“Fue Cristo quien, en medio del trueno y el fuego, proclamó la ley en el monte Sinaí.
Como llama devoradora, la gloria de Dios descendió sobre la
cumbre y la montaña tembló por la presencia del Señor. Las huestes de Israel, prosternadas sobre la
tierra, habían escuchado, presas de pavor, los preceptos sagrados de la ley.
¡Qué contraste con la escena en el monte
de las bienaventuranzas! Bajo el
cielo estival, cuyo silencio
se veía turbado solamente por el gorjear
de los pajarillos, presentó Jesús
los principios de su reino. Empero Aquel que habló al pueblo ese día en
palabras de amor les explicó los
principios de la ley proclamada en el Sinaí” (Discurso Maestro de Jesucristo, pág. 43).
COMPRENDER LOS
PRINCIPIOS
1.....¿Qué principios
fundamentales del gobierno de Dios en el reino de la gracia son más estables
que el cielo y la tierra? ¿Son tan firmes, también, en nuestras decisiones y
vida?
Mateo 5:17, 18.- (17) No penséis que he venido
para abolir la ley o los profetas. No he venido
a invalidar, sino a cumplir. (18) Os aseguro que mientras
existan el cielo y la tierra, ni
una letra, ni un punto de la Ley perecerán, sin que todo se cumpla.
Lucas 16:17.- Sin
embargo, es más fácil que desaparezca
el cielo y la tierra, antes que
caiga un punto de la ley.
“La
ley moral nunca fue un símbolo o una sombra. Existía antes de la creación del hombre y durará mientras permanezca el trono de
Dios. Dios no podía cambiar ni
alterar un solo precepto de su ley a fin de salvar al hombre, pues la ley es el fundamento de su gobierno. Es inmutable, inalterable, infinita y eterna. A fin de que el hombre fuera salvado y se mantuviera el
honor de la ley, fue necesario que el Hijo de Dios se ofreciera a sí mismo como sacrificio por los pecados.
El que no conoció pecado se hizo pecado
por nosotros. Murió por nosotros
en el Calvario. Su muerte
muestra el admirable amor de Dios por el hombre y la inmutabilidad de su ley...”
(La Maravillosa Gracia de Dios, pág.
80).
“La
ley fué dada para convencerlos de pecado, y revelar su necesidad de un Salvador. Haría esto al ser
aplicados sus principios al corazón por el Espíritu Santo. Todavía tiene que hacer esta obra. En la vida de Cristo son aclarados los principios de la ley; y al tocar el corazón el Espíritu Santo de
Dios, al revelar la luz de
Cristo a los hombres la necesidad
que ellos tienen de su sangre purificadora y de su justicia justificadora, la
ley sigue siendo un agente para atraernos a Cristo, a fin de que seamos
justificados por la fe. ‘La ley de Jehová es perfecta, que
vuelve el alma’” (El Deseado de
Todas las Gentes, pág. 274).
2.....¿Qué sucederá si tomamos
a la ligera algunas enseñanzas del Señor, o solo un mandamiento, y todavía esperamos
entrar en el reino de los cielos? ¿Cómo seremos considerados en el reino de
Dios mientras enseñamos y practicamos fielmente sus sagrados mandamientos?
Mateo 5:19.- Por
lo tanto, el que viole uno de esos
mandamientos muy pequeños, y así
enseñe a los hombres, muy
pequeño será en el reino de los cielos. Pero el que los cumpla y los enseñe, ése será grande en el reino de los cielos.
“Los
discípulos de Cristo han de volverse semejantes a él, es decir, adquirir por la gracia de Dios un
carácter conforme a los principios de su santa ley. Esto es lo que la
Biblia llama santificación” (La Maravillosa Gracia de Dios, pág. 20).
“” (Discurso
Maestro de Jesucristo, pág. 48).
MIRANDO DEBAJO DE
LA SUPERFICIE
3.....¿Cómo se comparan las
acciones externas con los pensamientos del ser humano? ¿Hasta dónde se
extienden los principios en los que se basan los Diez Mandamientos?
