“El mundo caído es el campo de batalla del mayor conflicto que el universo celestial y los
poderes de la tierra hayan presenciado jamás. Fue señalado como el escenario en el cual se libraría la
mayor lucha entre el bien y el mal, entre el cielo y el infierno. Todo ser humano desempeña una
parte en este conflicto. Nadie puede
permanecer en terreno neutral. Los
hombres pueden aceptar o rechazar al Redentor del mundo. Todos son testigos, en favor o en contra de Cristo. Cristo llama a los que se alistan bajo su
estandarte para que entren con él
en el conflicto como fieles soldados, para que puedan heredar la corona de la vida” (Hijos
e Hijas de Dios, pág. 244).
LOS DOS FRENTES
1.....¿Qué dos frentes se encuentran en constante
oposición?
Apocalipsis 12:17. - Entonces el dragón se llenó de ira contra la
mujer; y se fue a hacer
guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios
y tienen el testimonio de Jesucristo.
“Solo hay dos grupos en esta tierra –aquellos que se encuentran bajo el emblema ensangrentado de
Jesucristo y los que se colocan
bajo el negro estandarte de la rebelión. En el capítulo 12 de
Apocalipsis se representa el gran conflicto entre el obediente y el
desobediente” (Manuscrito 16, 1900).
“En aquel
tiempo [antes del Diluvio], al igual que en éste, habrá sólo dos grupos, los justos y los impíos. Enoc y otros caminaron con Dios
rectamente. Pero la gran mayoría
de los habitantes de la tierra se habían dado a la iniquidad, y su maldad había ascendido delante del Señor...”
(Consejos para Maestros, Padres y Alumnos, pág. 58).
“El gran conflicto que ahora se riñe no es meramente una contienda
de hombre contra hombre. De un lado
se halla el Príncipe de la vida, actuando como el sustituto y garantía del hombre; del otro, el príncipe
de las tinieblas, con los ángeles
caídos bajo sus órdenes...” (A Fin de Conocerle, pág. 211).
2.....¿Qué declara el Testigo fiel al pueblo de
Dios que se siente tentado a retirarse del campo de batalla?
Apocalipsis 3:14-18.- (14) Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea:
He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios,
dice esto: (15) Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! (16) Pero por
cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. (17) Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable,
pobre, ciego y desnudo. (18) Por
tanto, yo te aconsejo que de mí
compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras
blancas para vestirte, y que no
se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.
“Dios conduce a su pueblo paso a paso. La vida cristiana es una constante batalla y
una marcha. No hay descanso de la
lucha. Es mediante esfuerzos
constantes e incesantes como nos mantenemos victoriosos sobre las tentaciones de Satanás. Como pueblo, estamos triunfando en la
claridad y fuerza de la verdad. Somos
plenamente sostenidos en nuestra posición por una abrumadora cantidad de claros testimonios bíblicos. Pero
somos muy deficientes en humildad,
paciencia, fe, amor, abnegación,
vigilancia y espíritu de sacrificio
según la Biblia. Necesitamos
cultivar la santidad bíblica. El pecado
prevalece entre el pueblo de Dios. El claro mensaje de reprensión enviado a los laodicenses no es recibido.
Muchos se aferran a sus dudas y
pecados predilectos, a la par que están
tan engañados que hablan y sienten como si nada necesitaran. Piensan que es
innecesario el testimonio de reproche del Espíritu de Dios, o que no se refiere
a ellos. Los tales se hallan en la
mayor necesidad de la gracia de Dios y de discernimiento espiritual
para poder descubrir su falta de conocimiento espiritual. Les falta casi toda cualidad necesaria para perfeccionar un carácter
cristiano. No tienen el
conocimiento práctico de la verdad bíblica que induce a la humildad en la vida y a conformar la voluntad a la de Cristo. No viven obedeciendo a
todos los requerimientos de Dios” (Testimonios para la Iglesia, tomo
3, pág. 280).
ALIADOS INVISIBLES
3.....Al crecer la intensidad del conflicto antes
del fin y el horror de las escenas del campo de batalla, ¿con qué seguridad
cuentan los soldados de Cristo?
Salmos 91:5-11.- (5) No temerás el terror nocturno, ni saeta que vuele de día, (6) ni pestilencia que ande en oscuridad,
ni mortandad que en medio del día
destruya. (7) Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu
diestra; mas a ti no llegará.
(8) Ciertamente
con tus ojos mirarás y verás la
recompensa de los impíos. (9) Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación. (10) No te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada. (11) Pues a sus ángeles mandará acerca de ti,
que te guarden en todos tus caminos.
