“Hay personas que han conocido el amor
perdonador de Cristo y desean realmente ser hijos de Dios; pero reconocen que su carácter es imperfecto
y su vida defectuosa; y propenden
a dudar de si sus corazones han sido regenerados por el Espíritu Santo.
A los tales quiero decirles que no
cedan a la desesperación. A menudo
tenemos que postrarnos y llorar a los pies de Jesús por causa de nuestras culpas y
equivocaciones; pero no debemos
desanimarnos. Aun si somos
vencidos por el enemigo, no
somos desechados ni abandonados por Dios. No; Cristo está a la diestra de Dios, e intercede por nosotros” (La fe por la cual vivo, pág. 120; El camino a
Cristo, pág. 64).
JESÚS INTERCEDE POR
NOSOTROS
1.....El ministerio de Jesús por el hombre ¿terminó con su
ministerio terrenal y el sacrificio en el Calvario, o continuó desde su
ascensión hasta hoy? ¿Qué está haciendo Jesús por su pueblo?
Romanos 8:34.- ¿Quién es el que condenará?
Cristo es el que murió; más
aún, el que también resucitó,
el que además está a la diestra de
Dios, el que también
intercede por nosotros.
“Cristo podría ordenar a los ángeles del cielo que derramaran las
copas de su ira sobre este mundo
lleno de hipocresía y pecado, y que destruyeran
a los que están llenos de odio hacia Dios. Podría hacer desaparecer este punto oscuro de su universo, pero no lo hace. En lugar de ello, está junto al altar del incienso presentando ante
el Padre las oraciones de aquellos que desean su ayuda. ‘¿Quién es el que condenará? Cristo es el
que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de
Dios, el que también intercede por nosotros’ (Romanos 8:34)” (Hijas de Dios, pág. 237).
MEDIADOR DEL NUEVO
PACTO
2.....Mediante la muerte de Jesús, ¿qué pasó con los pecados
cometidos durante el tiempo del Antiguo Testamento? Por lo tanto, ¿cuál es su
rol en el Nuevo Testamento?
Hebreos 9:15; 12:24.- Así que, por eso es mediador
de un nuevo pacto, para que interviniendo
muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los
llamados reciban la promesa de la herencia eterna… 12:24 A Jesús el Mediador
del nuevo pacto, y a la sangre
rociada que habla mejor que la de Abel.
“Nuestra fe debe asirse de la gloriosa verdad de que Dios escucha y responde las oraciones de
todo inquiridor sincero. Cuando el
creyente se inclina en súplica delante de Dios, y ofrece con humildad y contrición su petición de labios no fingidos,
manteniendo sus ojos fijos firmemente
en el Mediador del nuevo pacto, pierde
todo pensamiento del yo. Su mente
se llena con el pensamiento de qué debe tener para desarrollar un
carácter semejante al de Cristo” (Review and
Herald, 27 de enero de 1903).
“Nuestro crucificado Señor implora por nosotros en presencia del Padre ante el trono de la
gracia. Podemos invocar su
sacrificio expiatorio para nuestro perdón, justificación y santificación.
El Cordero inmolado es nuestra única
esperanza. Nuestra fe lo
contempla, se aferra de él como del único
que puede salvar hasta lo sumo, y la fragancia de la ofrenda
omnisuficiente es aceptada por el Padre. La
gloria de Cristo está implícita en nuestro buen éxito. Tiene un interés común por toda la
humanidad. Es nuestro
simpatizante Salvador” (La maravillosa
gracia de Dios, pág. 71; Carta 33 de 1895; Comentario bíblico adventista, tomo
7, pág. 948).
UN MINISTERIO MÁS
EXCELENTE
3.....Comparando el ministerio realizado por el sumo sacerdote
levita en el santuario con el de Jesús, ¿qué está haciendo el gran sumo
sacerdote de la humanidad en el cielo?
Hebreos 8:6.- Pero ahora tanto mejor
ministerio es el suyo, cuanto es
mediador de un mejor pacto, establecido
sobre mejores promesas.
