“El Espíritu de Dios actúa en el alma del
creyente, capacitándolo
para seguir progresando en su obediencia, incrementando su fortaleza, avanzando de gracia en gracia en
Jesucristo” (Mensajes Selectos, Tomo 1, p. 439).
ARREPENTIMIENTO
1.....¿Qué conocimiento es esencial para que un corazón sea
transformado?
Salmos 19:12.- ¿Quién podrá
entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos…
Salmos 40:12.- Porque me han
rodeado males sin número; Me han alcanzado mis maldades,
y no puedo levantar la vista. Se han aumentado más que los cabellos de
mi cabeza, y mi corazón me falla…
Salmos 139:24.- Y ve si hay en
mí camino de perversidad, y guíame
en el camino eterno.
Romanos 3:20.- Ya que por las
obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por
medio de la ley es el conocimiento del pecado.
“… Cuando el corazón cede a la influencia del Espíritu
de Dios, la conciencia se
vivifica y el pecador discierne algo de la profundidad y santidad de la
sagrada ley de Dios, fundamento de su gobierno en los cielos y en la
tierra. ‘La Luz verdadera, que alumbra a
todo hombre que viene a este mundo’ (Juan 1:9), ilumina las cámaras secretas del alma, y quedan reveladas las cosas
ocultas. La convicción se
posesiona de la mente y del corazón. El pecador reconoce entonces la justicia de Jehová, y siente terror de
aparecer en su iniquidad e impureza delante del que escudriña los corazones.
Ve el amor de Dios, la belleza de la santidad y el gozo de la pureza. Ansía ser purificado y restituido a la
comunión del cielo” (El Camino a Cristo, pág. 24).
“Así debe ser con
todos los que contemplan a Jesús. Cuanto
más nos acerquemos a él y cuanto más claramente discernamos la pureza
de su carácter, tanto más claramente veremos la extraordinaria gravedad del
pecado y tanto menos nos sentiremos tentados a exaltarnos a nosotros
mismos. Habrá un continuo esfuerzo del
alma para acercarse a Dios; una
constante, ferviente y dolorosa confesión del pecado y una humillación del corazón
ante él. En cada paso de avance que demos en la experiencia cristiana, nuestro arrepentimiento será más profundo”
(Los Hechos de los Apóstoles, pág. 448).
2.....¿Cómo reaccionó David cuando comprendió su condición de
pecador?
Salmos 51:1-4.- (1) Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus piedades borra mis
rebeliones. (2)
Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado. (3) Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado
está siempre delante de mí. (4) Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos;
para que seas reconocido justo en tu palabra, y tenido por puro en tu juicio….
Salmos 51: 9-12.- (9) Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas mis maldades. (10) Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un
espíritu recto dentro de mí. (11) No me eches de delante de ti, y no quites de mí tu
santo Espíritu. (12) Vuélveme el gozo de tu salvación, y espíritu noble me
sustente.
“El Espíritu de Dios responderá al clamor de cada corazón
arrepentido, pues el arrepentimiento
es don de Dios y una evidencia de que Cristo atrae al alma hacia él. Así como no podemos arrepentirnos del
pecado sin Cristo, tampoco podemos ser perdonados sin Cristo…
“Muchos se confunden
en cuanto a lo que constituye los primeros pasos en la obra de la salvación. Se
piensa que el arrepentimiento es una obra que debe hacer por sí mismo el
pecador a fin de que pueda ir a Cristo. Se piensa que el pecador por sí mismo
debe procurar capacitarse para obtener la bendición de la gracia de Dios. Pero
si bien es cierto que el arrepentimiento
debe preceder al perdón, pues
sólo es aceptable ante Dios el quebrantado y contrito de corazón, sin
embargo el pecador no puede producir
por sí mismo el arrepentimiento ni puede prepararse para ir a Cristo.
