“¡El Señor conoce el pensamiento y los
propósitos de los hombres, y cuán
fácilmente él puede enternecerlos! ¡Cómo
puede su Espíritu, cual un fuego, subyugar el corazón empedernido!
¡Cómo puede él llenar el alma de amor y
ternura! ¡Cómo puede darnos las
gracias de su Espíritu Santo, y capacitarnos
para salir a trabajar por las almas”! –Servicio Cristiano,
pág. 211.
“El Espíritu Santo debe ser recibido e
implantado en vuestros caracteres; entonces será como un fuego santo,
que producirá incienso que se elevará
hacia Dios, no de labios condenatorios, sino como bálsamo para las almas de los hombres”. La Maravillosa Gracia
de Dios, pág. 299.
FUEGO EN LA PRESENCIA DE DIOS
1.....¿Con qué se compara a veces la manifestación de la presencia
de Dios?
Éxodo 3:2-3.- (2) Y se le apareció el Angel de Jehová en una llama de fuego en
medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego,
y la zarza no se consumía. (3) Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por
qué causa la zarza no se quema…
Éxodo 19:18.- Todo el monte Sinaí humeaba, porque Jehová
había descendido sobre él en fuego; y el humo subía como el humo de
un horno, y todo el monte se estremecía en gran manera.
“Cuarenta años estuvo
Moisés en esta escuela de entrenamiento en las montañas. En el Monte Horeb, el ángel del Señor se le apareció en una
llama de fuego en medio de una zarza... ¡Cuántos ven hoy evidencias de la obra de Dios, pero su atención no
es retenida!” (Signs of the Times, August 24, 1891).
“Desconcertará el intelecto más agudo el interpretar la manifestación
divina de la zarza ardiente. No
era un sueño; no era una visión; era una realidad viva, algo que Moisés vio con sus ojos. Oyó la voz de Dios que le llamaba desde
la zarza, y se cubrió el rostro, dándose cuenta que estuvo en la presencia inmediata
de Dios. Dios estaba conversando
con la humanidad. Moisés nunca pudo describir la impresión causada en su
mente por lo que vio, y por el sonido de la voz que le hablaba; sin embargo esta impresión no se borró nunca. El cielo estuvo muy cerca de él y con temor
reverente, escuchó las palabras: ‘Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de
Abraham, de Isaac, y de Jacob.’ ‘¡Qué
maravillosa condescendencia de Dios el dejar las cortes celestiales, y manifestarse ante a Moisés para hablar con
él cara a cara’, como le habla un
hombre a su amigo!’” (Comentario Bíblico Adventista del Séptimo
Día, tomo 1, pág. 1114).
2.....Mientras el pueblo caminaba por el desierto, bajo la guía
del Señor, ¿Qué los protegió y los ayudó a desplazarse, de día y de noche?
Éxodo 13:21-22.- (21) Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube
para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego
para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche. (22) Nunca se apartó de delante del pueblo
la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego…
Éxodo 14:24.- Aconteció a la vigilia de la mañana, que
Jehová miró el campamento de los egipcios desde la columna de fuego y nube, y
trastornó el campamento de los egipcios.
“Y Jehová iba delante de ellos de día en una
columna de nube, para guiarlos por el camino; y de noche en una columna de
fuego para alumbrarles... El
estandarte de su invisible caudillo estaba siempre con ellos. Durante el día la nube dirigía su camino,
o se extendía como un dosel sobre la
hueste. Servía de protección
contra el calcinante sol, y con su sombra y humedad daba grata frescura en el
abrasado y sediento desierto. A la noche se convertía en una columna de fuego, que iluminaba el
campamento, y les aseguraba
constantemente que la divina presencia estaba con ellos”. Conflicto y Valor,
pág. 91.
ORIGEN SAGRADO DEL FUEGO
3.....¿Quién encendió el fuego en el altar cuando Aarón y sus
hijos fueron ordenados? ¿Qué se dice sobre el fuego ardiente en el altar de
sacrificio?
Levítico 9:24.- Y salió fuego de delante de Jehová, y
consumió el holocausto con las grosuras sobre el altar; y viéndolo
todo el pueblo, alabaron, y se postraron sobre sus rostros…
Levítico 6:12-13.- (12) Y el fuego encendido sobre el altar no se apagará, sino
que el sacerdote pondrá en él leña cada mañana, y acomodará el holocausto
sobre él, y quemará sobre él las grosuras de los sacrificios de paz.