Mateo 5:27-30.- (27) Oísteis que fue dicho: ‘No cometerás adulterio’. (28) Pero yo os digo, el que mira
a una mujer para codiciarla, ya
adulteró con ella en su corazón. (29) Por tanto, si tu ojo derecho
te es ocasión de caer, sácalo, y échalo
de ti. Es mejor que pierdas
uno de tus miembros, y no que
todo tu cuerpo sea echado al infierno. (30) Y si tu mano derecha te es
ocasión de caer, córtala, y
échala de ti. Es mejor que
pierdas uno de tus miembros, y no
que todo tu cuerpo sea echado al infierno.
“La
justicia que Cristo enseñaba es la conformidad del corazón y de la vida a la voluntad revelada de Dios.
Los hombres pecaminosos pueden llegar
a ser justos únicamente al tener
fe en Dios y mantener una relación vital con él. Entonces la verdadera piedad elevará los
pensamientos y ennoblecerá la vida. Entonces las formas externas de la religión armonizarán con la pureza interna del
cristiano. Entonces las ceremonias
requeridas en el servicio de Dios no serán ritos sin significado como
los de los hipócritas fariseos.
“Jesús
consideró los mandamientos por separado, y explicó la profundidad y anchura de sus requerimientos. En
vez de quitarles una jota de su fuerza, demostró
cuán abarcantes son sus principios y desenmascaró el error fatal de los judíos en su demostración exterior de obediencia.
Declaró que por el mal pensamiento o
la mirada concupiscente se quebranta la ley de Dios. El que toma parte en la menor injusticia está
violando la ley y degradando su
propia naturaleza moral. El
homicidio existe primero en la mente. El que concede al odio un lugar en su corazón, está poniendo los pies en la senda del homicida, y sus ofrendas son aborrecibles para Dios”
(El Deseado de Todas las Gentes,
pág. 276).
4.....¿Qué otro principio
santo caracteriza el reino del Señor y debe ser parte de nuestras vidas?
Mateo 5:43-45.- (43) Oísteis que fue dicho: ‘Amarás
a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo’. (44) Pero yo os digo: Amad a
vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que maltratan y persiguen. (45) Para que seáis hijos de
vuestro Padre celestial, que envía
su sol sobre malos y buenos, y manda lluvia sobre justos e injustos.
“El
Salvador fué aun más lejos que esto. Dijo: ‘Si trajeres tu presente al altar, y allí te acordares de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu presente delante del altar,
y vete, vuelve primero en amistad con
tu hermano, y entonces ven y ofrece tu presente.’ Muchos son celosos en los servicios religiosos, mientras que
entre ellos y sus hermanos hay
desgraciadas divergencias que podrían
reparar. Dios exige de ellos
que hagan cuanto puedan para restaurar la armonía. Antes que hayan
hecho esto, no puede aceptar sus
servicios. El deber del cristiano en este asunto está claramente señalado.
“Dios derrama sus bendiciones sobre todos.
El ‘hace que su sol salga sobre malos
y buenos, y llueve sobre justos e injustos.’ ‘Él es benigno para con los ingratos y malos.’ Nos invita a ser como él. ‘Bendecid a los que os maldicen’—dijo
Jesús, —‘haced bien a los que os
aborrecen,... para que seáis
hijos de vuestro Padre que está en los cielos.’ Tales son los principios de la ley, y son los
manantiales de la vida” (El Deseado de
Todas las Gentes, pág. 277).
DE LA TEORÍA Y LAS
PALABRAS A LOS HECHOS
5.....Si somos religiosos y a
menudo hablamos del Señor, ¿es una garantía de entrada al reino celestial?
Según Jesús, ¿qué es vital en este asunto?
Mateo 7:21.- No todo el que me dice: ‘Señor, Señor’ entrará en
el reino de los cielos; sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
“Dios
ha elegido un carácter que está en armonía con su ley, y todo el que alcance la norma requerida, entrará en el reino de la gloria.
Cristo mismo dijo: ‘El que cree en el Hijo, tiene vida
eterna; mas el que es incrédulo
al Hijo, no verá la vida’ Juan 3:36.... Y en el Apocalipsis declara: ‘Bienaventurados los que guardan sus
mandamientos, para que su
potencia sea en el árbol de la vida, y que entren por las puertas en la ciudad’ Apocalipsis 22:14. En
cuanto a la redención final del hombre,
ésta es la única elección que nos
enseña la Palabra de Dios” (La Maravillosa
Gracia de Dios, pág. 350).
