“El enemigo nos está siguiendo. Debemos estar bien despiertos, en guardia contra él. Debemos revestirnos de toda la armadura
de Dios. Debemos seguir las
indicaciones dadas por medio del espíritu de profecía. Debemos amar y obedecer la verdad para este tiempo.
Esto nos salvará de aceptar fuertes
engaños. Dios nos ha hablado
mediante su Palabra. Nos ha hablado por
medio de los testimonios dados a la iglesia, y por medio de los libros que
han contribuido a aclarar nuestro deber actual y la posición que debemos ocupar
ahora. Deben oírse las amonestaciones que han sido dadas,… Si las
pasamos por alto, ¿qué excusa podremos presentar?” Obreros
Evangélicos, pág. 323.
PROMESAS PARA EL PUEBLO DE DIOS
1......¿Cuál es una de las
grandes promesas que el Señor hizo a Israel siglos antes de la era cristiana?
Isaías 44:3.- Porque yo
derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre
tus renuevos.
Ezequiel 39:29.- Ni esconderé
más de ellos mi rostro; porque habré derramado de mi Espíritu sobre la
casa de Israel, dice Jehová el Señor.
“En su Palabra, Dios
comunicó a los hombres el conocimiento necesario para la salvación. Las Santas Escrituras deben ser
aceptadas como dotadas de autoridad absoluta y como revelación
infalible de su voluntad. Constituyen la regla del carácter; nos
revelan doctrinas, y son la piedra de toque de la experiencia religiosa.
‘Toda la Escritura es inspirada por Dios;
y es útil para enseñanza, para
reprensión, para corrección, para instrucción en justicia; a fin de que el hombre de Dios sea perfecto,
estando cumplidamente instruido para
toda obra buena’ (2 Timoteo 3:16, 17).
“La circunstancia de
haber revelado Dios su voluntad a los hombres por su Palabra, no anuló la
necesidad que tienen ellos de la continua
presencia y dirección del Espíritu Santo. Por el contrario, el Salvador prometió que el Espíritu
facilitaría a sus siervos la inteligencia de la Palabra; que iluminaría y daría aplicación a sus
enseñanzas. Y como el Espíritu
de Dios fue quien inspiró la Biblia, resulta imposible que las enseñanzas del Espíritu estén jamás en pugna con las de
la Palabra” (El Conflicto de los Siglos, pág. 9).
2......¿Qué declaró el Señor
mediante otro profeta? ¿A qué tiempo se refiere esta profecía?
Joel 2:28-30.- (28) Y después
de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y
vuestros jóvenes verán visiones.
(29) Y también sobre
los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días.
(30) Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y
columnas de humo.
“El Espíritu no fue dado –ni puede jamás ser otorgado– para
invalidar la Biblia; pues las
Escrituras declaran explícitamente que la Palabra de Dios es la regla por la
cual toda enseñanza y toda manifestación religiosa debe ser probada. El
apóstol Juan dice: ‘No creáis a todo
espíritu, sino probad los espíritus
si son de Dios; porque muchos falsos
profetas han salido por el mundo’ (1 Juan 4:5). E Isaías declara: ‘¡A
la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les
ha amanecido’ (Isaías 8:20)” (El Conflicto de los Siglos, págs. 9,
10).
EL TIEMPO DEL CUMPLIMIENTO
3......¿Cuándo ocurrió el
primer derramamiento del Espíritu Santo al que se refiere el versículo anterior?
¿Cómo señala hacia el tiempo del fi n la referencia al libro de Joel mencionada
en Hechos?
Hechos 2:16-18.- (16) Mas esto es lo dicho
por el profeta Joel: (17) Y en los postreros
días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda
carne, y vuestros hijos y
vuestras hijas profetizarán; vuestros
jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños; (18) Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días. Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán.
“El Señor anunció por boca del profeta Joel que una manifestación especial de su Espíritu se realizaría en
el tiempo que precedería inmediatamente a las escenas del gran día de Dios. Joel 2:28.