“No debe realizarse más una expiación simbólica, diaria y anual.
Pero el sacrificio expiatorio
efectuado por un mediador es esencial debido a que se cometen pecados continuamente. Jesús está oficiando en la presencia de
Dios, ofreciendo su sangre
derramada como si hubiera sido la de un cordero sacrificado. Jesús presenta la oblación ofrecida por
cada ofensa y cada falta del pecador” (Mensajes
selectos, tomo 1, pág. 403).
“Los hijos de Dios son justificados por medio de la aplicación del
‘mejor pacto’, por medio de la justicia
de Cristo. Un pacto es un
convenio por el cual las
partes se comprometen mutuamente al cumplimiento de ciertas condiciones;
por lo tanto, el ser humano se
compromete con Dios para cumplir las condiciones especificadas en su Palabra.
Su conducta demuestra si respeta o no
esas condiciones” (Manuscrito 148
de 1897; Comentario bíblico adventista, tomo 7, pág. 944).
VIVIENDO PARA
INTERCEDER
4.....¿Es la salvación comprada por Jesús limitada como fueron
los efectos del ministerio levita? ¿Por quiénes está Jesús intercediendo
continuamente?
Hebreos 7:25.- Por lo cual puede también
salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por
ellos.
“Está intercediendo por los más humildes, los más oprimidos y sufrientes, por los más probados y tentados. Con
manos levantadas suplica: ‘En las palmas de las manos te tengo esculpida’.
Dios se complace en escuchar las
súplicas de su Hijo y responde a ellas” (Review and Herald, 15 de agosto de 1893; Comentario bíblico adventista,
tomo 7, pág. 961).
“Aquel que ordenó que la luz brillara en las tinieblas, desea brillar en vuestro corazón,
para daros la luz del conocimiento de
la gloria de Dios en el rostro de Jesucristo. El Espíritu Santo tomará
las cosas de Dios y os las mostrará, transfiriéndolas
al corazón obediente cual vivo poder. Cristo os conducirá al umbral del Infinito. Podréis contemplar la gloria que refulge
allende el velo, y revelar a los hombres la suficiencia de Aquel que
siempre vive para interceder por nosotros” (Palabras de
vida del gran Maestro, pág. 115).
EL ABOGADO
5.....¿Qué está haciendo Jesús hoy por sus hijos? ¿Cuán
grandiosos son sus méritos?
1 Juan 2:1, 2.- (1) Hijitos míos, estas cosas os
escribo para que no pequéis; y si
alguno hubiere pecado, abogado
tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. (2) Y él es la propiciación por
nuestros pecados; y no solamente
por los nuestros, sino también
por los de todo el mundo.
“¡Cuán cuidadoso es el Señor Jesús al no dar ocasión al alma para que desespere! ¡Cómo protege al alma de los fieros ataques de Satanás! Si caemos en pecado por una sorpresa o engaño, a causa de las
múltiples tentaciones, él no se aleja
de nosotros y nos abandona para que perezcamos. No, no, nuestro Salvador no hace eso… Él fue tentado en todas las cosas así
como nosotros; y como fue tentado, él
sabe cómo socorrer a aquellos que lo son. Nuestro Señor crucificado ruega por nosotros ante la presencia del
Padre en el trono de gracia. Debemos
invocar su sacrificio expiatorio para nuestro
perdón, nuestra justificación y nuestra santificación. El Cordero sacrificado es nuestra única
esperanza. Nuestra fe lo contempla, y se hace a él como el único que
puede salvar hasta lo sumo, y la fragancia de la ofrenda perfecta es aceptada
por el Padre” (Nuestra elevada vocación,
pág. 51).
EL ÚNICO MEDIADOR
ENTRE DIOS Y LOS HOMBRES
6.....¿Al menos cuántas partes son implicadas cuando se lleva a
cabo la mediación? ¿Podemos decir que hay muchos seres –ángeles, santos,
sacerdotes– realizando la mediación?
