“Cristo señaló la vid y sus pámpanos: les doy esta lección para que puedan comprender mi relación con ustedes y la de ustedes conmigo. Sus oyentes no tenían la más mínima excusa para tergiversar sus palabras. La ilustración que usó fue como un espejo sostenido delante de ellos, para que pudieran comprender su conexión con ellos” (Alza tus Ojos, pág. 180).
VIDA EN
CRISTO
1.
¿Por qué es esencial estar conectados a Cristo? 1 Juan 5:11,
12.
Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta
vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la
vida.
“Esta lección se repetirá hasta los confines de la tierra. Todos los que reciben a Cristo por la fe
llegan a ser uno con Él. Los
pámpanos no están ligados a la vid por medio de un proceso mecánico o
artificial. Están unidos por las
raíces de la vid. De la misma manera, quienes reciben a Cristo por la fe llegan a ser uno con Él en
principio y en acción. Están unidos
a Él, y la vida que viven es la vida del Hijo de Dios. Deben su vida a Aquel
que es vida.…
“El corazón debe estar
unido con el corazón de Cristo, la voluntad debe estar sumergida en su voluntad.
La mente debe llegar a ser una con su
mente, los pensamientos deben
sujetarse a Él. Un hombre puede bautizarse y su nombre ser escrito en los
registros de la iglesia, pero con todo, puede ser que el corazón no haya
cambiado. Las tendencias heredadas y cultivadas pueden estar todavía obrando
mal en el carácter” (Alza tus Ojos, pág.
180).
CONEXIÓN
DE LA VID CON LOS PÁMPANOS
2.
¿Cómo intercedió Jesús con su Padre con el fin de
preservar la conexión entre la viña y los pámpanos? Juan 17:20-23.
Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en
mí por la palabra de ellos, para
que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros;
para que el mundo crea que tú me
enviaste. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean
uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad,
para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como
también a mí me has amado.
“La unidad cristiana
consiste en que las ramas estén en el mismo tronco materno: el poder vitalizador central que sostiene
los injertos que se han unido a la Vid. Debe haber una identidad con Cristo, una constante participación de su vida espiritual, en pensamientos y deseos, en palabras y
hechos. La fe debe aumentar con
el ejercicio. Todos los que viven cerca de Dios comprenderán lo que Jesús
es para ellos y ellos para Jesús. A
medida que la comunión con Dios vaya dejando su impresión en el alma y vaya
brillando en el rostro como una luz resplandeciente, los inmutables principios del santo carácter de Cristo se reflejarán
en la humanidad” (Comentario
Bíblico Adventista, tomo 5, pág. 1117).
3.
¿Qué sucederá a la viña del Señor, la iglesia,
cuando los verdaderos discípulos de Cristo lleven a cabo las instrucciones
incluidas en su oración intercesora? Efesios 4:1-6.
Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la
vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del
Espíritu en el vínculo de la paz; un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma
esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un
Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.
“La armonía y unión
existente entre hombres de diversas tendencias es el testimonio más poderoso que pueda darse de que Dios envió a su
Hijo al mundo para salvar a los pecadores. A nosotros nos toca dar este testimonio; pero para hacerlo, debemos colocarnos bajo las órdenes de
Cristo; nuestro carácter debe armonizar con el suyo, nuestra voluntad debe rendirse a la suya. Entonces trabajaremos juntos sin
contrariarnos. “Deben estar unidos en Él, aunque se hallen dispersos en el
mundo.…
“Cuando el pueblo de Dios crea sin reservas en la oración de
Cristo y ponga sus instrucciones en práctica en la vida diaria, habrá unidad de
acción en nuestras filas” (Joyas
de los Testimonios, tomo 3, págs. 246, 247).
4. ¿Por qué es imposible tener una relación
intermitente con Cristo? ¿Qué peligro existe para aquel que desvía su atención
de caminar continuamente con Él? Juan 15:2, primera parte, 6.
Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará. El que en mí no permanece, será echado
fuera como pámpano, y se secará; y los
recogen, y los echan en el fuego, y arden.
“‘Estad en mi, y yo en
vosotros.’ El estar en Cristo
significa recibir constantemente de su Espíritu, una vida de entrega sin reservas a su servicio. El conducto
de comunicación debe mantenerse continuamente abierto entre el hombre y su
Dios. “Como el sarmiento de la vid
recibe constantemente de la savia de la vid viviente, así hemos de aferrarnos a
Jesús y recibir de Él por la fe la fuerza y la perfección de su propio carácter.
La raíz envía su nutrición por el sarmiento a la ramificación más lejana. Así
comunica Cristo la corriente de su fuerza vital a todo creyente. Mientras
el alma esté unida con Cristo, no hay peligro de que se marchite o decaiga” (El Deseado de Todas las Gentes, pág.
630).
LA RAMA
CON FRUTOS
5. ¿Cómo verá el mundo que estamos unidos a la Vid
divina? Juan 15:4, 5; Mateo 7:16, 17.
Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por
sí mismo, si no permanece en la
vid, así tampoco vosotros, si
no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste
lleva mucho fruto; porque
separados de mí nada podéis hacer. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así,
todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.
“El hombre regenerado
tiene una unión vital con Cristo. Como el pámpano obtiene su sustento
del tronco paterno y por esto puede llevar mucho fruto, de la misma manera el verdadero creyente está unido con
Cristo y revela en su vida los frutos del Espíritu. El pámpano llega a ser uno con la vid. La tormenta no puede arrancarlo. Las heladas no pueden destruir sus propiedades vitales. Ninguna cosa es capaz de separarlo de la
vid. Es un pámpano viviente, y
lleva los frutos de la vid. Así
ocurre con el creyente. Mediante su
conversación y buenas obras revela el carácter de Cristo. Como el
pámpano extrae su nutrimento de la vid, así también todos los que están
verdaderamente convertidos extraen vitalidad espiritual de Cristo” (Alza tus Ojos, pág. 180).
