“El mandato que dio el Salvador a los discípulos incluía a todos los creyentes en Cristo hasta
el fin del tiempo. Es un error
fatal suponer que la obra de
salvar almas sólo depende del ministro ordenado. Todos aquellos a
quienes llegó la inspiración celestial, reciben el Evangelio en cometido. A todos los que reciben la vida de
Cristo se les ordena trabajar para la salvación de sus semejantes. La iglesia fue establecida para esta
obra, y todos los que toman sus
votos sagrados se comprometen por ello a colaborar con Cristo” (El Deseado de todas las gentes, pág. 761).
ÁNIMO Y EVIDENCIA
INFALIBLE
1.....¿Por cuánto tiempo después de su crucifixión Jesús
continuó reuniéndose con sus discípulos dando evidencia de su resurrección, así
como también instruyéndolos en cuanto al reino de Dios?
Hechos 1:3.- A quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días
y hablándoles acerca del reino de
Dios.
“Cuarenta
días permaneció Jesús con sus discípulos, alegrándoles el corazón al declararles
más abiertamente las realidades del reino de Dios. Los comisionó para dar testimonio de cuanto
habían visto y oído referente a su pasión,
muerte y resurrección, así como de que él había hecho sacrificio por el pecado, para
que cuantos quisieran pudieran acudir a él y encontrar vida. Con fiel ternura les dijo que serían
perseguidos y angustiados, pero que hallarían consuelo en el recuerdo de su experiencia y en la
memoria de las palabras que les había hablado. Les dijo que él había vencido las tentaciones de Satanás y obtenido la victoria por medio de
pruebas y sufrimientos… Sin embargo, también podrían ellos vencer como él había vencido” (Primeros
escritos, pág. 188).
2.....¿Qué le preguntaron ellos? ¿Qué demostró esta pregunta?
Hechos 1:6, 7.- (6) Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? (7) Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que
el Padre puso en su sola potestad.
“Precisamente antes de dejar a sus discípulos, Cristo explicó claramente una vez más la naturaleza de su reino.
Les recordó las cosas que les había
dicho anteriormente respecto a ese reino. Declaró que no era su propósito establecer en este mundo un reino temporal.
No estaba destinado a reinar como
monarca terrenal en el trono de David. Cuando los discípulos le
preguntaron: ‘Señor, ¿restituirás el
reino a Israel en este tiempo?’ él respondió: ‘No toca a vosotros saber los tiempos o las sazones que el Padre puso
en su sola potestad’ (Hechos 1:6, 7).
No era necesario para ellos penetrar
más en el futuro de lo que las revelaciones que él había hecho los
capacitaban para hacerlo. Su trabajo
era proclamar el mensaje evangélico” (Los hechos de los apóstoles, pág. 24).
LA COMISIÓN DEL
EVANGELIO
3.....¿A dónde fueron los discípulos cuando llegó la hora de
que el Salvador se despida de ellos? ¿Qué les dijo sobre la misión de la
iglesia y su relación con ella?
Mateo 28:16-18.- (16)
Pero los once discípulos se
fueron a Galilea, al monte
donde Jesús les había ordenado. (17) Y cuando
le vieron, le adoraron; pero algunos
dudaban. (18) Y Jesús se acercó y les habló diciendo:
Toda potestad me es dada en el cielo
y en la tierra.
“Esta fue
la única entrevista que Jesús tuvo con muchos de los creyentes después de su resurrección. Vino
y les habló diciendo: ‘Toda potestad me es dada en el cielo y
en la tierra’. Los discípulos
le habían adorado antes que hablase, pero sus palabras, al caer de labios que habían sido cerrados por la muerte,
los conmovían con un poder singular.
Era ahora el Salvador resucitado.
Muchos de ellos le habían visto
ejercer su poder sanando a los enfermos y dominando a los agentes
satánicos. Creían que poseía poder
para establecer su reino en Jerusalén, poder para apagar toda oposición, poder sobre los elementos de la
naturaleza. Había calmado las airadas
aguas; había andado sobre las ondas coronadas de espuma; había resucitado a los muertos. Ahora declaró que ‘toda potestad’ le era
dada. Sus palabras elevaron
los espíritus de sus oyentes por encima
de las cosas terrenales y temporales hasta las celestiales y eternas. Les infundieron el más alto
concepto de su dignidad y gloria” (El Deseado de
todas las gentes, pág. 758).
4.....¿Qué gran comisión Jesús les confió a ellos? ¿Qué mensaje
especial debían compartir con el mundo entero?
Marcos 16:15.- Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
“Los sucesos
de la vida de Cristo, su muerte
y resurrección, las profecías
que señalaban estos sucesos, los misterios
del plan de la salvación, el poder
de Jesús para perdonar los pecados, –de todas estas cosas habían sido testigos, y debían hacerlas conocer al mundo.
Debían proclamar el Evangelio de paz
y salvación mediante el arrepentimiento
y el poder del Salvador” (Hechos de los
apóstoles, pág. 22).
“Los discípulos
no habían de aguardar que la gente acudiera a ellos. Ellos debían ir a la gente y buscar a
los pecadores como el pastor
busca a la oveja perdida. Cristo
les presentó el mundo como campo de labor… Habían de predicar acerca del Salvador,
acerca de su vida de amor abnegado,
su muerte ignominiosa, su amor sin parangón e inmutable.
