miércoles, 27 de noviembre de 2013

22 | La culpa de los fariseos, Parte 2


El Señor espera que sus siervos superen a los demás en vida y carácter. Ha puesto toda clase de facilidades a disposición de los que le sirven. El cristiano es observado por todo el universo como quien lucha por el dominio corriendo la carrera que le es propuesta para obtener el premio, a saber, una corona inmortal; pero si el que pretende seguir a Cristo no pone de manifiesto que sus motivos están por sobre los del mundo en esta gran competencia en la cual se puede ganar todo y también se puede perder todo, nunca será vencedor. Empleará toda facultad que se le haya confiado para vencer al mundo, la carne y el diablo por medio del poder del Espíritu Santo, en virtud de la abundante gracia provista…” (La Maravillosa Gracia, pág. 272).

ACTUANDO POR VENTAJA PERSONAL
1.....¿Hasta dónde llegaron los fariseos en su trato con las viudas? ¿Qué dice la profecía acerca de la demostración de las formas y la religión externa en los últimos días?
Mateo 23:14.- ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las viudas, y como pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor condenación.
2 Timoteo 3:1.- También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos.
2 Timoteo 3:5.- Que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.
Los fariseos ejercían gran influencia sobre la gente, y la aprovechaban para servir sus propios intereses. Conquistaban la confianza de viudas piadosas, y les indicaban que era su deber dedicar su propiedad a fines religiosos. Habiendo conseguido el dominio de su dinero, los astutos maquinadores lo empleaban para su propio beneficio. Para cubrir su falta de honradez, ofrecían largas oraciones en público y hacían gran ostentación de piedad. Cristo declaró que esta hipocresía les atraería mayor condenación. La misma reprensión cae sobre muchos que en nuestro tiempo hacen alta profesión de piedad. Su vida está  manchada de egoísmo y avaricia, pero arrojan sobre ella un manto de aparente pureza, y así por un tiempo engañan a sus semejantes. Pero no pueden engañar a Dios. El lee todo propósito del corazón, y juzgará a cada uno según sus obras” (El Deseado de Todas las Gentes, págs. 566, 567).

FRUTO PRODUCIDO DE ACUERDO AL CARÁCTER DEL ÁRBOL
2.....¿Al no estar verdaderamente convertidos, podrían las actividades misioneras de los fariseos tener un buen resultado, trayendo a las personas al Señor? Y hoy en día, ¿es de valor que alguien predique un mensaje poderoso para convencer a otros si él mismo no está convertido?
Mateo 23:15.- ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros.
En las palabras que hablamos a la gente, y en las oraciones que ofrecemos, Dios desea que demos evidencia inequívoca de que tenemos vida espiritual. No gozamos de la plenitud de la bendición que el Señor ha preparado para nosotros, porque no pedimos con fe. Si ejercitáramos fe en la palabra del Dios vivo, tendríamos la más rica bendición. Deshonramos a Dios por nuestra falta de fe, por lo tanto no podemos impartir vida a otros solo por llevar un testimonio vivo y edificante. No podemos dar lo que no poseemos(PH130–“Camp Meetings, Their Object, and How to Conduct Them,” pág. 34).
El Señor le había enseñado a su pueblo que él era el propietario de la viña, y que todas sus posesiones les habían sido confiadas a fin de que fuesen usadas para él. Pero los sacerdotes y los maestros no realizaban su sagrado oficio como si hubiesen estado manejando la propiedad de Dios. Les robaban sistemáticamente los medios y las facilidades confiados a ellos para el adelanto de su obra. Su avaricia y ambición hacían que fuesen despreciados aun por los paganos. Así se le dio ocasión al mundo gentil de interpretar mal el carácter de Dios y las leyes de su reino” (P.V.G.M., pág. 236).