“El
verdadero carácter no se forma desde el exterior, para revestirse uno
con él; irradia desde adentro.
Si queremos conducir a otros por la
senda de la justicia, los principios
de la justicia deben ser engastados en nuestro propio corazón. Nuestra profesión de fe puede proclamar la
teoría de la religión, pero es
nuestra piedad práctica la que pone de relieve la palabra de verdad. La
vida consecuente, la santa conversación,
la integridad inquebrantable,
el espíritu activo y benévolo,
el ejemplo piadoso, tales son los medios por los cuales la luz
es comunicada al mundo” (El Deseado de
Todas las Gentes, pág. 273).
6.....¿Cómo se compara un
espíritu de venganza con el carácter del Señor? ¿Cómo caracteriza la regla de
oro el reino celestial?
Mateo 7:12.- Así,
todo lo que queráis que los hombres
os hagan, hacedlo también vosotros
por ellos. Esta es la ley y
los profetas.
“Los judíos
cultivaban un espíritu de venganza.... Pero los que por cualquier supuesta provocación se
sienten libres para ceder a la ira o al resentimiento, están abriendo el corazón a Satanás.
La amargura y animosidad deben ser
desterradas del alma si queremos estar en armonía con el cielo” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 277).
“La
regla de oro es el principio de la cortesía verdadera, cuya ilustración más exacta se ve en la vida
y el carácter de Jesús. ¡Oh! ¡Qué
rayos de amabilidad y belleza se desprendían de la vida diaria de
nuestro Salvador! ¡Qué dulzura
emanaba de su misma presencia! El
mismo espíritu se revelará en sus hijos. Aquellos con quienes mora Cristo serán rodeados de
una atmósfera divina. Sus blancas
vestiduras de pureza difundirán la fragancia del jardín del Señor....
“Nadie
que tenga el ideal verdadero de lo que constituye un carácter perfecto dejará de manifestar la simpatía y la ternura de
Cristo. La influencia de la
gracia debe ablandar el corazón, refinar
y purificar los sentimientos, impartir
delicadeza celestial y un sentido de lo correcto” (El Discurso Maestro de Jesucristo, pág. 114).
LA VOLUNTAD DE DIOS
Y LA VENIDA DEL REINO
7.....En la oración del Señor,
¿qué dos peticiones reflejan el espíritu del cielo? ¿Cuál es la relación entre
la voluntad de Dios y la venida del reino?
Mateo 6:10.- Venga tu reino. Sea hecha tu voluntad
en la tierra, como en el cielo.
“La
primera mitad de la oración que Jesús nos enseñó tiene que ver con el nombre,
el reino y la voluntad de Dios: que sea honrado su nombre, establecido su reino y hecha su voluntad.
Y así, cuando hayamos hecho del servicio
de Dios nuestro primer interés, podremos
pedir que nuestras propias necesidades sean suplidas y tener la confianza de que lo serán.
Si hemos renunciado al yo y nos hemos
entregado a Cristo, somos miembros
de la familia de Dios, y todo
cuanto hay en la casa del Padre es nuestro. Se nos ofrecen todos los tesoros de Dios, tanto en el mundo actual como en el
venidero. El ministerio de los
ángeles, el don del Espíritu,
las labores de los siervos, todas estas cosas son para nosotros.
El mundo, con cuanto contiene, es nuestro en la medida en que pueda beneficiarnos. Aun la enemistad de los malos resultará una
bendición, porque nos
disciplinará para entrar en los cielos. Si somos ‘de Cristo’, ‘todo’ es nuestro” (El Discurso Maestro de Jesucristo, pág. 94).
ESTUDIO ADICIONAL
“Así expuso Cristo los
principios de su reino, y demostró que eran la gran regla de la vida; y para
grabar la lección, añadió una ilustración. No es suficiente, dijo, que oigáis
mis palabras. Por la obediencia debéis hacer de ellas el fundamento de vuestro
carácter. El yo no es sino una arena movediza. Si edificáis sobre teorías e
inventos humanos, vuestra casa caerá. Quedará arrasada por los vientos de la tentación
y las tempestades de la prueba. Pero estos principios que os he dado permanecerán.
Recibidme; edificad sobre mis palabras” (El Deseado de
Todas las Gentes, pág. 281).
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