“No juzguéis nada antes de
tiempo, hasta que venga el Señor;
el cual sacará a luz las obras
encubiertas de las tinieblas, y pondrá
de manifiesto los propósitos de los corazones’ (1 Corintios 4:5, V.M.).
Daniel declara que cuando vino el Anciano de días, ‘se dio el juicio a los
santos del Altísimo’ (Daniel 7:22). En ese entonces reinarán los justos como reyes y
sacerdotes de Dios. San Juan dice en el Apocalipsis: ‘Vi tronos, y se sentaron sobre ellos los
que recibieron facultad de juzgar’. ‘Serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con Él mil años’
(Apocalipsis
20:4, 6). Entonces será cuando, como está predicho por San Pablo ‘los santos han de juzgar al mundo’ (1
Corintios 6:2)” –Maranata: el Señor Viene!, pág. 333.
ATADO MIL AÑOS
1.....Mirando hacia el pasado y el futuro, ¿qué expresaron dos profetas
refiriéndose a Lucifer?
Isaías 14:12-14.- “¡Cómo
caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas las gentes. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo, en lo alto, junto a las
estrellas de Dios ensalzaré mi solio, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del aquilón; sobre las
alturas de las nubes subiré, y seré
semejante al Altísimo”.
Apocalipsis 20:1-3.- “Y vi un
ángel descender del cielo, que
tenía la llave del abismo, y una
gran cadena en su mano. Y prendió
al dragón, aquella serpiente antigua, que es el Diablo y Satanás, y lo ató por
mil años; y lo arrojó al abismo,
y lo encerró, y selló sobre él,
porque no engañe más a las naciones, hasta que mil años sean cumplidos. Después de esto es necesario que
sea desatado un poco de tiempo”.
“El profeta Isaías, mirando hacia lo por venir, ve en lontananza el tiempo en que Satanás
será derrocado, y exclama:
‘¡Cómo caíste de los cielos, oh Lucero,
hijo de la aurora! ¡Has sido derribado por tierra, tú que abatiste las
naciones!… Tú eres aquel que dijiste en tu corazón: ¡Al cielo subiré; sobre las
estrellas de Dios ensalzaré mi trono!’. ‘¡Seré
semejante al Altísimo! ¡Pero ciertamente
al infierno serás abatido, a los
lados del hoyo! Los que te vieren clavarán en ti la vista, y de ti se
cerciorarán, diciendo: ¿Es éste el varón que hizo temblar la tierra, que
sacudió los reinos; que convirtió el mundo en un desierto, y destruyó sus
ciudades; y a sus prisioneros nunca los soltaba, para que volviesen a casa?’ (Isaías 14:12-17,
V.M.).
“El autor del Apocalipsis predice el
destierro de Satanás y el estado caótico y de desolación a que será reducida la
tierra; y declara que este estado
de cosas subsistirá por mil años. Después de descritas las escenas de
la segunda venida del Señor y la destrucción de los impíos, la profecía prosigue:
‘Y vi un ángel descender del cielo, que tenía la llave del abismo, y una grande
cadena en su mano. Y prendió al dragón... y le ató por mil años;…” –El Conflicto
de los Siglos, págs. 717, 716.
EL JUICIO DE LOS IMPÍOS
2.....¿Qué está sustentado bíblicamente acerca del juicio de los impíos?
¿Quiénes tomarán parte en el juicio de los impíos?
Apocalipsis 20:4.- “Y vi tronos, y se sentaron
sobre ellos, y les fue dado juicio; y vi a las almas de los degollados por el testimonio de Jesús,
y por la palabra de Dios, que no habían adorado la bestia, ni a su
imagen, y no recibieron la señal en sus frentes, ni en sus manos, y vivieron y
reinaron con Cristo mil años”.
1 Corintios 6:2.- “¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas?”.
“Durante los mil años que transcurrirán
entre la primera resurrección y la segunda, se verificará el juicio de los
impíos. El apóstol señala este juicio como un acontecimiento que sigue
al segundo advenimiento... Daniel
declara que cuando vino el Anciano de días, ‘se dio el juicio a los santos
del Altísimo’ (Daniel 7:22). En ese entonces reinarán los justos como reyes y
sacerdotes de Dios. San Juan dice en el Apocalipsis: ‘Vi tronos, y se
sentaron sobre ellos, y les fue dado juicio’. ‘Serán sacerdotes de Dios y de
Cristo, y reinarán con Él mil años’ (Apocalipsis 20:4, 6). Entonces será
cuando, como está predicho por San Pablo ‘los
santos han de juzgar al mundo’ (1 Corintios 6:2). Junto con Cristo juzgan a los impíos,
comparando sus actos con el libro de la ley, la Biblia, y fallando cada caso
en conformidad con los actos que
cometieron por medio de su cuerpo. Entonces lo que los malos tienen que sufrir es medido según sus obras,
y queda anotado frente a sus nombres en
el libro de la muerte” –El Conflicto de los Siglos, págs. 718-719.
