miércoles, 22 de agosto de 2018

Lección 08 | El Yelmo de Salvación

Dios ha provisto abundantes medios para tener éxito en la guerra contra la maldad que hay en el mundo. La Biblia es el arsenal donde podemos equiparnos para la lucha. Nuestros lomos deben estar ceñidos con la verdad. Nuestra cota debe ser la justicia. El escudo de la fe debe estar en nuestra mano, el yelmo de la salvación sobre nuestra frente; y con la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios, hemos de abrirnos camino a través de las obstrucciones y enredos del pecado.
Son especialmente importantes para la iglesia de nuestro tiempo las enseñan­zas del apóstol sobre este punto. Para los que viven tan cerca de la gran consumación, deberían tener notable fuerza las palabras del apóstol: ‘Mas nosotros, que somos del día, estemos sobrios, vestidos de cota de fe y de caridad, y la esperanza de salud por yelmo. Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salud por nuestro Señor Jesu­cristo; el cual murió por nosotros, para que o que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él’” (Los Hechos de los Apóstoles, págs. 400, 211).

NOBLES Y EXCELSOS PENSAMIENTOS
1.....¿Cómo pueden los pensamientos de una persona ser elevados al nivel divino?
Efesios 6:17, pp.- Y tomad el yelmo de la salvación.
1 Tesalonicenses 5:8.- Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habién­donos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo.
“… Siempre que el hombre ha intentado llenar su mente con cualquier otro tema que no fuera Dios ha sido decepcionado. Debe haber definidamente un nivel más elevado de pensamiento, una clase más alta de estudios, cosas más sublimes que buscar que lo que ha habido en lo pasado. Los desórdenes y las imperfecciones de las palabras y los caracteres humanos pueden restaurarse solo por medio de Jesucristo. Por lo tanto, él tiene que ser el objeto de la contemplación, el tema de conversación. Debe haber definidamente un nivel más elevado de pensamiento y acción para que comprendamos el gran plan de redención(Mente, Carácter y Personalidad, tomo 2, pág. 304).
Dios manda que llenemos la mente con pensamientos grandes y puros. Desea que meditemos en su amor y misericordia, que estudiemos su obra maravillosa en el gran plan de la redención. Entonces podremos comprender la verdad con claridad cada vez mayor, nuestro deseo de pureza de corazón y claridad de pensamiento será más elevado y más santo. El alma que mora en la atmósfera pura de los pensamientos santos, será transformada por la comunión con Dios por medio del estudio de las Escrituras(Palabras de Vida del Gran Maestro, págs. 43, 44).

2.....¿Cuáles deben ser los temas de nuestros pensamientos?
Colosenses 3:1.- Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.
Salmos 105:2.- Cantadle, cantadle salmos; hablad de todas sus maravillas.
Juan 5:39.- Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.
Hebreos 12:2.- Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
Debiéramos meditar en las Escrituras, pensando seria y sinceramente en las cosas que atañen a nuestra salvación eterna. La infinita misericordia y amor de Jesús, el sacrificio hecho por nosotros, exigen una seria y solemne reflexión. Debiéramos espaciarnos en el carácter de nuestro querido Redentor e Intercesor. Debiéramos pro­curar comprender el significado del plan de salvación. Debiéramos meditar en la misión de Aquel que vino para salvar a su pueblo de sus pecados. Nuestra fe y amor se fortalecerán a través de la contemplación de los temas celestiales. Nuestras oracio­nes serán más y más aceptables a Dios porque estarán más y más mezcladas con fe y amor. Serán más inteligentes y fervorosas. Habrá una confianza más constante en Jesús, y tendremos una experiencia diaria y viva de la voluntad y el poder de Cristo para salvar a todos los que acuden a Dios mediante él” (La Maravillosa Gracia de Dios, pág. 34).
Vuestro último pensamiento de la noche, y vuestro primer pensamiento de la mañana, debieran dirigirse a Aquel en quien se centra vuestra esperanza de vida eterna(Mente, Carácter y Personalidad, tomo 2, pág. 692).