“Ahora que somos ramas
de la Vid viviente seremos nutridos por la savia que fluye de la Vid.
Fluye a todas las ramas todo el tiempo, y cada rama llevará fruto para la
gloria de Dios. ‘A vuestro Padre le ha
placido’ ‘que llevéis mucho fruto’” (Fe
y Obras, págs. 64, 65).
6.
¿Qué fruto se producirá en aquellos unidos a la Vid
viva? Gálatas 5:22, 23.
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad,
bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
“El que está unido con Cristo y participa de la savia y la
nutrición de la vid, realizará las obras de Cristo. Debe estar en él el amor de
Cristo, o no puede estar en la Vid. El amor supremo hacia Dios, y el amor hacia
nuestro prójimo, igual al que tenemos para con nosotros mismos, es la base de
la verdadera religión.… “Así como el pámpano debe permanecer en la vid para
obtener la savia vital que lo hace florecer, los que aman a Dios y guardan todos
sus dichos deben permanecer en su amor. Sin Cristo no podemos subyugar un solo
pecado ni vencer la menor tentación.…
Todos los que están realmente en Cristo experimentarán el
beneficio de esta unión. El Padre los acepta en el Amado, y se transforman en el
objeto de su solicitud y tierno y amante cuidado. Esta relación con Cristo
resultará en la purificación del corazón, y en una vida circunspecta y un
carácter sin tacha. El fruto que llevará el árbol cristiano es ‘caridad, gozo,
paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza’” (Joyas de los Testimonios, tomo 1,
págs. 514, 516).
7. ¿Qué hará el Viñador divino a cada rama para dar
más fruto? Juan 15:2, última parte.
Y todo aquel que lleva fruto, lo
limpiará, para que lleve más fruto.
“Con solemne ternura, Jesús explicó el propósito del labrador. La
poda causará dolor, pero es el Padre quien la realiza. Él no trabaja con mano
despiadada y corazón indiferente. Hay ramas que se arrastran por el suelo; y
tienen que ser separadas de los apoyos terrenales en que sus zarcillos se han
enredado. Han de dirigirse hacia el cielo y hallar su apoyo en Dios. El follaje
excesivo que desvía de la fruta la corriente vital, debe ser suprimido. El exceso
de crecimiento debe ser cortado, para que puedan penetrar los sanadores rayos
del Sol de justicia. El labrador poda lo que perjudica, a fin de que la fruta
pueda ser más rica y abundante” (El
Deseado de Todas las Gentes, pág. 631).
MEDITACIÓN
“El Espíritu Santo, que procede del
unigénito Hijo de Dios, une al ser humano, cuerpo, alma y espíritu, con la
perfecta naturaleza de Cristo divino - humana. Esta unión está representada por
la unión de la vid y los sarmientos. El hombre finito está unido con la fortaleza
de Cristo. Mediante la fe, la naturaleza humana queda asimilada con la
naturaleza de Cristo. En Cristo, somos hechos uno con Dios” (Mensajes Selectos, tomo 1, pág. 294).
ESTUDIO
PERSONAL
“Las ramas de la vid no pueden mezclarse unas con otras, están
separadas individualmente; y sin embargo cada rama debe estar unida en
compañerismo con todas las otras si están unidas en el mismo tronco matero. Todas
ellas obtienen su alimento de la misma fuente, beben de las mismas propiedades
vivificantes. Así también cada rama de la Vid Verdadera es separada y distinta,
y sin embargo están todas unidas en el tronco materno. No puede haber división.
Están todas vinculadas por la voluntad de Cristo para dar fruto donde quiera
que puedan hallar lugar y oportunidad. Pero para hacer esto, el obrero [el hijo
de Dios] debe ocultar el yo. No debe expresar sus propios pensamientos y su
propia voluntad. Debe expresar el pensamiento y la voluntad de Cristo” (Comentario Bíblico Adventista, tomo
5, pág. 1117).
· Colosenses
3:12-15
“Cuando los hombres no están vinculados por la fuerza o los
intereses propios, sino por el amor, manifiestan la obra de una influencia que
está por encima de toda influencia humana. Donde existe esta unidad, constituye
una evidencia de que la imagen de Dios se está restaurando en la humanidad, que
ha sido implantado un nuevo principio de vida. Muestra que hay poder en la
naturaleza divina para resistir a los agentes sobrenaturales del mal, y que la
gracia de Dios subyuga el egoísmo inherente en el corazón natural” (El Deseado de Todas las Gentes, pág.
631).
“Un hermano se sentirá unido al otro por las cadenas del amor de
Cristo. Sólo el Espíritu de Dios puede realizar esta unidad. El que se
santificó a sí mismo puede santificar a sus discípulos. Unidos con Él, estarán
unidos unos a otros en la fe más santa. Cuando luchemos para obtener esta
unidad como Dios desea que luchemos, nos será concedida” (Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág. 247).
“Hay
condiciones que cumplir si es que vamos a ser bendecidos y honrados por Dios. Debemos
separarnos del mundo y negarnos a tocar aquellas cosas que desviarán nuestros sentimientos
de Dios. Dios tiene el primero y el supremo derecho sobre su pueblo. Amadlo y
amad las cosas celestiales. Vuestros zarcillos deben ser cortados de todo lo
terrenal” (Comentario Bíblico
Adventista, tomo 6, pág. 1102).
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