“En el nombre del Señor hemos de avanzar,
desplegar su estandarte y defender su
Palabra. Cuando las autoridades
nos ordenen que no hagamos esta obra; cuando nos prohíban proclamar los mandamientos de Dios y la fe de Jesús,
entonces será necesario que digamos como
los apóstoles: ‘Juzgad si es justo
delante de Dios obedecer antes a vosotros que a Dios: porque no podemos dejar de decir lo que hemos
visto y oído’ (Hechos 4:19)” (Testimonios para
la Iglesia, tomo 6, pág. 395)
ORIGEN Y FUNCIONES DEL GOBIERNO
1.....¿Qué está escrito acerca
del origen y existencia de los gobiernos? Mientras permanezcan dentro de los límites
que Dios les ha dado, ¿cuál es su propósito?
Romanos 13:1, 3, 4.- (1) Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no
hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas… (3) Porque los magistrados no están
para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres,
pues, no temer la autoridad? Haz lo
bueno, y tendrás alabanza de ella; (4) porque es
servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada,
pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo
malo.
“¿Quién, pues, ha de ser considerado como el Gobernante de las
naciones? ¡El Señor Dios
omnipotente! Todos los reyes,
todos los gobernantes, todas las naciones le pertenecen, y están bajo su
dominio y gobierno… “Los
gobernantes son siervos de Dios, y deben
actuar como quienes aprenden de Él. Para
bien de ellos deben seguir fielmente el claro ‘Así dice Jehová’, conservando
el camino del Señor para hacer justicia y juicio. Deben desempeñar su cargo sin parcialidad y sin hipocresía, no dejándose comprar ni vender, rechazando todo soborno y manteniendo su
independencia moral y su dignidad ante Dios. No deben tolerar ningún acto de fraude o injusticia. No deben cometer ningún acto vil o injusto,
ni apoyar los actos de opresión de otros.
Los gobernantes sabios no permitirán que
el pueblo sea oprimido debido a la envidia y celos de los que menosprecian la
ley de Dios… Todos deben tener en
cuenta la eternidad, y no deben proceder en una forma tal que Dios no
pueda ratificar su proceder en los atrios celestiales” (Comentario Bíblico
Adventista, tomo 6, pág. 1081).
2.....Cuando promueve el bien
y castiga el mal, ¿cuál es nuestro deber hacia cada autoridad gubernamental? En
la ejecución de su legítimo mandato, ¿existe alguna razón para poner en duda su
autoridad?
1 Pedro 2:13-15.- (13) Por causa
del Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior, (14) ya a los
gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien. (15) Porque esta
es la voluntad de Dios: que haciendo
bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos.
“Vi que es nuestro deber en todos los casos obedecer las leyes de
nuestro país, a menos que estén en conflicto con la ley superior que
Dios dio en forma audible en el Sinaí, y después grabó en tablas de piedra con su propio dedo. ‘Daré mi ley en su mente y la escribiré
en su corazón, y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo’
(Jeremías
31:33). Los que tienen la ley
de Dios escrita en su corazón obedecerán a Dios antes que a los hombres,
y preferirán desobedecer a todos los hombres antes que desviarse en lo mínimo
del mandamiento de Dios. El pueblo de
Dios, enseñado por la inspiración de la verdad, y conducido por una buena
conciencia para vivir de acuerdo con cada palabra de Dios, adoptará la ley escrita en el corazón como la única autoridad que
puede reconocer o consentir en obedecer. La sabiduría y la autoridad de la ley divina son supremas” (Testimonios para
la Iglesia, tomo 1, pág. 322).
NO TODAS LAS LEYES Y ORDENANZAS SON JUSTAS Y BUENAS
3.....¿Puede decirse que todas
las leyes y ordenanzas son correctas y justas, dadas con el propósito expreso
de refrenar el mal y promover el bien? ¿Qué ejemplos están registrados acerca
de abusos e irregularidades gubernamentales?
Éxodo 1:8-10, 15, 16.- (8) Entretanto, se
levantó sobre Egipto un nuevo rey que no conocía a José; y dijo a su pueblo: (9) He aquí, el
pueblo de los hijos de Israel es mayor y más fuerte que nosotros. (10) Ahora, pues, seamos sabios para con él, para que no se multiplique, y acontezca que
viniendo guerra, él también se una a nuestros enemigos y pelee contra nosotros,
y se vaya de la tierra… (15) Y habló el
rey de Egipto a las parteras de las hebreas, una de las cuales se llamaba
Sifra, y otra Fúa, y les dijo: (16) Cuando
asistáis a las hebreas en sus partos, y veáis el sexo, si es hijo, matadlo;
y si es hija, entonces viva.
