“Hermanos: Debemos cavar profundamente en la mina
de la verdad. Podemos examinar ciertos asuntos personalmente y con
otros, siempre y cuando lo hagamos con el debido espíritu; pero demasiado a menudo el yo toma la delantera, y tan pronto como
comienza la investigación se manifiesta
un espíritu anticristiano. Esto es justamente lo que deleita a Satanás;
pero debemos venir con corazón
humilde para saber por nosotros mismos qué es la verdad. Se aproxima el momento cuando seremos
separados y esparcidos, y cada
cual tendrá que sostenerse sin el privilegio de la comunión con los que
comparten su preciosa fe. ¿Cómo podrán prevalecer a menos que Dios esté
a su lado y sepan que los está guiando y dirigiendo? Cada vez que nos reunimos para estudiar la verdad bíblica, el
Maestro está con nosotros” (Cada día con Dios, pág. 91).
UNA PRUEBA ADELANTE
1......Previendo los eventos de los últimos días de la vida del
Mesías, ¿qué profecía marcó el profeta Zacarías? ¿Cómo puso Jesús el
cumplimiento de esta profecía en contexto?
Zacarías 13:7.- Levántate,
oh espada, contra el pastor,
y contra el hombre compañero mío,
dice Jehová de los ejércitos. Hiere al pastor, y serán dispersadas las
ovejas; y haré volver mi mano
contra los pequeñitos.
Mateo 26:31.- Entonces Jesús les dijo: Todos vosotros os escandalizaréis de mí
esta noche; porque escrito
está: Heriré al pastor, y las
ovejas del rebaño serán dispersadas.
“Entre la multitud que siguió al Salvador hasta el
Calvario, había muchos que le
habían acompañado con gozosos hosannas y agitando palmas, mientras
entraba triunfantemente en Jerusalén. Pero no
pocos de aquellos que habían gritado sus alabanzas porque era una
acción popular, participaban en
clamar: ‘Crucifícale,
crucifícale’. Cuando Cristo
entró en Jerusalén, las esperanzas
de los discípulos habían llegado a su apogeo. Se habían agolpado en
derredor de su Maestro, sintiendo que era un alto honor estar relacionados con
él. Ahora, en su humillación,
le seguían de lejos. Estaban llenos de pesar y agobiados por
las esperanzas frustradas. Ahora
se verificaban las palabras de Jesús: ‘Todos
vosotros seréis escandalizados en mí esta noche; porque escrito está: Heriré al Pastor, y las ovejas de la
manada serán dispersas’” (El Deseado de todas las gentes, pág. 692).
“Estamos viviendo en los últimos días, cuando la verdad debe ser hablada,
cuando debe ser dada al mundo en forma
de reproche y amonestaciones, cualesquiera
sean las consecuencias. Si hay algunos que se ofenden y abandonan la
verdad, debemos tener en cuenta que hubo personas tales que hicieron lo mismo
en los días de Cristo...” (Mensajes selectos, tomo 3, pág. 482).
2......Teniendo en mente la profecía antes mencionada, ¿qué dijo
el Maestro a Pedro? ¿Para quiénes sería especialmente la crisis venidera
severa?
Lucas 22:31.- Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí
Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo.
“Los discípulos oyeron esto con tristeza y asombro. Recordaron cómo, en la sinagoga de Capernaúm, cuando Cristo habló de sí mismo como del pan de
vida, muchos se habían ofendido
y se habían apartado de él. Pero los
doce no se habían mostrado infieles. Pedro, hablando por
sus hermanos, había declarado entonces
su lealtad a Cristo. Entonces el
Salvador había dicho: ‘¿No he
escogido yo a vosotros doce, y uno de vosotros es diablo?’ En el aposento alto, Jesús había dicho que uno de los doce le
traicionaría, y que Pedro le
negaría. Pero ahora sus
palabras los incluían a todos” (El Deseado de todas las gentes, pág. 627).
“La razón por la cual muchos profesos discípulos de Cristo caen
víctimas de tentaciones graves es
que no tienen un correcto conocimiento de sí mismos. En esto Pedro fue cabalmente zarandeado por
el enemigo. Si pudiéramos comprender
nuestras propias debilidades, veríamos
que hay tanto que hacer por nosotros mismos que humillaríamos nuestro corazón bajo la poderosa mano de Dios.
Al vincular nuestras almas indefensas
con Cristo, supliremos nuestra ignorancia con su sabiduría, nuestra debilidad con su fortaleza,
nuestra fragilidad con su invencible
poder. Pedro cayó porque no
conocía su propia fragilidad. Creyó
que era fuerte...” (Hijos e hijas de Dios, pág. 93).
