“Lo que causa división y discordia en las
familias y en la iglesia es la separación de Cristo. Acercarse a Cristo es acercarse unos a
otros. El secreto de la verdadera
unidad en la iglesia y en la familia no estriba en la diplomacia ni en la
administración, ni en un esfuerzo sobrehumano para vencer las dificultades, aunque
habrá que hacer mucho de esto, sino en la
unión con Cristo” (Hogar Cristiano, pág. 158).
ALGO BUENO Y AGRADABLE
1.....En los Salmos, ¿cómo se expresa la felicidad de habitar
juntos en armonía? ¿Qué cosas simbolizan la fragancia y la gracia reavivante de
la armonía?
Salmos 133:1-3.- (1) ¡Mirad cuán bueno y cuán
delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía! (2) Es como el buen óleo sobre la cabeza,
El cual desciende sobre la barba,
La barba de Aarón, Y baja hasta el borde de sus vestiduras; (3) Como el rocío de Hermón,
Que desciende sobre los montes de Sion;
Porque allí envía Jehová bendición, Y
vida eterna.
“En las montañas de Judá, David buscó refugio de la persecución de
Saúl. Escapó sin tropiezo a la cueva
de Adulam, sitio que, con una fuerza pequeña, podía defenderse de un ejército grande. ‘Lo cual como oyeron sus hermanos y toda la casa de su padre,
vinieron allí a él’. La
familia de David no podía sentirse segura, sabiendo que en cualquier momento
las sospechas irrazonables de Saúl podían caer sobre ella a causa de su
parentesco con David. Ya sabían sus miembros, como lo sabía la generalidad en
Israel, que Dios había escogido a David como futuro soberano de su pueblo; y creían que con él, aunque estuviese como fugitivo en una cueva
solitaria, estarían más seguros que si se quedaban a merced de la locura de un
rey celoso. “En la cueva de
Adulam, la familia se hallaba unida por la simpatía y el afecto. El hijo de Isaí podía producir melodías con
la voz y con su arpa mientras cantaba:
‘¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso
es habitar los hermanos igualmente en uno!’ (Salmos 133:1). Había probado las amarguras de la
desconfianza de sus propios hermanos; y la armonía que había reemplazado la discordia llenaba de regocijo el
corazón del desterrado. Allí
fue donde David compuso el Salmo 57” (Historia de los Patriarcas
y Profetas, pág. 713).
2.....¿Qué bendiciones son parte de la mutua confianza de los hermanos
unidos?
Eclesiastés 4:9-12.- (9) Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. (10) Porque si cayeren, el uno levantará a su
compañero; pero ¡ay del solo!
que cuando cayere, no habrá segundo
que lo levante. (11) También si dos durmieren juntos, se calentarán
mutuamente; mas ¿cómo se
calentará uno solo? (12) Y si alguno prevaleciere contra uno,
dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto.
Isaías 41:6.- Cada cual ayudó a su vecino, y a su hermano dijo: Esfuérzate.
“Sería de beneficio para los jóvenes, lo mismo que para
los padres y maestros, estudiar
la lección de cooperación que enseñan las Escrituras. Entre sus muchas
ilustraciones, nótese la de la edificación
del tabernáculo –ilustración de
la formación del carácter– en la cual se unió todo el pueblo, a ‘quien su corazón estimuló, y todo
aquel a quien su espíritu le dio voluntad’. Léase cómo fue construido el muro de Jerusalén por los cautivos
que volvieron a la ciudad, en medio de la pobreza, las dificultades y
el peligro, llevándose a cabo
con éxito la gran tarea, porque ‘él pueblo tuvo ánimo para trabajar’ (Nehemías
4:6). Considérese la parte que tuvieron los discípulos en el milagro que hizo el Salvador para
alimentar a la multitud. El
alimento se multiplicó en las manos de Cristo, pero los discípulos recibieron
los panes y los repartieron entre la gente que esperaba” (La Educación, pág.
286).
