“Nubes y oscuridad alrededor de Él; justicia
y juicio son el cimiento de su trono” Salmo 97:2.
ATRIBUTOS DEL AMOR
1.
¿Cuáles son dos de los atributos del amor de Dios? Salmo 97:2; Proverbios
21:3.
Nubes y oscuridad alrededor de
él; Justicia y juicio son el
cimiento de su trono. Hacer
justicia y juicio es a Jehová. Más agradable que sacrificio.
“La
ley de Dios es tan santa como Él mismo. Es la revelación de su voluntad, el
reflejo de su carácter, y la expresión de su amor y sabiduría…
Al hombre, obra maestra de la creación, Dios le dio la facultad de comprender
sus requerimientos, para que reconociese la justicia y la benevolencia de su
ley y su sagrado derecho sobre él; y del hombre se exige una respuesta
obediente” (Patriarcas y Profetas, págs. 34, 35).
“Su
propósito [de Cristo] era reconciliar las prerrogativas de la justicia y la
misericordia, y que cada una quedara separada en su dignidad, y sin
embargo unidas. Su misericordia no era debilidad, sino un terrible poder para
castigar el pecado porque es pecado y, sin embargo, un poder para atraer hacia
Él el amor de la humanidad. La justicia puede perdonar mediante Cristo
sin sacrificar una jota de su excelsa santidad” (Comentario Bíblico Adventista,
tomo 7, pág. 935).
2.
Aunque en ocasiones la justicia y la misericordia parecen ser contrarias,
¿cómo reconcilia Dios la aparente contradicción? Isaías 30:18; Salmo 30:5.
Por tanto, Jehová esperará para tener piedad de
vosotros, y por tanto, será exaltado teniendo de vosotros
misericordia; porque Jehová es Dios justo;
bienaventurados todos los que confían en él. Porque un momento será su ira, Pero su favor dura toda la vida. Por la
noche durará el lloro, Y a la mañana vendrá la alegría.
“Así como el
arco en las nubes resulta de la unión de la luz del sol con las gotas de lluvia,
el
arco iris que rodea el trono representa el poder combinado de la misericordia y
la justicia. No sólo la justicia debe ser mantenida; si así fuera,
se eclipsaría la gloria del arco de la promesa sobre el trono; el hombre sólo
vería la pena requerida por la ley. Si no hubiera justicia, si no hubiera
castigo, no habría estabilidad en el gobierno de Dios.
La
salvación llega a ser plena y completa debido a la amalgama del juicio y la
misericordia. Es la combinación de estos dos elementos lo
que nos induce a exclamar, a la vista del Redentor del mundo y de la ley de
Jehová: ‘Tu benignidad me ha engrandecido’ (2 Sam. 22: 36)” (Comentario
Bíblico Adventista, tomo 6, págs. 1071, 1072).
“Al
procurar administrar justicia, recordad que ella tiene una gemela que es la
misericordia. Las dos están lado a lado y no debieran ser separadas” (La
Conducción del Niño, pág. 245).
“… Siempre
debe recordarse que la firmeza y la justicia tienen una hermana que es la
misericordia” (Christian Education, pág. 25).
EL ENCUENTRO DE LA MISERICORDIA Y LA
JUSTICIA
3. ¿Qué muestra la ilustración del arco iris en cuanto a cómo y cuándo se
encuentran la justicia y la misericordia de Dios? Génesis 9:13; Apocalipsis
4:3; Salmo 85:10.
Mi arco he puesto en las nubes, el cual será
por señal del pacto entre mí y la tierra. Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a
piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un arco iris,
semejante
en aspecto a la esmeralda. La misericordia y la verdad se
encontraron; La justicia y la paz se besaron.
“En el
arco iris que se extiende sobre el trono hay un testimonio eterno de que ‘de
tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que
todo aquel que en Él cree, no se pierda...’. Siempre que se presente la ley
ante la gente, que el maestro de la verdad señale al trono cubierto con el arco iris de
la promesa, la justicia de Cristo. La gloria de la Ley es Cristo.
