“Así como el viento es invisible y sin
embargo se ve y se sienten claramente sus efectos, así obra el Espíritu de Dios en el corazón humano. El poder regenerador que ningún ojo humano
puede ver, engendra una vida
nueva en el alma; crea un nuevo
ser conforme a la imagen de Dios.” La Fe por la Cual Vivo, pág. 57.
EL NUEVO NACIMIENTO
1.....¿Qué nacimiento es esencial para cada alma que desea entrar
en el reino de los cielos?
Juan 3:3-6.- (3) Respondió Jesús y le dijo: De cierto,
de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino
de Dios. (4) Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer
siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su
madre, y nacer? (5) Respondió Jesús: De cierto, de cierto te
digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el
reino de Dios. (6) Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del
Espíritu, espíritu es.
Juan 1:12-13.- (12) Más a todos los que le recibieron, a los
que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; (13) los cuales no
son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón,
sino de Dios.
“Nicodemo había venido al Señor pensando entrar en discusión con él,
pero Jesús descubrió los principios fundamentales de la verdad. Dijo a Nicodemo: No necesitas conocimiento teórico tanto como regeneración
espiritual. No necesitas que
se satisfaga tu curiosidad, sino tener un corazón nuevo. Debes recibir una vida nueva de lo alto,
antes de poder apreciar las cosas celestiales. Hasta que se realice este cambio, haciendo nuevas todas las cosas, no producirá ningún bien salvador para
ti el discutir conmigo mi autoridad o mi misión”. El Deseado de Todas
las Gentes, pág. 142.
2.....¿Qué ilustración utilizó Jesús para describir la acción
del Espíritu Santo?
Juan 3:7-8.- (7) No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. (8) El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; más ni sabes
de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
“La vida del cristiano no es una modificación o mejora
de la antigua,
sino una transformación de la
naturaleza. Se produce una muerte al yo y al pecado, y una vida enteramente
nueva. Este cambio puede ser
efectuado únicamente por la obra eficaz del Espíritu Santo.
“Nicodemo estaba todavía perplejo, y Jesús empleó el viento para ilustrar
lo que quería decir: “El viento
de donde quiere sopla, y oyes su sonido; más ni sabes de dónde viene, ni
adónde vaya: así es todo aquel que es nacido del Espíritu”. El Deseado de Todas
las Gentes, pág. 143.
3.....¿Cómo obra Dios para que un alma pueda alcanzar la conversión
de su corazón a través del Espíritu Santo?
Ezequiel 36:26-27.- (26) Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y
quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. (27) Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que
andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.
“Se oye el viento entre las ramas de los árboles, por el susurro
que produce en las hojas y las flores; sin
embargo es invisible, y nadie
sabe de dónde viene ni adónde va. Así
sucede con la obra del Espíritu Santo en el corazón. Es tan inexplicable como los movimientos
del viento. Puede ser que una
persona no pueda decir exactamente la ocasión ni el lugar en que se convirtió,
ni distinguir todas las circunstancias de su conversión; pero esto no significa que no se haya
convertido. Mediante un
agente tan invisible como el viento, Cristo obra constantemente en el corazón.
Poco a poco, tal vez inconscientemente
para quien las recibe, se hacen impresiones que tienden a atraer el alma a
Cristo. Dichas impresiones
pueden ser recibidas meditando en él, leyendo las Escrituras, u oyendo la
palabra del predicador viviente. Repentinamente, al presentar el
Espíritu un llamamiento más directo, el alma se entrega gozosamente a Jesús.
Muchos llaman a esto conversión repentina; pero es el resultado de una larga intercesión del Espíritu de Dios; es
una obra paciente y larga”. El Deseado de Todas las Gentes, pág.
143.
UNA VIDA TRANSFORMADA
4.....¿Qué puede verse en el alma que es renovada a la imagen
de Dios a través del Espíritu Santo?
Colosenses 3:5, 9-10.- (5) Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones
desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría;… (9) No mintáis los unos a los otros,
habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos (10) y revestido del nuevo, el cual
conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento
pleno.
Gálatas 5:16-17.- (16) Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no
satisfagáis los deseos de la carne. (17) Porque el deseo de la carne es contra el
Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se
oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.
