domingo, 3 de abril de 2011

15 | Soberbia y Humillación de Nabucodonosor



“…cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido” Lucas 14:11.

OTRO SUEÑO PROFÉTICO
1. ¿Qué  explicación dio el rey Nabucodonosor para escribir su testimonio? ¿Qué experimentó? Daniel 4:1-5.
Nabucodonosor rey, a todos los pueblos, naciones y lenguas que moran en toda la tierra: Paz os sea multiplicada. Conviene que yo declare las señales y milagros que el Dios Altísimo ha hecho conmigo. ¡Cuán grandes son sus señales, y cuán potentes sus maravillas! Su reino, reino sempiterno, y su señorío de generación en generaciónYo Nabucodonosor estaba tranquilo en mi casa, y floreciente en mi palacioVi un sueño que me espantó, y tendido en cama, las imaginaciones y visiones de mi cabeza me turbaron
“Más tarde, Nabucodonosor perdió de vista el noble concepto que tenía del propósito de  Dios  concerniente a las naciones. Sin embargo,  cuando su espíritu orgulloso fue humillado ante la multitud en la llanura de Dura, reconoció una vez más que el reino de Dios es sempiterno, y su señorío hasta generación y generación’….
“No es sorprendente que en su prosperidad un monarca tan ambicioso y orgulloso, se sintiera tentado a desviarse de la senda de la humildad, la única que lleva a la verdadera grandeza….
En su misericordia, Dios dio al rey otro sueño, para advertirle del riesgo que corría y del lazo que se le tendía para arruinarlo” (Profetas y Reyes, págs. 377, 378).

2.   ¿Quiénes fueron convocados para explicar el sueño? ¿Quién solamente podía explicarlo? Daniel 4:6-9.
Por esto mandé que vinieran delante de mí todos los sabios de Babilonia, para que me mostrasen la interpretación del sueño. Y vinieron magos, astrólogos, caldeos y adivinos, y les dije el sueño, pero no me pudieron mostrar su interpretación, hasta que entró delante de mí Daniel, cuyo nombre es Beltsasar, como el nombre de mi dios, y en quien mora el espíritu de los dioses santos. Conté delante de él el sueño, diciendo: Beltsasar, jefe de los magos, ya que he entendido que hay en ti espíritu de los dioses santos, y que ningún misterio se te esconde, declárame las visiones de mi sueño que he visto, y su interpretación
“Muy perturbado por el sueño, que era evidentemente una predicción de cosas adversas, el rey lo relató a los ‘magos, astrólogos, caldeos, y adivinos;’ pero, aunque el sueño era muy explícito, ninguno de los sabios pudo interpretarlo.
Una vez más, en esa nación idólatra, debía atestiguarse el hecho de que únicamente los que aman y temen a Dios pueden comprender los misterios del reino de los cielos. En su perplejidad, el rey mandó llamar a su siervo Daniel, hombre estimado por su integridad, constancia y sabiduría sin rival” (Profetas y Reyes, pág. 380).

UNA EXPLICACIÓN PERSONAL
3.  ¿Qué reveló el Señor al rey en el segundo sueño? ¿Qué impresión causó en Daniel el sueño que le explicó Nabucodonosor? Daniel 4:10-19.
Me parecía ver en medio de la tierra un árbol, cuya altura era grandeCrecía este árbol, y se hacía fuerte, y su copa llegaba hasta el cielo, y se le alcanzaba a ver desde todos los confines de la tierraSu follaje era hermoso y su fruto abundante, y había en él alimento para todos. Debajo de él se ponían a la sombra las bestias del campo, y en sus ramas hacían morada las aves del cielo, y se mantenía de él toda carne. He aquí un vigilante y santo descendía del cielo. Y clamaba fuertemente y decía así: Derribad el árbol, y cortad sus ramas, quitadle el follaje, y dispersad su fruto; váyanse las bestias que están debajo de él, y las aves de sus ramasMas la cepa de sus raíces dejaréis en la tierra, con atadura de hierro y de bronce entre la hierba del campo; sea mojado con el rocío del cielo, y con las bestias sea su parte entre la hierba de la tierraSu corazón de hombre sea cambiado, y le sea dado corazón de bestia, y pasen sobre él siete tiemposLa sentencia es por decreto de los vigilantes, y por dicho de los santos la resolución, para que conozcan los vivientes que el Altísimo gobierna el reino de los hombres, y que a quien él quiere lo da, y constituye sobre él al más bajo de los hombres. Entonces Daniel, cuyo nombre era Beltsasar, QUEDÓ ATÓNITO CASI UNA HORA, y sus pensamientos lo turbaban. El rey habló y dijo: Beltsasar, no te turben ni el sueño ni su interpretación. Beltsasar respondió y dijo: Señor mío, el sueño sea para tus enemigos, y su interpretación para los que mal te quieren
Sufrieron los magos una humillación aun mayor que la narrada en el segundo capítulo. En aquella oportunidad, se jactaron de que si tan sólo conocieran el sueño podrían revelar su interpretación. En esta ocasión, Nabucodonosor recordaba distintamente el sueño y se lo relató, pero sus magos volvieron a fracasar ignominiosamente. No pudieron dar a conocer la interpretación, y nuevamente el rey se dirigió al profeta de Dios” (Uriah Smith, Las Profecías de Daniel y el Apocalipsis, pág. 62).
Para Daniel el significado del sueño era claro, y le alarmó….
“El profeta comprendía que Dios le imponía el deber de revelar a Nabucodonosor el castigo que iba a caer sobre él por causa de su orgullo y arrogancia…. y aunque su terrible significado le había hecho vacilar en mudo asombro, sabía que debía declarar la verdad, cualesquiera que fuesen las consecuencias para sí” (Profetas y Reyes, pág. 380).

