miércoles, 14 de junio de 2017

Lección 24 | Descansando en la tumba


Cuando la gente supo que Jesús había sido ejecutado por los sacerdotes, empezó a preguntar acerca de su muerte. Los detalles de su juicio fueron mantenidos tan en secreto como fue posible; pero durante el tiempo que estuvo en la tumba, su nombre estuvo en millares de labios; y los informes referentes al simulacro de juicio a que había sido sometido y a la inhumanidad de los sacerdotes y príncipes circularon por doquiera. Hombres de intelecto pidieron a estos sacerdotes y príncipes que explicasen las profecías del Antiguo Testamento concernientes al Mesías, y éstos, mientras procuraban fraguar alguna mentira en respuesta, parecieron enloquecer. No podían explicar las profecías que señalaban los sufrimientos y la muerte de Cristo, y muchos de los indagadores se convencieron de que las Escrituras se habían cumplido(El Deseado de todas las gentes, pág. 722).

CUMPLIMIENTO DE LAS PROFECÍAS ADICIONALES
1......Cuando el sábado iba a comenzar, ¿qué pidieron los judíos que hiciera el gobernador? ¿Qué hicieron los soldados para apresurar la muerte de las víctimas y así poder quitar los cuerpos de las cruces?
Juan 19:31, 32.- (31) Entonces los judíos, por cuanto era la preparación de la pascua, a fin de que los cuerpos no quedasen en la cruz en el día de reposo (pues aquel día de reposo era de gran solemnidad), rogaron a Pilato que se les quebrasen las piernas, y fuesen quitados de allí. (32) Vinieron, pues, los soldados, y quebraron las piernas al primero, y asimismo al otro que había sido crucificado con él.
Por ningún pretexto querían que su cuerpo permaneciese en la cruz durante el sábado. El sábado se estaba acercando y su santidad quedaría violada si los cuerpos permanecían en la cruz. Así que, usando esto como pre texto, los dirigentes judíos pidieron a Pilato que hiciese apresurar la muerte de las víctimas y quitar sus cuerpos antes de la puesta del sol(El Deseado de todas las gentes, pág. 716).

2......Cuando descubrieron que Je­sús ya había muerto, ¿qué hizo un soldado para asegurarse de su muerte? ¿Cómo se cumplió la profecía concerniente a la muerte del Mesías cuando sus huesos no fueron rotos y un sol­dado traspasó su costado?
Juan 19:33, 34, pp. 36, 37.- (33) Más cuando llegaron a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebra­ron las piernas. (34) Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza,… (36) Porque estas cosas sucedieron para que se cumpliese la Escritura: No será quebrado hueso suyo. (37) Y también otra Escritura dice: Mirarán al que traspasaron.
Éxodo 12:46.- Se comerá en una casa, y no llevarás de aquella carne fuera de ella, ni quebraréis hueso suyo.
Zacarías 12:10, pp.- Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron
Pilato tenía tan poco deseo como ellos de que el cuerpo de Jesús perma­neciese en la cruz. Habiendo obtenido su consentimiento, hicieron romper las piernas de los dos ladrones para apresurar su muerte; pero se descubrió que Jesús ya había muerto. Los rudos soldados habían sido enternecidos por lo que habían oído y visto de Cristo, y esto les impidió quebrarle los miem­bros. Así en la ofrenda del Cordero de Dios se cumplió la ley de la Pascua: ‘No dejarán de él para la mañana, ni quebrarán hueso en él: conforme a to­dos los ritos de la pascua la harán’.
Los sacerdotes y príncipes se asom­braron al hallar que Cristo había muerto. La muerte de cruz era un proceso lento; era difícil determinar cuándo cesaba la vida. Era algo inaudito que un hombre muriese seis horas después de la crucifixión. Los sacerdotes querían estar seguros de la muerte de Jesús, y a sugestión suya un soldado dio un lanzazo al costado del Salvador. De la herida así hecha, fluyeron dos copiosos y distintos raudales: uno de sangre, el otro de agua. Esto fue notado por todos los espectadores, y Juan anota el suceso muy definidamente (El Deseado de todas las gentes, pág. 716).