(13) El fuego arderá continuamente en el
altar; no se apagará.
“Después de la dedicación del tabernáculo fueron consagrados los sacerdotes
para su oficio sagrado. Estos servicios
requirieron siete días, y en cada uno de ellos se cumplieron importantes
ceremonias. Al octavo día principiaron
su ministerio. Ayudado por
sus hijos, Aarón ofreció los sacrificios que Dios estipulaba, y alzó sus manos
y bendijo al pueblo. Todo se
había hecho conforme a las instrucciones de Dios, y el Señor aceptó el sacrificio y reveló su gloria de una manera
extraordinaria: descendió fuego de Dios y consumió la víctima que estaba sobre
el altar. El pueblo vio estas
maravillosas manifestaciones del poder divino, con reverencia y sumo
interés. Las tuvo por señal de la gloria
y el favor de Dios, y todos a una elevaron sus voces en alabanza y
adoración, y se postraron como si estuviesen en la inmediata presencia de
Jehová”. PP, pág. 373.
FUEGO Y PURIFICACIÓN
4.....¿Con qué se purificaron los labios de Isaías cuando fue
llamado al santo ministerio de ser profeta? ¿Cuál debería ser la experiencia
similar tanto de ministros como de laicos?
Isaías 6:5-7.- (5) Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo
hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene
labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.
(6) Y voló hacia mí uno de los serafines,
teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas
tenazas; (7) y tocando con él sobre mi boca, dijo:
He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado.
“El carbón encendido es símbolo de purificación. Si toca los labios, ninguna palabra
impura saldrá de ellos. El
carbón encendido simboliza también la potencia de los esfuerzos de los siervos
del Señor. Dios odia toda
frialdad, vulgaridad, todos los esfuerzos pocos costosos. Los que trabajan
aceptablemente en su causa, deben ser hombres que oren fervientemente, y
cuyas obras son hechas en Dios; y nunca
tengan motivos para avergonzarse de su pasado. Tendrán una entrada
abundante en el reino de nuestro Señor Jesucristo, y su recompensa les será dada en la vida eterna” (Review and Herald,
October 16, 1888).
“Un verdadero ministro hace la obra del Señor. Siente la importancia de su obra y comprende
que mantiene con la iglesia y con el mundo una relación similar a la que
mantenía Cristo. Trabaja
incansablemente para guiar a los pecadores a una vida más noble y elevada,
para que puedan obtener la recompensa
del vencedor. Sus labios están
tocados con un carbón encendido extraído del altar, y ensalza a Jesús como la
única esperanza del pecador. Los que le oyen saben que se ha acercado a
Dios mediante la oración ferviente y eficaz. El Espíritu Santo ha reposado sobre él, su alma ha sentido el fuego vital del cielo, y puede
comparar las cosas espirituales con las espirituales”. Comentario Bíblico
Adventista del Séptimo Día, tomo 4. pág. 1164
5.....¿Qué obra realiza el fuego en la profecía de Malaquías?
Malaquías 3:2-3.- (2) ¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿O quién
podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como
fuego purificador, y como jabón de lavadores. (3) Y se sentará para afinar y limpiar la
plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a
oro y como a plata, y traerán a Jehová ofrenda en justicia.
“La meditación acerca de las cosas celestiales es provechosa,
y siempre estará acompañada de la
paz y el consuelo del Espíritu Santo. Nuestra vocación es santa; nuestra profesión de fe, exaltada. Dios está purificando para sí un pueblo
peculiar, celoso de buenas obras. Está actuando como el platero, que refina y purifica la plata. Cuando la escoria y otras impurezas hayan
sido eliminadas, su imagen se reflejará perfectamente en nosotros. Entonces
la oración de Cristo en favor de sus
discípulos se cumplirá en cada uno: ‘Santifícalos
en tu verdad; tu palabra es verdad’ (Juan 17:17). Cuando la
verdad ejerce una influencia santificadora en nuestros corazones y vidas, podemos ofrecerle a Dios un servicio
aceptable, y podemos glorificarlo en la tierra, al ser participantes de
la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que existe en el mundo
por causa de la concupiscencia.” Testimonios para la Iglesia, Tomo 2,
pág. 284.