3.....¿Quién está a la cabeza de este juicio?
2 Timoteo 4:1.- “Requiero yo,
pues, delante de Dios, y del Señor Jesucristo, que ha de juzgar a los vivos y los muertos en
su manifestación y en su reino”.
Juan 5:22.- “Porque el
Padre a nadie juzga, mas todo el
juicio dio al Hijo”.
‘Después vi tronos en los cuales estaban
sentados Jesús y los redimidos. Los
santos reinaban como reyes y sacerdotes de Dios. En unión con los suyos juzgaba Cristo a los impíos muertos, comparando sus acciones con el libro del
estatuto, la Palabra de Dios, y fallando cada caso según lo hecho con el
cuerpo. Después sentenciaban
a los impíos a la pena que debían sufrir de acuerdo con sus obras, y quedaba escrita frente a sus nombres en el
libro de la muerte” –Primeros Escritos, pág. 290.
EL JUICIO DE SATANÁS Y
DE SUS ÁNGELES
4.....¿Quiénes más serán juzgados en ese juicio? ¿Por qué Satanás recibirá la
mayor sentencia?
1 Corintios 6:3.- “¿O no
sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de este siglo?”.
2 Pedro 2:4.- “Porque si
Dios no perdonó a los ángeles que habían pecado, sino que habiéndolos
despeñado en el infierno con cadenas de oscuridad, los entregó para ser reservados al juicio”.
Judas 6.- “Y a los ángeles que no guardaron
su dignidad, más dejaron su habitación,
los ha reservado debajo de oscuridad
en prisiones eternas hasta el juicio del gran día”.
“También Satanás y los ángeles malos son juzgados
por Cristo y su pueblo. San Pablo dice: ‘¿No sabéis que hemos de juzgar a los ángeles?’ (Vers. 3). Y San Judas declara que ‘a los ángeles que no
guardaron su original estado, sino que dejaron su propia habitación, los ha
guardado en prisiones eternas, bajo tinieblas, hasta el juicio del gran día’ (S.
Judas 6, V.M.)” –El Conflicto de los Siglos, pág. 719.
“También Satanás y sus ángeles fueron
juzgados por Jesús y los santos. El
castigo de Satanás había de ser mucho más terrible que el de aquellos a quienes
engañó. Su sufrimiento había de
ser incomparablemente mayor. Después de perecer todos los que fueron
engañados por él, Satanás iba a continuar viviendo para sufrir mucho más
tiempo” –Primeros
Escritos, págs. 290-291
DESPUÉS DE LOS MIL AÑOS
5.....¿Qué acontecimientos suceden al fin de los mil años en el cielo? ¿Cómo prepara
Jesús el lugar para establecer la santa ciudad en esta tierra?
Apocalipsis 21:2.- “Y yo Juan vi la santa ciudad, Jerusalén nueva, que descendía del cielo,
de Dios, dispuesta como una esposa
ataviada para su marido”.
Zacarías 14:4.- “Y se afirmarán sus pies en
aquel día sobre el monte de las Olivas, que está frente a Jerusalén al oriente. Y el monte de las Olivas, se partirá por medio de sí hacia el oriente y
hacia el occidente haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se
apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el mediodía”.
“Al fin de los mil años, Cristo regresa otra vez a la tierra. Le acompaña la hueste de los redimidos,
y le sigue una comitiva de ángeles...
“Cristo baja sobre el Monte de los
Olivos, de donde ascendió después de
su resurrección, y donde los ángeles repitieron la promesa de su regreso.
El profeta dice: ‘Vendrá Jehová mi Dios,
y con Él todos los santos’. ‘Y afirmaránse sus pies en aquel día sobre el
monte de las Olivas, que está frente de Jerusalén a la parte de oriente: y el
monte de las Olivas, se partirá por medio... haciendo un muy grande valle’. ‘Y
Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y uno su
nombre’ (Zacarías 14:5, 4, 9). La
nueva Jerusalén, descendiendo del cielo en su deslumbrante esplendor, se
asienta en el lugar purificado y preparado para recibirla, y Cristo, su pueblo
y los ángeles, entran en la santa ciudad” –El Conflicto
de los Siglos, págs. 720-721.
6.....¿Quiénes resucitan en la segunda resurrección? ¿Qué diferencia habrá entre
la primera y la segunda resurrección?
Apocalipsis 20:5 primera parte, 6.- “Mas los
otros muertos no tornaron a vivir hasta que se cumplieron mil años… Bienaventurado y santo el que tiene parte
en la primera resurrección; la segunda
muerte no tiene potestad en éstos; antes serán sacerdotes de Dios y de Cristo,
y reinarán con Él mil años”.
