vive para interceder por vosotros…
“Al recibir el pan y el vino que simbolizan
el cuerpo quebrantado de Cristo y su sangre derramada, nos unimos imaginariamente a la escena de
comunión del aposento alto. Parecemos pasar por el huerto consagrado por
la agonía de Aquel que llevó los pecados del mundo. Presenciamos la lucha por la cual se obtuvo nuestra reconciliación
con Dios. El Cristo crucificado
es levantado entre nosotros…
“La Pascua fue ordenada como conmemoración
del libramiento de Israel de la servidumbre egipcia. Dios había
indicado que, año tras año, cuando los
hijos preguntasen el significado de este rito, se les repitiese la historia.
Así había de mantenerse fresca en la memoria de todos aquella maravillosa
liberación” (El Deseado de todas
las gentes, págs. 614, 616, 608).
SÍMBOLO DE LA SANGRE PURIFICADORA
5......¿Qué representa el jugo de la vid que Él les ofreció? ¿A
cuántos discípulos invitó a beber de él?
Mateo 26:27.- Y tomando la copa, y habiendo
dado gracias, les dio,
diciendo: Bebed de ella todos.
“En cualquier oportunidad en que se reuniesen
para conmemorar su muerte, relataban
cómo él ‘tomando el vaso, y hechas gracias, les dio, diciendo: Bebed de él todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto,
la cual es derramada por muchos para
remisión de los pecados. Y os digo, que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid hasta aquel día,
cuando lo tengo de beber nuevo con
vosotros en el reino de mi Padre’. En su tribulación, hallaban consuelo en la esperanza del regreso de su
Señor. Les era indeciblemente
precioso el pensamiento: ‘Todas
las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor
anunciáis hasta que venga’” (El Deseado de todas las gentes, pág. 614).
“Cristo estableció que su cena se conmemorara con frecuencia para
hacernos recordar su sacrificio, en el que dio su vida por la redención de los pecados de todos los que
creyesen en él y lo recibiesen” (Review and Herald, 22 de junio de 1897; El evangelismo, pág. 204).
LA SANGRE DEL NUEVO TESTAMENTO
6......¿Qué testamento sello Él con su sangre? ¿Cuán lejos
llegaría el gran resultado del sacrificio de derramar su sangre?
Mateo 26:28.- Porque esto es mi sangre del
nuevo pacto, que por muchos
es derramada para remisión de los pecados.
“Al participar con sus discípulos del pan y
del vino, Cristo se
comprometió como su Redentor. Les confió
el nuevo pacto, por medio del cual todos
los que le reciben llegan a ser hijos de Dios, coherederos con Cristo. Por este pacto, venía a ser suya toda bendición que el cielo podía conceder para
esta vida y la venidera. Este pacto
había de ser ratificado por la sangre de Cristo. La administración del
sacramento había de recordar a los
discípulos el sacrificio infinito hecho por cada uno de ellos como
parte del gran conjunto de la humanidad caída” (El Deseado de todas las gentes, pág. 613).
“En esta última acción de Cristo en la que compartió
con sus discípulos el pan y el vino, se dio en prenda a ellos como su Redentor mediante un nuevo pacto,
en el que estaba escrito y sellado que sobre todos los que reciben a Cristo por
la fe se derramarán todas las bendiciones que el cielo pueda proporcionar,
tanto en esta vida como en la vida inmortal futura.
Este pacto debería ser ratificado por la propia sangre de
Cristo.
Las ofrendas y los sacrificios de la antigüedad habían mantenido constantemente
este hecho en la memoria del pueblo escogido” (Review and Herald, 22 de junio de 1897; El evangelismo,
pág. 204).
COMUNIÓN CON CRISTO
7......Compartiendo el pan y vino simbólicos, ¿con quiénes tenemos
comunión? Aunque podamos ser muchos, ¿qué llegamos a ser cuando participamos
de ese único pan?
1 Corintios 10:16, 17.- (16) La copa de bendición
que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?
(17) Siendo uno solo el pan,
nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan.
“Este pasaje se aplica en un sentido especial a la santa comunión. Mientras la fe contempla el gran sacrificio de
nuestro Señor, el alma
asimila la vida espiritual de Cristo. Y esa alma recibirá fuerza espiritual de cada comunión. El rito forma un eslabón viviente
por el cual el creyente está ligado
con Cristo, y así con el
Padre. En un sentido especial,
forma un vínculo entre Dios y los
seres humanos que dependen de él” (El Deseado de todas las gentes, pág. 615).
