miércoles, 18 de abril de 2012

03 | El hombre transformado por Dios


“Y el varón le dijo: ‘No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido’Génesis 32:28.

JACOB EN SU ESTADO NATURAL
1.   ¿Qué sabemos de la condición natural de Jacob? 1 Corintios 2:14 ¿Qué idea nos hacemos de él  al ver como se disfrazó ante su padre para recibir la bendición? Génesis 27:24-29.
Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. Y dijo: ¿Eres tú mi hijo Esaú? Y Jacob respondió: Yo soy. Dijo también: Acércamela, y comeré de la caza de mi hijo, para que yo te bendiga; y Jacob se la acercó, e Isaac comió; le trajo también vino, y bebió. Y le dijo Isaac su padre: Acércate ahora, y bésame, hijo mío. Y Jacob se acercó, y le besó; y olió Isaac el olor de sus vestidos, y le bendijo, diciendo: Mira, el olor de mi hijo, Como el olor del campo que Jehová ha bendecido; Dios, pues, te dé del rocío del cielo, Y de las grosuras de la tierra, Y abundancia de trigo y de mosto. Sírvanle pueblos, Y naciones se inclinen a ti; Sé señor de tus hermanos, Y se inclinen ante ti los hijos de tu madre. Malditos los que te maldijeren, Y benditos los que te bendijeren. 
Jacob y Rebeca triunfaron en su propósito, pero por su engaño no se granjearon más que tristeza y aflicción. Dios había declarado que Jacob debía recibir la primogenitura y si hubiesen esperado con confianza hasta que Dios obrara en su favor, la promesa se habría cumplido a su debido tiempo. Pero, como muchos que hoy profesan ser hijos de Dios, no quisieron dejar el asunto en las manos del Señor. Rebeca se arrepintió amargamente del mal consejo que había dado a su hijo; pues fue la causa de que quedara separada de él y nunca más volviera a ver su rostro(Patriarcas y Profetas, pág. 179).

2.   ¿Cuáles fueron las consecuencias de su mentira al salir de la tierra prometida? Génesis 27:41, 43; Génesis 29:11, 25; 31:41
Y aborreció Esaú a Jacob por la bendición con que su padre le había bendecido, y dijo en su corazón: Llegarán los días del luto de mi padre, y yo mataré a mi hermano Jacob. Ahora pues, hijo mío, obedece a mi voz; levántate y huye a casa de Labán mi hermano en Harán. Y Jacob besó a Raquel, y alzó su voz y lloró. Venida la mañana, he aquí que era Lea; y Jacob dijo a Labán: ¿Qué es esto que me has hecho? ¿No te he servido por Raquel? ¿Por qué, pues, me has engañado?. Así he estado veinte años en tu casa; catorce años te serví por tus dos hijas, y seis años por tu ganado, y has cambiado mi salario diez veces
Había sido fugitivo sin hogar, separado de su madre a quien nunca volvió a ver; trabajó siete años por la que amó, sólo para ser vilmente defraudado; trabajó veinte años al servicio de un pariente codicioso y rapaz; vio aumentar su riqueza y crecer a sus hijos en su derredor, pero halló poco regocijo en su contenciosa y dividida familia; se sintió dolorido por la vergüenza de su hija, por la venganza de los hermanos de ésta, por la muerte de Raquel, por el monstruoso delito de Rubén, por el pecado de Judá, por el cruel engaño y la malicia perpetrada en José. ¡Cuán negra y larga es la lista de iniquidades expuestas a la vista! Vez tras vez había cosechado el fruto de aquella primera mala acción(Patriarcas y Profetas, pág. 242).