Él vino a magnificar la ley y a hacer la honrosa. Preséntese con claridad que
la misericordia y la paz se han encontrado en Cristo, y que se han abrazado la
justicia y la verdad...
““Mirad
el letrero escrito sobre la cruz. El Señor lo dispuso. Escrito
en hebreo, griego y latín, era una invitación para que vinieran todos: judíos y
gentiles, bárbaros y escitas, siervos y libres, desesperanzados, desvalidos y
desfallecientes. Cristo ha anulado el poder de Satanás.
Se aferró de las columnas del reino de Satanás y pasó a través del conflicto
destruyendo al que tenía el imperio de la muerte. Entonces se abrió un camino por el cual
podían encontrarse la misericordia y la verdad y podían besarse la justicia y
la paz” (Comentario Bíblico Adventista, tomo 5, págs. 1107, 1108).
4.
¿Cómo se reconcilian la justicia y la misericordia en la ley de Dios y la
redención? Isaías 51:4; Romanos 7:12.
Estad atentos a mí, pueblo mío, y oídme, nación mía;
porque de mí saldrá la ley, y mi justicia para luz de los pueblos. De
manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno.
“La
mezcla de juicio y misericordia es lo que hace la salvación plena y completa.
La
combinación de los dos es lo que nos induce, a medida que contemplamos al Redentor
del mundo y la ley de Jehová, a exclamar: ‘Tu benignidad me ha
engrandecido’. Sabemos que el Evangelio es un sistema perfecto y completo
que revela la inmutabilidad de la ley de Dios. Inspira el corazón con
esperanza y con amor hacia Dios. La misericordia nos invita a entrar por las
puertas en la ciudad de Dios, y la justicia es inmolada para conceder a
cada alma obediente plenos privilegios como miembro de la familia real, hijo
del Rey celestial” (Comentario Bíblico Adventista, tomo 6, págs. 1071, 1072).
“La única
definición del pecado es la que da la Palabra de Dios: ‘El pecado es
transgresión de la ley;’ es la manifestación exterior de un principio en pugna
con la gran ley de amor que es el fundamento del gobierno divino” (El
Conflicto de los Siglos, pág. 547).
VOLUNTAD LIBRE
5.
¿Por qué concedió Dios una voluntad libre al ser humano? ¿Cuál es la relación
entre la ley y la libertad? Deuteronomio 30:19, segunda parte; Santiago 1:25;
2:12.
Os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y
la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia. Mas el que mira atentamente en la perfecta
ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor
olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en
lo que hace. Así hablad, y así haced, como los que habéis de ser
juzgados por la ley de la libertad.
“Dios
tenía poder para retener a Adán impidiéndole tocar el fruto prohibido;
pero si
lo hubiese hecho, Satanás hubiera tenido un asidero para acusar de arbitrario
el gobierno de Dios. El hombre no hubiera sido un ser moral
libre, sino una mera máquina.
“Pero no es
así como los profetas y los apóstoles consideraron la santa ley de Dios. David
dice: ‘Y andaré con libertad, porque he buscado tus preceptos.’ (Salmo
119: 45, V.M.) El apóstol Santiago, que escribió después de la muerte de
Cristo, habla del Decálogo como de la ‘ley real,’ y de la ‘ley perfecta, la ley de
libertad.’ (Santiago 2: 8; 1: 25, V.M.)
Y el
vidente de Patmos, medio siglo después de la crucifixión, pronuncia una
bendición sobre los ‘que guardan sus mandamientos, para que su potencia sea en
el árbol de la vida, y que entren por las puertas en la ciudad.’ (Apocalipsis
22: 14)” (El Conflicto de los Siglos, pág. 519).