“‘Somos miembros los unos de los otros’ (Efesios 4:25). ‘Cada uno según el don que ha recibido,
minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme
gracia de Dios’ (1 Pedro 4:10)…” (La Educación, pág. 286).
“‘Cada cual ayudó a su vecino, y a su hermano dijo:
Esfuérzate’
(Isaías
41:6)” (La Educación, pág. 286).
LA DIVERSIDAD ES UNA BENDICIÓN ESPECIAL
3.....¿Qué enfatizó el apóstol Pablo concerniente a la unidad
entre hermanos? ¿Por qué no es la diversidad de carácter, personalidad, y
manera de pensar un obstáculo insuperable para la unidad en el reino espiritual
de Cristo?
1 Corintios 1:10, 11.- (10) Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor
Jesucristo, que habléis todos
una misma cosa, y que no haya
entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.
(11) Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay
entre vosotros contiendas.
Efesios 4:3-6.- (3) Solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el
vínculo de la paz; (4) un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza
de vuestra vocación; (5) un Señor, una fe, un bautismo, (6) un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en
todos.
“¿Cómo fue el caso del apóstol Pablo? Las noticias que recibió por medio de la casa de Cloé acerca
de la condición de la iglesia de Corinto
fueron lo que hizo que él escribiera
su primera epístola a esa iglesia. Le habían llegado cartas
particulares explicándole los hechos tal como eran y, en su respuesta, él
estableció principios generales, que de ser aceptados, corregirían los males
existentes. Con gran ternura y
sabiduría los exhortó a ser de una misma opinión para que no hubiera divisiones
entre ellos… “Pablo estaba
dispuesto para la defensa de la iglesia. Debía velar por las almas como uno que tiene que dar cuenta a Dios,
¿y acaso no le correspondía estar al
tanto de los informes concernientes a su estado de anarquía y división? ¡Seguro
que sí! y la reprensión que les comunicó
por escrito fue tan inspirada por el Espíritu Santo como cualquiera de sus otras epístolas.
Pero cuando estas amonestaciones
fueron recibidas, hubo algunos que no admitieron ser corregidos. El punto de vista que asumieron fue que Dios
no les había hablado por intermedio de Pablo, que él sencillamente les
había comunicado su opinión como hombre, y consideraban
que el criterio de ellos era tan aceptable como el de Pablo. Así también sucede con muchos de nuestro
hermanos que se han apartado de los antiguos hitos y han seguido su propio
entendimiento’” (Testimonios para la Iglesia, tomo 5, pág. 641).
4.....¿Por qué fue imposible resolver el problema de la
controversia doctrinal que surgió en Galacia? En cambio, ¿por qué fue posible
para la misma controversia ser resuelta pacíficamente en Jerusalén, donde había
incluso más miembros?
Hechos 15:1, 2, 25-28.- (1) Entonces algunos que vinieron de Judea enseñaban a
los hermanos: ‘Si no os circuncidáis
de acuerdo con el rito de Moisés, no
podéis ser salvos’. (2) Puesto
que surgió una contienda y discusión
no pequeña por parte de Pablo y Bernabé contra ellos, los hermanos determinaron que Pablo, Bernabé y
algunos otros de ellos subieran a
Jerusalén a los apóstoles y ancianos para tratar esta cuestión… (25) de común acuerdo nos ha parecido
bien elegir unos hombres y enviarlos a vosotros con nuestros amados Bernabé y
Pablo, (26) hombres
que han arriesgado sus vidas por el nombre de nuestro Señor Jesucristo. (27) Así que hemos enviado a Judas y a Silas,
los cuales también os confirmarán de
palabra el mismo informe. (28) Porque ha parecido bien al Espíritu Santo y a
nosotros no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias.