ADAPTÁNDOSE A LA CONVENIENCIA
3.....¿Cuán seriamente ellos tomaban ciertos tipos de juramentos? ¿Cuál será el resultado hoy en día, si consideramos como relativo aquello que debería reconocerse como obligatorio?
Mateo 23:16-19.- ¡Ay de vosotros, guías ciegos! que decís: Si alguno jura por el templo, no es nada; pero si alguno jura por el oro del templo, es deudor. ¡Insensatos y ciegos! porque ¿cuál es mayor, el oro, o el templo que santifica al oro? También decís: Si alguno jura por el altar, no es nada; pero si alguno jura por la ofrenda que está sobre él, es deudor. ¡Necios y ciegos! Porque ¿cuál es mayor, la ofrenda, o el altar que santifica la ofrenda?
Los sacerdotes interpretaban los requerimientos de Dios según su propia norma falsa y estrecha. Presumían de hacer delicadas distinciones en cuanto a la culpa comparativa de diversos pecados, pasando ligeramente sobre algunos, y tratando a otros, que eran tal vez de menor consecuencia, como imperdonables. Por cierta consideración pecuniaria (económica), dispensaban a las personas de sus votos. Y por grandes sumas de dinero, pasaban a veces por alto crímenes graves. Al mismo tiempo, estos sacerdotes y gobernantes pronunciaban en otros casos severos juicios por ofensas triviales(El Deseado de Todas las Gentes, pág. 569).

EL FANATISMO Y TRIVIALIDADES
4.....¿Qué dijo el Salvador sobre su cálculo cuidadoso y el pago de los diezmos de las cosas pequeñas e insignificantes, mientras que eran negligentes en asuntos importantes?
Mateo 23:23.- ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.
En estas palabras Cristo vuelve a condenar el abuso de la obligación sagrada. No descarta la obligación misma. El sistema del diezmo era ordenado por Dios y había sido observado desde los tiempos más remotos. Abrahán, padre de los fieles, pagó diezmo de todo lo que poseía. Los gobernantes judíos reconocían la obligación de pagar diezmo, y eso estaba bien; pero no dejaban a la gente libre para ejecutar sus propias convicciones del deber. Habían trazado reglas arbitrarias para cada caso. Los requerimientos habían llegado a ser tan complicados que era imposible cumplirlos. Nadie sabía cuándo sus obligaciones estaban satisfechas. Como Dios lo dio, el sistema era justo y razonable, pero los sacerdotes y rabinos habían hecho de él una carga pesada.
Todo lo que Dios ordena tiene importancia. Cristo reconoció que el pago del diezmo es un deber; pero demostró que no podía disculpar la negligencia de otros deberes. Los fariseos eran muy exactos en diezmar las hierbas del jardín como la menta, el anís y el comino; esto les costaba poco, y les daba reputación de meticulosos y santos. Al mismo tiempo, sus restricciones inútiles oprimían a la gente y destruían el respeto por el sistema sagrado ideado por Dios mismo. Ocupaban la mente de los hombres con distinciones triviales y apartaban su atención de las verdades esenciales” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 570).

5.....¿Qué pasa cuando uno pierde el sentido de la norma divina y comienza a introducir sus propios conceptos y valores? ¿Cuán lejos llegan los fariseos en tales casos?
Mateo 23:24.- ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, y tragáis el camello!
Juan 7:21-24.- Jesús respondió y les dijo: Una obra hice, y todos os maravilláis. Por cierto, Moisés os dio la circuncisión (no porque sea de Moisés, sino de los padres; y en el día de reposo circuncidáis al hombre. Si recibe el hombre la circuncisión en el día de reposo, para que la ley de Moisés no sea quebrantada, ¿os enojáis conmigo porque en el día de reposo sané completamente a un hombre? No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.
Juan 18:28.- Llevaron a Jesús de casa de Caifás al pretorio. Era de mañana, y ellos no entraron en el pretorio para no contaminarse, y así poder comer la pascua.
Otras leyes habían sido pervertidas igualmente por los rabinos. En las instrucciones dadas por medio de Moisés, se prohibía comer cosa inmunda. El consumo de carne de cerdo y de ciertos otros animales estaba prohibido, porque podían llenar la sangre de impurezas y acortar la vida. Pero los fariseos no dejaban estas restricciones como Dios las había dado. Iban a extremos injustificados. Entre otras cosas, exigían a la gente que colase toda el agua que bebiese, por si acaso contuviese el menor insecto capaz de ser clasificado entre los animales inmundos. Jesús, contrastando estas exigencias triviales con la magnitud de sus pecados reales, dijo a los fariseos: ‘¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, mas tragáis el camello!’ ” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 570).