“La vida del cristiano es una lucha. Pero ‘no tenemos lucha contra sangre y carne,
sino contra principados, contra
potestades, contra los gobernadores
de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes’. En
este conflicto de la justicia contra la injusticia, sólo podemos tener éxito mediante la ayuda divina. Nuestra voluntad finita debe ser sometida a
la voluntad del Infinito; la
voluntad humana debe unirse a la divina. Esto traerá al Espíritu Santo en ayuda nuestra, y cada conquista tenderá a la recuperación
de la posesión comprada por Dios
y a la restauración de su imagen en
el creyente.
“... Jesús tiene grandes bendiciones para otorgar y ricos dones
para distribuir entre los hombres.
Es el Consejero maravilloso, infinito en sabiduría y fuerza,
y si queremos reconocer el poder de su
Espíritu y someternos a ser amoldados por él, nos haremos completos en él. ¡Qué pensamiento es éste! En
Cristo ‘habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él’
Colosenses 2:9, 10.
“Si tenemos puesta la armadura celestial, encontraremos que los ataques del
enemigo no tendrán poder sobre nosotros. Los ángeles de Dios estarán a nuestro alrededor para protegernos” (Recibiréis
Poder, pág. 241).
4.....Como el combate es incesante los soldados
pueden cansarse o atemorizarse durante el terrible conflicto, ¿hacia quién
deben dirigirse y qué deben recordar?
Isaías 40:29-31.- (29) Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene
ningunas. (30) Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; (31) pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas
fuerzas; levantarán alas como
las águilas; correrán, y no
se cansarán; caminarán, y no
se fatigarán.
1 Samuel 7:12, última parte. -… y le puso por nombre Eben-ezer,
diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová.
“Cada día debemos librar combates. Una gran batalla se libra en cada alma, entre el príncipe de las tinieblas y el de la
vida... El Príncipe de la
vida está al frente de su obra. Os
acompañará en vuestro combate cotidiano contra el yo, para que podáis ser leales a los principios,
para que la pasión, cuando luche por obtener el predominio,
sea sometida por la gracia de Cristo;
para que salgáis más que vencedores
por medio de Aquel que nos amó.
Jesús ha estado en el campo de
batalla. Conoce el poder de cada
tentación. Sabe cómo afrontar
cada emergencia, y cómo
guiaros por toda senda de peligro.
“Dios tendrá un pueblo celoso para las
buenas obras, firme en medio
de las contaminaciones de esta época de degeneración. Habrá un pueblo
cuyos miembros se aferrarán de tal
manera a la fuerza divina que podrán
resistir a toda tentación. Los malos anuncios que se ven en llamativos
carteles pueden tratar de hablar a sus sentidos y corromper su mente, pero estarán de tal manera unidos con Dios y
los ángeles que serán como quienes no ven ni oyen. Tienen que hacer una obra que nadie puede hacer por ellos,
la cual consiste en pelear la buena
batalla de la fe y echar mano de la vida eterna” (La
Maravillosa Gracia de Dios, pág. 36).
APOYO MUTUO
5.....Aunque el enemigo es activo día y noche para
destruir a los hijos de Dios, ¿cómo pueden apoyarse mutuamente y qué palabras
deben recordar?
Isaías 41:6. - Cada cual ayudó a su vecino, y a
su hermano dijo: Esfuérzate.
Hebreos 12:12-15.- (12) Por lo
cual, levantad las manos caídas y las
rodillas paralizadas; (13) y haced sendas derechas para vuestros pies,
para que lo cojo no se salga del camino,
sino que sea sanado. (14) Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al
Señor. (15) Mirad
bien, no sea que alguno deje de alcanzar
la gracia de Dios; que, brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados.
Juan 16:33, última parte.-... En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.
“Estamos ahora en el campo de batalla. No hay tiempo para descansar, no hay tiempo para la comodidad; deben salir conquistando y para
conquistar, y reuniendo
fuerzas renovadas para enfrentar nuevas luchas. Cada victoria ganada aumenta el valor, la fe y la determinación.
Para sus enemigos, demostrarán ser más que contrincantes mediante la fortaleza
divina” (Recibiréis Poder, pág. 347).
“Cuando por fe nos aferramos a su fortaleza, él cambiará milagrosamente las perspectivas más desanimadoras y sin
esperanza. Lo hará por la gloria
de su nombre. Dios exhorta a
sus fieles, a los que creen en él, a que infundan valor a los incrédulos y desesperanzados. Quiera el Señor ayudarnos a socorrer a
otros y a probarlo por una fe viva” (Servicio Cristiano,
pág. 290).