AYUDA EN LA CRISIS
3......¿Solamente habló a los discípulos sobre la crisis
venidera, o proveyó algo para proteger a sus discípulos?
Lucas 22:32.- Pero yo he rogado por ti,
que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus
hermanos.
“A nosotros, como a
Pedro, se dirigen estas palabras:
‘Satanás os ha pedido para
zarandearos como a trigo; mas yo
he rogado por ti que tu fe no falte’ (Lucas 22:31, 32). Nunca abandonará Cristo a aquellos por
quienes murió. Nosotros podemos
dejarle y ser abrumados por la tentación; pero nunca puede Cristo desviarse de un alma por la cual dio su propia
vida como rescate. Si nuestra
visión espiritual pudiese despertarse, veríamos
almas agobiadas por la opresión y cargadas de pesar, como un carro de gavillas, a punto de morir desalentadas. Veríamos ángeles volar prestamente en
ayuda de estos seres tentados, para rechazar las huestes del mal que los rodean y colocar sus pies sobre
el fundamento seguro. Las
batallas que se riñen entre los dos ejércitos son tan reales como las que
entablan los ejércitos de este mundo, y son destinos eternos los que dependen del resultado del conflicto
espiritual” (Profetas y Reyes,
pág. 130).
CONFIANZA QUE NO PUEDE SER FIABLE
4......¿Era Pedro consciente de su debilidad humana? ¿Cuál fue
su reacción ante las palabras de advertencia de Jesús?
Mateo 26:33.- Respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos se
escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré.
Lucas 22:33.- Él le
dijo: Señor, dispuesto estoy a ir
contigo no sólo a la cárcel, sino también a la muerte.
Juan 13:37.- Le dijo Pedro: Señor, ¿por qué no te puedo seguir ahora? Mi vida pondré por ti.
“Cuando Pedro dijo que seguiría a su Señor a la
cárcel y a la muerte, cada
palabra era sincera; pero no
se conocía a sí mismo. Ocultos
en su corazón estaban los malos elementos que las circunstancias iban a hacer brotar a la vida. A menos que se le hiciese conocer su
peligro, esos elementos
provocarían su ruina eterna. El Salvador
veía en él un amor propio y una seguridad que superarían aun su amor por Cristo.
En su experiencia se habían revelado
muchas flaquezas, mucho pecado
que no había sido amortiguado, mucha
negligencia de espíritu, un temperamento
no santificado y temeridad para exponerse a la tentación. La solemne amonestación de Cristo fue una invitación
a escudriñar su corazón. Pedro
necesitaba desconfiar de sí mismo, y tener una fe más profunda en Cristo.
Si hubiese recibido con humildad la
amonestación, habría suplicado al
pastor del rebaño que guardase su oveja. Cuando, en el mar de Galilea, estaba por hundirse, clamó: ‘Señor, sálvame’ (Mateo 14:30).
Entonces la mano de Cristo se
extendió para tomar la suya. Así también
ahora, si hubiese clamado a
Jesús: Sálvame de mí mismo, habría sido guardado. Pero Pedro sintió que se desconfiaba de él,
y pensó que ello era cruel. Ya se escandalizaba, y se volvió más
persistente en su confianza propia” (El Deseado de todas las gentes, pág. 627).
5......Aunque él se negó rotundamente a creer que alguna vez
negaría a su Maestro, ¿qué le dijo el Señor? ¿Estaba realmente preparado para
dar su vida por Él?
Mateo 26:34.- Jesús le dijo: De cierto te digo que esta noche, antes
que el gallo cante, me negarás tres veces.
Lucas 22:34.- Y él le dijo: Pedro, te digo
que el gallo no cantará hoy antes que tú niegues tres veces que me conoces.
Juan 13:38.- Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros;
como yo os he amado, que también os améis unos a otros.
“En esto vemos cuán engañada y extraviada puede estar
la naturaleza humana cuando ha
permitido que Satanás se interponga entre el alma humana y Jesús. Es
necesario que las palabras de Cristo se pronuncien con autoridad: ‘¡Quítate de delante de mí Satanás!’
Deja que me acerque a mis siervos,
para que no sean vencidos, para que crean a mis palabras antes que a las palabras de los engañadores,
pues hablo con verdad y con justicia...”
(El Cristo triunfante, pág. 277).