CONFIRMACIÓN DE SU MUERTE
3......¿Qué fluyó del cuerpo de Jesús cuando el soldado traspasó su costado? ¿Por qué fue esto muy significativo?
Juan 19:34.- Pero uno de los sol­dados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua.
Un soldado, a sugerencia de los sacer­dotes que deseaban asegurar la muerte de Jesús, penetró su lanza en el costa­do del Salvador, infligiendo una herida que le hubiese causado la muerte ins­tantánea si no hubiese estado realmen­te muerto. De la gran herida hecha por la lanza fluyeron dos torrentes copio­sos y distintos, uno de sangre y el otro de agua. Este hecho asombroso fue notado por todos los espectadores…” (Spirit of Prophecy, tomo 3, pág. 172).
Pareció un gran misterio para las per­sonas cuando se confirmó que Jesús ya estaba muerto. No podían aceptar que esta muerte repentina haya sido por una causa sobrenatural” (Manuscript Releases, tomo 12, pág. 387).
“Pero no fue el lanzazo, no fue el padecimiento de la cruz, lo que cau­só la muerte de Jesús. Ese clamor, pronunciado ‘con grande voz’, en el momento de la muerte, el raudal de sangre y agua que fluyó de su costa­do, declaran que murió por quebrantamiento del corazón. Su corazón fue quebrantado por la angustia mental. Fue muerto por el pecado del mun­do(El Deseado de todas las gentes, pág. 717).

CUMPLIMIENTO DE LA PROFECÍA EN SU SEPULTURA
4......¿Quiénes se presentaron en ese momento para pedir el cuerpo de Jesús? ¿Quiénes eran José de Arimatea y Nicodemo?
Marcos 15:43.- José de Arimatea, miembro noble del concilio, que también esperaba el reino de Dios, vino y entró osadamente a Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús.
Mateo 27:57.- Cuando llegó la noche, vino un hombre rico de Ari­matea, llamado José, que también había sido discípulo de Jesús.
Juan 19:38, 39.- (38) Después de todo esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, pero secreta­mente por miedo de los judíos, rogó a Pilato que le permitiese llevarse el cuerpo de Jesús; y Pilato se lo concedió. Entonces vino, y se llevó el cuerpo de Jesús. (39) También Nico­demo, el que antes había visitado a Jesús de noche, vino trayendo un compuesto de mirra y de áloes, como cien libras.
“En esta emergencia, José de Arima­tea y Nicodemo vinieron en auxilio de los discípulos. Ambos hombres eran miembros del Sanedrín y cono­cían a Pilato. Ambos eran hombres de recursos e influencia. Estaban resuel­tos a que el cuerpo de Jesús recibiese sepultura honrosa.
José fue osadamente a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Por prime­ra vez, supo Pilato que Jesús estaba realmente muerto. Informes contra­dictorios le habían llegado acerca de los acontecimientos que habían acompañado la crucifixión, pero el conocimiento de la muerte de Cristo le había sido ocultado a propósito. Pilato había sido advertido por los sa­cerdotes y príncipes contra el engaño de los discípulos de Cristo respecto de su cuerpo. Al oír la petición de José, mandó llamar al centurión que había estado encargado de la cruz, y supo con certeza la muerte de Jesús. También oyó de él un relato de las es­cenas del Calvario que confirmaba el testimonio de José” (El Deseado de todas las gentes, pág. 718).
“…Mientras los discípulos temían manifestarse abiertamente como adeptos suyos, José y Nicodemo acudieron osadamente en su auxilio. La ayuda de estos hombres ricos y hon­rados era muy necesaria en ese momento. Podían hacer por su Maestro muerto lo que era imposible para los pobres discípulos; su riqueza e influencia los protegían mucho contra la malicia de los sacerdotes y prínci­pes” (El Deseado de todas las gentes, pág. 719).

5......¿Qué servicios proveyeron para Jesús? ¿Qué otra profecía fue entonces cumplida literal­mente?
Mateo 27:59, 60.- (59) Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia, (60) y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña; y después de hacer rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, se fue.
Juan 19:40, 41.- (40) Tomaron, pues, el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en lienzos con especias aromáticas, según es costumbre sepultar entre los judíos. (41) Y en el lugar donde había sido crucificado, había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual aún no había sido puesto ninguno.
Isaías 53:9.- Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ri­cos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.
Con suavidad y reverencia, bajaron con sus propias manos el cuerpo de Jesús. Sus lágrimas de simpatía caían en abundancia mientras miraban su cuerpo magullado y lacerado. José poseía una tumba nueva, tallada en una roca. Se la estaba reservando para sí mismo, pero estaba cerca del Calvario, y ahora la preparó para Jesús.
El cuerpo, juntamente con las espe­cias traídas por Nicodemo, fue en­vuelto cuidadosamente en un sudario, y el Redentor fue llevado a la tumba. Allí, los tres discípulos enderezaron los miembros heridos y cruzaron las manos magulladas sobre el pecho sin vida” (El Deseado de todas las gentes, pág. 719).

