miércoles, 14 de noviembre de 2012

Los principios otorgados al Hombre


INTRODUCCIÓN
  • El resultado del principio de la unidad es la multiplicación de la raza humana.
  • La alimentación vegetariana es un régimen establecido en el Edén.
  • El descanso sabático es un ejemplo dado por Dios a la humanidad.
  • El principio de la temperancia no destruye el libre albedrío, prueba la obediencia a Dios.

I.    EL PRINCIPIO DE UNIDAD. MATRIMONIO. Gn. 1:28, 2:18-24.
  • Dios celebró la primera boda. De manera que la institución del matrimonio tiene como su autor al Creador del Universo. Heb. 13:4.
  • Fue una de las primeras dádivas de Dios al hombre, y es una de las dos instituciones que, después de la caída, llevó Adán consigo al salir del paraíso.
  • Cuando se reconocen y obedecen los principios divinos en esta materia, el matrimonio es una bendición: salvaguarda la felicidad y la pureza de la raza, satisface las necesidades sociales del hombre y eleva su naturaleza física, intelectual y moral. [1]. Gn. 2:2-4.
  • El matrimonio formaba parte del plan de Dios; fue una de las primeras instituciones que él estableció.
  • Dios dio instrucciones especiales tocantes a esta institución, revistiéndola de santidad y belleza; pero estas instrucciones fueron olvidadas y el matrimonio fue pervertido y puesto al servicio de las pasiones humanas. [2].
  • El matrimonio es una unión para toda la vida y un símbolo de la unión entre Cristo y su iglesia. [3]. Mt. 19:6.

II.   EL PRINCIPIO DE LA ALIMENTACIÓN NATURAL. COMIDA VEGETARIANA. Gn. 1:29-31, 1 Ti. 4:3-4.
  • La fiel adhesión a los principios rectos referentes a la alimentación, la bebida y la indumentaria, es un deber que Dios ha impuesto a los seres humanos. [4]. Gn. 2:15-17.
  • Para saber cuáles son los mejores comestibles tenemos que estudiar el plan original de Dios para la alimentación del hombre. 
  • El que creó al hombre y comprende sus necesidades indicó a Adán cuál era su alimento,... Los cereales, las frutas carnosas, las oleaginosas y las legumbres, constituyen el alimento escogido para nosotros por el Creador. [5].
  • Dios dio a nuestros primeros padres los alimentos que él se propuso que debía comer la raza humana. Sal. 78:25.
  • Era contrario a su plan quitar la vida de ninguna criatura. No debía haber muerte en el Edén. Ro. 5:12.
  • Los frutos de los árboles del jardín, constituían el alimento que requerían las necesidades del hombre. [6].

III. EL PRINCIPIO DEL DESCANSO SABÁTICO. Gn. 2:1-3
  • Al bendecir el séptimo día en el Edén, Dios estableció un recordatorio de su obra creadora.  
  • El sábado fue confiado y entregado a Adán, padre y representante de toda la familia humana. Mc. 2:27.
  • Su observancia había de ser un acto de agradecido reconocimiento de parte de todos los que habitasen la tierra, de que Dios era su Creador y su legítimo soberano, de que ellos eran la obra de sus manos y los súbditos de su autoridad. Ap. 14:7.
  • De esa manera la institución del sábado era enteramente conmemorativa, y fue dada para toda la humanidad.
  • No había nada en ella que fuese oscuro o que limitase su observancia a un solo pueblo. Is. 56:2-7.
  • Dios vio que el sábado era esencial para el hombre, aun en el paraíso.
  • Necesitaba dejar a un lado sus propios intereses y actividades durante un día de cada siete para poder contemplar más de lleno las obras de Dios y meditar en su poder y bondad. Ex. 20:8-11.
  • Necesitaba el sábado para que le recordase más vivamente la existencia de Dios, y para que despertase su gratitud hacia él, pues todo lo que disfrutaba y poseía procedía de la mano benéfica del Creador. [7].

IV. EL PRINCIPIO DE LA TEMPERANCIA. NO TOCAR NI COMER LO QUE NO NOS PERTENECE. Gn. 2:16-17.
  • Adán y Eva cayeron por el apetito intemperante. Cristo vino y soportó las más duras tentaciones de Satanás, y en favor de la raza, venció el apetito, mostrando que el hombre puede vencer. Gn. 3:1-6, Mt.  4:3-4.
  • Aunque Adán cayó en el apetito, y perdió la bendición del Edén, los hijos de Adán pueden, por medio de Cristo, vencer el apetito, y por la temperancia en todas las cosas volver a conquistar el Edén. [8]. Flp. 4:13.
  • El árbol del conocimiento, que estaba cerca del árbol de la vida, en el centro del huerto, y había de probar la obediencia, la fe y el amor de nuestros primeros padres. Jn. 14:15.
  • Aunque se les permitía comer libremente del fruto de todo otro árbol del huerto, se les prohibía comer de éste, so pena de muerte. [9]. Gn. 2:17.
  • El sistema del diezmo se remonta hasta más allá de los  tiempos de Moisés. Ya en los días de Adán, se requería de los hombres que ofreciesen a Dios donativos de índole religiosa, es decir, antes que el sistema fuese dado a Moisés en forma definida. [10].

CONCLUSIÓN
  • ¿Qué sucede cuando se reconocen y obedecen los principios divinos en la materia del matrimonio?
  • ¿Qué tenemos que estudiar para saber cuáles son los mejores comestibles que tenemos?
  • ¿Cuáles son los alimentos escogidos por el Creador para nosotros?
  • ¿A quién fue confiado y entregado el sábado como día del Señor?
  • ¿Para qué necesitaban Adán y Eva el sábado?
  • ¿A qué nos ayuda la temperancia en todas las cosas?




[1] PP, Pág. 26-27.
[2] CV, Pág. 42.
[3] HC, Pág. 82.
[4] CDD, Pág. 186.
[5] MC, Pág. 227, 228.
[6] CRA, Pág. 96.
[7] PP, Pág. 29.
[8] CSR, Pág. 83.
[9] PP, Pág. 25.
[10] CSMC, Pág 75.

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