6.....Mientras que el soldado cristiano debe luchar
por su propia salvación, ¿cuál es su principal objetivo en el campo de batalla?
1 Timoteo 4:10. - Que por esto mismo trabajamos y sufrimos
oprobios, porque esperamos en el
Dios viviente, que es el Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen.
Juan 9:4. - Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie
puede trabajar.
“Este es el momento en que cada uno debe
acudir en auxilio de Jehová contra los poderosos. Las fuerzas del enemigo se están vigorizando,
y se calumnia a nuestro pueblo.
Deseamos que la gente llegue a
conocer nuestras doctrinas y nuestra obra. Queremos que sepan lo que somos y lo que creemos.
Debemos llegar a su corazón.
Ocupe el ejército de Jehová el terreno para representar la obra y
causa de Dios. No presentemos excusas.
El Señor nos necesita. Él no hace su obra sin la cooperación
del agente humano” (Testimonios para la Iglesia, tomo
6, pág. 47).
“Los portaestandartes están cayendo, y deben prepararse jóvenes para llenar las vacantes, a fin de
que el mensaje siga proclamándose.
Se ha de extender la lucha activa.
Los que poseen juventud y fuerza han
de ir a los lugares oscuros de la tierra, para llamar al arrepentimiento a las almas que perecen. Pero deben primero limpiar de toda impureza
el templo del alma, y entronizar a Cristo en el corazón” (Obreros
Evangélicos, pág. 110).
7.....¿Cuáles son las dos contraseñas principales
en la batalla?
Filipenses
2:1-4.- (1) Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo
de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto
entrañable, si alguna misericordia, (2) completad mi gozo, sintiendo lo mismo,
teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. (3) Nada hagáis por contienda o por
vanagloria; antes bien con
humildad, estimando cada uno
a los demás como superiores a él mismo; (4)
no
mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo
de los otros.
Juan 17:21-23.- (21) Para que
todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para
que el mundo crea que tú me enviaste.
(22) La
gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como
nosotros somos uno. (23) Yo en ellos, y tú en mí, para
que sean perfectos en unidad,
para que el mundo conozca que tú me
enviaste, y que los has amado a
ellos como también a mí me has amado.
Éxodo 14:15. - Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen.
“Que todo aquel que asevera seguir a Cristo se estime menos a sí mismo y más a los demás. ¡Uníos, uníos! En la unión hay fuerza y victoria;
en la discordia y la división hay
debilidad y derrota. Estas son palabras que me dirigió el Cielo. Como embajadora de Dios os las transmito.
Procure cada uno contestar la oración de
Cristo: ‘Para que todos sean una
cosa; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti’ Juan 17:21. ¡Oh, qué unidad! Y dice Cristo: ‘En esto conocerán todos que sois mis
discípulos, si tuviereis amor los
unos con los otros’ Juan 13:35” (Testimonios para la
Iglesia, tomo 5, pág. 461).
“Nuestro santo y seña debe ser: ¡Adelante, siempre adelante! Los ángeles de Dios irán delante de nosotros para prepararnos el
camino. No podemos deponer nuestra
preocupación por las regiones lejanas antes de que toda la tierra esté
iluminada por la gloria del Señor” (Obreros Evangélicos, págs. 485,
486).
ESTUDIO ADICIONAL
“Podemos ver en esta época la necesidad de atraer a los hombres a
Cristo. Esto los atraería los unos a los otros en esa confianza, en ese amor y
unidad por los cuales Cristo rogó en su última oración con y por sus
discípulos. Esta unidad era esencial para su crecimiento espiritual. El mundo
es un campo de batalla sobre el cual los poderes del bien y del mal están en
guerra incesante” (Alza Tus Ojos, pág.108).
“Nos
espera un conflicto, el conflicto de siempre, con Satanás y sus seductoras
tentaciones. El enemigo usará todo argumento, todo engaño, para enredar al ser
humano; y debemos hacer esfuerzos fervientes, perseverantes, para ganar la
corona de la vida. No debemos deponer la armadura ni dejar el campo de batalla
hasta que hayamos ganado la victoria y podamos triunfar en nuestro Redentor.
“Mientras tengamos la mirada fija en el Autor y Consumador de
nuestra fe, estaremos seguros. Pero debemos colocar nuestros afectos en las
cosas de arriba, no en las de la tierra. Por medio de la fe debemos elevarnos
cada vez más en la adquisición de las gracias de Cristo. Contemplando
diariamente sus incomparables encantos, debemos crecer más y más a la semejanza
de su imagen gloriosa. Mientras vivamos así en comunión con el cielo, Satanás
nos tenderá en vano sus redes” (Mensajes para los Jóvenes, pág.
72).
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