INTRODUCCIÓN
- Veremos la hermosura de la tierra en el principio de la creación y el buen gusto y magnificencia de Dios.
- El jardín del Edén como la escuela de nuestros primeros padres.
I.
LA
HERMOSURA DE LA TIERRA
- La hermosa tierra no tenía, al salir de la mano del Creador, mancha de decadencia, ni sombra de maldición. [1].
- La tierra que salió de las manos del Creador era sumamente hermosa. Había montañas, colinas y llanuras, y en medio había ríos, lagos y lagunas.
- Las aguas se distribuían con regularidad. Las colinas, montañas y bellísimas llanuras estaban adornadas con plantas y flores, con altos y majestuosos árboles de toda clase, muchísimo más grandes y hermosos que los de ahora.
- El aire era puro y saludable, y la tierra parecía un noble palacio.
- Había hermosas vides que crecían erguidas, cargadas con el peso de sus frutos, diferentes de todo cuanto el hombre haya visto desde la caída.
- Estos eran muy grandes y de diversos colores: algunos casi negros, otros púrpura, rojo, rosa y verde claro.
- A los hermosos y exuberantes frutos que colgaban de los sarmientos de la vid se los llamó uvas.
- No se arrastraban por el suelo aunque no estaban sostenidas por soportes, pero los sarmientos se arqueaban bajo el peso del fruto.
- La grata tarea de Adán y Eva consistía en formar hermosas glorietas con los sarmientos de la vid y hacerse moradas con los bellos y vivientes árboles y el follaje de la naturaleza, cargados de fragantes frutos. Gn. 2:15.
- La tierra estaba revestida de hermoso verdor, mientras miríadas de fragantes flores de toda especie y todo matiz crecían a su alrededor en abundante profusión.
- Todo estaba dispuesto con buen gusto y magnificencia. En el centro del huerto se alzaba el árbol de la vida cuya gloria superaba a la de todos los demás.
- Sus frutos parecían manzanas de oro y plata, y servían para perpetuar la inmortalidad. Las hojas tenían propiedades medicinales. [2].
II.
HERMOSURA
DE LA FAUNA TERRESTRE
- La santa pareja vivía muy dichosa en el Edén. Tenía dominio ilimitado sobre todos los seres vivientes. Gn. 1:26.
- El león y el cordero jugueteaban pacífica e inofensivamente a su alrededor, o se tendían a dormitar a sus pies. Gn. 2:19-20.
- Aves de todo color y plumaje revoloteaban entre los árboles y las flores, y en torno de Adán y Eva, mientras sus melodiosos cantos resonaban entre los árboles en dulce acuerdo con las alabanzas tributadas a su Creador.
- Adán y Eva estaban encantados con la belleza de su hogar edénico. Se deleitaban con los pequeños cantores que los rodeaban revestidos de brillante y primoroso plumaje, que gorjeaban su melodía alegre y feliz.
- La santa pareja unía sus voces a las de las aves, en armoniosos cantos de amor, alabanza y adoración al Padre y a su Hijo amado, por las muestras de amor que les rodeaban.
- Reconocían el orden y la armonía de la creación, pues estos les hablaban de un conocimiento y una sabiduría infinitos.
- Continuamente descubrían en su edénica morada alguna nueva belleza, alguna gloria adicional, que henchía sus corazones de un amor más profundo, y arrancaba de sus labios expresiones de gratitud y reverencia a su Creador. [3].
CONCLUSIÓN
- ¿Qué no tenía la tierra al salir de las manos del Creador?
- ¿Cómo era el aire y a que se parecía la tierra?
- ¿En qué consistía la grata tarea de Adán y Eva?
- ¿Cómo era el dominio que tenía la santa pareja?
- Adán y Eva estaban encantados con las bellezas de su hogar edénico. ¿Con quiénes se deleitaban?
[1] CC, Pág. 8.
[2] HR, Pág. 22.
[3] HR, Pág. 23, 24.
tan chevere que siguiera siendo asiii!!!!
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