Su nombre había de ser su consigna, su vínculo de unión. En su nombre habían de subyugar las fortalezas del pecado. La fe en su nombre había de señalarlos
como cristianos” (Testimonios para
la iglesia, tomo 8, pág. 21).
FE, BAUTISMO Y
SALVACIÓN
5.....¿En qué nombre habían de ser bautizados los creyentes?
¿Cuán trascendental es esta gran misión?
Mateo 28:19.- Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre,
y del Hijo, y del Espíritu Santo.
“La
comisión evangélica es la magna
carta misionera del reino de Cristo. Los discípulos habían de trabajar fervorosamente por las almas, dando a todos la invitación de misericordia…
“Habían de bautizar en el nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. El nombre de Cristo había de ser su consigna, su divisa distintiva, su vínculo de unión, la autoridad para su curso de acción
y la fuente de su éxito. Nada que no llevara su nombre y su
inscripción había de ser reconocido en su reino” (Los hechos de los apóstoles, pág. 23).
“A
nosotros también se nos da la misma comisión. Se nos ordena que avancemos como mensajeros de Cristo,
a fin de enseñar, instruir y
persuadir a hombres y mujeres, instándolos a prestar atención a la
palabra de vida. A nosotros también se nos asegura la permanente presencia de
Cristo. Cualesquiera fueren las
dificultades con las cuales tengamos que contender, cualesquiera las pruebas que debamos
soportar, la siguiente promesa
llena de gracia nos pertenece constantemente: ‘He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo’”
(Manuscrito 24, 1903; El
evangelismo, pág. 15).
6.....Aunque Jesús había obrado y predicado allí extensamente,
¿dónde habían de comenzar los discípulos su ministerio? ¿Cuáles serán los
resultados maravillosos para todos los que creen en las buenas nuevas y hacen
su pacto bautismal con el Señor?
Lucas 24:47.- Y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón
de pecados en todas las naciones, comenzando
desde Jerusalén.
Marcos 16:16.- El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el
que no creyere, será condenado.
“Cristo
ordenó a sus discípulos que empezasen en Jerusalén la obra que él había dejado en sus manos.
Jerusalén había sido escenario de su asombrosa condescendencia hacia la familia
humana… “Pero la obra no debía
detenerse allí. Había de
extenderse hasta los más remotos confines de la tierra… “Los discípulos
tenían que comenzar su obra donde estaban. No
habían de pasar por alto el campo más duro ni menos promisorio. Así
también, todos los que trabajan para Cristo
han de empezar donde están” (El Deseado de
todas las gentes, págs. 759-762).
“No
hay límite para hacer la obra misionera en cumplimiento de esta comisión,
sin embargo, debido a la falta de fe
por parte del pueblo de Dios, la obra
a menudo a llegado casi a una paralización… Si el pueblo de Dios hubiese poseído el verdadero espíritu misionero,
las naciones que están yaciendo en la
oscuridad habrían sido antes
iluminadas por sus esfuerzos abnegados” (Australian Union Conference Record, 14 de octubre 1907).
OBEDIENCIA Y
ENSEÑANZA
7.....Además de creer en su mensaje, ¿Qué hacen todos los verdaderos
seguidores de Cristo? ¿Quiénes asisten a los predicadores del evangelio a
cumplir su misión?
Mateo 28:20.- Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he
aquí yo estoy con vosotros todos los
días, hasta el fin del mundo. Amén.
“En el mandato
dirigido a sus discípulos, Cristo
no sólo esbozó su obra, sino que les dio su mensaje. Enseñad
al pueblo, dijo, ‘que guarden
todas las cosas que os he mandado’. Los discípulos habían de enseñar lo que Cristo había enseñado.
Ello incluye lo que él había dicho, no solamente en persona, sino
por todos los profetas y maestros del
Antiguo Testamento. Excluye
la enseñanza humana… ‘La ley y
los profetas’, con el relato de sus propias palabras y acciones, son el tesoro confiado a los discípulos para
ser dado al mundo. El nombre
de Cristo es su consigna, su señal
de distinción, su vínculo de unión, la autoridad de su conducta y la
fuente de su éxito. Nada que no lleve
su inscripción ha de ser reconocido en su reino” (El Deseado de todas las gentes, pág. 766).
“El que trabaja
en un país extranjero debe llevar en su corazón la paz y el amor del cielo;
porque ésta es su única seguridad…
Se necesitan energía y abnegación en
el campo misionero. Dios pide
hombres que promuevan los triunfos de la cruz, hombres que perseveren bajo desalientos y
privaciones; hombres que tengan
el celo, la resolución y la fe indispensables en el campo misionero” (Obreros evangélicos, págs. 484, 485).
PARA ESTUDIO
ADICIONAL
“Estas palabras designan
nuestro campo de acción y nuestra labor. Nuestro campo es el mundo; nuestra
obra, la proclamación de las verdades que Cristo vino al mundo a proclamar. A
hombres y mujeres ha de brindárseles la oportunidad de obtener un conocimiento
de la verdad presente, la oportunidad de saber que Cristo es su Salvador; que
‘de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que
todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna’. Juan 3:16” (Testimonios para la iglesia, tomo 8, pág. 216).
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