Gálatas 3:20.- Y el mediador no lo es de uno
solo; pero Dios es uno.
1 Timoteo 2:5.- Porque hay un solo Dios,
y un solo mediador entre Dios y los
hombres, Jesucristo hombre.
“Como quien conoce el
tema, Juan atribuye todo poder a Cristo
y habla de su grandeza y majestad. Hace
refulgir rayos divinos de preciosa verdad como la luz del sol. Presenta a Cristo como al único Mediador
entre Dios y la humanidad” (Exaltad a
Jesús, pág. 68; Mensajes selectos, tomo 1, pág. 289).
“La Escritura nos
dice: ‘Confesaos vuestras faltas unos
a otros, y rogad los unos por los otros, para que seáis sanos’ (Santiago 5:16)… Si te arrepientes de tus pecados, deber
tuyo es confesarlos’. El pecado
de carácter privado debe confesarse a Cristo, único mediador entre Dios y el hombre. Pues ‘si alguno hubiere pecado, abogado tenemos
para con el Padre, a Jesucristo el justo’ (1 Juan 2:1). Todo pecado es ofensa hecha a Dios,
y se lo ha de confesar por medio de
Cristo. Todo pecado cometido
abiertamente debe confesarse abiertamente” (El ministerio de curación, pág. 174).
ACCESO LIBRE AL
TRONO CELESTIAL
7.....¿Cuál es el efecto del pecado en la relación del hombre
con Dios? ¿Qué es posible debido a la mediación de Cristo?
Isaías 59:2.- Pero vuestras iniquidades han
hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.
Efesios 2:18; 3:11, 12.- (2:18) Porque por medio de él los
unos y los otros tenemos
entrada por un mismo Espíritu al Padre… (3:11) conforme al propósito
eterno que hizo en Cristo Jesús
nuestro Señor, (3:12) en quien tenemos seguridad y
acceso con confianza por medio de la fe en él.
“Después de que el enemigo había hecho pecar a Adán y Eva
mediante engaños, quedó cortada
la relación entre el cielo y la tierra; y si no hubiera sido por Jesucristo, el camino al cielo nunca más hubiera sido conocido por la raza caída…
Cristo es la escalera mística,
cuya base descansa sobre la tierra y
cuyo peldaño superior llega al trono del Infinito…” (A fin de conocerle, pág. 83).
“Tenemos acceso a Dios por los méritos del nombre de Cristo,
y Dios nos invita a llevarle nuestras
pruebas y tentaciones; pues las
entiende todas. Él no quiere que
nosotros derramemos nuestras quejas en oídos humanos. Por la sangre de Cristo podemos llegarnos al
trono de la gracia, y hallar
gracia para el oportuno socorro. Con seguridad podemos allegarnos diciendo:
‘Mi aceptación es en el Amado’ ‘Por
medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre’
” (En los lugares celestiales, pág.
20).
PARA ESTUDIO
ADICIONAL
“Como un
padre terrenal anima a su hijo para que vaya a él siempre, así el Señor nos
anima a depositar ante él nuestras necesidades y perplejidades, nuestra
gratitud y nuestro amor. Cada promesa es segura. Jesús es nuestra Garantía y
Mediador, y ha colocado a nuestra disposición todos los recursos a fin de que
podamos tener un carácter perfecto” (En los lugares
celestiales, pág. 20).
“A
las almas que se vuelven a él en procura de refugio, Jesús las eleva por encima
de las acusaciones y contiendas de las lenguas. Ningún hombre ni ángel malo
puede acusar a estas almas. Cristo las une a su propia naturaleza
divino-humana. Ellas están de pie junto al gran Expiador del pecado, en la luz
que procede del trono de Dios. ‘¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es
el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún,
el que también resucitó, quien además está a la diestra de Dios, el que también
intercede por nosotros’.” (El Deseado de
todas las gentes, pág. 522).
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