PROFESIÓN VERSUS BONDAD GENUINA
6.....¿Es la mera profesión religiosa lo que valora el Señor? ¿Cuál es nuestra condición si presentamos una buena apariencia, mientras nuestros corazones están dominados por pasiones impías?
Mateo 23:25-26.- ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia. ¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio.
Una simple profesión de piedad no tiene valor. Es cristiano el que permanece en Cristo… A menos que la mente de Dios se convierta en la mente del hombre, será inútil todo esfuerzo para purificarse a sí mismo, pues es imposible elevar al hombre a menos que sea mediante un conocimiento de Dios” (Comentario Bíblico Adventista, tomo 7A, pág. 393).
Los que quieran ser victoriosos deberán tomar en cuenta el costo de la salvación. Las fuertes pasiones humanas deben ser subyugadas; la voluntad independiente debe ser sometida al cautiverio de Cristo. El cristiano debe comprender que no se pertenece a sí mismo. Tendrá que resistir tentaciones y librar batallas contra sus propias inclinaciones, porque el Señor no aceptará un servicio a medias. La hipocresía es abominación para Él. El seguidor de Cristo debe andar por fe, como viendo al Invisible. Cristo será su tesoro más querido, su todo(La Maravillosa Gracia, pág. 272).

7.....¿Qué pasará con aquellos que aparentan ser religiosos mientras que no son buenas personas? En lugar de corregir la apariencia externa, ¿por cuál justicia deberíamos luchar todos los días?
Mateo 23:27, 28.- ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, más por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.
Mateo 7:21, 22.- No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
Mateo 5:6.- Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
Como la tumba blanqueada y hermosamente decorada ocultaba en su interior restos putrefactos, la santidad externa de los sacerdotes y gobernantes ocultaba iniquidad(El Deseado de Todas las Gentes, pág. 571).
Puede haber una cubierta del barniz exterior, y los hombres pueden ser como eran los fariseos, a quienes Cristo describió como “sepulcros blanqueados”, llenos de corrupción y de huesos de cadáveres. Pero todas las deformidades del alma están presentes delante de Aquel que juzga con justicia, y a menos que la verdad sea implantada en el corazón, no puede dominar la vida. La limpieza exterior de la copa nunca podrá hacer que el vaso sea puro por dentro. Una aceptación nominal de la verdad es buena hasta donde pueda llegar, y la capacidad de dar razón de nuestra fe es algo bueno; pero si la verdad no penetra aún más profundamente, el alma nunca será salvada. El corazón debe ser purificado de toda contaminación moral(Comentario Bíblico Adventista, tomo 7A, pág. 393).

PARA MEDITAR
Esta experiencia es esencial para los que profesan el nombre de Cristo, porque su influjo impregna la conducta y santifica la influencia de la vida cristiana en su efecto sobre los demás. Las relaciones comerciales y las vinculaciones del cristiano con los hombres del mundo serán santificadas por la gracia de Cristo; y donde quiera que estén se producirá una atmósfera moral que tendrá poder para bien porque exhalará el Espíritu del Maestro. “‘El que tiene la mente de Cristo sabe que para seguir una conducta segura debe mantenerse cerca de Jesús, siguiendo la luz de la vida’. No aceptará un trabajo, o participará él mismo en negocios, que le impedirán llegar a la perfección del carácter cristiano… Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado (2 Timoteo 2:4)” (La Maravillosa Gracia, pág. 272).




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