4.   ¿Cómo explicó Daniel el significado del sueño? ¿Qué urgente consejo dio al rey? Daniel 4:20-27.
El árbol que viste, que crecía y se hacía fuerte, y cuya copa llegaba hasta el cielo, y que se veía desde todos los confines de la tierra, cuyo follaje era hermoso, y su fruto abundante, y en que había alimento para todos… tú mismo eres, oh rey, que creciste y te hiciste fuerte, pues creció tu grandeza y ha llegado hasta el cielo, y tu dominio hasta los confines de la tierraEl vigilante y santo que descendía del cielo y decía: Cortad el árbol y destruidlo; mas la cepa de sus raíces dejaréis en la tierra, con atadura de hierro y de bronce en la hierba del campo; y sea mojado con el rocío del cielo, y con las bestias del campo sea su parte, hasta que pasen sobre él siete tiempos; esta es la interpretación, oh rey, y la sentencia del Altísimo, que ha venido sobre mi señor el rey: Que te echarán de entre los hombres, y con las bestias del campo será tu morada, y con hierba del campo te apacentarán como a los bueyes, y con el rocío del cielo serás bañado; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que conozcas que el Altísimo tiene dominio en el reino de los hombres, y que lo da a quien él quiere. Y en cuanto a la orden de dejar en la tierra la cepa de las raíces del mismo árbol, significa que tu reino te quedará firme, luego que reconozcas que el cielo gobierna. Por tanto, oh rey, acepta mi consejo: TUS PECADOS REDIME CON JUSTICIA, Y TUS INIQUIDADES HACIENDO MISERICORDIAS PARA CON LOS OPRIMIDOS, PUES TAL VEZ SERÁ ESO UNA PROLONGACIÓN DE TU TRANQUILIDAD. 

“Nabucodonosor había relatado minuciosamente el sueño, y tan pronto como Daniel le comunicó que el sueño se  le aplicaba, quedó evidente que el rey había pronunciado su propia sentencia. La interpretación que sigue es tan clara que no necesita explicación.
Los castigos con que se le amenazaba eran condicionales. Habían de enseñar al rey ‘que el señorío es en los cielos,’ pero la palabra ‘cielos’ significa aquí Dios, el gobernante de los cielos. Daniel aprovechó la ocasión para dar al rey algunos consejos con respecto al juicio que le amenazaba. Pero no le acusó con espíritu duro ni lo censuró. LA BONDAD Y LA PERSUASIÓN fueron las armas que decidió emplear: ‘APRUEBA MI CONSEJO’” (Uriah Smith, Las Profecías de Daniel y el Apocalipsis, pág. 65).
“Habiendo interpretado fielmente el sueño, Daniel rogó al orgulloso monarca que se arrepintiese y se volviese a Dios, para que haciendo el bien evitase la calamidad que le amenazaba” (Profetas y Reyes, pág. 381).

