INTRODUCCIÓN
- Era posible para Adán, antes de la caída, conservar un carácter justo mediante la obediencia a la ley de Dios.
- Más no lo hizo, y por causa de su caída tenemos una naturaleza pecaminosa y no podemos hacernos justos a nosotros mismos.
- Puesto que somos pecadores y malos, no podemos obedecer perfectamente una ley santa.
- No tenemos por nosotros mismos justicia con que cumplir lo que la ley de Dios demanda. [1].
I.
TRANSGRESIÓN
DE LA LEY DE DIOS
- Adán y Eva se persuadieron de que un asunto tan pequeño como comer del fruto del árbol prohibido no podría resultar en una consecuencia tan terrible como Dios había declarado. Ro. 5:12.
- Pero ese asunto pequeño era el pecado, la transgresión de la inmutable y santa ley de Dios y abría las compuertas de la muerte y de indecibles penalidades para nuestro mundo. 1 Jn. 3:4.
- No estimemos al pecado como algo trivial. [2].
- El pecado es deslealtad a Dios, y merece castigo. [3].
II.
TRANSGRESIÓN
DE LA LEY DE LA NATURALEZA
- Cuando Adán vio las primeras señales de decadencia en la naturaleza, cuando cayeron las hojas y se marchitaron las flores, se lamentó mucho más de lo que los hombres en la actualidad se lamentan por causa de sus muertos. Gn. 3:16-19.
- Las flores marchitas no eran la mayor causa de su pena, por ser más tiernas y delicadas, sino los altos, nobles y robustos árboles que perdían sus hojas y se deterioraban; eran para él un preanuncio de la destrucción general de la hermosa naturaleza que Dios había creado para que beneficiara especialmente al hombre. [4].
- La atmósfera, de temperatura antes tan suave y uniforme, estaba ahora sujeta a grandes cambios, y misericordiosamente, el Señor les proveyó de vestidos de pieles para protegerlos de los extremos del calor y del frío. [5]. Gn. 3:21.
- El aire que hasta entonces había sido de temperatura suave y uniforme pareció enfriar los cuerpos de la culpable pareja.
- El amor y la paz que habían disfrutado desapareció, y en su lugar sintieron el remordimiento por el pecado, el temor al futuro y la desnudez del alma. Gn. 3:8-14.
- El manto de luz que los había cubierto desapareció, y para reemplazarlo hicieron delantales; porque no podían presentarse desnudos a la vista de Dios y los santos ángeles. [6].
CONCLUSIÓN
- ¿Qué era posible para Adán antes de su caída?
- ¿Qué era ese asunto considerado pequeño que trajo consigo penalidades y muerte?
- ¿Qué pasó cuando Adán vio las primeras señales de decadencia en la naturaleza, cuando cayeron las hojas y se marchitaron las flores?
- La atmósfera, de temperatura antes tan suave y uniforme ¿Ahora a qué estaba sujeta?
[1] CC, Pág. 62.
[2] A Fin de Conocerle, Pág. 17.
[3] Alza Tus Ojos, Pág. 377.
[4] HR, Pág. 58.
[5] PP, Pág. 47.
[6] PP, Pág. 41.
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