Esta profecía se cumplió parcialmente con el derramamiento del Espíritu Santo,
el día de Pentecostés; pero alcanzará
su cumplimiento completo en las manifestaciones de la gracia divina que han de
acompañar la obra final del Evangelio” (El Conflicto de
los Siglos, pág. 12).
4......En su sermón durante
Pentecostés, ¿cómo confirmó el apóstol Pedro que esta promesa no estaba
limitada al tiempo apostólico si no que se extendía a los últimos días?
Hechos 2:38, 39.- (38) Pedro les dijo: Arrepentíos,
y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los
pecados; y recibiréis el don
del Espíritu Santo. (39) Porque para
vosotros es la promesa, y para
vuestros hijos, y para todos
los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.
“Después de la maravillosa manifestación del Espíritu Santo, el día
de Pentecostés, San Pedro exhortó al
pueblo al arrepentimiento y a que se bautizara en el nombre de Cristo,
para la remisión de sus pecados;
y dijo: ‘Recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque para vosotros es la promesa, y para
vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor
nuestro Dios llamare’ (Hechos 2:38, 39)… “Según la Palabra de Dios, el Espíritu Santo debía continuar su obra
por todo el período de la dispensación cristiana” (El Conflicto de
los Siglos, págs. 11, 12, 10).
EL PUEBLO REMANENTE Y EL DON DE PROFECÍA
5......¿Qué don espiritual fue
profetizado en apoyo al pueblo remanente de los últimos días?
Apocalipsis 12:17; 19:10.- (12:17) Entonces el
dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el
resto de la descendencia de ella, los
que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo…
(19:10) Yo me postré a sus pies para
adorarle. Y él me dijo:
Mira, no lo hagas; yo soy consiervo
tuyo, y de tus hermanos que
retienen el testimonio de Jesús. Adora
a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.
“‘Entonces el dragón se enfureció contra la mujer;
y se fue a hacer guerra contra el
remanente de la simiente de ella, los cuales guardan los mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de Jesucristo’.
Esta profecía señala claramente que
la iglesia remanente reconocerá a Dios en su ley y tendrá el don profético.
La obediencia a la ley de Dios
y el espíritu de profecía han
distinguido siempre al verdadero pueblo de Dios y la prueba usualmente es dada mediante manifestaciones presentes” (Loma Linda Messages,
pág. 33).
PROPÓSITO DEL DON DE PROFECÍA
6......¿Cuál es el propósito
del Señor al enviar a su pueblo sus profetas y profecías? ¿Qué llamado es hecho
con relación a la luz y a la palabra profética?
2 Pedro 1:19.- Tenemos también
la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en
estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones.
“‘La Palabra de Dios basta para iluminar la mente más oscurecida,
y puede ser entendida por los que tienen
deseos de comprenderla. No obstante todo eso, algunos que profesan estudiar la Palabra de Dios se encuentran en
oposición directa a sus más claras enseñanzas. Entonces, para dejar a hombres y mujeres sin
excusa, Dios da testimonios
claros y señalados, a fin de
hacerlos volver a la Palabra que no han seguido’. ‘La Palabra de Dios abunda en principios generales para la formación de hábitos correctos de
vida, y los testimonios,
generales y personales, han sido calculados
para atraer su atención más especialmente a esos principios’” (Testimonios para
la Iglesia, tomo 5, pág. 623).
BENDICIONES PARA AQUELLOS QUE CONFÍAN EN LOS MENSAJES DE LOS PROFETAS
7......¿Qué sucede cuando el
don de profecía no es accesible o no es aceptado? ¿Cómo serán bendecidos
aquellos que confían en los profetas del Señor y aceptan sus mensajes?
Proverbios 29:18.- Sin profecía el
pueblo se desenfrena; mas el que guarda la ley es bienaventurado.