UNA ADVERTENCIA OLVIDADA
5.  ¿Atendió el monarca el consejo? Poco después, ¿qué exclamó con orgullo? Daniel 4:28-30; 5:19, 20.
NO. Al cabo de doce meses, paseando en el palacio real de Babilonia, habló el rey y dijo: ¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad? Y por la grandeza que le dio, todos los pueblos, naciones y lenguas temblaban y temían delante de él. A quien quería mataba, y a quien quería daba vida; engrandecía a quien quería, y a quien quería humillaba. Mas cuando SU CORAZÓN SE ENSOBERBECIÓ, Y SU ESPÍRITU SE ENDURECIÓ EN SU ORGULLO, fue depuesto del trono de su reino, y despojado de su gloria. 
Por un tiempo la impresión que habían hecho la amonestación y el consejo del profeta fue profunda en el ánimo de Nabucodonosor; pero el corazón que no ha sido transformado por la gracia de Dios no tarda en perder las impresiones del Espíritu Santo. La complacencia propia y la ambición no habían sido desarraigadas todavía del corazón del rey, y más tarde volvieron a aparecer. A pesar de las  instrucciones que  le fueron dadas tan misericordiosamente, y a pesar de las advertencias que representaban las cosas que le habían sucedido antes, Nabucodonosor volvió a dejarse dominar por un espíritu de celos contra los reinos que iban a seguir. SU GOBIERNO, QUE HASTA ENTONCES HABÍA SIDO EN BUENA MEDIDA  JUSTO Y MISERICORDIOSO,  SE VOLVIÓ OPRESIVO. ENDURECIENDO  SU CORAZÓNusó los talentos que Dios le había dado para glorificarse a sí mismo, y para ensalzarse sobre el Dios que le había dado la vida y el poder.
El juicio de Dios se demoró durante meses; pero en vez de ser inducido al arrepentimiento por esta paciencia divina, el rey alentó su orgullo hasta perder confianza en la interpretación del sueño, y burlarse de sus  temores anteriores”  (Profetas y Reyes, págs. 381, 382).

UNA LECCIÓN PARA TODOS LOS TIEMPOS
6.  ¿Qué sucedió incluso antes que el rey finalizará de expresar su jactancia? ¿Con qué exactitud se cumplieron las palabras proféticas? Daniel 4:31-33.
Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando vino una voz del cielo: A ti se te dice, rey Nabucodonosor: El reino ha sido quitado de ti; y de entre los hombres te arrojarán, y con las bestias del campo será tu habitación, y como a los bueyes te apacentarán; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que reconozcas que el Altísimo tiene el dominio en el reino de los hombres, y lo da a quien él quiereEn la misma hora se cumplió la palabra sobre Nabucodonosor, y fue echado de entre los hombres; y comía hierba como los bueyes, y su cuerpo se mojaba con el rocío del cielo, hasta que su pelo creció como plumas de águila, y sus uñas como las de las aves
El hombre puede tener un intelecto brillante; puede ser rico en la posesión de dones naturales. Pero todos ellos le son dados por Dios, su Hacedor. Dios puede quitar el don de la razón, y en un momento el hombre quedará como Nabucodonosor, degradado al nivel de las bestias del campo. Dios hace esto porque el hombre procede como si su sabiduría y poder  los hubiera  recibido  independientemente de Dios” (Mensajes Selectos,  tomo 1, pág. 351).
Había llegado el momento en que Nabucodonosor había de quedar humillado. Una voz del cielo volvió a anunciar el castigo con que se le amenazaba, y la divina providencia prosiguió  inmediatamente a ejecutarlo. Perdió  la  razón. Ya no  le encantaron  la pompa y la gloria de su gran ciudad. Con el toque de su dedo, Dios le arrebató la capacidad de apreciarla y disfrutarla. Abandonó  las moradas de  los hombres, y buscó  refugio y compañía entre las bestias del campo” (Uriah Smith, Las Profecías de Daniel y el Apocalipsis, pág. 66).

7.  ¿Cuándo podría el Señor ayudar de nuevo al rey? ¿Qué reconoció Nabucodonosor después de su humillación? Daniel 4:34-37.
Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi razón me fue devuelta; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edadesTodos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces? En el mismo tiempo mi razón me fue devuelta, y la majestad de mi reino, mi dignidad y mi grandeza volvieron a mí, y mis gobernadores y mis consejeros me buscaron; y fui restablecido en mi reino, y mayor grandeza me fue añadida. Ahora yo Nabucodonosor alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdaderas, y sus caminos justos; y él puede humillar a los que andan con soberbia.
Durante siete años, Nabucodonosor fue el asombro de todos sus súbditos; durante siete años fue humillado delante de  todo el mundo. Al cabo de ese  tiempo, la razón le fue devuelta, y mirando con humildad hacia el Dios del cielo, reconoció en su castigo la intervención de la mano divina….
Estaba ahora cumplido el propósito de Dios, de que el mayor reino del mundo manifestase sus alabanzas. La proclamación pública, en la cual Nabucodonosor reconoció la misericordia, la bondad y la autoridad de Dios, fue el último acto de su vida que registra la historia sagrada” (Profetas y Reyes, pág. 383, 384).

ESTUDIO PERSONAL
·       Comentario Bíblico Adventista, tomo 4, pág. 1193.
·       El Deseado de Todas las Gentes, págs. 105, 106.
·       Profetas y Reyes, pág. 378.

Lección 15 - Soberbia y Humillación de Nabucodonosor

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