jueves, 30 de abril de 2015

Lección 18 | El Espíritu Santo asociado con el fuego


“¡El Señor conoce el pensamiento y los propósitos de los hombres, y cuán fácil­mente él puede enternecerlos! ¡Cómo puede su Espíritu, cual un fuego, subyugar el corazón empedernido! ¡Cómo puede él llenar el alma de amor y ternura! ¡Cómo puede darnos las gracias de su Espíritu Santo, y capacitarnos para salir a trabajar por las almas”! –Servicio Cristiano, pág. 211.
El Espíritu Santo debe ser recibido e implantado en vuestros caracteres; entonces será como un fuego santo, que producirá incienso que se elevará hacia Dios, no de labios condenatorios, sino como bálsamo para las almas de los hombres”. La Maravillosa Gracia de Dios, pág. 299.

FUEGO EN LA PRESENCIA DE DIOS
1.....¿Con qué se compara a veces la manifestación de la presen­cia de Dios?
Éxodo 3:2-3.- (2) Y se le apareció el Angel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. (3) Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema
Éxodo 19:18.- Todo el monte Sinaí humeaba, porque Jehová había des­cendido sobre él en fuego; y el humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía en gran manera.
“Cuarenta años estuvo Moisés en esta escuela de entrenamiento en las mon­tañas. En el Monte Horeb, el ángel del Señor se le apareció en una llama de fuego en medio de una zarza... ¡Cuán­tos ven hoy evidencias de la obra de Dios, pero su atención no es retenida!” (Signs of the Times, August 24, 1891).
Desconcertará el intelecto más agudo el interpretar la manifestación divina de la zarza ardiente. No era un sueño; no era una visión; era una realidad viva, algo que Moisés vio con sus ojos. Oyó la voz de Dios que le llamaba desde la zarza, y se cubrió el rostro, dándose cuenta que estuvo en la presencia in­mediata de Dios. Dios estaba conver­sando con la humanidad. Moisés nunca pudo describir la impresión causada en su mente por lo que vio, y por el sonido de la voz que le hablaba; sin embar­go esta impresión no se borró nunca. El cielo estuvo muy cerca de él y con temor reverente, escuchó las palabras: ‘Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, de Isaac, y de Jacob.’ ‘¡Qué maravillosa condescendencia de Dios el dejar las cortes celestiales, y mani­festarse ante a Moisés para hablar con él cara a cara’, como le habla un hom­bre a su amigo!’” (Comentario Bíblico Adven­tista del Séptimo Día, tomo 1, pág. 1114).

2.....Mientras el pueblo caminaba por el desierto, bajo la guía del Señor, ¿Qué los protegió y los ayudó a desplazarse, de día y de noche?
Éxodo 13:21-22.- (21) Y Jehová iba de­lante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el cami­no, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche. (22) Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego
Éxodo 14:24.- Aconteció a la vigilia de la mañana, que Jehová miró el campamento de los egipcios desde la columna de fuego y nube, y trastornó el campamento de los egipcios.
“Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube, para guiar­los por el camino; y de noche en una columna de fuego para alumbrarles... El estandarte de su invisible caudillo es­taba siempre con ellos. Durante el día la nube dirigía su camino, o se extendía como un dosel sobre la hueste. Servía de protección contra el calcinante sol, y con su sombra y humedad daba grata frescura en el abrasado y sediento de­sierto. A la noche se convertía en una columna de fuego, que iluminaba el campamento, y les aseguraba constan­temente que la divina presencia estaba con ellos”. Conflicto y Valor, pág. 91.

