“Y yo también te digo, que tú
eres Pedro, y sobre esta roca (Cristo) edificaré mi
iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” Mateo
16:18.
ESTABLECIENDO LA IGLESIA
1. ¿Qué estableció Cristo en esta tierra como su representante? Mateo 16:18;
Efesios 5:25.
Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta
roca edificaré
mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. Maridos,
amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia,
y se
entregó a sí mismo por ella.
“Estaba
por darse el primer paso en la organización de la iglesia, que después
de la partida de Cristo había de ser su representante en la tierra”
(El
Deseado de Todas las Gentes, pág. 258).
“‘En Él
habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad’. Los hombres necesitan comprender
que la Deidad sufrió y se angustió ante las agonías del Calvario. Sin
embargo, Jesucristo, a quien Dios dio para el rescate del mundo, compró a la
iglesia con su propia sangre. La Majestad del cielo tuvo que sufrir
a manos de fanáticos religiosos que pretendían ser el pueblo con mayor
conocimiento sobre toda la tierra” (Comentario Bíblico Adventista, tomo 7, pág.
919).
“El
Salvador dio su vida preciosa para establecer una iglesia capaz de cuidar de
las almas entristecidas y tentadas” (El Deseado de Todas las Gentes,
págs. 595, 596).
2.
Después de su ascensión, ¿qué serio apelo presentó Jesús a Dios por la
iglesia que había establecido en la tierra? Efesios 1:23; 5:25, 27.
La cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo. Maridos,
amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia,
y se
entregó a sí mismo por ella. A fin de presentársela a sí mismo, una
iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga
ni
cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
“Jesús
inmediatamente ascendió al cielo y se presentó ante el trono de Dios, mostrando
en sus sienes, manos y pies las marcas de la vergüenza y la crueldad;
pero se
negó a recibir la corona de gloria y el manto real, y también se negó a recibir
la adoración de los ángeles, como había rehusado el homenaje de María,
hasta que el Padre indicó que su ofrenda había sido aceptada.
“Además, tenía
un pedido que presentar acerca de sus escogidos en la tierra.
Anhelaba que estuviera claramente definida la relación que desde allí en
adelante tendrían sus redimidos en el cielo con su Padre. Su iglesia debía ser
justificada y aceptada antes que Él pudiera aceptar el homenaje celestial.
Declaro
que su voluntad era que donde Él estuviera, allí estuviera su iglesia.
Si
Él había de recibir gloria, su pueblo debía compartirla. Los
que sufren con Él en la tierra finalmente deben reinar con Él en su reino.
Cristo
suplicó en forma sumamente explícita por su iglesia, identificando
sus intereses con los de ella y abogando, con amor y constancia más poderosos
que la muerte, por los derechos y títulos de ella, ganados por Él” (CBA,
tomo 5, págs. 1123, 1124).
LA FURIA DE SATANÁS
3.
¿En quién se centró la furia de Satanás después de la ascensión de Cristo?
¿Por qué? Apocalipsis 12:12, 13; Hechos 8:1.
Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos.
¡Ay
de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido
a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo. Y
cuando
vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había
dado a luz al hijo varón. Y Saulo consentía en su muerte.
En aquel
día hubo una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén;
y todos
fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los
apóstoles.
“Desde
el principio fue, el plan de Dios que su iglesia reflejase al mundo su plenitud
y suficiencia. Los miembros de la iglesia, los que
han sido llamados de las tinieblas a su luz admirable, han de revelar su gloria.
La iglesia es la depositaria de las riquezas de la gracia de Cristo; y mediante
la iglesia se manifestará con el tiempo, aún a ‘los principados y potestades en
los cielos’ (Efe. 3: 10), el despliegue final y pleno del amor de
Dios” (Los Hechos de los Apóstoles, pág. 9).
