jueves, 4 de julio de 2013

01 | La Bendición de la hospitalidad


La Biblia da mucho realce a la práctica de la hospitalidad. No sólo ordena la hospitalidad como un deber, sino que presenta muchos hermosos cuadros del ejercicio de esta gracia y las bendiciones que reporta. Entre ellos se destaca el caso de Abrahán… “Dios atribuyó suficiente importancia a estos actos de cortesía para registrarlos en su Palabra; y más de mil años más tarde fueron mencionados por un apóstol inspirado: ‘No olvidéis la hospitalidad, porque por ésta algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles’” (El Hogar Adventista, pág. 406).

MOVIÉNDOSE CONSTANTEMENTE HACIA LA META
1.  ¿Sabiendo que los últimos días de su misión se acercaban, en que se enfocó Jesús?
Lucas 9:51.- Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén.
Para el corazón de Cristo, era una prueba amarga avanzar contra los temores, los desengaños y la incredulidad de sus amados discípulos.Era duro llevarlos adelante, a la angustia y desesperación que les aguardaban en Jerusalén. Y Satanás estaba listo para apremiar con sustentaciones al Hijo del hombre. ¿Por qué iría ahora a Jerusalén, a una muerte segura? En todo su derredor había almas hambrientas del pan de vida. Por todas partes había dolientes que aguardaban su palabra sanadora. La obra que había de realizarse mediante el Evangelio de su gracia sólo había comenzado. Y él estaba lleno de vigor, en la flor de su virilidad. ¿Por qué no se dirigiría hacia los vastos campos del mundo con las palabras de su gracia, el toque de su poder curativo?
“Pero en el gran plan de Dios había sido señalada la hora en que debía ofrecerse por los pecados de los hombres, y esa hora estaba por sonar. Él no quería faltar ni vacilar. Sus pasos se dirigieron a Jerusalén, donde sus enemigos habían tramado desde hacía mucho tiempo quitarle la vida; ahora la depondría. Afirmó su rostro para ir hacia la persecución, la negación, el rechazamiento, la condenación y la muerte(El Deseado de Todas las Gentes, pág. 451).

2.  ¿Por qué región debía pasar Él y sus discípulos para llegara Jerusalén? ¿A quiénes envió adelante para reservar habitaciones para ellos en la aldea de Samaria?
Lucas 9:52.- Y envió mensajeros delante de él, los cuales fueron y entraron en una aldea de los samaritanos para hacerle preparativos.
“En una ocasión Cristo envió mensajeros delante de Él a una aldea de los samaritanos, solicitando a la gente que le preparasen refrigerios para Él y sus discípulos(The Sanctified Life, págs. 57, 58).

UN RECIBIMIENTO CORTÉS Y BENDICIONES
3. ¿Con qué se encontraron los discípulos cuando fueron al pueblo a pedir alojamiento? ¿Cuál fue la razón de este rechazo?
Lucas 9:53.- Mas no le recibieron, porque su aspecto era como de ir a Jerusalén.
“Pero los habitantes rehusaron recibirle, porque estaba en camino a JerusalénInterpretaron que esto significaba que Cristo manifestaba preferencia por los judíos, a quienes ellos aborrecían con acerbo odio. Si él hubiese venido a restaurar el templo y el culto en el monte Gerizim, le hubieran recibido alegremente; pero iba en camino a Jerusalén, y no quisieron darle hospitalidad. ¡Cuán poco comprendieron que estaban cerrando sus puertas al mejor don del cielo! Jesús invitaba a los hombres a recibirle, les pedía favores, para poder acercarse a ellos y otorgarles las más ricas bendiciones. Por cada favor que se le hacía, devolvía una merced más valiosa. Pero aquellos samaritanos lo perdieron todo por su prejuicio y fanatismo(El Deseado de Todas las Gentes, págs. 451, 452).

4. ¿A diferencia de los samaritanos, qué gran sensibilidad y hospitalidad caracterizaba a los patriarcas cuando veían a viajeros que pasaban por su camino? ¿Qué gracia especial recibieron los patriarcas sin darse cuenta de quienes eran sus visitantes?
Génesis 18:1-5.- Después le apareció Jehová en el encinar de Mamre, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día. Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra, y dijo: Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo. Que se traiga ahora un poco de agua, y lavad vuestros pies; y recostaos debajo de un árbol, y traeré un bocado de pan, y sustentad vuestro corazón, y después pasaréis; pues por eso habéis pasado cerca de vuestro siervo. Y ellos dijeron: Haz así como has dicho.
Génesis 19:1-3.- Llegaron, pues, los dos ángeles a Sodoma a la caída de la tarde; y Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma. Y viéndolos Lot, se levantó a recibirlos, y se inclinó hacia el suelo, y dijo: Ahora, mis señores, os ruego que vengáis a casa de vuestro siervo y os hospedéis, y lavaréis vuestros pies; y por la mañana os levantaréis, y seguiréis vuestro camino. Y ellos respondieron: No, que en la calle nos quedaremos esta noche. Más él porfió con ellos mucho, y fueron con él, y entraron en su casa; y les hizo banquete, y coció panes sin levadura, y comieron.
Hebreos 13:2.- No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.

El privilegio concedido a Abrahán y Lot no nos es negado. Manifestando hospitalidad a los hijos de Dios, nosotros también podemos recibirá sus ángeles en nuestras moradas. Aún en nuestro tiempo los ángeles entran en forma humana en los hogares de las gentes, y son agasajados por ellas. Y los cristianos que viven a la luz del rostro de Dios están siempre acompañados por ángeles invisibles, y estos seres santos dejan tras sí una bendición en nuestros hogares(El Hogar Adventista, pág. 406).

