“‘El que entra
por la puerta, el pastor de
las ovejas es.’ Cristo es la
puerta y también el pastor. Él entra por sí mismo. Es por su propio sacrificio como llega a ser pastor de las ovejas. ‘A
éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz: y a sus ovejas llama por nombre, y
las saca. Y como ha sacado fuera todas
las propias, va delante de ellas;
y las ovejas le siguen, porque conocen su voz’” (El Deseado de Todas las Gentes,
pág. 444).
PROFECÍAS CONCERNIENTES AL PASTOR DIVINO
1. ¿Cómo se presenta Jesús a sí mismo? ¿Cuál es
su misión? Juan 10:11.
Yo soy el
buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.
“Cristo, el gran ejemplo para todos
los predicadores, se compara a un
pastor. ‘YO SOY el buen
pastor: Declara Él – el buen
pastor su vida da por las ovejas. Yo
soy el buen pastor; y conozco
mis ovejas, y las mías me conocen. Como el Padre me conoce, y yo conozco al
Padre; y pongo mi vida por las ovejas.’ Como
un pastor terreno conoce sus ovejas, así conoce el Pastor divino su grey que
está dispersa por todo el mundo. ‘Vosotras, ovejas mías, ovejas de mi
pasto, hombres sois, y yo vuestro Dios, dice el Señor Jehová’” (Obreros
Evangélicos, pág. 189).
“‘Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi
vida, para volverla a tomar.’ Es decir, mi Padre os ama tanto, que me ama aun más porque doy mi vida para
redimiros. Al hacerme vuestro substituto y fiador, mediante la entrega
de mi vida, tomando vuestras obligaciones, vuestras transgresiones, se encarece
el amor de mi Padre hacia mí” (El Deseado de Todas las Gentes, págs. 447,
448).
2. ¿Quién profetizó en el Antiguo Testamento
acerca del Pastor divino? Isaías
40:11; Salmo 23:1.
Como
pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién
paridas. Jehová es mi pastor; nada me
faltará.
“El profeta Isaías había aplicado esta figura
a la misión del Mesías, en las alentadoras palabras: ‘Súbete sobre un monte alto, anunciadora de
Sión; levanta fuertemente tu voz, anunciadora en Jerusalén; levántala, no temas; di a las ciudades de
Judá: ¡Veis aquí el Dios vuestro!... Como
pastor apacentará su rebaño; en su brazo cogerá los corderos, y en su seno los
llevará.’ David había cantado:
‘Jehová es mi pastor; nada me faltará.’
El Espíritu Santo había declarado por Ezequiel:
‘Y despertaré sobre ellas un pastor,
y Él las apacentará.’ ‘Yo
buscaré la perdida, y tornaré la amontada, y ligaré la perniquebrada, y corroboraré la enferma.’ ‘Y estableceré con ellos pacto de paz.’
‘Y no serán más presa de las gentes,…
sino que habitarán seguramente, y no habrá quien espante’” (El Deseado de Todas las Gentes,
pág. 442).
EL PASTOR Y LA PUERTA DEL REDIL
3. ¿Cómo explica Jesús, el Pastor divino, que
también es la puerta del redil? Juan
10:9.
Yo soy la
puerta; el
que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.
“Cristo es la puerta del redil de Dios.
Por esta puerta todos sus hijos, desde
los más remotos tiempos, han hallado entrada. En Jesús, como estaba
presentado en los tipos, prefigurado en los símbolos, manifestado en la
revelación de los profetas, revelado en las lecciones dadas a sus discípulos, y
en los milagros obrados en favor de los hijos de los hombres, ellos han
contemplado al ‘Cordero de Dios, que
quita el pecado del mundo,’ y por
Él son introducidos en el redil de su gracia. Se han presentado muchos
otros objetos de fe en el mundo; se han ideado ceremonias y sistemas por los
cuales los hombres esperan recibir justificación y paz para con Dios, y hallar
así entrada en su redil. Pero la
única puerta es Cristo, y todos
los que han interpuesto alguna otra cosa para que ocupe el lugar de Cristo,
todos los que han procurado entrar en
el redil de alguna otra manera, son ladrones y robadores” (El
Deseado de Todas las Gentes, pág. 443).
4. ¿Es animador saber que Jesucristo conoce su
rebaño? Ezequiel 34:31; Isaías
43:1; 49:16, primera parte.
Y vosotras,
ovejas mías, ovejas de mi pasto,
hombres sois, y yo vuestro Dios, dice
Jehová el Señor. Ahora, así dice
Jehová, Creador tuyo, oh Jacob,
y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú. He aquí que
en las palmas de las manos te tengo esculpida.
“Como un pastor terrenal conoce sus
ovejas, así el divino Pastor conoce su rebaño, esparcido por el mundo. ‘Y vosotras,
ovejas mías, ovejas de mi pasto, hombres sois, y yo vuestro Dios, dice el Señor
Jehová.’ Jesús dice: ‘Te puse
nombre, mío eres tú.’ ‘He aquí que en las palmas te tengo esculpida.’ “Jesús nos conoce individualmente, y se
conmueve por el sentimiento de nuestras flaquezas. Nos conoce a todos por nombre. Conoce la casa en que vivimos, y el nombre de cada ocupante. Dio a veces instrucciones a sus siervos
para que fueran a cierta calle en cierta ciudad, a tal casa, para hallar a una
de sus ovejas” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 444).