1 Samuel 22:11, 16.- (11) Y el rey envió por el sacerdote
Ahimelec hijo de Ahitob, y por
toda la casa de su padre, los sacerdotes que estaban en Nob; y todos
vinieron al rey… (16) Y el rey dijo: Sin duda
morirás, Ahimelec, tú y toda la casa de tu padre.
“Los hombres mundanos están gobernados por principios mundanos.
No pueden apreciar principios de otra
índole. La política mundana y la
opinión pública abarcan el principio de acción que lo gobierna y lo
induce a practicar el bien en forma convencional. Pero el pueblo de Dios no puede estar gobernado por estos motivos.
La palabras y los mandamientos de Dios,
escritos en el alma, son espíritu y vida, y tienen poder para someter y
para exigir obediencia” (Testimonios para la Iglesia, tomo 1, pág. 322).
EN CASO DE EXTRALIMITACIÓN GUBERNAMENTAL
4.....¿Qué principio ha de
seguir el cristiano en caso de un conflicto entre la Ley de Dios y los requerimientos
del César? En tiempo de guerra, ¿puede un cristiano tomar las armas y dar muerte
a otros seres humanos si el gobierno así lo ordena?
Mateo 22:15-17, 21.- (15) Entonces se fueron los
fariseos y consultaron cómo sorprenderle en alguna palabra. (16) Y le enviaron los discípulos de
ellos con los herodianos, diciendo: Maestro,
sabemos que eres amante de la verdad, y que enseñas con verdad el camino de Dios, y que no te cuidas de nadie, porque no miras la apariencia de los hombres.
(17) Dinos, pues, qué te parece:
¿Es lícito dar tributo a César, o no?…
(21) Le dijeron: De César. Y les dijo:
Dad, pues, a César lo que es de César,
y a Dios lo que es de Dios.
Éxodo 20:13.- No matarás.
“Las palabras del Salvador: ‘Dad… lo que es de Dios, a
Dios’, eran una severa reprensión
para los judíos intrigantes. Si
hubiesen cumplido fielmente sus obligaciones para con Dios, no habrían llegado a ser una nación
quebrantada, sujeta a un poder extranjero. Ninguna insignia romana habría ondeado jamás sobre Jerusalén,
ningún centinela romano habría estado en sus puertas, ningún gobernador romano habría
regido dentro de sus murallas. La
nación judía estaba entonces pagando la penalidad de su apartamiento de Dios.
“Cuando los fariseos oyeron la respuesta
de Cristo, ‘se maravillaron, y dejándole se fueron’. Había reprendido su hipocresía y presunción, y al hacerlo había expuesto un gran principio,
un principio que define claramente los
límites del deber que tiene el hombre para con el gobierno civil y su deber para
con Dios” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 554).
5.....Por ejemplo, ¿ejecutaron
los siervos del rey Saúl su orden injusta e inicua? ¿Qué firme posición tomaron
los tres amigos de Daniel cuando se les ordenó adorar la imagen hecha por el
rey de Babilonia?
1 Samuel 22:17.- Entonces dijo
el rey a la gente de su guardia que estaba alrededor de él: Volveos y matad a los sacerdotes de
Jehová; porque también la mano
de ellos está con David, pues sabiendo
ellos que huía, no me lo descubrieron. Pero los siervos del rey no quisieron extender sus manos para matar a los sacerdotes de Jehová.
Daniel 3:15-18.- (15) Ahora, pues, ¿estáis
dispuestos para que al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del
arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, os postréis
y adoréis la estatua que he hecho? Porque si no la adorareis, en la misma hora seréis echados en medio de un
horno de fuego ardiendo; ¿y qué
dios será aquel que os libre de mis manos? (16) Sadrac,
Mesac y Abed-nego respondieron al rey Nabucodonosor, diciendo: No es necesario que te respondamos sobre
este asunto. (17) He aquí nuestro
Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará.
(18) Y si no, sepas,
oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has
levantado.
“Enseñemos a nuestro pueblo a conformar su conducta en todas las cosas a
las leyes de su estado, siempre que
puedan hacerlo sin oponerse a la ley de Dios” (Testimonios para
la Iglesia, tomo. 9, pág. 191).
“Los diez preceptos de Jehová constituyen el fundamento de todas las
leyes justas y buenas. Los que
aman los mandamientos de Dios se someterán a toda la ley buena del país.
Pero si los requerimientos de los
dirigentes están en conflicto con las leyes de Dios, la única cuestión
que hay que zanjar es: ‘¿Obedeceremos
a Dios o al hombre?’ ” (Testimonios para la Iglesia, tomo 1,
págs. 322, 323).
