domingo, 13 de marzo de 2011

12 | El Reino Eterno


“¡Cuán grandes son sus señales, y cuán potentes sus maravillas! Su reino es reino eterno, y su dominio de generación en generación” Daniel 4:3.

UN REINO SANTO
1.   ¿Qué reino señaló Daniel, después de indicar la naturaleza temporal de los reinos terrenales? ¿A quién representa la roca? Daniel 2:34, 44, 45; Isaías 28:16.   El reino Santo de Dios.  La roca es Cristo.
Una piedra fue cortada, no con mano, e hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó. Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre, de la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con mano, la cual desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo por venir; y el sueño es verdadero, y fiel su interpretación. Por tanto, Jehová el Señor dice así: He aquí que yo he puesto en Sion por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no se apresure.
“Aunque exaltado hasta el pináculo de los honores mundanales y reconocido por la Inspiración misma como ‘rey de reyes’ (Eze. 26:7), Nabucodonosor había atribuido a veces la gloria de su reino y el esplendor de su reinado al favor de Jehová. Fue lo que sucedió después del sueño de la gran imagen. Su espíritu sintió la profunda influencia de esa visión y del pensamiento de que el Imperio Babilónico, por universal que fuera, iba a caer finalmente y otros reinos ejercerían el dominio, hasta que al fin todas las potencias terrenales cedieran su  lugar a un reino establecido por el Dios del cielo para nunca ser destruido” (Profetas y Reyes, pág. 378).

2.  ¿Qué acontecimiento señala? ¿Qué imponente engaño precederá a este evento? Juan 14:3; Mateo 24:23-27.   La II Venida Cristo.
Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. Ya os lo he dicho antes. Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis. Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre.
“El acto capital que coronará el gran drama del engaño será que el mismo Satanás se dará por el Cristo. Hace mucho que la iglesia profesa esperar el advenimiento del Salvador como consumación de sus esperanzas. Pues bien, el gran engañador simulará que Cristo habrá venido. En varias partes de la tierra, Satanás se manifestará a los hombres como ser majestuoso, de un brillo deslumbrador, parecido a la descripción que del Hijo de Dios da San Juan en el Apocalipsis (Apocalipsis 1:13-15). La gloria que le rodee superará cuanto hayan visto los ojos de los mortales….” (El Conflicto de los Siglos, pág. 683).

3.   ¿Qué será lo único que preservará a una persona de aceptar este gran engaño? Juan 5:39, primera parte; 2 Pedro 3:14.
Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna. Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz
Sólo los que hayan estudiado diligentemente las Escrituras y hayan recibido el amor de la verdad en sus corazones, serán protegidos de los poderosos engaños que cautivarán al mundo. Merced al testimonio bíblico descubrirán al engañador bajo su disfraz. El tiempo de prueba llegará para todos. Por medio de la criba de la tentación se reconocerá a los verdaderos cristianos. ¿Se sienten los hijos de Dios actualmente bastante firmes en la Palabra divina para no ceder al testimonio de sus sentidos?” (El Conflicto de los Siglos, pág. 684).
Los que se unen con el mundo reciben su molde y se preparan para la marca de la bestia. Los que desconfían de sí mismos, se humillan delante de Dios y purifican sus almas obedeciendo a la verdad, son los que reciben el molde celestial y se preparan para tener el sello de Dios en sus frentes. Cuando se promulgue el decreto y se estampe el sello, su carácter permanecerá puro y sin mancha para la eternidad” (Joyas de los Testimonios, tomo 2, págs. 71, 72).

EL SALVADOR VINIENDO EN LAS NUBES
4. ¿Cómo ocurrirá la segunda venida de Cristo? ¿Qué petición del Padrenuestro hallará, entonces, cumplimiento? ¿Quién, únicamente, podrá ser ciudadano de este reino? Apocalipsis 1:7; Mateo 6:10, primera parte; Juan 3:3, 5.
He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él.  Sí, amén. Venga tu reino. Hágase tu voluntad. Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios
Pronto aparece en el este una pequeña nube negra, de un tamaño como la mitad de la palma de la mano. Es la nube que envuelve al Salvador y que a la distancia parece rodeada de obscuridad. El pueblo de Dios sabe que es la señal del Hijo del hombre....
El Rey de reyes desciende en la nube, envuelto en llamas de fuego. El cielo se recoge como un libro que se enrolla, la tierra tiembla ante su presencia, y todo monte y toda isla se mueven de sus lugares” (El Conflicto de los Siglos, págs. 699, 700).
“…Pero el establecimiento completo del reino de su gloria no se producirá hasta la segunda venida de Cristo a este mundo. ‘El reino y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo’ serán dados ‘al pueblo de los santos del Altísimo’Heredarán el reino preparado para ellos ‘desde la fundación del mundo’. Cristo asumirá entonces su gran poder y reinará” (El Discurso Maestro de Jesucristo, pág. 94).

