lunes, 19 de noviembre de 2012

La creación de la tierra


INTRODUCCIÓN
  • Veremos la hermosura de la tierra en el principio de la creación y el buen gusto y magnificencia de Dios.
  • El jardín del Edén como la escuela de nuestros primeros padres.

I.    LA HERMOSURA DE LA TIERRA
  • La hermosa tierra no tenía, al salir de la mano del Creador, mancha de decadencia, ni sombra de maldición. [1].
  • La tierra que salió de las manos del Creador era sumamente hermosa.  Había montañas, colinas y llanuras, y en medio había ríos, lagos y lagunas. 
  • Las aguas se distribuían con regularidad.  Las colinas, montañas y bellísimas llanuras estaban adornadas con plantas y flores, con altos y majestuosos árboles de toda clase, muchísimo más grandes y hermosos que los de ahora. 
  • El aire era puro y saludable, y la tierra parecía un noble palacio. 
  • Había hermosas vides que crecían erguidas, cargadas con el peso de sus frutos, diferentes de todo cuanto el hombre haya visto desde la caída. 
  • Estos eran muy grandes y de diversos colores: algunos casi negros, otros púrpura, rojo, rosa y verde claro.  
  • A los hermosos y exuberantes frutos que colgaban de los sarmientos de la vid se los llamó uvas. 
  • No se arrastraban por el suelo aunque no estaban sostenidas por soportes, pero los sarmientos se arqueaban bajo el peso del fruto. 
  • La grata tarea de Adán y Eva consistía en formar hermosas glorietas con los sarmientos de la vid y hacerse moradas con los bellos y vivientes árboles y el follaje de la naturaleza, cargados de fragantes frutos. Gn. 2:15.
  • La tierra estaba revestida de hermoso verdor, mientras miríadas de fragantes flores de toda especie y todo matiz crecían a su alrededor en abundante profusión. 
  • Todo estaba dispuesto con buen gusto y magnificencia.  En el centro del huerto se alzaba el árbol de la vida cuya gloria superaba a la de todos los demás. 
  • Sus frutos parecían manzanas de oro y plata, y servían para perpetuar la inmortalidad.  Las hojas tenían propiedades medicinales. [2].

II.   HERMOSURA DE LA FAUNA TERRESTRE
  • La santa pareja vivía muy dichosa en el Edén.  Tenía dominio ilimitado sobre todos los seres vivientes. Gn. 1:26.
  • El león y el cordero jugueteaban pacífica e inofensivamente a su alrededor, o se tendían a dormitar a sus pies. Gn. 2:19-20.
  • Aves de todo color y plumaje revoloteaban entre los árboles y las flores, y en torno de Adán y Eva, mientras sus melodiosos cantos resonaban entre los árboles en dulce acuerdo con las alabanzas tributadas a su Creador.
  • Adán y Eva estaban encantados con la belleza de su hogar edénico.  Se deleitaban con los pequeños cantores que los rodeaban revestidos de brillante y primoroso plumaje, que gorjeaban su melodía alegre y feliz. 
  • La santa pareja unía sus voces a las de las aves, en armoniosos cantos de amor, alabanza y adoración al Padre y a su Hijo amado, por las muestras de amor que les rodeaban. 
  • Reconocían el orden y la armonía de la creación, pues estos les hablaban de un conocimiento y una sabiduría infinitos. 
  • Continuamente descubrían en su edénica morada alguna nueva belleza, alguna gloria adicional, que henchía sus corazones de un amor más profundo, y arrancaba de sus labios expresiones de gratitud y reverencia a su Creador. [3].

CONCLUSIÓN
  • ¿Qué no tenía la tierra al salir de las manos del Creador?
  • ¿Cómo era el aire y a que se parecía la tierra?
  • ¿En qué consistía la grata tarea de Adán y Eva?
  • ¿Cómo era el dominio que tenía la santa pareja?
  • Adán y Eva estaban encantados con las bellezas de su hogar edénico. ¿Con quiénes se deleitaban?




[1] CC, Pág. 8.
[2] HR, Pág. 22.
[3] HR, Pág. 23, 24.

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