“La
historia de la iglesia primitiva atestigua que se cumplieron las palabras del
Salvador. Los poderes de la tierra y del infierno se coligaron para atacar a
Cristo en la persona de sus discípulos... Encendióse el fuego de la
persecución. Los cristianos fueron despojados de sus
posesiones y expulsados de sus hogares. Todos ellos sufrieron ‘gran
combate de aflicciones.’ ‘Experimentaron vituperios y azotes; y a más
de esto prisiones y cárceles.’(Hebreos 10: 32; 11: 36.) Muchos
sellaron su testimonio con su sangre. Nobles y esclavos, ricos y
pobres, sabios e ignorantes, todos eran muertos sin misericordia” (El
Conflicto de los Siglos, pág. 43).
4.
¿A dónde y por cuánto tiempo huye la iglesia de la persecución de Satanás?
¿Qué proveyó ayuda para la iglesia? Apocalipsis 12:14-16.
Inicio profecía: 538 (más 3 1/2 tiempos = 3.5
años = 1260 años) = 538 + 1260 = 1,798 (Fin persecución)
Y se le dieron a la mujer las dos alas de
la gran águila, para que volase de delante de la
serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un
tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo. Y la serpiente arrojó de su boca,
tras
la mujer, agua como un río, para que fuese arrastrada por el
río. Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la
tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había echado de su boca.
Lanzó el río: Carlos V envió sus soldados para
perseguir a los cristianos, la
tierra abrió su boca = los lugares donde se escondieron.
“Por medio
de uno que declaró ser ‘hermano, y participante en la tribulación’ (Apoc. 1:9),
Cristo
reveló a su iglesia las cosas que ella debía sufrir por su causa. Al
penetrar con su vista a través de largos siglos de tinieblas y superstición, el
anciano desterrado vio a multitudes sufrir el martirio por causa de su amor
hacia la verdad. Pero también vio que Aquel que sostuvo a sus primeros
testigos, no olvidaría a sus fieles seguidores durante los siglos de
persecución que debían venir antes del fin del tiempo. ‘No tengas ningún temor de las
cosas que has de padecer -declara el Señor,- He aquí, el
diablo ha de enviar algunos de vosotros a la cárcel, para que seáis probados, y
tendréis tribulación... Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la
corona de la vida.’ (Apoc. 2:10.)” (Los Hechos de los Apóstoles,
págs. 469, 470).
“La
persecución se desencadenó sobre los fieles con furia jamás conocida hasta
entonces, y el mundo vino a ser un vasto campo de batalla. Por
centenares de años la iglesia de Cristo no halló más refugio que en la
reclusión y en la obscuridad” (El Conflicto de los Siglos, pág. 59).
LA CIUDAD DE REFUGIO PARA SALVACIÓN
5.
¿Qué noble ministerio encomendó Cristo a su iglesia? Mateo 16:19.
Y a ti te daré las llaves del reino de los
cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado
en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado
en los cielos.
“‘Las
llaves del reino de los cielos’ son las palabras de Cristo. Todas
las palabras de la Santa Escritura son suyas y están incluidas en esa frase.
Esas
palabras tienen poder para abrir y cerrar el cielo. Declaran las
condiciones bajo las cuales los hombres son recibidos o rechazados. Así
la obra de aquellos que predican la Palabra de Dios tiene sabor de vida para
vida o de muerte para muerte. La suya es una misión cargada de
resultados eternos” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 382).
“Dios
tiene una iglesia en la tierra que está elevando en alto su ley pisoteada, y
presentando al mundo el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo.
La
iglesia es la depositaria del tesoro de las riquezas de la gracia de Cristo,
y por medio de ella finalmente se hará manifiesta la revelación postrera y
plena del amor de Dios al mundo que ha de ser iluminado con su gloria” (Testimonios
para los Ministros, pág. 47).
“La
iglesia es la fortaleza de Dios, su ciudad de refugio, que
Él sostiene en un mundo en rebelión. Cualquier traición a la
iglesia es traición hecha a Aquel que ha comprado a la humanidad con la sangre
de su Hijo unigénito” (Hechos Apóstoles, pág. 10).