A menos que se arrepienta el pecador,
no puede ser perdonado. Pero la cuestión a decidir es si el
arrepentimiento es obra del pecador o es una dádiva de Cristo. ¿Debe
esperar el pecador hasta que esté lleno de remordimiento por su pecado antes
de que pueda ir a Cristo? El primer paso hacia Cristo se da gracias a la
atracción del Espíritu de Dios. Cuando el hombre responde a esa atracción,
avanza hacia Cristo a fin de arrepentirse” (Mensajes Selectos,
Tomo 1, págs. 446, 457).
HACIENDO LA VOLUNTAD DE DIOS
3.....¿Qué busca un alma después que el perdón y la justificación
le han sido concedidos?
Salmos 119:33-37.- (33) Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos, y lo
guardaré hasta el fin. (34) Dame entendimiento, y guardaré tu ley, y
la cumpliré de todo corazón. (35) Guíame por la senda de tus mandamientos,
porque en ella tengo mi voluntad. (36) Inclina mi corazón a tus testimonios, y no a la
avaricia. (37)
Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; avívame en tu camino.
1 Juan 2:15-17.- (15) No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en
él. (16) Porque
todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los
ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
(17) Y el mundo
pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
“La misma Inteligencia
divina que obra en las cosas de la naturaleza habla al corazón de los hombres,
y crea en él un deseo indecible de algo que no tienen. Las cosas del mundo no pueden satisfacer su ansia. El Espíritu de Dios les suplica que busquen
las únicas cosas que pueden dar paz y descanso: la gracia de Cristo y el gozo de la santidad. Por medio de
influencias visibles e invisibles, nuestro Salvador está constantemente
obrando para atraer el corazón de los hombres y llevarlos de los vanos placeres
del pecado a las bendiciones infinitas que pueden obtener de El” (El Camino a
Cristo, pág. 27).
4.....¿Qué cambio se produce en el corazón que recibe el
Espíritu Santo?
2 Pedro 1:3, 4.- (3) Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad
nos han sido dadas por su divino poder,
mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia.
(4) Por medio de las
cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas
llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo
a causa de la concupiscencia.
“El Espíritu es el que hace eficaz lo que ha sido realizado por el
Redentor del mundo. Por el
Espíritu es purificado el corazón. Por
el Espíritu llega a ser el creyente partícipe de la naturaleza divina.
Cristo ha dado su Espíritu como poder
divino para vencer todas las tendencias hacia el mal, hereditarias y cultivadas,
y para grabar su propio carácter en su iglesia”.
“Cuando el Espíritu de Dios se posesiona del corazón,
transforma la vida.
Los pensamientos pecaminosos son puestos
a un lado, las malas acciones son
abandonadas; el amor, la
humildad y la paz, reemplazan a la ira, la envidia y las contenciones. La alegría reemplaza a la tristeza, y el
rostro refleja la luz del cielo. Nadie
ve la mano que alza la carga, ni contempla la luz que desciende de los atrios
celestiales. La bendición viene cuando por la fe el alma se entrega a Dios.
Entonces ese poder que ningún ojo humano puede ver, crea un nuevo ser a la
imagen de Dios” (El Deseado de Todas las Gentes, págs. 625, 144).
MEDITANDO EN JESÚS Y ESPERANDO EN ÉL
5.....¿Cómo puede ser transformado el hombre a la imagen de
Dios?
2 Corintios 3:18.- Por tanto, nosotros
todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del
Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el
Espíritu del Señor.
“El Espíritu Santo es el aliento de la vida espiritual. El impartimiento del Espíritu es el
impartimiento de la vida de Cristo. Comunica al que lo recibe los atributos de
Cristo”.
“La religión que proviene de Dios es la única que conducirá a Dios.
A fin de servirle debidamente, debemos
nacer del Espíritu divino. Esto
purificará el corazón y renovará la mente, dándonos una nueva capacidad
para conocer y amar a Dios. Nos
inspirará una obediencia voluntaria a todos sus requerimientos. Tal es el verdadero culto. Es el fruto de la obra del Espíritu
Santo. Por el Espíritu es
formulada toda oración sincera, y una oración tal es aceptable para Dios. Siempre que un alma anhela a Dios, se
manifiesta la obra del Espíritu, y Dios
se revelará a esa alma. Él busca
adoradores tales. Espera para recibirlos y hacerlos sus hijos e hijas” (El Deseado de
Todas las Gentes, págs. 745, 159).