REACCIÓN HUMANA A LA DESCORTESÍA
5.  ¿Qué respuesta negativa vino de dos de los discípulos de Jesús? ¿Cómo nos sentiríamos si por causa de algún prejuicio también se nos negara la entrada a una aldea o pueblo?
Lucas 9:54.- Viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma?
Los discípulos sabían que era el propósito de Cristo beneficiar a los samaritanos con su presencia; y la frialdad, los celos y la falta de respeto mostrados a su Maestro los llenaron de sorpresa e indignación. Santiago y Juan especialmente se disgustaron. Que aquel a quien ellos reverenciaban tan altamente recibiese semejante trato, les parecía una falta demasiado grande para ser dejada sin un castigo inmediato(Los Hechos de los Apóstoles, pág. 432).
Santiago y Juan, los mensajeros de Cristo, se sintieron vejados por el insulto inferido a su Señor. Se llenaron de indignación porque él había sido tratado tan rudamente por los samaritanos a quienes estaba honrando con su presencia. Poco antes, habían estado con él en el monte de la transfiguración, y le habían visto glorificado por Dios y honrado por Moisés y Elías. Pensaban que esta manifiesta deshonra de parte de los samaritanos, no debía pasarse por alto sin un notable castigo. “Al volver a Cristo, le comunicaron las palabras de los habitantes del pueblo, diciéndole que habían rehusado darle siquiera albergue para la noche. Pensaban que se le había hecho un enorme agravio, y al ver en lontananza el monte Carmelo, donde Elías había matado a los falsos profetas, dijeron: ‘¿Quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, y los consuma, como hizo Elías?’ ” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 452).

PREPARANDO UN LUGAR PARA EL MEJOR INVITADO
6.   ¿Qué recepción recibió Jesús en otra aldea samaritana? ¿Cómo fue recibido por su propio pueblo? ¿A qué puerta aún está llamando hoy?
Lucas 9:56 última parte.- Y se fueron a otra aldea.
Juan 1:11.- A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.
Apocalipsis 3:20.- He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.
Como nación, el pueblo de Israel, aunque deseaba el advenimiento del Mesías, estaba tan separado de Dios en su corazón y en su vida que no podía tener un concepto correcto del carácter ni de la misión del Redentor prometidoEl orgullo que había en el corazón de ese pueblo y sus falsos conceptos acerca del carácter y la misión del Mesías les impedirían pesar con sinceridad las evidencias de su carácter de tal. “Durante más de mil años el pueblo judío había aguardado la venida del Salvador prometido. Sus esperanzas más halagüeñas se habían basado en ese acontecimiento. Durante mil años, en cantos y profecías, en los ritos del templo y en las oraciones familiares, se había reverenciado su nombre; y sin embargo cuando vino, no le reconocieron como el Mesías a quien tanto habían esperado. ‘A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. ’Juan 1:11. Para sus corazones amantes del mundo, el Amado del cielo fue ‘como raíz de tierra seca.’ A sus ojos no hubo ‘parecer en él, ni hermosura;’ no discernieron en él belleza que se lo hiciese desear. (Isa.53:2)” (Profetas y Reyes, pág. 525).

7. ¿Es difícil para nosotros ver y reconocer nuestros propios errores? ¿Qué podemos aprender de la respuesta del Redentor?
Lucas 9:55, 56.- Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois; porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea.
Se sorprendieron cuando vieron que Jesús se apenaba por sus palabras, y se sorprendieron aún más cuando oyeron su reproche… “No es parte de la misión de Cristo obligar a los hombres a recibirle. Satanás, y los hombres impulsados por su espíritu son quienes procuran violentar las conciencias. Pretextando celo por la justicia, los hombres que están confederados con los ángeles malos acarrean sufrimientos a sus prójimos, a fin de convertirlos a sus ideas religiosas; pero Cristo está siempre manifestando misericordia, siempre procura conquistarlos por la revelación de su amor. Él no puede admitir un rival en el alma ni aceptar un servicio parcial; pero desea solamente un servicio voluntario, la entrega voluntaria del corazón, bajo la compulsión del amor. No puede haber una evidencia más concluyente de que poseemos el espíritu de Satanás que el deseo de dañar y destruir a los que no aprecian nuestro trabajo u obran contrariamente a nuestras ideas
Todo ser humano pertenece a Dios en cuerpo, alma y espíritu. Cristo murió para redimir a todos. Nada puede ser más ofensivo para Dios que el hecho de que los hombres, por fanatismo religioso, ocasionen sufrimientos a quienes son adquisición de la sangre del Salvador(El Deseado de Todas las Gentes, págs. 452, 453).

PARA MEDITAR
Pero cuando el Salvador se acercó a la aldea, pareció tener deseos de seguir hacia Jerusalén. Esto despertó la envidia de los samaritanos, y en lugar de invitarle a quedarse con ellos, le negaron la cortesía que hubiesen manifestado hacia un caminante común. Jesús nunca impone a nadie su presencia, y los samaritanos perdieron las bendiciones que les podía haber conferido si le hubieran solicitado que fuera su huésped(Los Hechos de los Apóstoles, pág. 432).
Podemos maravillamos de este trato descortés hacia la Majestad del cielo; pero cuán frecuentemente somos nosotros, los que profesamos ser seguidores de Cristo, culpables de un descuido similar. ¿Le pedimos a Jesús que haga su morada en nuestros corazones y en nuestros hogares? Él está lleno de amor, de gracia, de bendición, y está listo para concedernos estos dones; pero, a semejanza de los samaritanos, muchas veces nos contentamos sin ellos(The Sanctified Life, pág. 58).

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