Juan 5:28, 29.- “No os maravilléis de esto; porque vendrá hora, cuando
todos los que están en los sepulcros oirán su voz. Y los que hicieron bien, saldrán a
resurrección de vida; más los
que hicieron mal, a resurrección de condenación”.
“Al fin de los mil años vendrá la segunda
resurrección. Entonces los impíos
serán resucitados, y comparecerán ante Dios para la ejecución del ‘juicio
decretado’. Así el escritor del Apocalipsis, después de haber descrito
la resurrección de los justos, dice: ‘Los
otros muertos no tornaron a vivir hasta que sean cumplidos mil años’ (Apocalipsis
20:5). Isaías declara, con respecto a los impíos: ‘Serán juntados como
se juntan los presos en el calabozo, y estarán encerrados en la cárcel; y
después de muchos días serán sacados al suplicio’ (Isaías 24:22, V.M.)” –El Conflicto
de los Siglos, pág. 719.
“Después, con terrible y pavorosa
majestad, Jesús llamó a los
impíos muertos, quienes resucitaron
con los mismos cuerpos débiles y enfermizos con que habían bajado al sepulcro.
¡Qué espectáculo! ¡Qué escena! En la
primera resurrección todos surgieron con inmortal florescencia; pero en
la segunda se ven en todos los estigmas
de la maldición. Juntos resucitan los reyes y magnates de la tierra, los bajos
y los ruines, los eruditos y los ignorantes” –Primeros Escritos, pág. 292
NUESTRO ANHELO ES
RESUCITAR EN LA PRIMERA RESURRECCIÓN
7.....Si anhelamos resucitar en la resurrección de los santos, ¿qué nos
recomienda el Señor en su Palabra?
1 Juan 5:11, 12.- “Y este es
el testimonio: Que Dios nos ha
dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de
Dios, no tiene la vida”.
2 Pedro 3:9, 11, 13, 14.- “El Señor no
tarda su promesa, como algunos la
tienen por tardanza; sino que es
paciente con nosotros, no
queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento… Pues, como todas estas cosas han
de ser deshechas, ¿Qué tales conviene que vosotros seáis en santas y pías
conversaciones… Bien que esperamos
cielos nuevos y tierra nueva, según
sus promesas, en los cuales mora la justicia. Por lo cual, oh amados,
estando en esperanza de estas cosas, procurad
con diligencia que seáis hallados de Él sin mácula, y sin reprensión, en paz”.
“Todos nosotros, como seres bendecidos por Dios con facultades de razonamiento,
inteligencia y juicio, deberíamos
reconocer nuestra responsabilidad ante Dios. La vida que nos ha dado es una responsabilidad sagrada, y
ningún momento de ella ha de ser considerado livianamente, pues hemos de
encontrarlo nuevamente en el registro del juicio. Nuestras vidas están tan ciertamente trazadas en los libros del
cielo como una fotografía en la placa del fotógrafo. No sólo se nos
hace responsables por lo que hacemos,
sino por lo que hemos dejado sin hacer” –A Fin de Conocerle, pág. 93.
“Tendremos que dar cuenta de nuestros
caracteres no desarrollados, de las oportunidades que no aprovechamos (The Review and Herald, 22 de
septiembre de 1891)” –Comentario Bíblico Adventista, tomo 7, pág. 998.
PARA MEDITAR
Judas 14, 15; 1 Pedro 4:18, 19; Salmo
37:9; Apocalipsis 5:11, 12, 13.
“Todos contemplan al Hijo del
hombre; y los mismos que le despreciaron y escarnecieron; los que le pusieron la corona de espinas en su
sagrada frente; los que le hirieron
con la caña, le ven ahora en toda su regia majestad. Los que le escupieron en el rostro
cuando se lo juzgó rehúyen ahora su
penetrante mirada y la refulgencia de su semblante. Quienes le traspasaron las manos y los pies con
los clavos notan las cicatrices de la crucifixión. Quienes alancearon su costado ven ahora en su cuerpo
la señal de su crueldad”–Primeros Escritos, pág. 292.
“Los impíos salen de sus
tumbas tales como a ellas bajaron, con la misma enemistad hacia Cristo y el
mismo espíritu de rebelión. No disponen de un nuevo tiempo de gracia
para remediar los defectos de su vida pasada, pues de nada les serviría” –El Conflicto
de los Siglos, pág. 720.
“Oí, de parte de los ángeles y de
los santos redimidos, exclamaciones de triunfo que resonaban como diez mil
instrumentos músicos, porque ya no se verían ellos molestados ni tentados
por Satanás, y porque los habitantes de otros mundos quedaban libres de él y de
sus tentaciones” –Primeros Escritos, pág. 290.
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