EL BAUTISMO EN ESPÍRITU SANTO Y FUEGO
6.....Mientras Juan bautizaba con agua, ¿qué se dice del bautismo
de Jesús?
Mateo 3:11.- Yo a la verdad os bautizo en agua para
arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no
soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo
y fuego.
Lucas 3:16.- Respondió Juan, diciendo a todos: Yo
a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de
quien no soy digno de desatar la correa de su calzado; él os
bautizará en Espíritu Santo y fuego
“El profeta Isaías había declarado que el Señor limpiaría a su pueblo
de sus iniquidades ‘con espíritu de juicio y con espíritu de ardimiento’.
La palabra del Señor a Israel era: ‘Volveré mi mano sobre ti, y limpiaré hasta
lo más puro tus escorias’ (Isaías 4:4; 1:25). Para el pecado, dondequiera que se encuentre,
‘nuestro Dios es fuego consumidor’ (Hebreos 12:29). En todos los que se sometan a su poder, el
Espíritu de Dios consumirá el pecado. Pero si los hombres se aferran al pecado, llegan a identificarse con él.
Entonces la gloria de Dios, que
destruye el pecado, debe destruirlos a ellos también. Jacob, después de su noche de lucha con el
ángel, exclamó: ‘Vi a Dios cara a cara, y fué librada mi alma’ (Génesis
32:30). Jacob había sido
culpable de un gran pecado en su conducta hacia Esaú; pero se había arrepentido. Su transgresión había sido perdonada, y
purificado su pecado; por lo tanto, podía soportar la revelación de la
presencia de Dios”. El Deseado de Todas las Gentes, pág. 82.
EL ESPÍRITU SANTO EN LENGUAS DE FUEGO
7.....¿Qué se posó sobre cada uno de los discípulos reunidos
cuando recibieron el Espíritu Santo en Pentecostés?
Hechos 2:1-4.- (1) Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos
unánimes juntos. (2) Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio
que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados;
(3) y se les aparecieron lenguas
repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada
uno de ellos. (4) Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron
a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen...
“El derramamiento pentecostal era la comunicación del Cielo de que el
Redentor había iniciado su ministerio celestial. De acuerdo con su
promesa, había enviado el Espíritu
Santo del cielo a sus seguidores como prueba de que, como sacerdote y rey,
había recibido toda autoridad en el cielo y en la tierra, y era el Ungido sobre
su pueblo…
“El Espíritu Santo, asumiendo la forma de lenguas de fuego, descansó
sobre los que estaban congregados. Esto era un emblema del don entonces concedido a los discípulos, que
los habilitaba para hablar con facilidad
idiomas antes desconocidos para ellos. La
apariencia de fuego significaba el celo ferviente con que los apóstoles iban a
trabajar, y el poder que iba a
acompañar su obra.” Los Hechos de los Apóstoles, pág. 31.
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“El Espíritu Santo debe ser recibido e
implantado en vuestros caracteres; entonces
será como un fuego santo, que producirá
incienso que se elevará hacia Dios, no
de labios condenatorios, sino como bálsamo para las almas de los hombres.
Vuestro rostro reflejará la imagen de lo
divino... Al contemplar el carácter de Cristo os transformaréis a su
imagen. La gracia de Cristo solamente
puede cambiar vuestro corazón y entonces reflejaréis la imagen del
Señor Jesús. Dios nos pide que seamos semejantes a él, a saber, puros, santos y
sin contaminación. Debemos llevar la
imagen divina”. La Maravillosa Gracia de Dios, pág. 299.
“El Señor no cerró el depósito de los cielos
tras verter su Espíritu sobre los primeros discípulos. Nosotros, también,
podemos recibir la plenitud de sus bendiciones. El cielo está lleno de los tesoros de su gracia, y los que se
acercan a Dios en la fe pueden reclamar todo lo que Él ha prometido. Si no tenemos su poder es a causa de
nuestro letargo espiritual, nuestra indiferencia, nuestra indolencia. Salgamos de esta formalidad y falta de
vida” (Ye Shall Receive Power, p. 23).
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