“La
ley de Dios que Satanás vituperó como yugo de servidumbres será honrada como
ley de libertad. Después de haber pasado por tal prueba y
experiencia, la creación no se desviará jamás de la sumisión a Aquel que se dio
a conocer en sus obras como Dios de amor insondable y sabiduría infinita” (El
Conflicto de los Siglos, pág. 558).
6.
¿Cómo se relaciona la ley Dios con la felicidad de la humanidad? Salmo
119:165-167.
Mucha
paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo. Tu
salvación he esperado, oh Jehová, Y tus mandamientos he puesto por obra. Mi alma ha guardado tus testimonios, Y los he amado en gran manera.
“Siendo la
ley del amor el fundamento del gobierno de Dios, la
felicidad de todos los seres inteligentes depende de su perfecto acuerdo con
los grandes principios de justicia de esa ley. Dios desea de todas sus
criaturas el servicio que nace del amor, de la comprensión y del aprecio de su
carácter. No halla placer en una obediencia forzada,
y otorga
a todos libre albedrío para que puedan servirle voluntariamente”
(Patriarcas
y Profetas, pág. 13; Ver también El Conflicto de los Siglos, pág. 547).
7. ¿Continúa Dios, quien concedió voluntad libre a todos, otorgándola al ir
completando el plan de redención? Josué 24:15, segunda parte; Apocalipsis
22:17; Salmo 119:47.
Nunca tal acontezca, que dejemos a Jehová para servir a otros dioses. Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven.
Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del
agua de la vida gratuitamente. Y me regocijaré en tus
mandamientos, Los cuales he amado.
“En la
obra de la redención no hay compulsión (obligación). No se emplea ninguna
fuerza exterior. Bajo la influencia del Espíritu de Dios, el hombre está
libre para elegir a quien ha de servir.
En el
cambio que se produce cuando el alma se entrega a Cristo, hay
la más completa sensación de libertad. La expulsión del pecado es obra
del alma misma. Por cierto, no tenemos poder para librarnos a nosotros
mismos del dominio de Satanás; pero cuando deseamos ser libertados del pecado,
y en nuestra gran necesidad clamamos por un poder exterior y superior a
nosotros, las facultades del alma quedan dotadas de la fuerza divina del
Espíritu Santo y obedecen los dictados de la voluntad, en cumplimiento de la
voluntad de Dios” (El Deseado de Todas las Gentes, págs. 431, 432).
“Dios
no utiliza medidas coercitivas; el agente que emplea para
expulsar el pecado del corazón es el amor. Mediante él, convierte
el orgullo en humildad, y la enemistad y la incredulidad, en amor y fe”
(El
Discurso Maestro de Jesucristo, pág. 67).
8.
¿Qué utilizará Dios para cumplir su plan de salvación? Salmo 119:97;
Jeremías 31:3.
¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación. Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con
amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.
“La
historia del gran conflicto entre el bien y el mal, desde que principió en el
cielo hasta el final abatimiento de la rebelión y la total extirpación del
pecado, es también una demostración del inmutable amor de Dios” (Patriarcas
y Profetas, pág. 11).
“Su
[el amor] naturaleza es difundirse, y obrar en forma tranquila,
aunque en su propósito es poderoso para vencer grandes males. Su influencia
enternece y transforma, y al apoderarse de la vida de los pecaminosos afecta su
corazón aun cuando ningún otro medio haya tenido éxito…. Jesús fue el Príncipe de paz.
Vino
al mundo para poner en sujeción a sí mismo la resistencia y la autoridad.
Podía
disponer de sabiduría y fortaleza, pero los medios que empleó para vencer el
mal, fueron la sabiduría y la fuerza del amor” (Joyas de los Testimonios, tomo
1, pág. 208).
REPASO Y MEDITACIÓN
·
¿Cómo se puede categorizar el amor de Dios?
·
¿Dónde se reconcilian los atributos de la
justicia y la misericordia?
·
¿Por qué Dios concedió libre albedrio a la
humanidad?
Lección 02 - Justicia y Misericordia
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