“Si Pedro hubiera caminado humildemente con Dios, y ocultado el yo en Cristo; si hubiera buscado fervientemente la ayuda
divina; si hubiera sido menos
confiado en sí mismo; si hubiera
recibido la instrucción del Señor y la hubiera puesto en práctica,
habría velado en oración, y habría
obrado su propia salvación con temor y temblor. Si se hubiera examinado íntimamente a sí mismo, el Señor le habría dado ayuda divina, y no hubiera habido necesidad de que el
Señor lo zarandeara... No hay
poder en toda la fuerza satánica que pueda incapacitar al alma que confía,
en sencilla confianza, en la sabiduría
que procede de Dios” (Hijos e hijas de Dios, pág. 91).
6......¿Qué reafirmó Pedro incluso más vehementemente? ¿Los
otros discípulos se sintieron menos seguros que él? ¿Qué consejo les dio Jesús,
en vista de su debilidad humana natural?
Mateo 26:35.- Pedro le dijo: Aunque me sea necesario morir contigo,
no te negaré. Y todos los
discípulos dijeron lo mismo.
Marcos 14:31.- Mas él con mayor insistencia decía: Si me fuere necesario morir contigo, no
te negaré. También todos
decían lo mismo.
Mateo 26:41.- Velad y orad, para que no entréis en tentación; el
espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.
“El cuidado que Cristo manifestó por Pedro fue la causa de su restauración.
Satanás no podía hacer nada contra la
todopoderosa intercesión de Cristo. Y la
oración que Cristo ofreció por Pedro la ofrece por todos los que son humildes y
contritos de corazón… Pedro
pecó contra la luz y el conocimiento, y contra los grandes y excelsos privilegios. Fue la confianza propia que le llevó a fracasar, y es esta misma la que ahora está obrando
en los corazones humanos. Puede nuestro
propósito ser justo y hacer lo justo, pero ciertamente erraremos a menos que seamos alumnos constantes en la escuela de
Cristo. Nuestra única
seguridad es caminar humildemente con Dios” (Hijos e hijas de Dios, pág. 91).
PROBADOS PERO NO ABANDONADOS
7......Aunque las ovejas estaban dispersas en el tiempo de
prueba, ¿qué les dijo el Señor para alentarlos? ¿Dios deja a sus hijos solos en
el momento de tentación?
Mateo 26:32.- Pero después que haya
resucitado, iré delante de
vosotros a Galilea.
1 Corintios 10:13.- No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea
humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que
podéis resistir, sino que dará
también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.
2 Pedro 2:9.- Sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser
castigados en el día del juicio.
Salmos 34:17-19.- (17) Claman los justos, y Jehová oye,
y los libra de todas sus angustias.
(18) Cercano está Jehová a los
quebrantados de corazón;
y salva a los contritos de espíritu.
(19) Muchas son las aflicciones del
justo, pero de todas ellas le librará Jehová.
“Jesús miró con compasión a sus discípulos. No podía salvarlos de la prueba, pero no los dejó sin consuelo. Les aseguró que él estaba por romper las
cadenas del sepulcro, y que su
amor por ellos no faltaría. ‘Después
que haya resucitado –dijo– iré
delante de vosotros a Galilea’. Antes
que le negasen, les aseguró
el perdón. Después de su muerte
y resurrección, supieron que
estaban perdonados y que el corazón de Cristo los amaba” (El Deseado de todas las gentes,
pág. 628).
PREGUNTAS DE REFLEXIÓN
¿Podemos
imaginarnos lo que nuestras pruebas serán en el futuro y cómo las
enfrentaremos?
¿Estamos
más conscientes y preparados para lidiar con una crisis de lo que estuvo Pedro
y los discípulos?
¿Qué
crees que es necesario para no separarnos de Jesús, como hicieron Pedro y los
otros discípulos?
PARA UN ESTUDIO ADICIONAL
“La
manera en que el Salvador trató con Pedro tenía una lección para él y sus hermanos.
Aunque Pedro había negado a su Señor, el amor que Jesús tenía hacia él nunca
vaciló. Y al aceptar el apóstol la responsabilidad de ministrar la palabra a
otros, debía reprender al transgresor con paciencia, simpatía y amor
perdonador. Recordando su propia debilidad y fracaso, debía tratar a las ovejas
y corderos encomendados a su cuidado con tanta ternura como Cristo le había
tratado a él” (Los hechos de los
apóstoles, pág. 411).
“Esta
declaración dirigida a Pedro tiene validez para cada cristiano: ‘Satanás os ha
pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no
falte’ (Lucas 22:31, 32). Gracias a Dios porque no se nos ha dejado
solos. Esta es nuestra seguridad. Satanás nunca podrá causar daño eterno al que
Cristo haya preparado para la tentación mediante su intercesión, porque en
Cristo hay gracia para cada alma, y se ha provisto en él un camino de escape,
de manera que nadie necesita caer bajo el poder del enemigo” (A fin de conocerle, pág. 284).
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