3.....¿Qué aconseja el apóstol Pablo al respecto?
Filipenses 4:8, 9.- (8) Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; (9) si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
“Tenemos, sin embargo, algo que hacer para resistir a la tentación. Los que no quieren ser víctimas de los ardides de Satanás deben custodiar cuidadosamente las avenidas del alma; deben abstenerse de leer, ver u oír cuanto sugiera pensamientos impuros. No se debe dejar que la mente se espacie al azar en todos los temas que sugiera el adversario de las almas. Dice el apóstol Pedro: ‘Por lo cual, teniendo los lomos de vuestro entendimiento ceñidos... no conformándoos con los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino como aquel que os ha llamado es santo, sed también vosotros santos en toda conversación’ 1 Pedro 1:13-15....
Esto requerirá ferviente oración y vigilancia incesante. Habrá de ayudarnos la influencia permanente del Espíritu Santo, que atraerá la mente hacia arriba y la habituará a pensar sólo en cosas santas y puras. Debemos estudiar diligentemente la Palabra de Dios(Patriarca y Profetas, pág. 492).

LAS TÁCTICAS DEL ENEMIGO
4.....¿Cómo intenta el enemigo suplantar los pensamientos dedicados a Cristo y al plan divino de redención?
Salmos 13:2.- ¿Hasta cuándo pondré consejos en mi alma, con tristezas en mi corazón cada día? ¿Hasta cuándo será enaltecido mi enemigo sobre mí?
Lucas 21:34.- Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día.
Cuando pensamos mucho en nosotros mismos, nos alejamos de Cristo, la fuente de la fortaleza y la vida. Por esto Satanás se esfuerza constantemente por mantener la atención apartada del Salvador, a fin de impedir la unión y comunión del alma con Cristo. Valiéndose de los placeres del mundo, los cuidados, perplejidades y tristezas de la vida, así como de nuestras propias faltas e imperfecciones, o de las ajenas, procura desviar nuestra atención hacia todas estas cosas, o hacia algunas de ellas. No nos dejemos engañar por sus maquinaciones. Con demasiada frecuencia logra que muchos, realmente concienzudos y deseosos de vivir para Dios, se detengan en sus propios defectos y debilidades, y separándolos así de Cristo, espera obtener la victoria.... Hablemos del Señor Jesús y pensemos en él. Piérdase en él nuestra personalidad. Desterremos toda duda; disipemos nuestros temores. Digamos con el apóstol Pablo: ‘Vivo; mas no ya yo, sino que Cristo vive en mí: y aquella vida que ahora vivo en la carne, la vivo por la fe en el Hijo de Dios, el cual me amó, y se dió a sí mismo por mí’(El Camino a Cristo, pág. 71).

5.....¿Cómo se preserva la inteligencia y los pensamientos al portar el yelmo de la fe?
Efesios 4:20-24.- (20) Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo, (21) si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús. (22) En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, (23) y renovaos en el espíritu de vuestra mente, (24) y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
“Que toda alma débil y sacudida por la tempestad de las pruebas pueda anclarse en Jesucristo, y no centrarse tanto en sí misma como para pensar sólo en sus pequeños fracasos y en la interrupción de sus planes y esperanzas. ¿Acaso el plan de salvación no lo abarca todo? Si es el Dios infinito que me justifica, ‘¿quién es el que conde­nará? Cristo es el que murió’ Romanos 8:34. ¡Él es quien, al morir por el hombre, demostró que lo ama tanto como para morir por él! La ley condena al pecador y nos lleva hasta Cristo. Dios es quien justifica y perdona.…
“Entonces, si Dios es por nosotros, ¿quién podrá estar contra nosotros? ¡Oh qué verdad gloriosa, brillante! ¿Por qué los hombres no pueden discernirla? ¿Por qué no caminan en sus brillantes rayos de luz? ¿Por qué no hablan del amor maravilloso de Cristo los creyentes?...
Dios vive y reina. Todos los salvados deben luchar virilmente como soldados de Jesucristo; entonces sus nombres serán registrados en los libros del cielo como fieles y verdaderos. Ellos realizarán las obras de Jesucristo, pelearán la buena batalla de la fe(Alza Tus Ojos, pág. 375).

