La ofrenda especial de
Escuela Sabática está dedicada a los países emergentes de África Occidental.
“Otra posibilidad estaba pendiente
en la mente de Pilato por la cual podría
salvar a Cristo de aquella turba enloquecida, especialmente, sabiendo que
la envidia era el factor motivador que lo había conducido al pretorio. Una costumbre de invención pagana;
en la que no había sombra de justicia, era que en ocasión de esta fiesta, se acostumbraba
soltar a algún prisionero que hubiera sido condenado a muerte. ¿Podría Pilato implementar con éxito este
subterfugio y lograr su deseo de
liberar a un hombre inocente, cuyo poder –a pesar de hallarse atado y
bajo acusación– él sabía que no era
el de un hombre común, sino de Dios? Su alma estaba bajo el peso de un terrible conflicto. Presentaría al puro e inocente Jesús al lado del famoso Barrabás
y esperaba que el contraste entre el
inocente y el culpable los convencería para que se inclinasen a votar a favor
de Jesús de Nazaret” (El Cristo triunfante,
pág. 275).
OPORTUNIDAD PARA RECONSIDERAR
1......¿A qué conclusión llegó Pilato cuando Herodes le envió
nuevamente a Jesús sin haberle hecho juicio?
Lucas 23:13-16.- (13) Entonces Pilato, convocando a los principales sacerdotes, a los gobernantes, y al pueblo, (14) les
dijo: Me habéis presentado a éste
como un hombre que perturba al pueblo; pero habiéndole interrogado yo
delante de vosotros, no he hallado en
este hombre delito alguno de aquellos de que le acusáis. (15) Y ni aun Herodes, porque os remití
a él; y he aquí, nada digno de muerte
ha hecho este hombre. (16) Le soltaré, pues, después de
castigarle.
“Pilato
sintió desencanto y mucho desagrado. Cuando los judíos volvieron con el prisionero, preguntó impacientemente qué querían que hiciese con él. Les recordó que ya había examinado a Jesús
y no había hallado culpa en él;
les dijo que le habían presentado quejas contra él, pero que no habían podido probar una sola acusación.
Había enviado a Jesús a Herodes,
tetrarca de Galilea y miembro de su nación judía, pero él tampoco había hallado en él cosa digna de muerte. ‘Le soltaré, pues, castigado’, dijo
Pilato. En esto Pilato demostró su
debilidad. Había declarado que
Jesús era inocente; y, sin embargo, estaba
dispuesto a hacerlo azotar para apaciguar a sus acusadores. Quería sacrificar la justicia y los
buenos principios para transigir con la turba. Esto le colocó en
situación desventajosa. La turba se
valió de su indecisión y clamó tanto más por la vida del preso. Si desde el principio Pilato se hubiese
mantenido firme, negándose a condenar a un hombre que consideraba
inocente, habría roto la cadena fatal que iba a retenerle toda su vida en el remordimiento
y la culpabilidad. Si hubiese
obedecido a sus convicciones de lo recto, los judíos no habrían
intentado imponerle su voluntad. Se habría dado muerte a Cristo, pero la
culpabilidad no habría recaído sobre Pilato” (El Deseado de
todas las gentes, pág. 80).
SUEÑO EN UN MOMENTO CRÍTICO
2......Mientras esto estaba sucediendo, ¿quién envió un mensaje
a Pilato? ¿Cómo fue presentado Jesús en ese mensaje?
Mateo 27:19.- Y estando él sentado en el tribunal, su mujer le mandó decir: No tengas nada que ver con ese justo; porque hoy he padecido mucho en sueños por causa de él.
“Aun entonces no se le dejó actuar ciegamente.
Un mensaje de Dios le amonestó acerca
del acto que estaba por cometer. En respuesta a la oración de Cristo, la esposa de Pilato había sido visitada por un ángel del cielo,
y en un sueño había visto al Salvador
y conversado con él. La esposa
de Pilato no era judía, pero mientras
miraba a Jesús en su sueño no
tuvo duda alguna acerca de su carácter o misión. Sabía que era el Príncipe de Dios. Le vio juzgado en el tribunal. Vio las manos estrechamente ligadas como las manos de un criminal. Vio a Herodes y sus soldados realizando su
impía obra. Oyó a los sacerdotes
y príncipes, llenos de envidia y
malicia, acusándole furiosamente.
Oyó las palabras: ‘Nosotros tenemos ley,
y según nuestra ley debe morir’. Vio
a Pilato entregar a Jesús para ser azotado, después de haber declarado: ‘Yo no hallo en él ningún crimen’. Oyó la condenación pronunciada por Pilato, y le vio entregar a Cristo a sus homicidas.
Vio la cruz levantada en el Calvario.
Vio la tierra envuelta en tinieblas
y oyó el misterioso clamor: ‘Consumado es’. Pero otra escena aún se ofreció a su mirada.
Vió a Cristo sentado sobre la gran
nube blanca, mientras toda la
tierra oscilaba en el espacio y sus homicidas huían de la presencia de su
gloria. Con un grito de horror se
despertó, y en seguida escribió
a Pilato unas palabras de advertencia” (El Deseado de todas
las gentes, pág. 680).