2 Crónicas 20:20.- Y cuando se levantaron
por la mañana, salieron al desierto
de Tecoa. Y mientras ellos salían, Josafat,
estando en pie, dijo: Oídme,
Judá y moradores de Jerusalén. Creed
en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis
prosperados.
“El apóstol amonestó a los tesalonicenses a no despreciar el don de
profecía, y con las palabras:
‘No apaguéis el Espíritu. No menospreciéis las profecías. Examinadlo todo; retened lo bueno’, les ordenó que distinguieran
cuidadosamente entre lo falso y lo verdadero. Les mandó que se abstuvieran de ‘toda especie de mal’; y termina su
carta con la oración de que Dios los santifique en todo, para que su ‘espíritu y alma y cuerpo sea guardado entero sin
reprensión para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es el que os ha llamado –añadió–;
el cual también lo hará’ ” (Los Hechos de los Apóstoles, pág.
214).
“… debemos seguir las directivas que nos han sido dadas por el espíritu
de profecía. Debemos amar la
verdad presente y obedecerla. Esto
nos preservará de aceptar graves errores. Dios nos ha hablado por su
Palabra, por los testimonios enviados a la iglesia y por los libros que han
contribuido a explicar nuestro deber presente y la posición que debiéramos ocupar
actualmente” (Testimonios para la Iglesia, tomo 8, págs. 312, 313).
PARA UN ESTUDIO ADICIONAL
“Estamos viviendo en los últimos días,
en un tiempo cuando podemos esperar
mucho de parte del Señor. Estas palabras [Joel 2:28] debe
llevarnos al trono de la gracia para suplicar grandes cosas de Él. Aquí se da la promesa que el Espíritu
Santo vendrá sobre los hombres y las mujeres y sobre nuestros hijos e hijas;
‘y sucederá que todo aquel que invocare
el nombre del Señor, será salvo’. Esto
nos muestra una maravillosa obra que ha de ser hecha, para la cual necesitamos cada día el poder convertidor
de Dios en nuestros corazones. Es
nuestro privilegio experimentar esto. El cielo está lleno de
bendiciones y es nuestro privilegio solicitar que las ricas promesas de Dios se
cumplan en nosotros mismos. Necesitamos
buscar al Señor día y noche para que podamos conocer exactamente los pasos que
debemos dar y lo que debemos hacer” (My Life Today,
pág. 62).
“Durante
las épocas en que las Escrituras tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento
eran entregadas a la circulación, el
Espíritu Santo no dejó de comunicar luz a individualidades aisladas, amén de las revelaciones que debían ser
incorporadas en el Sagrado Canon. La
Biblia misma da cuenta de cómo, por intermedio del Espíritu Santo, ciertos
hombres recibieron advertencias, censuras, consejos e instrucción que no se
referían en nada a lo dado en las Escrituras. También habla de profetas que vivieron en diferentes épocas, pero
sin hacer mención alguna de sus declaraciones. Asimismo, una vez cerrado el
canon de las Escrituras, el Espíritu
Santo debía llevar adelante su obra de esclarecimiento, de amonestación y consuelo en bien de
los hijos de Dios” (El Conflicto de los Siglos, págs.
10, 11).
Estimados amigos por motivos de fuerza mayor, esta semana se esta publicando la leccion por este enlace https://es.scribd.com/.../Leccion-25-El-Templo-de-Dios
ResponderEliminarhttps://es.scribd.com/.../Leccion-25-El-Templo-de-Dios
http://www.4shared.com/file/GZ2Nqfl7ce/Leccin_25_-_El_templo_de_Dios.html
http://www.4shared.com/file/gTUf1Isuce/Leccin_25_-_El_templo_de_Dios.html
Entrar al face de Maximo Vereau Gutierrez o Paulino Saldaña o Luis Miranda Pumacayo... alli también encontraran los enlaces.
ResponderEliminar