“Cuando Cristo es recibido como Salvador personal, la salvación viene al
alma. Zaqueo no había recibido a
Jesús meramente como a un forastero, sino como al que moraba en el templo del alma. Los escribas y fariseos,
que le acusaban de ser pecador, murmuraron contra Cristo porque se hizo su
huésped, pero el Señor le reconoció como
hijo de Abrahán. Porque ‘los que
son de fe, los tales son hijos
de Abraham’ ” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 511).
PECADOR PERO
NO INSENSIBLE
1.
¿Quién vivía en Jericó? ¿Cómo era considerado por sus compatriotas?
Lucas 19:1, 2.- Habiendo entrado
Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad. Y sucedió que un varón llamado Zaqueo,
que era jefe de los publicanos, y rico.
“Jericó
era una de las ciudades apartadas antiguamente para los sacerdotes, y a la
sazón un gran número de ellos residía allí. Pero la ciudad tenía también una
población de un carácter muy distinto. Era
un gran centro de tráfico, y había allí oficiales y soldados romanos, y
extranjeros de diferentes regiones, a la vez que la recaudación de los derechos de aduana la convertía en la residencia
de muchos publicanos. “El
principal de los publicanos’, Zaqueo, era judío, pero detestado por sus compatriotas. Su posición y fortuna eran el premio de
una profesión que ellos aborrecían y a la cual consideraban como sinónimo de injusticia
y extorsión. Sin embargo, el
acaudalado funcionario de aduana no era del todo el endurecido hombre de mundo
que parecía ser” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 507).
2....¿Qué hizo cuando supo que el Señor venía a Jericó? ¿Fue sólo la
curiosidad de ver a Jesús lo que lo motivó a subirse a un sicomoro?
Lucas 19:3, 4.- Procuraba ver
quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud,
pues era pequeño de estatura.
Y corriendo delante, subió a un árbol
sicómoro para verle; porque había de pasar por allí.
“Bajo su
apariencia de mundanalidad y orgullo, había un corazón susceptible a las
influencias divinas. Zaqueo
había oído hablar de Jesús. Se habían divulgado extensamente las noticias
referentes a uno que se había comportado con bondad y cortesía para con las
clases proscritas. En este jefe de
los publicanos se había despertado un anhelo de vivir una vida mejor. A poca distancia de Jericó, Juan el Bautista había predicado a
orillas del Jordán, y Zaqueo había oído el llamamiento al arrepentimiento.
La instrucción dada a los publicanos: ‘No exijáis más de lo que os está
ordenado,’ aunque exteriormente desatendida, había impresionado su mente. Conocía las escrituras, y estaba convencido
de que su práctica era incorrecta. Ahora, al oír las palabras que se decían venir del gran Maestro, sintió que
era pecadora la vista de Dios. Sin embargo, lo que había oído tocante a
Jesús encendía la esperanza en su corazón. El
arrepentimiento, la reforma de la vida, eran posibles aun para él; ¿no había sido publicano uno de los más
fieles discípulos del nuevo Maestro?” (El Deseado de Todas las Gentes, pág.
507).
3....Mientras el temía que no podría ver a Jesús, ¿qué maravillosa sorpresa experimentó?
¿Se habría imaginado que Jesús estaba interesado en él?
Lucas 19:5.- Cuando Jesús llegó a
aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio,
y le dijo: Zaqueo, date
prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa.
“Las
calles estaban atestadas, y Zaqueo,
que era de poca estatura, no iba a ver nada por encima de las cabezas del
gentío. Nadie le daría lugar;
así que, corriendo delante de la
multitud hasta un frondoso sicómoro extendía sus ramas sobre el camino, el
rico recaudador de impuestos trepó a un sitio entre las ramas desde donde
podría examinar a la procesión que pasaba abajo. Mientras el gentío se aproximaba en su recorrido, Zaqueo escudriñaba
con ojos anhelantes para distinguir la figura de Aquel a quien ansiaba ver.
“Por
encima del clamor de los sacerdotes y rabinos y las voces de bienvenida de la
multitud, el expresado deseo del principal de los publicanos habló al corazón
de Jesús. Repentinamente, bajo
el sicómoro, un grupo se detuvo, la compañía que iba delante y la que iba
atrás hizo alto, y miró arriba. Uno
cuya mirada parecía leer el alma. Casi dudando de sus sentidos, el hombre que
estaba en el árbol oyó las palabras: ‘Zaqueo date prisa, desciende, porque hoy
es necesario que pose en tu casa’ ” (El Deseado de Todas las Gentes, págs.
508, 509).
UNA
INMEDIATA, Y ALEGRE RESPUESTA
4.
¿Qué tan rápido respondió Zaqueo a la oferta de Jesús de visitar su
hogar? ¿Qué recepción le dio al Maestro en su hogar?
Lucas 19:6.- Entonces él
descendió aprisa, y le recibió gozoso.
“La
multitud hizo lugar y Zaqueo, caminando como en sueño, se dirigió hacia su casa.
Pero los rabinos miraban con rostros
ceñudos y murmuraron con descontento y desdén “que había entrado a posar con un hombre pecador” (El Deseado
de Todas las Gentes, pág. 509).
