viernes, 8 de noviembre de 2013

19 | El Gran Mandamiento


“Los fariseos habían exaltado los cuatro primeros mandamientos, que señalaban el deber del hombre para con su Hacedor, como si fuesen de mucho mayor consecuencia que los otros seis, que definen los deberes del hombre para con sus semejantes. Como resultado, les faltaba piedad práctica. Jesús había demostrado a la gente su gran deficiencia y había enseñado la necesidad de las buenas obras, declarando que se conoce el árbol por sus frutos. Por esta razón, le habían acusado de exaltar los últimos seis mandamientos más que los primeros cuatro” (El Deseado de Todas las Gentes, págs. 559, 560).

OTRA PRUEBA
1.....¿Estaban convencidos los fariseos de que el mensaje de Jesús vino del cielo? ¿Qué pregunta le hizo un experto en la ley para probarlo nuevamente?
Marcos 12:28.- Acercándose uno de los escribas, que los había oído disputar, y sabía que les había respondido bien, le preguntó: ¿Cuál es el primer mandamiento de todos?
Mateo 22:34, 35.- Entonces los fariseos, oyendo que había hecho callar a los saduceos, se juntaron a una. Y uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó por tentarle.

EL FUNDAMENTO DE LOS MANDAMIENTOS
2.....¿Cómo respondió el Señor a esta pregunta? Explica el texto sobre el cual basó su respuesta.
Marcos 12:29.- Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es.
Deuteronomio 6:4.- Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.
Éxodo 20:2, 3.- Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de mí.
Los mandamientos de Dios son abarcantes y de gran amplitud. En unas pocas palabras, despliegan todo el deber del hombre(Mensajes Selectos, tomo 1, pág. 377).
Pregunta para meditar: ¿Qué es evidente cuando se compara este versículo con el primero de los Diez Mandamientos?
El que proclamó la ley desde el Sinaí, y entregó a Moisés los preceptos de la ley ritual, es el mismo que pronunció el sermón sobre el monte. Los grandes principios del amor a Dios, que él proclamó como fundamento de la ley y los profetas, son sólo una reiteración de lo que él había dicho por medio de Moisés al pueblo hebreo: ‘Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todo tu poder’. Y ‘amarás a tu prójimo como a ti mismo(Deuteronomio 6:4, 5; Levítico 19:18.) El Maestro es el mismo en las dos dispensaciones. Las demandas de Dios son las mismas. Los principios de su gobierno son los mismos. Porque todo procede de Aquel ‘en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación’ (Santiago 1:17)” (Patriarcas y Profetas, pág. 390).

3.....Según la Biblia, ¿cuál es el resultado de aceptar al Señor como el único Dios verdadero? Dado que este es el primer mandamiento, ¿qué lugar debería tener el Señor en nuestras vidas?
Deuteronomio 6:4-5.- Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tú Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
“Pero se chasquearán los que esperan contemplar un cambio mágico en su carácter sin que haya un esfuerzo decidido de su parte para vencer el pecado. Mientras contemplemos a Jesús, no tendremos razón para temer, no tendremos razón para dudar que Cristo es capaz de salvar hasta lo último a todos los que acuden a él. Pero podemos temer constantemente, para que nuestra vieja naturaleza no gane otra vez la supremacía, no sea que el enemigo invente alguna trampa por la cual seamos otra vez sus cautivos. Hemos de ocuparnos de nuestra salvación con temor y temblor, pues Dios es el que obra en vosotros el querer y el hacer su buena voluntad. Con nuestras facultades limitadas, hemos de ser tan santos en nuestra esfera como Dios es santo en la suya. Hasta donde alcance nuestra capacidad, hemos de manifestar la verdad, el amor y la excelencia del carácter divino. Así como la cera recibe la impresión del sello, así el alma ha de recibir la impresión del Espíritu de Dios y ha de retener la imagen de Cristo. Hemos de crecer diariamente en belleza espiritual” (Mensajes Selectos, tomo 1, págs. 395, 396).