“Aunque el viento mismo es invisible, produce efectos que se ven y sienten.
Así también la obra del Espíritu en el
alma se revelará en toda acción de quien haya sentido su poder salvador.
Cuando el Espíritu de Dios se posesiona
del corazón, transforma la vida. Los pensamientos pecaminosos son puestos a un lado, las malas acciones son
abandonadas; el amor, la humildad
y la paz, reemplazan a la ira, la envidia y las contenciones. La alegría reemplaza a la tristeza, y el
rostro refleja la luz del cielo. Nadie ve la mano que alza la carga,
ni contempla la luz que desciende de los atrios celestiales. La bendición viene cuando por la fe el alma
se entrega a Dios. Entonces ese
poder que ningún ojo humano puede ver, crea un nuevo ser a la imagen de Dios”.
El Deseado de Todas las Gentes, pág. 143.
“Es verdad que a veces los hombres se avergüenzan de sus
caminos pecaminosos y abandonan algunos de sus malos hábitos antes de darse
cuenta de que son atraídos a Cristo. Pero siempre que, animados de un
sincero deseo de hacer el bien, hacen un esfuerzo por reformarse, es el poder de Cristo el que los está
atrayendo. Una influencia de la
cual no se dan cuenta obra sobre su alma, su conciencia se vivifica y su
conducta externa se enmienda”. El Camino a Cristo, pág. 27.
5.....¿Qué invitación se dirige con frecuencia a los pecadores?
Isaías 55:6-8.- (6) Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.
(7) Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el
cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio
en perdonar. (8) Porque mis
pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos,
dijo Jehová.
“Aunque no podemos ver el Espíritu de Dios, sabemos que hombres que han estado muertos en la
iniquidad y en los pecados, se convencen de sus faltas y se convierten bajo su
influencia. Los descuidados y
los descarriados aprenden a obrar con seriedad. Los endurecidos se arrepienten de sus
pecados y los incrédulos llegan a creer. Los jugadores, los borrachos y los licenciosos se tornan formales, sobrios
y puros. Los rebeldes y los
obstinados se tornan humildes y semejantes a Cristo. Cuando vemos estos cambios en el carácter
podemos tener la seguridad de que el
poder de Dios que convierte ha transformado a todo el hombre. No hemos visto al Espíritu Santo, pero
hemos visto la evidencia de su trabajo en el carácter de los que han sido
cambiados, de los que habían sido pecadores endurecidos y
empedernidos. Así como el viento descarga su violencia sobre elevados árboles
y los derriba, así también el Espíritu Santo puede obrar en los corazones
humanos, y ningún hombre finito puede
limitar la obra de Dios”. El Evangelismo, pág. 213.
RESULTADOS INMEDIATOS O POSTERGADOS
6.....¿Qué ejemplos en la Biblia muestran la poderosa influencia
del Espíritu Santo?
Juan 4:23-26, 29, 39.- (23) Más la hora viene, y ahora es, cuando los
verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque
también el Padre tales adoradores busca que le adoren. (24) Dios es Espíritu; y los que le adoran,
en espíritu y en verdad es necesario que adoren. (25) Le dijo la mujer: Sé que ha de
venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará
todas las cosas. (26) Jesús le dijo: Yo
soy, el que habla contigo… (29) Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho.
¿No será éste el Cristo?… (39) Y muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por
la palabra de la mujer, que daba testimonio diciendo: Me dijo todo lo
que he hecho.
“El Espíritu de Dios se manifiesta en diversas formas en hombres
diferentes. Una persona, bajo la
acción de este poder puede temblar ante la Palabra de Dios. Sus convicciones pueden ser tan
profundas que sentimientos huracanados y tumultuosos parecen luchar en
su corazón, y todo su ser queda postrado a causa del poder de la verdad que
convence. Cuando el Señor habla de
perdón al alma penitente, ésta se llena de ardor, de amor a Dios y de fervor y
energía, y el espíritu
vivificador que ha recibido no puede ser reprimido. Cristo es en él como una fuente de agua que brota para vida eterna.