6.....Siguiendo el mismo
principio de fidelidad a Dios, ¿qué respondieron los discípulos a las
autoridades judías cuando les ordenaron que dejasen de predicar en el nombre de
Jesús?
Hechos 4:18; 5:28, 29.- (4:18) Y llamándolos, les
intimaron que en ninguna manera hablasen ni enseñasen en el nombre de Jesús…
(5:28) Diciendo: ¿No os mandamos estrictamente que no enseñaseis
en ese nombre? Y ahora habéis
llenado a Jerusalén de vuestra doctrina, y queréis echar sobre nosotros la sangre de ese hombre. (5:29) Respondiendo Pedro y los
apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.
“En nuestros días debemos sostener firmemente este principio.
El estandarte de la verdad y de la
libertad religiosa sostenido en alto por los fundadores de la iglesia
evangélica y por los testigos de Dios durante los siglos que desde
entonces han pasado, ha sido, para
este último conflicto, confiado a nuestras manos. La responsabilidad de este gran don descansa sobre aquellos a quienes
Dios ha bendecido con un conocimiento de su Palabra. Hemos de recibir esta
Palabra como autoridad suprema. Hemos
de reconocer los gobiernos humanos como instituciones ordenadas por Dios mismo,
y enseñar la obediencia a ellos como
un deber sagrado, dentro de
su legítima esfera. Pero cuando
sus demandas estén en pugna con las de Dios, hemos de obedecer a Dios antes que
a los hombres. La palabra de
Dios debe ser reconocida sobre toda otra legislación humana. Un ‘Así dice Jehová’ no ha de ser puesto a
un lado por un ‘Así dice la iglesia’ o un ‘Así dice el estado’. La corona de Cristo ha de ser elevada
por sobre las diademas de los potentados terrenales” (Los Hechos de los
Apóstoles, pág. 56).
LA PERSEVERANCIA Y LA CORONA DE LA VIDA
7.....¿Qué gran sacrificio
hará el pueblo de Dios para permanecer fiel hasta el fin? ¿Qué promesa es hecha
a todos los que soporten oposición, persecución, o incluso la muerte por causa
del Señor?
Apocalipsis 12:11; 2:10.- (12:11) Y ellos
le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos,
y menospreciaron sus vidas hasta la
muerte… (2:10) No temas
en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación
por diez días. Sé fiel hasta la
muerte, y yo te daré la corona de la vida.
“Todos los que quieran pueden ser vencedores. Esforcémonos fervientemente para alcanzar la norma puesta delante de
nosotros. Cristo conoce nuestra
debilidad y a Él podemos ir diariamente en busca de ayuda. No es necesario que ganemos fortaleza para
un mes por adelantado. Debemos vencer
día tras día” (Comentario Bíblico Adventista, tomo 7, pág. 985).
“Sus principios de desarrollo [del reino de Cristo] son opuestos a
los que rigen los reinos de este mundo. Los gobiernos terrenales prevalecen por la fuerza física; mantienen su
dominio por la guerra; pero el Fundador
del nuevo reino es el Príncipe de Paz. El Espíritu Santo representa a los reinos del mundo bajo el símbolo de
bestias fieras de rapiña; pero Cristo
es el ‘Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo’. En su plan de gobierno no hay empleo de
fuerza bruta para forzar la conciencia. Los judíos esperaban que el
reino de Dios se estableciese en la misma forma que los reinos del mundo. Para
promover la justicia ellos recurrieron a las medidas externas. Trazaron métodos
y planes. Pero Cristo implanta un
principio. Inculcando la verdad y la justicia, contrarresta el error y
el pecado” (Palabras de Vida del Gran Maestro, págs. 54, 55).
PARA UN ESTUDIO ADICIONAL
“Mateo 2:16;
5:21, 22; 10:17, 18, 22”.
“El poder de David le había sido dado por
Dios, pero para que lo ejercitara solamente en armonía con la ley divina. Cuando ordenó algo que era contrario a
la ley de Dios, el obedecerle se hizo pecado. ‘Las [potestades] que
son, de Dios son ordenadas’ (Romanos 13:1), pero no debemos
obedecerlas en contradicción a la ley de Dios. El apóstol Pablo, escribiendo a
los corintios, fija el principio que ha de guiarnos. Dice: ‘Sed imitadores de mí,
así como yo de Cristo’ (1 Corintios 11:1)” (Patriarcas y
Profetas, pág. 778).
No hay comentarios:
Publicar un comentario