LA PREOCUPACIÓN DEL PASTOR
5. Sí nos descarriamos, ¿qué hará el Pastor
divino? Lucas 15:4; 19:10.
¿Qué hombre de
vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y
nueve en el desierto, y va
tras la que se perdió, hasta
encontrarla? Porque el Hijo
del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
“Pero en la
parábola de la oveja perdida, Cristo enseña que la salvación no se debe a nuestra búsqueda de Dios, sino
a su búsqueda de nosotros. ‘No
hay quien entienda, no hay quien busque a Dios; todos se apartaron’. No nos arrepentimos para que Dios nos
ame, sino que Él nos revela su amor para que nos arrepintamos.… “La oveja que se ha descarriado del redil es
la más impotente de todas las criaturas. El pastor debe buscarla, pues ella no puede encontrar el camino de
regreso. Así también el alma que
se ha apartado de Dios, es tan impotente como la oveja perdida, y si el amor divino no hubiera ido en su
rescate, nunca habría encontrado su camino hacia Dios.… Hace todos los esfuerzos posibles por
encontrar esa sola oveja perdida.… Al fin es recompensado su esfuerzo; encuentra la perdida.” (Palabras
de Vida del Gran Maestro, págs. 148, 146, 147).
6. Así como bala alegremente la oveja perdida al
ser encontrada por el pastor, ¿qué ocurre en el cielo cuando un alma perdida es
encontrada? Lucas 15:7.
Os digo
que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa
y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.
“‘Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había
perdido’ (Luc. 15:6). Así también, cuando
un extraviado es encontrado por el gran Pastor de las ovejas, los ángeles celestiales responden a la
nota de gozo del Pastor. Cuando
el perdido es encontrado, el cielo y la tierra se unen en agradecimiento y
regocijo. ‘Habrá más gozo en el
cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no
necesitan de arrepentimiento’ (Luc. 15:7)” (Mensajes Selectos, tomo 1, pág.
398).
BUSCANDO LA OVEJA PERDIDA
7. El propósito de Jesús es reunir su rebaño.
¿Estamos dispuestos a trabajar con Él para buscar, también otras
ovejas–perdidas y descarriadas? ¿Qué mensaje podemos darles? Juan 10:16; Isaías 56:8.
También tengo
otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor. Dice Jehová el Señor, el
que reúne a los dispersos de Israel: Aún juntaré sobre él a sus congregados.
“¿A cuántos de los errantes, tú, lector,
has buscado y llevado de vuelta al redil? Cuando te apartas de los que no parecen promisorios ni atractivos, ¿te
das cuenta de que estás descuidando las almas que está buscando Cristo? En el preciso momento en que te apartas
de ellos, quizá es cuando necesiten más de tu compasión. En cada reunión de culto, hay almas que
anhelan descanso y paz. Quizá parezca
que viven vidas descuidadas, pero no son insensibles a la influencia del
Espíritu Santo. Muchas de ellas
pueden ser ganadas para Cristo” (Palabras de Vida del Gran Maestro, pág.
150).
“Si Cristo dejó las noventa y nueve para
buscar y salvar a la oveja perdida, ¿podremos quedar justificados haciendo menos? ¿No es la omisión de trabajar como Cristo trabajó, de sacrificarse como
Él se sacrificó, una traición hecha a los cometidos sagrados, un insulto a Dios?”
(Joyas
de los Testimonios, tomo 2, pág. 375).
MEDITACIÓN
“¿Estáis
vosotros, los que veis este ejemplo, cooperando con el que está tratando de
salvar a los perdidos? ¿Sois
colaboradores con Cristo? ¿No
podéis soportar por su causa sacrificios, padecimientos y pruebas? Hay oportunidad de hacer bien a las
almas de los jóvenes y de los que yerran.
Si veis a alguno cuyas palabras o actitud demuestran que está separado de Dios,
no le culpéis. No es obra vuestra
condenarle, sino acercaros a su lado para darle ayuda. Considerad la
humildad de Cristo, su mansedumbre y sumisión, obrad como Él obró, con el
corazón lleno de ternura santificada” (Joyas de los Testimonios, tomo 2, pág.
408).
ESTUDIO PERSONAL
“Recordemos que
Jesús nos conoce individualmente, y se compadece de nuestras flaquezas.
Conoce las necesidades de cada una de
sus criaturas, y la pena oculta e inexpresada de cada corazón. Si se perjudica a uno de los pequeñuelos
por los cuales murió, lo ve y pedirá cuenta al ofensor. Jesús es el buen Pastor. Él se interesa por sus ovejas débiles,
enfermizas y errabundas. Las conoce a todas por nombre. La angustia de cada oveja y de cada
cordero de su rebaño conmueve su corazón de amor y simpatía; y llega a
su oído el clamor que pide ayuda” (Joyas de los Testimonios, tomo 2, pág.
115).
“Gracias a Dios,
Él no ha presentado a nuestra imaginación el cuadro de un pastor que regresa
dolorido sin la oveja. La
parábola no habla de fracaso, sino de éxito y gozo en la recuperación.
Aquí está la garantía divina de que no es descuidada o dejada al desamparo ni
aun una de las ovejas descarriadas del aprisco de Dios. Cristo rescatará del
hoyo de la corrupción y de las zarzas del pecado a todo el que tenga el deseo
de ser redimido” (Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 147).
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