3. ¿Por qué Dios no desechó a Jacob? Salmo 34:6. En su serio conflicto de conciencia, ¿qué experiencia tuvo viajando al extranjero en búsqueda de refugio? Génesis 28:12, 13, 20, 21.
Este pobre clamó, y le oyó Jehová, Y lo libró de todas sus angustias. Y soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella. Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia. E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir, y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios
Las tinieblas de la desesperación oprimían su alma, y apenas se atrevía a orar. Sin embargo estaba tan completamente solo que sentía como nunca antes la necesidad de la protección de Dios. Llorando y con profunda humildad, confesó su pecado, y pidió que se le diera alguna evidencia de que no estaba completamente abandonado. Pero Dios no abandonó a Jacob. Su misericordia alcanzaba todavía a su errante y desconfiado siervo. Compasivamente el Señor reveló a Jacob precisamente lo que necesitaba: un Salvador(Conflicto y Valor, pág. 64).
“Sin embargo, la historia de Jacob es una promesa de que Dios no desechará a los que fueron arrastrados al pecado, pero que se han vuelto al Señor con verdadero arrepentimiento. Por la entrega de sí mismo y por su confiada fe, Jacob alcanzó lo que no había podido alcanzar con su propia fuerza(Patriarcas y Profetas, pág. 201).

EL CAMBIO DE NOMBRE
4. ¿Qué significado tiene el nombre “Jacob”? Génesis 27:36. ¿Qué significa el nombre “Israel” y por qué debía llamarse así? Génesis 32:24, 26-28.
Y Esaú respondió: Bien llamaron su nombre Jacob, pues ya me ha suplantado dos veces: se apoderó de mi primogenitura, y he aquí ahora ha tomado mi bendición. Y dijo: ¿No has guardado bendición para mí? Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba. Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices. Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob. Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.
El significado del nombre “Jacob” es, “el que toma por el calcañar”, o “el que suplanta(Ver La Santa Biblia, versión Reina - Valera, revisión 1960, nota a Génesis 25:26).
En la crisis suprema de su vida, Jacob se apartó para orar. Lo dominaba un solo propósito: buscar la transformación de su carácter. Pero mientras suplicaba a Dios, un enemigo, según le pareció, puso sobre él su mano, y toda la noche luchó por su vida. Pero ni aun el peligro de perder la vida alteró el propósito de su alma. Cuando estaba casi agotada su fuerza, ejerció el Ángel su poder divino, y a su toque supo Jacob con quién había luchado. Herido e impotente, cayó sobre el pecho del Salvador, rogando que lo bendijera. ‘No te dejaré, si no me bendices’. Este espíritu de persistencia fue inspirado por Aquel con quien luchaba el patriarca. Fue Él también quien le dio la victoria y cambió su nombre, Jacob, por el de Israel, diciendo: ‘Porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido’(Discurso Maestro de Jesucristo, págs. 121, 122).

5.   ¿Cómo se puede recibir esta nueva naturaleza? 2 Pedro 1:4 ¿Cómo saber que la hemos recibido? Efesios 4:24.
Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia. Y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad
Cuando el corazón es limpiado de pecado, Cristo es entronizado en el lugar que una vez ocupaban la complacencia de sí mismo y el amor a las riquezas terrenales. La imagen de Cristo se ve en la expresión del rostro. La obra de santificación prosigue en el alma. Desaparece la justicia propia. Surge el nuevo hombre, quien es creado según Cristo en justicia y verdadera santidad (The Review and Herald, 9-11-1900)” (Consejos sobre Mayordomía Cristiana, pág. 32).
La mayor manifestación que hombres y mujeres pueden hacer de la gracia y poder de Cristo, se revela cuando el hombre natural llega a participar de la naturaleza divina y, por el poder que imparte la gracia de Cristo, vence la corrupción que existe en el mundo por la concupiscencia(Consejos para Maestros, Padres y Alumnos, pág. 238).