SIGUIENDO LA COSTUMBRE
3......En aquel tiempo, ¿qué costumbre existía en ocasión de la
fiesta de la pascua? ¿Qué propuso Pilato?
Marcos 15:6, 8.- (6) Ahora
bien, en el día de la fiesta les
soltaba un preso, cualquiera que
pidiesen… (8) Y viniendo la multitud, comenzó a pedir que hiciese como siempre
les había hecho.
Mateo 27:17.- Reunidos, pues, ellos, les dijo
Pilato: ¿A quién queréis que os suelte:
a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo?
“El
rostro de Pilato palideció. Le confundían
sus propias emociones en conflicto. Pero mientras postergaba la acción, los sacerdotes y príncipes inflamaban aún más los ánimos del pueblo.
Pilato se vio forzado a obrar. Recordó entonces una costumbre que
podría servir para obtener la
liberación de Cristo. En ocasión
de esta fiesta, se acostumbraba
soltar a algún preso que el pueblo eligiese. Era una costumbre de invención pagana; no había sombra de justicia en ella, pero los judíos la apreciaban mucho” (El Deseado de todas las gentes, pág.
681).
EL OTRO PRISIONERO
4......¿Qué informe dan los evangelios sobre el prisionero,
Barrabás? Proponiendo que Jesús sea liberado, ¿qué idea intentó el gobernador
hacer surgir en la conciencia del pueblo?
Juan 18:40.- Entonces todos dieron voces de nuevo, diciendo:
No a éste, sino a Barrabás. Y Barrabás era ladrón.
Marcos 15:7.- Y había uno que se llamaba Barrabás, preso con sus compañeros de motín
que habían cometido homicidio en una revuelta.
“En aquel entonces las autoridades romanas tenían preso a un tal Barrabás que estaba bajo sentencia de muerte.
Este hombre había aseverado ser el Mesías.
Pretendía tener autoridad para establecer un orden de cosas diferente para
arreglar el mundo. Dominado por el
engaño satánico, sostenía que le
pertenecía todo lo que pudiese obtener por el robo. Había hecho cosas maravillosas por medio de
los agentes satánicos, había conquistado
secuaces entre el pueblo y había
provocado una sedición contra el gobierno romano. Bajo el manto del entusiasmo religioso, se ocultaba un bribón empedernido y desesperado, que sólo procuraba cometer actos de rebelión y
crueldad. Al ofrecer al pueblo
que eligiese entre este hombre y el Salvador inocente, Pilato pensó despertar en él un sentido de justicia.
Esperaba suscitar su simpatía por Jesús en oposición a los sacerdotes y príncipes.
Así que volviéndose a la muchedumbre,
dijo con gran fervor: ‘¿Cuál queréis que os suelte? ¿A Barrabás, o a Jesús que se dice
el Cristo?’”
(El Deseado de todas las gentes, pág. 681).
LOS JUDÍOS ELIGEN
5......Mientras un gobernador pagano repetidamente proponía que Jesús
sea liberado, ¿qué continuaron exigiendo los líderes judíos? Dada la
oportunidad para elegir entre dos personas, y sabiendo que uno era culpable, ¿A
quién pidieron que sea liberado en dos oportunidades?
Marcos 15:9, 11.- (9) Y Pilato les respondió diciendo: ¿Queréis que os suelte al Rey de los
judíos?... (11) Mas los principales sacerdotes incitaron a la
multitud para que les soltase
más bien a Barrabás.
Lucas 23:18.- Más toda la multitud dio voces a una, diciendo: ¡Fuera con éste, y suéltanos a Barrabás!
“Como
el rugido de las fieras, vino la
respuesta de la turba: Suéltanos
a Barrabás. E iba en aumento el
clamor: ¡Barrabás! ¡Barrabás! Pensando que el pueblo no había comprendido su pregunta, Pilato preguntó: ‘¿Queréis que os suelte al Rey de los Judíos?’ Pero volvieron a clamar: ‘Quita a éste, y suéltanos a Barrabás’.
‘¿Qué pues haré de Jesús que se dice el
Cristo?’ preguntó Pilato. Nuevamente
la agitada turba rugió como demonios. Había verdaderos demonios en forma humana en la muchedumbre,
y ¿qué podía esperarse sino la
respuesta: ‘Sea crucificado’?” (El Deseado de
todas las gentes, pág. 682).
CONDUCTA Y JUICIO DE LA MULTITUD
6......¿Qué dijo Pilato por tercera vez, tratando de ayudar a Jesús?
¿Cuál era la única demanda de la multitud? ¿Quién estaba en realidad detrás del
frenesí que demandaba la pena de muerte para el Redentor del mundo?
Lucas 23:20-22.- (20) Les habló otra vez Pilato, queriendo soltar a Jesús; (21) pero ellos volvieron a dar voces,
diciendo: ¡Crucifícale, crucifícale!
(22) Él les
dijo por tercera vez: ¿Pues
qué mal ha hecho éste? Ningún
delito digno de muerte he hallado en él; le castigaré, pues, y le soltaré.