DESCANSO Y DUELO EN SÁBADO
6......¿Quiénes acompañaron a José de Arimatea y Nicodemo cuan­do colocaron el cuerpo de Jesús en la tumba? ¿Qué hicieron las mujeres que le siguieron desde Galilea durante las últimas ho­ras del día de preparación?
Lucas 23:54-56 pp.- (54) Era día de la preparación, y estaba para comenzar el día de reposo. (55) Y las mujeres que habían venido con él desde Galilea, siguieron también, y vieron el sepulcro, y cómo fue pues­to su cuerpo. (56) Y vueltas, prepararon especias aromáticas y ungüentos
Las mujeres galileas vinieron para ver si se había hecho todo lo que po­día hacerse por el cuerpo muerto de su amado Maestro. Luego vieron cómo se hacía rodar la pesada piedra contra la entrada de la tumba, y el Salvador fue dejado en el descanso. Las muje­res fueron las últimas que quedaron al lado de la cruz, y las últimas que quedaron al lado de la tumba de Cris­to. Mientras las sombras vespertinas iban cayendo, María Magdalena y las otras Marías permanecían al lado del lugar donde descansaba su Señor derramando lágrimas de pesar por la suerte de Aquel a quien amaban” (El Deseado de todas las gentes, pág. 719).
“En su relato del sepelio del Salvador, San Lucas dice, hablando de las mu­jeres que presenciaron su crucifixión: “‘al volverse, prepararon especias y ungüentos: y el sábado descansaron, según el mandamiento’. Lucas 23:56.
El Salvador fue sepultado el vier­nes, o sea el sexto día de la semana. Las mujeres prepararon las especias y los ungüentos con que embalsamar a su Señor y los pusieron aparte hasta que terminó el sábado. Ni siquiera el trabajo de embalsamar el cuerpo de Jesús quisieron hacerlo en sábado(Cristo nuestro salvador, pág. 145).

7......Aunque toda la situación era devastadora, ¿qué hicieron los creyentes el día sábado? En los evangelios, ¿cómo se define el sábado? ¿Qué era especial en cuanto a la pascua ese año?
Lucas 23:56, úp.-…y descansaron el día de reposo, conforme al manda­miento.
Juan 19:31, sp.-el día de reposo (pues aquel día de reposo era de gran solemnidad).
Los discípulos descansaron el sába­do, entristecidos por la muerte de su Señor, mientras que Jesús, el Rey de gloria, permanecía en la tumba(Pri­meros escritos, pág. 181).
“Para los entristecidos discípulos ése fue un sábado que nunca olvidarían, y también lo fue para los sacerdotes, los príncipes, los escribas y el pueblo. A la puesta del sol, en la tarde del día de preparación, sonaban las trompe­tas para indicar que el sábado había empezado. La Pascua fue observada como lo había sido durante siglos, mientras que Aquel a quien señalaba, ultimado por manos perversas, yacía en la tumba de José… Pero algunos de los presentes no estaban tranquilos mientras se ofrecía por el pecado la sangre de becerros y machos cabríos. No tenían conciencia de que las figu­ras hubiesen encontrado la realidad que prefiguraban, de que un sacrificio infinito había sido hecho por los pe­cados del mundo. No sabían que no tenía ya más valor el cumplimiento de los ritos ceremoniales…El lugar don­de Jehová se encontraba con el sumo sacerdote, para comunicar su gloria, el lugar que había sido la cámara de audiencia sagrada de Dios, estaba abier­to a todo ojo; ya no era reconocido por el Señor. Con lóbregos presentimien­tos, los sacerdotes ministraban ante el altar. La exposición del misterio sagrado del lugar santísimo les hacía temer que sobreviniera alguna calami­dad(El Deseado de todas las gentes, pág. 719).

PREGUNTAS DE REFLEXIÓN
¿Qué sabemos de los once discípulos inmediatamente después de la muerte de Jesús? ¿Tuvieron algo que ver con su sepultura?
¿Quién pudo haber imaginado que la sepultura de Jesús revelaba nuevos discípulos?
¿Se dieron cuenta los judíos que el sufrimiento, muerte, y sepultura de Jesús eran el cumplimiento de la profecía? ¿Qué nos hace posible comprender que no?

PARA UN ESTUDIO ADICIONAL
“Muchos espíritus repasaban activamente los pensamientos iniciados por las escenas del Calvario. De la crucifixión hasta la resurrección, muchos ojos insomnes escudri­ñaron constantemente las profecías, algunos para aprender el pleno significado de la fiesta que estaban celebrando, otros para hallar evidencia de que Jesús no era lo que aseveraba ser; y otros, con corazón entristecido, buscando pruebas de que era el verdadero Mesías. Aunque escudriñando con diferentes objetos en vista, todos fueron convencidos de la misma verdad, a saber que la profecía había sido cumplida en los sucesos de los últimos días y que el Crucificado era el Redentor del mundo. Muchos de los que en esa ocasión participaron del ceremonial no volvieron nunca a tomar parte en los ritos pascuales. Muchos, aun entre los sacerdotes, se convencieron del verdade­ro carácter de Jesús. Su escrutinio de las profecías no había sido inútil, y después de su resurrección le reconocieron como el Hijo de Dios” (El Deseado de todas las gentes, pág. 720).


  

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