LA REACCIÓN DEL REY
5.   ¿Qué impresión hizo en Nabucodonosor la interpretación del sueño? ¿Qué reconoció? Daniel 2:46, 47.
Entonces el rey Nabucodonosor se postró sobre su rostro y se humilló ante Daniel, y mandó que le ofreciesen presentes e incienso. El rey habló a Daniel, y dijo: Ciertamente el Dios vuestro es Dios de dioses, y Señor de los reyes, y el que revela los misterios, pues pudiste revelar este misterio
Nabucodonosor creyó que podía aceptar esa interpretación como una revelación divina pues a Daniel le había sido revelado cada detalle del sueño. Las solemnes verdades implicadas en la interpretación de esa visión nocturna impresionaron profundamente al soberano, y con humildad y temor reverente ‘se postró sobre su rostro’...
Nabucodonosor vio claramente la diferencia entre la sabiduría de Dios y la sabiduría de los máximos eruditos de su reino (The Youth’s  Instructor, 8 de Septiembre, 1903)” (Comentario Bíblico Adventista, tomo 4, pág. 1191).

6.   ¿Qué recompensas impartió el rey a Daniel? Daniel 2:48.
Entonces el rey engrandeció a Daniel, y le dio muchos honores y grandes dones, y le hizo GOBERNADOR de toda la provincia de Babilonia, y JEFE SUPREMO de todos los sabios de Babilonia. 
Daniel fue un fiel estadista en las cortes de Babilonia; por temer, amar y confiar en Dios; y en tiempo de tentación y peligro fue preservado por el poder de Dios. Leemos que Dios dio sabiduría a Daniel y le dotó de entendimiento” (Fundamentals of Christian Education, págs. 204, 205).
Cuando todas sus transacciones administrativas fueron sometidas al escrutinio más detenido no se pudo hallar un solo detalle deficiente.  El registro de su vida de negocios, aunque tan incompleto como es, contiene lecciones dignas de estudio. Revela el hecho de que un hombre de negocios no es necesariamente un hombre astuto y maquinador. Puede ser un hombre instruido por Dios en cada paso. Daniel, mientras era primer ministro del reino de Babilonia era profeta de Dios, y recibía la luz de la inspiración divina. Su vida es una ilustración de lo que puede ser cada hombre de negocios cristiano” (Obreros Evangélicos, págs. 439, 440).

7.   ¿En quién pensó Daniel, aún, cuando fue honrado? Daniel 2:49.
Y Daniel solicitó del rey, y obtuvo que pusiera sobre los negocios de la provincia de Babilonia a Sadrac, Mesac y Abed-nego; y Daniel estaba en la corte del rey.
“Se me presentó el caso de Daniel. Aunque sus pasiones eran similares a las nuestras, la pluma  inspirada nos  lo presenta con un carácter sin mancha. Su vida es un ejemplo vivo de que se puede llegar a ser un hombre íntegro, aun en esta vida, si se hace de Dios la fuente de nuestra fuerza y se aprovechan sabiamente las ocasiones y los privilegios que estén a nuestro alcance. Daniel era un gigante intelectual; y aún así, constantemente buscaba aumentar su conocimiento y alcanzar logros más elevados. Otros jóvenes tenían las mismas oportunidades; pero, a diferencia de él, no dedicaron todas sus energías a buscar la sabiduría, el conocimiento de Dios tal como se revela en su palabra y en su obra. Aunque Daniel era uno de  los mayores hombres del mundo, no era orgulloso ni autosuficiente.
Sentía la necesidad de alimentar su alma con la oración y cada mañana suplicaba sinceramente ante Dios. Nada lo habría privado de este privilegio, ni siquiera la amenaza del foso de los leones impidió que continuara orando” (Testimonios para la Iglesia, tomo 4, pág. 562).

ESTUDIO PERSONAL
·       Mateo 25:34. 
·       Juan 18:36.       
·       Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 285.

“A cada nación que subió al escenario de acción se le permitió ocupar su lugar en la tierra, para que pudiese determinarse  si  iba a cumplir  los propósitos del Vigilante y Santo. La profecía describió el nacimiento y el progreso de los grandes imperios mundiales: Babilonia, Medo - Persia, Grecia y Roma. Con cada uno de ellos, como con las naciones de menos potencia, la historia se repitió. Cada uno tuvo su plazo de prueba; cada uno fracasó, su gloria se desvaneció y desapareció su poder” (Profetas y Reyes, pág. 393).

Lección 12 - El Reino Eterno

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