6.....¿Con quién debemos estar constantemente conectados para
que se realice una obra de reforma y cambio de carácter en nuestro ser?
Juan 15:5.- Yo soy la vid,
vosotros los pámpanos; el que
permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados
de mí nada podéis hacer.
Romanos 8:26-27.- (26) Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra
debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero
el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. (27) Más el que escudriña los corazones sabe cuál es la
intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios
intercede por los santos.
“Dios no nos pide que hagamos con nuestra propia fuerza la obra que nos
espera. Él ha provisto ayuda
divina para todas las emergencias a las cuales no puedan hacer frente
nuestros recursos humanos. Da el
Espíritu Santo para ayudarnos en toda dificultad, para fortalecer nuestra
esperanza y seguridad, para iluminar nuestra mente y purificar nuestro corazón”
(Testimonios para la Iglesia, Tomo 8, pág. 26).
“¡Ojalá que todos se diesen cuenta de que sin Cristo no pueden hacer
nada! Los que con él no recogen,
desparraman. Sus pensamientos y
acciones no tendrán el carácter debido, y su influencia será destruidora
del bien. Nuestras acciones tienen
una influencia doble, pues afectan a otros tanto como a nosotros. Esta influencia será una bendición o una
maldición para aquellos con quienes nos relacionemos. ¡Cuán poco apreciamos
este hecho! Las acciones hacen los
hábitos y los hábitos el carácter; por lo que si no cuidamos de nuestros hábitos, no estaremos en condiciones de
unirnos con los agentes celestiales en la obra de salvación, ni listos
para entrar en las celestes mansiones que Jesús ha ido a preparar; porque allí
no habrá nadie fuera de aquellos que rindieron su voluntad y propósito a la
voluntad y propósito de Dios. Aquel cuyo carácter está probado, que ha
soportado el experimento de la prueba, que es partícipe de la naturaleza
divina, se hallará entre aquellos a quienes Jesús declare bienaventurados” (La Educación
Cristiana, pág. 407).
7.....¿Qué alcanzará el alma que es guiada por el Espíritu
Santo?
1 Tesalonicenses 4:3.- Pues la voluntad
de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de
fornicación.
2 Tesalonicenses 2:13-14.- (13) Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios
respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os
haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por
el Espíritu y la fe en la verdad, (14) a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio,
para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo.
“A los que le piden, Jesús les imparte el Espíritu Santo,
pues es necesario que cada creyente sea
liberado de la corrupción, así
como de la maldición y condenación de la ley. Mediante la obra del Espíritu Santo, la santificación de la verdad,
el creyente llega a ser idóneo para
los atrios del cielo, pues Cristo
actúa dentro de él y la justicia de Cristo está sobre él. Sin esto, ningún
alma tendrá derecho al cielo. No disfrutaríamos del cielo a menos que
estuviéramos calificados para su santa atmósfera por la influencia del Espíritu
y de la justicia de Cristo” (Mensajes Selectos, Tomo 1, pág.
462).
*******
JAH, si
mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse? Salmos 130:3 El que encubre sus pecados no prosperará;
más el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia. Proverbios
28:13
“Los que son adoptados en la familia de
Dios, son transformados por el Espíritu de Dios. La complacencia propia y el amor supremo por el yo son cambiados por la
abnegación y el supremo amor a Dios. Nadie
hereda la santidad por nacimiento, ni por método alguno que pueda idear, llega
a ser leal a Dios. Dijo Cristo:
Separados de mí nada podéis hacer. Juan 15:5. La justicia humana es como
“trapo de inmundicia”. Pero todas las
cosas son posibles con Dios. En la fortaleza del Redentor, el hombre débil
y propenso al error puede llegar a ser más que vencedor sobre el mal que lo
acosa” (Mensajes Selectos, Tomo 1, pág. 364).
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