“El amor de Jesús, con su poder constrictivo, ha de mantenerse fresco
en nuestra memoria. Cristo
instituyó este rito para que hablase
a nuestros sentidos del amor de Dios expresado en nuestro favor. No puede haber unión entre
nuestras almas y Dios excepto por Cristo. La
unión y el amor entre hermanos deben ser cimentados y hechos eternos por el
amor de Jesús. Y nada menos que
la muerte de Cristo podía hacer eficaz para nosotros este amor. Es únicamente por causa de su muerte por lo
que nosotros podemos considerar con gozo su segunda venida. Su sacrificio es el centro de nuestra
esperanza. En él debemos fijar nuestra fe” (El Deseado de todas las gentes, pág. 614).
8......¿Qué se dice de aquellos que participarán de la cena de
la boda celestial del Cordero?
Lucas 14:15; 13:29.- (14:15) Oyendo esto uno de los que estaban sentados con él a la mesa, le dijo: Bienaventurado el que coma pan en el
reino de Dios… (13:29) Porque vendrán del oriente y
del occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de
Dios.
“Cristo ha sido un compañero diario y un amigo familiar para sus
fieles seguidores. Estos han
vivido en contacto íntimo, en constante
comunión con Dios. Sobre ellos
ha nacido la gloria del Señor. En
ellos se ha reflejado la luz del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de
Jesucristo. Ahora se regocijan
en los rayos no empañados de la refulgencia y gloria del Rey en su majestad.
Están preparados para la comunión del
cielo; pues tienen el cielo en sus corazones…
“‘Bienaventurados los que son llamados a la cena del Cordero’ (Apocalipsis
19:6-9)” (Palabras de vida del
gran Maestro, págs. 346, 347).
PREGUNTAS DE REFLEXIÓN
¿Por qué
esperó Jesús hasta los últimos días de su vida para establecer el nuevo pacto?
¿Piensas
que hubieron algunas condiciones que cumplir por parte de los participantes del
nuevo pacto?
Durante
la celebración de la Cena del Señor, ¿por qué es importante recordar que el
Redentor ha establecido esta ordenanza al mismo tiempo que el nuevo pacto? ¿Qué
implicaciones tiene esto para nosotros?
Cuando
participamos del vino y el pan con otros, ¿qué sentimientos de unidad y armonía
ayudan a establecer el cuerpo espiritual mencionado por el apóstol Pablo?
PARA UN ESTUDIO ADICIONAL
(Review
and Herald, 14 de junio de 1898) Comentario Bíblico Adventista del Séptimo Día,
tomo 5, págs. 1139, 1140. “Los pensamientos del que contempla el amor
sin par del Salvador, se elevarán, su corazón se purificará, su carácter se
transformará. Saldrá a ser una luz para el mundo, a reflejar en cierto grado
ese misterioso amor. Cuanto más
contemplemos la cruz de Cristo, más plenamente adoptaremos el lenguaje del
apóstol cuando dijo: ‘Lejos
esté de mí gloriarme, sino en la
cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo me es crucificado a mí,
y yo al mundo’” (El Deseado de todas
las gentes, pág. 616).
“En este mandato, Cristo liberó a sus
discípulos de las preocupaciones y cargas de las antiguas obligaciones judías
de los ritos y ceremonias. Éstas
nunca más tuvieron ninguna virtud; puesto que el tipo se encontró con el
antitipo en Sí mismo, la autoridad y el fundamento de todos los mandatos judíos
que le señalaban como la gran y única ofrenda eficaz por los pecados del mundo.
Él dio este mandato sencillo para que
fuese un periodo especial en el que Él mismo siempre estuviese presente,
para inducir a todos los que participan
en él a sentir el impulso de su propia conciencia, a despertar su interés a una comprensión de las lecciones
simbolizadas, a revivir su memoria, a convencerse de pecado, y a recibir su
arrepentimiento penitencial. Él
les enseñaba que un hermano no debía exaltarse sobre otro hermano, que los peligros de la desunión y contiendas
se verán y percibirán; ya que la salud y actividad santa del alma están
implicadas” (Seventh-day Adventist
Bible Commentary, tomo 5, pág. 1139).
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