5....¿Cómo eran considerados los publicanos por el público? por lo tanto,
¿qué oportunidad aprovecharon los fariseos cuando vieron a Jesús entrar a la
casa de Zaqueo y cenar con el pecador?
Mateo 9:11.- Cuando vieron esto los
fariseos, dijeron a los discípulos: ¿Porqué come vuestro Maestro con los
publicanos y pecadores?
Lucas 19:7.- Al ver esto, todos
murmuraban, diciendo que había entrado a
posar con un hombre pecado.
“Entre los funcionarios
romanos que había en Palestina, los más odiados eran los publicanos.
El hecho de que las contribuciones eran
impuestas por una potencia extraña era motivo de continua irritación para los judíos,
pues les recordaba que su
independencia había desaparecido. Y los cobradores de impuestos no eran simplemente instrumentos de la
opresión romana; cometiendo
extorsiones por su propia cuenta, se
enriquecían a expensas del pueblo. Un
judío que aceptaba este cargo de mano de los romanos era considerado como
traidor a la honra de su nación. Se
le despreciaba como apóstata, se le clasificaba con los más viles de la sociedad. “Los publicanos habían formado una
confederación para oprimir al pueblo y ayudarse mutuamente en sus fraudulentas
prácticas. En su extorsión, no estaban sino siguiendo la costumbre que
había llegado a ser casi universal” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 510).
UNA VIDA
COMPLETAMENTE CAMBIADA
6....¿Qué revela el arrepentimiento de este hombre bajo la influencia del
Espíritu Santo? ¿Qué principio bíblico aplicó él al devolver los bienes
robados?
Lucas 19:8.- Entonces Zaqueo,
puesto en pie, dijo al Señor: He
aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he
defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.
Éxodo 22:1.- Cuando alguno
hurtare buey u oveja, y lo degollare o vendiere, por aquel buey pagará cinco bueyes, y
por aquella oveja cuatro ovejas.
“En presencia de la multitud, ‘Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la
mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, lo
vuelvo con el cuatro tanto. “Antes
que fuera acusado por el hombre, había confesado su pecado.Se había rendido a la convicción del
Espíritu Santo, y había empezado a vivir la enseñanza de las palabras
escritas para el antiguo Israel tanto como para nosotros. El Señor había dicho hacía mucho tiempo: ‘Y cuando tu hermano empobreciere, y se acogiere a ti, tú lo
ampararás: como peregrino y extranjero vivirá contigo. No tomarás usura de él, ni aumento; mas
tendrás temor de tu Dios, y tu hermano vivirá contigo. No le darás tu dinero a usura, ni tu
vitualla a ganancia’. ‘Y no
engañe ninguno a su prójimo; mas
tendrás temor de tu Dios’. “El
Señor dice: ‘Si el impío
restituyere la prenda, devolviere
lo que hubiere robado, caminare en las ordenanzas de la vida, no haciendo iniquidad…no se le recordará ninguno de sus
pecados que había cometido:…vivirá
ciertamente’” (El Deseado de Todas las Gentes, págs. 509, 510).
7....Al igual que en la maravillosa experiencia de Zaqueo, ¿qué vendrá a la
casa de cada pecador sincero y arrepentido cuando Jesús entre en ella? ¿Qué
gran resultado produce la presencia de Jesús en la vida del que se arrepiente?
Lucas 19:9, 10.- Jesús le dijo: Hoy
ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había
perdido.
“Pero tan
pronto como Zaqueo se rindió a la influencia del Espíritu Santo, abandonó toda práctica contraria a la
integridad. “Ningún
arrepentimiento que no obre una reforma es genuino… Es un principio de vida que
transforma el carácter y rige la conducta. La santidad… es la entrega total del corazón y la
vida para que revelen los principios del cielo…
“En sus
negocios, el cristiano ha de representar delante del mundo la manera en que
nuestro Señor dirigiría las empresas comerciales. En toda transacción ha de dejar manifiesto que Dios es su maestro.
Ha de escribirse ‘Santidad al Señor’ en
el diario y el libro mayor, en escrituras, recibos y letras de cambio. Los que profesan seguir a Cristo y
comercian de un modo injusto dan un testimonio falso contra el carácter de un
Dios santo, justo y misericordioso. Toda alma convertida querrá, como Zaqueo, señalar la entrada de Cristo
en su corazón mediante el abandono de las prácticas injustas que
caracterizaban su vida. A semejanza del príncipe de los publicanos, dará prueba
de su sinceridad haciendo restitución” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 510).
PARA
MEDITAR
“Si hemos
perjudicado a otros en cualquier transacción comercial injusta, si nos hemos extralimitado en el comercio o
defraudado a algún hombre, aun
dentro del marco de la ley, deberíamos
confesar nuestro agravio y hacer restitución en la medida de lo posible.
Es justo que devolvamos, no solamente
lo que hemos tomado, sino todo lo que se habría ganado con ello si se
lo hubiese usado correcta y sabiamente durante el tiempo que haya estado en nuestro
poder” (El
Deseado de Todas las Gentes, págs. 510, 511).
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