BENDICIONES PROMETIDAS Y RECIBIDAS
6.   ¿Cuáles fueron las grandes bendiciones que recibió Jacob al retornar a la tierra prometida? Génesis 33:4-10;  35:9-13.
Pero Esaú corrió a su encuentro y le abrazó, y se echó sobre su cuello, y le besó; y lloraron. Y alzó sus ojos y vio a las mujeres y los niños, y dijo: ¿Quiénes son éstos? Y él respondió: Son los niños que Dios ha dado a tu siervo. Luego vinieron las siervas, ellas y sus niños, y se inclinaron. Y vino Lea con sus niños, y se inclinaron; y después llegó José y Raquel, y también se inclinaron. Y Esaú dijo: ¿Qué te propones con todos estos grupos que he encontrado? Y Jacob respondió: El hallar gracia en los ojos de mi señor. Y dijo Esaú: Suficiente tengo yo, hermano mío; sea para ti lo que es tuyo. Y dijo Jacob: No, yo te ruego; si he hallado ahora gracia en tus ojos, acepta mi presente, porque he visto tu rostro, como si hubiera visto el rostro de Dios, pues que con tanto favor me has recibido. Apareció otra vez Dios a Jacob, cuando había vuelto de Padan-aram, y le bendijo. Y le dijo Dios: Tu nombre es Jacob; no se llamará más tu nombre Jacob, sino Israel será tu nombre; y llamó su nombre IsraelTambién le dijo Dios: Yo soy el Dios omnipotente: crece y multiplícate; una nación y conjunto de naciones procederán de ti, y reyes saldrán de tus lomos. La tierra que he dado a Abraham y a Isaac, la daré a ti, y a tu descendencia después de ti daré la tierra. Y se fue de él Dios, del lugar en donde había hablado con él. 
Jacob alcanzó la bendición que su alma había anhelado. Su pecado como suplantador y engañador había sido perdonado. La crisis de su vida había pasado. La duda, la perplejidad y los remordimientos habían amargado su existencia; pero ahora todo había cambiado; y fue dulce la paz de la reconciliación con Dios. Jacob ya no tenía miedo de encontrarse con su hermano. Dios, que había perdonado su pecado, podría también conmover el corazón de Esaú para que aceptase su humillación y arrepentimiento(Patriarcas y Profetas, págs. 197, 198).

7.   ¿Qué gran promesa es también dada para el pueblo de Dios del tiempo del fin? Jeremías 23:6 ¿Cuáles son las hermosas bendiciones para los vencedores? Apocalipsis 3:12.
En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este será su nombre con el cual le llamarán: Jehová, justicia nuestra. Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo
“La justicia es santidad, semejanza a Dios... La justicia es amor, y el amor es la luz y la vida de Dios. La justicia de Dios está personificada en Cristo. Al recibirlo, recibimos la justicia.
No se obtiene la justicia por conflictos penosos, ni por rudo trabajo, ni aun por dones o sacrificios; es concedida gratuitamente a toda alma que tiene hambre y sed de recibirla. ‘A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad, y comed... sin dinero y sin precio’. ‘Su justicia es de mí, dice Jehová’. ‘Este será su nombre con el cual le llamarán: JEHOVÁ, JUSTICIA NUESTRA’” (Discurso Maestro de Jesucristo, págs. 20, 21).
“Al declarar Dios el día y la hora de la venida de Jesús y conferir el sempiterno pacto a su pueblo, pronunciaba una frase y se detenía mientras las palabras de la frase retumbaban por toda la tierra. El Israel de Dios permanecía con la mirada fija en lo alto, escuchando las palabras según iban saliendo de labios de Jehová y retumbaban por toda la tierra con el estruendo de horrísonos truenos... Al final de cada frase los santos exclamaban: ‘¡Gloria! ¡Aleluya!’ Estaban sus semblantes iluminados por la gloria de Dios, y refulgían como el rostro de Moisés, al bajar del Sinaí…Y cuando Dios derramó la sempiterna bendición sobre quienes le habían honrado santificando el sábado, resonó un potente grito de victoria sobre la bestia y su imagen(Primeros Escritos, págs. 285, 286).

MEDITACIÓN
“Vosotros que con placer habláis de las faltas de otros, despertad y mirad dentro de vuestros corazones. Tomad vuestras Biblias e id a Dios en ferviente oración. Pedidle que os enseñe a conoceros a vosotros mismos, a comprender vuestras debilidades, vuestros pecados e inconsecuencias, a la luz de la eternidad. Pedidle que os muestre cómo aparecéis a la vista del cielo. Esto es una obra individual... En humildad enviad vuestra petición a Dios y no descanséis ni de día ni de noche hasta que podáis decir: Oíd lo que el Señor ha hecho por mí hasta que podáis dar un testimonio viviente y hablar de victorias ganadas” (En Lugares Celestiales, pág. 88).

Lección 03 - El hombre transformado por Dios

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