Sus sentimientos de amor son tan profundos y ardientes cuanto profunda era su
aflicción y agonía. Su alma es como
la fuente profunda de la que brota su agradecimiento y su alabanza, su gratitud y su gozo, hasta que las arpas
celestiales resuenan con acordes de júbilo. Tiene una historia que contar, pero no en una forma precisa, común ni
metódica. Es un alma rescatada por
los méritos de Cristo y todo su ser ha sido conmovido por la
comprensión de la salvación de Dios”. El Evangelismo, pág. 213.
7.....¿Respondió Nicodemo de inmediato a las palabras de Jesús?
¿Cómo sabemos que el Espíritu Santo causó una impresión profunda en él?
Juan 3:9-12.- (9) Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto? (10) Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres
tú maestro de Israel, y no sabes esto? (11) De cierto, de cierto te digo, que lo que
sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos; y no recibís
nuestro testimonio. (12) Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os
dijere las celestiales?…
Juan 7:50-51.- (50) Les dijo Nicodemo, el que vino a él de noche, el cual era uno de ellos: (51) ¿Juzga acaso nuestra ley a un hombre si primero no le oye, y
sabe lo que ha hecho?…
Juan 19:39-40.- (39) También Nicodemo, el que antes había
visitado a Jesús de noche, vino trayendo un compuesto de mirra y de áloes,
como cien libras. (40) Tomaron, pues, el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en lienzos
con especias aromáticas, según es costumbre sepultar entre los judíos.
“Otras personas son llevadas a Cristo en una forma más apacible.
‘El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; más ni sabes de dónde
viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu’ (Juan
3:8). No es posible ver el
instrumento que obra, pero pueden apreciarse sus efectos. Cuando Nicodemo dijo a Jesús: ‘¿Cómo puede hacerse esto’? Jesús
le contestó: ‘¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto?’ (Juan
3:9, 10) Ahí estaba un
maestro de Israel, un hombre destacado entre los sabios, un hombre que suponía ser capaz de comprender
la ciencia de la religión y que sin embargo tropezaba en la doctrina de la
conversión. No quería admitir la
verdad, porque no podía comprender todo lo que se relacionaba con la forma de
obrar del poder de Dios, y sin
embargo aceptaba los hechos de la naturaleza aunque no pudiese explicarlos ni
aun comprenderlos. Como otros que han vivido en todos los tiempos
consideraba que las formas y las ceremonias perfectamente predeterminadas eran
más esenciales para la religión que la acción profunda del Espíritu de Dios”. (The Review and
Herald, 5 de mayo de 1896), El Evangelismo, pág. 213.
“Si permitís que el Espíritu Santo modele y dé forma a vuestro corazón
diariamente, tendréis perspicacia divina para discernir el carácter del reino
de Dios. Nicodemo recibió la
lección de Cristo y se convirtió en un verdadero creyente. Su voz se oyó en el concilio del Sanedrín
para oponerse a las medidas tomadas para lograr la muerte de Cristo.
‘¿Juzga acaso nuestra ley a un hombre si primero no le oye’? dijo él. Le contestaron en forma desdeñosa: ‘¿Eres tú también galileo? Escudriña y ve que
de Galilea nunca se ha levantado profeta’”. Testimonios para
Ministros, pág. 369.
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“El Señor bendecirá grandemente a los
probados y escogidos, si ellos
cooperan con Él. Cuando el
Espíritu Santo descendió en el día de Pentecostés, hubo algo así como un
viento impetuoso, poderoso. No
fue otorgado en una medida escasa, sino que llenó todo el lugar donde los
discípulos estaban reunidos. De la
misma manera nos será dado a nosotros cuando nuestros corazones estén
preparados para recibirlo”… –Alza tus Ojos, pág. 36.
“Si queremos que Dios se agrade de nuestro
trabajo, debemos asumir delante de él una actitud de sacrificio personal. Recordemos que la simple profesión nada
es, a menos que la verdad esté en el corazón. Es necesario que el poder
convertidor de Dios tome posesión de nosotros, para que podamos comprender las
necesidades de un mundo que perece”. Testimonios para la Iglesia, Tomo 9,
pág. 87.
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