4.....En armonía con estos versículos, ¿cómo deberíamos amara Dios? ¿Lo tenemos realmente a Él como el más grande y el primero en nuestra vida diaria?
Marcos 12:30.- Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.
Mateo 22:37.- Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
Los primeros cuatro de los Diez Mandamientos delinean nuestro deber hacia nuestro Creador. El que obra con falsedad en su relación con Dios, no puede obrar con verdad en su relación con su prójimo. El que ama a Dios supremamente, amará a su prójimo como a sí mismo. El orgullo se transforma en vanidad y conduce al agente humano a hacer un dios de sí mismo. El Evangelio de Cristo santifica el alma y expele el amor a sí mismo(Testimonios Iglesia, tomo 9, pág. 170).
“Así también se pide a los cristianos que presenten sus cuerpos en ‘sacrificio vivo, santo, acepto a Dios.’ Para ello, todas sus facultades deben conservarse en la mejor condición posible. Toda costumbre que tienda a debilitar la fuerza física o mental incapacita al hombre para el servicio de su Creador. ¿Y se complacerá Dios con menos de lo mejor que podamos ofrecerle? Cristo dijo: ‘Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón.’ Los que aman a Dios de todo corazón desearán darle el mejor servicio de su vida y tratarán siempre de poner todas las facultades de su ser en armonía con las leyes que aumentarán su aptitud para hacer su voluntad. No debilitarán ni mancharán la ofrenda que presentan a su Padre celestial abandonándose a sus apetitos o pasiones(El Conflicto de los Siglos, pág. 528).

LAS CONSECUENCIAS DE PONER A DIOS PRIMERO
5.....¿A quién también amará alguien sinceramente si ama al Señor con todo su corazón?
Mateo 22:39.- Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Marcos 12:31.- Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.
Pregunta para meditar: ¿En qué sentido no hay otro mandamiento mayor que este?
Los primeros cuatro mandamientos del Decálogo están resumidos en el primer gran precepto: ‘Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón.’ Los últimos seis están incluidos en el otro: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’. Estos dos mandamientos son la expresión del principio del amor. No se puede guardar el primero y violar el segundo, ni se puede guardar el segundo mientras se viola el primero. Cuando Dios ocupe en el trono del corazón su lugar legítimo, nuestro prójimo recibirá el lugar que le corresponde. Le amaremos como a nosotros mismos. Únicamente cuando amemos a Dios en forma suprema, será posible amar a nuestro prójimo imparcialmente(El Deseado de Todas las Gentes, pág. 560).

6.....¿Cuánto depende de estos dos mandamientos? ¿Qué quiere decir esto?
Mateo 22:40.- De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.
Pregunta para meditar: Al dar estos dos grandes mandamientos, ¿enseñó el Señor que todos los demás mandamientos están abolidos, como algunos piensan?
“Y puesto que todos los mandamientos están resumidos en el amor a Dios y al prójimo, se sigue que ningún precepto puede quebrantarse sin violar este principio. Así enseñó Cristo a sus oyentes que la ley de Dios no consiste en cierto número de preceptos separados, algunos de los cuales son de gran importancia, mientras otros tienen poca y pueden ignorarse con impunidad. Nuestro Señor presenta los primeros cuatro y los últimos seis mandamientos como un conjunto divino, y enseña que el amor a Dios se manifestará por la obediencia a todos sus mandamientos(El Deseado de Todas las Gentes, pág. 560).

7.....En este punto, ¿qué reconoció el experto en la ley al compararlos dos grandes mandamientos y el sistema de sacrificios? Por lo tanto, ¿cuál debería ser el motivo de cada acción en la vida?
Marcos 12:32-34.- Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de él; y el amarle con todo el corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios. Jesús entonces, viendo que había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y ya ninguno osaba preguntarle.
El escriba que había interrogado a Jesús estaba bien instruido en la ley y se asombró de sus palabras. No esperaba que manifestase un conocimiento tan profundo y cabal de las Escrituras. Obtuvo una visión más amplia de los principios básicos de los preceptos sagrados. Delante de los sacerdotes y gobernantes congregados, reconoció honradamente que Cristo había dado la debida interpretación a la ley(El Deseado de Todas las Gentes, pág. 561).

PARA MEDITAR
El escriba estaba cerca del reino de Dios porque reconocía que las obras de justicia son más aceptables para Dios que los holocaustos y sacrificios. Pero necesitaba reconocer el carácter divino de Cristo, y por la fe en él recibir el poder para hacer las obras de justicia. El servicio ritual no tenía ningún valor a menos que estuviese relacionado con Cristo por una fe viva. Aun la ley moral no cumple su propósito a menos que se entienda en su relación con el Salvador. Cristo había demostrado repetidas veces que la ley de su Padre contenía algo más profundo que sólo órdenes autoritarias. En la ley se encarnaba el mismo principio revelado en el Evangelio. La ley señala su deber al hombre y le muestra su culpabilidad. Este debe buscar en Cristo perdón y poder para hacer lo que la ley ordena” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 561, 562).



No hay comentarios:

Publicar un comentario