JESÚS VIO ALMAS POR SALVAR
6.....¿Cuáles eran los pensamientos de Cristo en la proclamación del plan de salvación y a lo largo de su realización? Por lo tanto, ¿qué pensamien­tos tendrán aquellos que tienen la fe de Jesús?
1 Pedro 1:20.- Ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero mani­festado en los postreros tiempos por amor de vosotros.
Juan 12:32.- Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo.
1 Timoteo 2:6.- El cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.
“… Jesús consoló y animó a los ángeles, y les informó que después de estas cosas los que él redimiera estarían con él, y que mediante su muerte rescataría a muchos y destruiría al que tenía el poder de la muerte. Que su Padre le daría el reino y su grandeza debajo de todos los cielos, y que lo poseería para siempre jamás.... Jesús encareció a la hueste celestial que aceptara el plan que su Padre había aceptado, y que se regocijaran en el hecho de que por medio de su muerte el hombre caído podría de nuevo ser exaltado para obtener el favor de Dios y gozar del cielo(La Historia de la Redención, pág. 45).
El gozo de Cristo, en su humillación y dolor, consistía en saber que sus dis­cípulos serían glorificados con él. Son el fruto de su sacrificio propio. El desarrollo de su propio carácter y espíritu en ellos es su recompensa, y será su gozo por toda la eternidad. Este gozo lo comparten ellos con él a medida que el fruto de su trabajo y sacrificio se ve en otros corazones y vidas. Son colaboradores con Cristo, y el Padre los honrará como honra a su Hijo(El Deseado de Todas las Gentes, pág. 577).

7.....Sabiendo que Cristo ya ha vencido al enemigo, ¿qué debe ser prioritario en nuestras mentes para ser fortalecidos en el conflicto?
Romanos 8:31-35.- (31) ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? (32) El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? (33) ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. (34) ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. (35) ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
Santiago 1:12.- Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.
2 Corintios 4:16-18.- (16) Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. (17) Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; (18) no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
Santidad, dignidad, honor, felicidad en la presencia de Dios, son cosas invisi­bles actualmente, excepto para el ojo de la fe. Pero las cosas que se ven: el honor mundanal, los placeres temporales, las riquezas y la gloria, quedan eclipsadas por la excelencia, la belleza y la gloria esplendorosa de las cosas invisibles. Las cosas de este mundo son temporales, y duran sólo por un tiempo, en tanto que las que no se ven son eternas, y permanecen por las edades sin fin. La obtención de este tesoro infinito constituye la ganancia de todo y la pérdida de nada....
Las cosas temporales no deben absorber toda nuestra atención, o ocupar nuestras mentes hasta el punto que nuestros pensamientos están enteramente cen­trados en la tierra y lo terrenal. Debemos practicar, disciplinar y educar la mente de modo que podamos sintonizar con el canal divino, para recrearnos en asuntos invisibles y eternos, que son discernidos con visión espiritual. Contemplándole como invisible es como obtendremos energía mental y vigor de espíritu(The S.D.A. Bible Commentary, tomo 6, págs. 1099, 1100).

ESTUDIO ADICIONAL
Debe mantenerse la mente meditando en temas puros y santos. Debe recha­zarse de inmediato toda sugestión impura, y deben cultivarse pensamientos puros, elevadores, la santa contemplación, obteniendo así más y más conocimiento de Dios ejercitando la mente en la contemplación de las cosas celestiales. Dios tiene medios sencillos al alcance de cada caso individual, suficientes para asegurar el fin último, la salvación del alma.
Proponte alcanzar una norma elevada y santa; mantén en alto tu ideal; actúa con firme determinación, como Daniel, intrépidamente, con perseverancia, y nada que pueda hacer el enemigo estorbará tu progreso. A pesar de los inconvenientes, de los cambios, de las perplejidades, tú puedes crecer constantemente en vigor mental y en poder moral” (En Lugares Celestiales, pág.199).
Intelecto ennoblecido, purificado y orientado hacia el cielo es el poder universal para formar el reino de Dios. Un intelecto pervertido ejerce exactamente la influen­cia opuesta; corrompe el poder humano confiado para ser multiplicado en una seria labor para el bien. Es engañador y destructivo. Dios ha impartido suficientes dones para hacer al hombre capaz y sabio para llevar hacia delante y representar agradablemente la obra maravillosa del Señor a todos aquellos que le aman y guardan sus mandamientos.
Satanás no puede tener acceso a la mente o el intelecto a no ser que se lo ceda­mos(Manuscrito 17, 1893).




No hay comentarios:

Publicar un comentario