6.
¿Qué parte del plan de salvación cumplirá Cristo por medio de su iglesia?
¿Qué maravillosa obra hará al final? Efesios 3:9, 10.
Y de aclarar a todos cuál sea la dispensación
del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las
cosas; para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora
dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los
lugares celestiales.
“Durante
los siglos de tinieblas espirituales, la iglesia de Dios ha sido como una
ciudad asentada en un monte. De siglo en siglo, a través de las
generaciones sucesivas, las doctrinas puras del cielo se han
desarrollado dentro de ella. Por débil e imperfecta que parezca, la
iglesia es el objeto al cual Dios dedica en un sentido especial su suprema
consideración. Es el escenario de su gracia, en el cual se deleita
en revelar su poder para transformar los corazones” (Los Hechos de los Apóstoles,
pág.11).
“Dios
tiene una iglesia en la tierra que está elevando en alto su ley pisoteada,
y presentando al mundo el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo”
(Testimonios
para los Ministros, pág. 47).
“La
iglesia verá todavía tiempos angustiosos… Pero, aunque
debe arrostrar herejías y persecuciones, aunque debe batallar con los
infieles y los apóstatas, por la ayuda de Dios está aplastando la cabeza de
Satanás. El Señor tendrá un pueblo tan leal como el
acero y de fe tan firme como el granito. Sus miembros han de ser sus
testigos en el mundo, instrumentos que han de realizar una obra
especial y gloriosa en el día de su preparación” (Joyas de los Testimonios, tomo
1, pág. 590).
EL REMANENTE DE LA SEMILLA DE LA MUJER
7. ¿Contra quién se prepara Satanás para luchar en el último ataque? ¿Qué
preparación necesita cada hijo de Dios para esta confrontación final?
Apocalipsis 12:17; Efesios 6:11, 12.
Entonces el dragón se llenó de ira contra la
mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella,
los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.
Vestíos
de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas
del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino
contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las
tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones
celestes.
“Revestida
de la armadura de la justicia de Cristo, la iglesia entrará en su
conflicto final. ‘Hermosa como la luna, esclarecida como el
sol, imponente como ejércitos en orden’ (Cant. 6: 10), ha
de salir a todo el mundo, vencedora y para vencer” (Profetas
y Reyes, pág. 535).
“El
cristiano debe ser consciente que ha sido comprado por precio, para
estar bajo el estandarte ensangrentado de Emmanuel, para pelear la buena batalla de la fe
y aferrarse a la vida eterna. Debe revelar Cristo al mundo.
La
abnegación, el sacrificio, la simpatía y el amor manifestado en la vida de
Cristo debe reaparecer en la vida de sus seguidores. Con el fin de
poder hacerlo, debemos ceñirnos la completa armadura de Dios” (Bible
Echo, 1 de Enero, 1893).
“Ninguno
de nosotros recibirá jamás el sello de Dios mientras nuestros caracteres tengan
una mancha. Nos toca a nosotros remediar los defectos de
nuestro carácter, limpiar el templo del alma de toda
contaminación. Entonces la lluvia tardía caerá sobre
nosotros como cayó la lluvia temprana sobre los discípulos” (Testimonios
para la Iglesia, tomo 5, pág. 100).
REPASO Y MEDITACIÓN
·
Medita en el hecho que la muerte de Cristo
estableció su reino e iglesia.
·
¿Cuál es la misión de la iglesia en la
tierra?
·
¿Cómo hiere la iglesia la cabeza de Satanás?
“El mensaje del Evangelio no gana una sola alma para
Cristo, ni penetra en un solo corazón, sin herir la cabeza de Satanás” (Joyas
de los Testimonios, tomo 1, pág. 590).
Lección 08 - La Iglesia como Agente de Cristo
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