Mateo 27:22, 23.- (22) Pilato les dijo: ¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado el Cristo? Todos le
dijeron: ¡Sea crucificado! (23) Y el gobernador les dijo: Pues ¿qué mal ha hecho? Pero ellos gritaban aún más,
diciendo: ¡Sea crucificado!
“Pilato
estaba turbado. No había pensado
obtener tal resultado. Le repugnaba
entregar un hombre inocente a la muerte
más ignominiosa y cruel que se pudiese infligir. Cuando hubo cesado el tumulto de las voces, volvió a hablar al pueblo diciendo: ‘Pues ¿qué mal ha hecho?’ Pero era demasiado tarde para argüir.
No eran pruebas de la inocencia de
Cristo lo que querían, sino su condena.
“Pilato
se esforzó todavía por salvarlo. ‘Les
dijo la tercera vez: ¿Pues qué
mal ha hecho éste? Ninguna
culpa de muerte he hallado en él: le
castigaré, pues, y le soltaré’. Pero la sola mención de su liberación decuplicaba
el frenesí del pueblo. ‘Crucifícale, crucifícale’,
clamaban. La tempestad que la
indecisión de Pilato había provocado rugía cada vez más” (El Deseado de todas las gentes, pág.
682).
EL SALVADOR EN MANOS DE HOMBRES
7......¿Qué permitió Pilato a este punto del juicio? ¿Qué abuso fue
cometido en contra del divino Hijo de Dios? ¿Cómo reaccionó ante el maltrato?
Juan 19:1-3.- (1) Así que, entonces tomó Pilato a Jesús, y le azotó.
(2) Y los soldados
entretejieron una corona de espinas, y la pusieron sobre su cabeza, y le vistieron
con un manto de púrpura; (3) le
decían: ¡Salve, Rey de los judíos! y le
daban de bofetadas.
“¡Admiraos, oh cielos! ¡Y asómbrate, oh
tierra! Contemplad al opresor y al oprimido.
Una multitud enfurecida rodea al Salvador
del mundo. Las burlas y los
escarnios se mezclan con los groseros juramentos de blasfemia… Su humillación era la garantía de su
exaltación. Las cruentas
gotas de sangre que de sus heridas sienes corrieron por su rostro y su barba,
fueron la garantía de su ungimiento con
el “óleo de alegría” como sumo sacerdote
nuestro… La ira de Satanás
fue grande al ver que todos los insultos
infligidos al Salvador no podían arrancar de sus labios la menor murmuración.
Aunque se había revestido de la
naturaleza humana, estaba
sostenido por una fortaleza semejante a la de Dios y no se apartó un ápice de la voluntad de su Padre. Cuando Pilato entregó a Jesús para que fuese
azotado y burlado, pensó excitar la compasión de la
muchedumbre. Esperaba que ella
decidiera que este castigo bastaba. Pensó que aun la malicia de los sacerdotes estaría ahora satisfecha. Pero,
con aguda percepción, los judíos vieron
la debilidad que significaba el castigar así a un hombre que había sido declarado
inocente. Sabían que Pilato estaba
procurando salvar la vida del preso, y ellos estaban resueltos a que Jesús no fuese libertado. Para agradarnos y satisfacernos, Pilato
le ha azotado, pensaron, y si insistimos en obtener una decisión, conseguiremos
seguramente nuestro fin” (El Deseado de
todas las gentes, pág. 683).
PREGUNTAS DE
REFLEXIÓN
¿Qué había sucedido con las conciencias
de las personas que llegaron al punto de pedir la liberación del que era
culpable y la condenación del que era inocente?
¿Dónde estaba la gratitud del pueblo
por toda la sanidad, milagros, ayuda, y bendiciones que habían recibido de la
mano del Salvador mientras ahora pedían su crucifixión?
¿Qué beneficio podía recibir el pueblo
y los gobernantes de la liberación de Barrabás?
¿Cómo podemos estar
seguros de elegir siempre a Jesús, y no a alguien como Barrabás?
PARA UN ESTUDIO
ADICIONAL
“Pilato anhelaba librar a Jesús. Pero vio que no podría hacerlo y conservar su puesto y sus honores.
Antes que perder su poder mundanal, prefirió
sacrificar una vida inocente. ¡Cuántos, para escapar a la pérdida o al
sufrimiento, sacrifican igualmente los buenos principios! La conciencia y el
deber señalan un camino, y el interés propio señala otro...
“Pilato cedió a las
exigencias de la turba. Antes que arriesgarse a perder su puesto entregó a
Jesús para que fuese crucificado, pero... aquello mismo que temía le aconteció después.
Fue despojado de sus honores, fue derribado de su alto cargo y, atormentado por
el remordimiento y el orgullo herido, poco después de la crucifixión se quitó
la vida. Asimismo, todos los que transigen con el pecado no tendrán sino pesar
y ruina.
“Hay camino que al
hombre parece derecho; empero su fin son caminos de muerte” (Conflicto y Valor, pág. 324).
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