Tú
que decidiste entregarte al señor,
prosigue
no te rindas te lo pido por favor,
es
fácil renunciar y seguir nuestra labor,
pero
es difícil regresar, con nuestro redentor.
Los
obstáculos que a diario, nos presenta el tentador,
pero
si hoy nos alejamos de nuestro redentor,
viviremos
un infierno, un mundo de terror.
Recordemos
que con Cristo, nuestro guiador,
todas
nuestras metas, lograremos con honor,
para
ti, que hoy te encuentras, muy falto de valor
el
desea convertirte en un joven triunfador.
Jóvenes
miremos, nuestro alrededor,
vivimos
en un mundo, lleno de rencor,
despertemos
y luchemos, con mucho fervor,
ante
el enemigo, por nuestro rey, señor.
Disfrutemos
de esta etapa, de gran esplendor,
para
trabajar, en la obra del señor,
antes
de que lleguen, los días de pavor,
que
arrepentirnos no podremos ante el salvador.
(Rosa
Beatriz Moreno Dávalos)
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