“En la iglesia de Antioquía, la
consideración del asunto de la circuncisión
provocó mucha discusión y contienda. Finalmente, los miembros de la iglesia, temiendo que si la
discusión continuaba se provocaría una división entre ellos, decidieron enviar a Pablo y Bernabé,
con algunos hombres responsables de
la iglesia, hasta Jerusalén,
a fin de presentar el asunto a los apóstoles
y ancianos… “Los diversos puntos
envueltos en el arreglo del principal asunto en disputa parecían presentar ante el concilio
dificultades insuperables. Pero en realidad el Espíritu Santo había resuelto ya este asunto, de cuya decisión parecía depender la
prosperidad, si no la
existencia misma, de la iglesia cristiana… “Plugó al Espíritu Santo no imponer la ley ceremonial a los conversos gentiles, y el sentir de los apóstoles en cuanto a este
asunto era como el sentir del Espíritu de Dios. Santiago presidía el concilio, y su decisión final fue: ‘Yo
juzgo, que los que de los Gentiles se convierten a Dios, no han de ser
inquietados’” (Los Hechos de los Apóstoles, pág. 154, 156, 158).
EL FUNDAMENTO DE LA ARMONÍA
5.....¿Cuán importante es el tema de la unidad y armonía entre los
hermanos? Con la cruz justo en frente de Él, ¿cuál fue la oración ferviente de
Jesús por sus discípulos? ¿Por quienes más oró?
Juan 17:11, 21, 20.- (11) Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti.
Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu
nombre, para que sean uno,
así como nosotros… (21) para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti,
que también ellos sean uno en nosotros;
para que el mundo crea que tú me enviaste…
(20) Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por
la palabra de ellos,
Debiera entenderse que la unidad perfecta entre los
obreros es necesaria para llevar a cabo con éxito la obra de Dios. Con el fin de preservar la paz, todos debieran
procurar recibir sabiduría del Gran Maestro. Que todos ejerzan cuidado para no introducir proposiciones ambiciosas
que crearían disensión. “Debemos
sometemos unos a otros. Ninguna persona,
en sí misma, es un todo completo. Por medio del sometimiento de la mente y la voluntad al Espíritu Santo, debemos continuar aprendiendo del Gran
Maestro. Estudiad el segundo
capítulo de los Hechos. En la iglesia
primitiva, el Espíritu de
Dios obró poderosamente por medio de los que se encontraban unidos en armonía.
En el día del Pentecostés todos
estaban de común acuerdo en un mismo lugar. “Debemos demostrar al mundo que personas de diversas nacionalidades pueden
estar unidas en Cristo Jesús. Entonces, eliminemos toda barrera y dediquémonos en unidad al servicio del
Maestro” (Testimonios para la Iglesia, tomo 9, pág. 158).
6.....¿A qué compara la Biblia a un hermano que ha sido
ofendido? ¿Solamente el amor de quién es capaz de derribar barreras entre las
personas? ¿Qué es necesario para vencer las dificultades que se presentan
debido a las diferencias, defectos, y debilidades usuales que todos los seres
humanos tenemos?
Proverbios 18:19.- El hermano ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte, Y las contiendas de los hermanos son como
cerrojos de alcázar.
Efesios 2:14.- Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la
pared intermedia de separación.
1 Corintios 13:7.- Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo
lo soporta.
“Las palabras del Salvador ‘Vosotros sois la luz del mundo’ indican
que confió a sus seguidores una misión de alcance mundial. En los tiempos de Cristo, el orgullo, el egoísmo y el prejuicio
habían levantado una muralla de separación sólida y alta entre los que habían sido designados custodios de los
oráculos sagrados y las demás naciones del mundo. Cristo vino a cambiar todo esto. Las palabras que el pueblo oía de sus labios eran distintas de cuantas había escuchado de
sacerdotes o rabinos. Cristo derribó
la muralla de separación, el amor propio, y el prejuicio divisor del
nacionalismo egoísta; enseñó
a amar a toda la familia humana. Elevó
al hombre por encima del círculo limitado que les prescribía su propio egoísmo; anuló toda frontera territorial y toda distinción artificial de las
capas sociales. Para él no
había diferencia entre vecinos y extranjeros ni entre amigos y enemigos.
Nos enseña a considerar a cada alma
necesitada como nuestro prójimo y al mundo como nuestro campo” (El Discurso Maestro
de Jesucristo, pág. 38).