ORIGEN SAGRADO DEL FUEGO
3.....¿Quién encendió el fuego en el altar cuando Aarón y sus hi­jos fueron ordenados? ¿Qué se dice sobre el fuego ardiente en el altar de sacrificio?
Levítico 9:24.- Y salió fuego de delan­te de Jehová, y consumió el holo­causto con las grosuras sobre el altar; y viéndolo todo el pueblo, alabaron, y se postraron sobre sus rostros
Levítico 6:12-13.- (12) Y el fuego encen­dido sobre el altar no se apagará, sino que el sacerdote pondrá en él leña cada mañana, y acomodará el holo­causto sobre él, y quemará sobre él las grosuras de los sacrificios de paz. (13) El fuego arderá continuamente en el altar; no se apagará.
Después de la dedicación del taber­náculo fueron consagrados los sacer­dotes para su oficio sagrado. Estos ser­vicios requirieron siete días, y en cada uno de ellos se cumplieron importan­tes ceremonias. Al octavo día princi­piaron su ministerio. Ayudado por sus hijos, Aarón ofreció los sacrificios que Dios estipulaba, y alzó sus manos y bendijo al pueblo. Todo se había hecho conforme a las instrucciones de Dios, y el Señor aceptó el sacrificio y reveló su gloria de una manera extraordinaria: descendió fuego de Dios y consumió la víctima que estaba sobre el altar. El pueblo vio estas maravillosas manifestaciones del poder divino, con reveren­cia y sumo interés. Las tuvo por señal de la gloria y el favor de Dios, y todos a una elevaron sus voces en alabanza y adoración, y se postraron como si es­tuviesen en la inmediata presencia de Jehová”. PP, pág. 373.

FUEGO Y PURIFICACIÓN
4.....¿Con qué se purificaron los labios de Isaías cuando fue llamado al santo ministerio de ser profeta? ¿Cuál debería ser la experiencia similar tanto de ministros como de laicos?
Isaías 6:5-7.- (5) Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hom­bre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos. (6) Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas; (7) y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado.
El carbón encendido es símbolo de purificación. Si toca los labios, nin­guna palabra impura saldrá de ellos. El carbón encendido simboliza tam­bién la potencia de los esfuerzos de los siervos del Señor. Dios odia toda frialdad, vulgaridad, todos los esfuer­zos pocos costosos. Los que trabajan aceptablemente en su causa, deben ser hombres que oren fervientemente, y cuyas obras son hechas en Dios; y nunca tengan motivos para avergon­zarse de su pasado. Tendrán una en­trada abundante en el reino de nuestro Señor Jesucristo, y su recompensa les será dada en la vida eterna(Review and Herald, October 16, 1888).
Un verdadero ministro hace la obra del Señor. Siente la importancia de su obra y comprende que mantiene con la iglesia y con el mundo una relación similar a la que mantenía Cristo. Trabaja incansablemente para guiar a los peca­dores a una vida más noble y elevada, para que puedan obtener la recom­pensa del vencedor. Sus labios están tocados con un carbón encendido ex­traído del altar, y ensalza a Jesús como la única esperanza del pecador. Los que le oyen saben que se ha acercado a Dios mediante la oración ferviente y eficaz. El Espíritu Santo ha reposado sobre él, su alma ha sentido el fuego vital del cielo, y puede comparar las cosas espirituales con las espirituales”. Comentario Bíblico Adventista del Séptimo Día, tomo 4. pág. 1164

5.....¿Qué obra realiza el fuego en la profecía de Malaquías?
Malaquías 3:2-3.- (2) ¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿O quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador, y como jabón de lavado­res. (3) Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán a Jehová ofrenda en justicia.
La meditación acerca de las cosas celestiales es provechosa, y siem­pre estará acompañada de la paz y el consuelo del Espíritu Santo. Nuestra vocación es santa; nuestra profesión de fe, exaltada. Dios está purificando para sí un pueblo peculiar, celoso de buenas obras. Está actuando como el platero, que refina y purifica la plata. Cuando la escoria y otras impurezas hayan sido eliminadas, su imagen se reflejará perfectamente en nosotros. Entonces la oración de Cristo en favor de sus discípulos se cumplirá en cada uno: ‘Santifícalos en tu verdad; tu pa­labra es verdad(Juan 17:17). Cuando la verdad ejerce una influencia santifi­cadora en nuestros corazones y vidas, podemos ofrecerle a Dios un servicio aceptable, y podemos glorificarlo en la tierra, al ser participantes de la na­turaleza divina, habiendo huido de la corrupción que existe en el mun­do por causa de la concupiscencia.” Testimonios para la Iglesia, Tomo 2, pág. 284.

EL BAUTISMO EN ESPÍRITU SANTO Y FUEGO
6.....Mientras Juan bautizaba con agua, ¿qué se dice del bautis­mo de Jesús?
Mateo 3:11.- Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.
Lucas 3:16.- Respondió Juan, dicien­do a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno más podero­so que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego
El profeta Isaías había declarado que el Señor limpiaría a su pueblo de sus iniquidades ‘con espíritu de juicio y con espíritu de ardimiento’. La pala­bra del Señor a Israel era: ‘Volveré mi mano sobre ti, y limpiaré hasta lo más puro tus escorias’ (Isaías 4:4; 1:25). Para el pecado, dondequiera que se en­cuentre, ‘nuestro Dios es fuego consu­midor(Hebreos 12:29). En todos los que se sometan a su poder, el Espíritu de Dios consumirá el pecado. Pero si los hombres se aferran al pecado, llegan a identificarse con él. Entonces la gloria de Dios, que destruye el pecado, debe destruirlos a ellos también. Jacob, después de su noche de lucha con el ángel, exclamó: ‘Vi a Dios cara a cara, y fué librada mi alma’ (Génesis 32:30). Jacob había sido culpable de un gran peca­do en su conducta hacia Esaú; pero se había arrepentido. Su transgresión había sido perdonada, y purificado su pecado; por lo tanto, podía soportar la revelación de la presencia de Dios”. El Deseado de Todas las Gentes, pág. 82.

EL ESPÍRITU SANTO EN LENGUAS DE FUEGO
7.....¿Qué se posó sobre cada uno de los discípulos reunidos cuando recibieron el Espíritu Santo en Pentecostés?
Hechos 2:1-4.- (1) Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. (2) Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; (3) y se les apa­recieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. (4) Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen...
El derramamiento pentecostal era la comunicación del Cielo de que el Redentor había iniciado su ministerio celestial. De acuerdo con su prome­sa, había enviado el Espíritu Santo del cielo a sus seguidores como prueba de que, como sacerdote y rey, había recibido toda autoridad en el cielo y en la tierra, y era el Ungido sobre su pueblo
El Espíritu Santo, asumiendo la forma de lenguas de fuego, descansó sobre los que estaban congregados. Esto era un emblema del don entonces conce­dido a los discípulos, que los habilitaba para hablar con facilidad idiomas antes desconocidos para ellos. La apariencia de fuego significaba el celo ferviente con que los apóstoles iban a trabajar, y el poder que iba a acompañar su obra.” Los Hechos de los Apóstoles, pág. 31.
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El Espíritu Santo debe ser recibido e implantado en vuestros caracteres; entonces será como un fuego santo, que produ­cirá incienso que se elevará hacia Dios, no de labios conde­natorios, sino como bálsamo para las almas de los hombres. Vuestro rostro reflejará la imagen de lo divino... Al contem­plar el carácter de Cristo os transformaréis a su imagen. La gracia de Cristo solamente puede cambiar vuestro corazón y entonces reflejaréis la imagen del Señor Jesús. Dios nos pide que seamos semejantes a él, a saber, puros, santos y sin con­taminación. Debemos llevar la imagen divina”. La Maravillosa Gracia de Dios, pág. 299.
El Señor no cerró el depósito de los cielos tras verter su Espíritu sobre los primeros discípulos. Nosotros, también, podemos recibir la plenitud de sus bendiciones. El cielo está lleno de los tesoros de su gracia, y los que se acercan a Dios en la fe pueden reclamar todo lo que Él ha prometido. Si no tenemos su poder es a causa de nuestro letargo espiritual, nuestra indiferencia, nuestra indolencia. Salgamos de esta formalidad y falta de vida(Ye Shall Receive Power, p. 23).




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