7.....¿Qué se registra sobre el espíritu maravilloso y
armonioso que existió en la iglesia apostólica? ¿Cómo puede ese ser el mismo
para la iglesia de hoy?
Hechos 2:42-47.- (42) Y perseveraban en la doctrina de los
apóstoles, en la comunión,
en el partimiento del pan y en las
oraciones. (43) Entonces
caía temor sobre toda persona,
pues se hacían muchos milagros y señales
por medio de los apóstoles. (44) Y todos los que creían se reunían y tenían
todas las cosas en común. (45) Vendían sus posesiones y bienes, y los repartían a
todos, a cada uno según tenía
necesidad. (46) Ellos perseveraban unánimes en el templo día tras
día, y partiendo el pan casa por
casa, participaban de la comida
con alegría y con sencillez de corazón, (47) alabando a Dios y teniendo el favor de
todo el pueblo. Y el Señor añadía
diariamente a su número los que habían de ser salvos.
Mateo 18:19, 20.- (19) Otra vez
os digo, que si dos de vosotros se
pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les
será hecho por mi Padre que está en los cielos. (20) Porque donde están dos o tres congregados en mi
nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
“Después del derramamiento del Espíritu Santo, los discípulos salieron para proclamar al Salvador
resucitado, poseídos del único
deseo de salvar almas. Se
regocijaban en la dulzura de la comunión con los santos. Eran afectuosos, atentos, abnegados, dispuestos a hacer cualquier sacrificio
en favor de la verdad. En sus
relaciones cotidianas unos con otros, manifestaban
el amor que Cristo les había ordenado revelar al mundo. Por sus palabras y sus acciones desinteresadas,
se esforzaban por encender este amor en
otros corazones. “Los creyentes debían continuar cultivando el amor que
llenaba el corazón de los apóstoles después del derramamiento del Espíritu
Santo. Debían proseguir adelante y
obedecer gustosos al nuevo mandamiento: ‘Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os
améis unos a otros’ (Juan 13:34). Debían
vivir tan unidos con Cristo que se vieran capacitados para cumplir sus
requerimientos. Debían ensalzar el poder de un Salvador que podía justificarlos
por su justicia” (Testimonios para la Iglesia, tomo 8, pág. 252).
PARA UN ESTUDIO ADICIONAL
•
Filipenses 1:27; Colosenses 3:15; Romanos 15:6, 7
EL MURO
En
un desierto accidentado y rocoso, vivían dos ermitaños. Cada uno encontró una
cueva con una amplia abertura que miraba hacia la entrada de la cueva de su
vecino. Después de años de oración y profunda mortificación, uno de los dos
ermitaños creyó que se había vuelto perfecto. El otro hombre era igualmente pío, alegre, y
misericordioso. Tomó tiempo para hablar con los extraños peregrinos que venían
al lugar y consolaba y alojaba a aquellos que estaban perdidos y que habían
dejado atrás la civilización. Todo el tiempo está dedicado a la meditación y
oración, pensó el primer ermitaño. Él rechazaba las frecuentes pero pequeñas
deficiencias del otro hombre. Por lo tanto, para hacer que el segundo
comprenda, de acuerdo a su opinión, qué estaba lejos de la santidad, decidió
colocar una piedra en la entrada de su cueva cada vez que su amigo cometía una
fechoría. ¿Cuál fue el resultado? Después de unos cuantos meses, la entrada a
su cueva estaba completamente obstruida por un muro de piedras grises y
sofocantes, y el pobre ermitaño estaba amurallado dentro. ¿Fue ese pobre
ermitaño el único que alguna vez construyó un muro para separarse de su amigo y
de este modo encerrarse en un tipo de prisión? Las ofensas, malentendidos, y
problemas no resueltos pueden llevarnos a hacer lo mismo construir un muro de
represalias, evasión, distancia, y silencio. Así nos encerramos en una prisión
de nuestra propia hechura. ¡Cuán importante es que no permitamos separarnos,
cercando muros para ser construidos alrededor de nuestros corazones! – (Adaptado de, B.
Ferrero, A volte basta un raggio di sole, pág. 24).
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