“Si
los descendientes de Abrahán se hubieran
mantenido separados de las otras naciones, no habrían caído en la idolatría. Al mantenerse separados de las otras naciones, la gran tentación de participar de sus
costumbres pecaminosas y de revelarse
contra Dios no hubiera existido para ellos. Perdieron en gran medida su carácter peculiar y santo al mezclarse con las
naciones que los rodeaban. A fin de
castigarlos, el Señor trajo
hambre sobre la tierra, lo que los obligó
a descender a Egipto para preservar su vida. Pero Dios no los olvidó mientras estaban en Egipto, por causa de su pacto con Abrahán. Permitió que fueran oprimidos por los
egipcios para que se volvieran a
él en su angustia, eligieran su
gobierno justo y misericordioso, y obedecieran sus requerimientos” (La historia de la redención, pág. 150).
1.....Cuando José invitó a su
padre a trasladarse a Egipto, ¿quién vino con él? Entre todos, ¿cuántos
emigraron de Canaán al nuevo país?
Éxodo 1:1-5.- (1) Estos son los nombres de
los hijos de Israel que entraron en Egipto con Jacob; cada uno entró con su familia: (2) Rubén, Simeón, Leví, Judá, (3) Isacar, Zabulón, Benjamín, (4) Dan, Neftalí, Gad y Aser. (5) Todas las personas que le
nacieron a Jacob fueron setenta. Y José
estaba en Egipto.
“El rey de Egipto no cobró impuestos ni al padre de José ni a sus
hermanos, y a éste se le
concedió el privilegio de proporcionarles una generosa provisión de alimentos.
El rey decía a sus gobernadores: ‘¿No
estamos acaso en deuda con el Dios de José, y con él mismo, por esta generosa provisión de alimentos?
¿Acaso no se debe a su sabiduría el
hecho de que gocemos de tanta abundancia? ¡Mientras otros países perecen, nosotros tenemos bastante! Su administración ha enriquecido
grandemente al reino’ ” (La historia de
la redención, pág. 106).
EL AUMENTO RÁPIDO
DE LOS HIJOS DE ISRAEL
2.....¿Qué extraordinario
fenómeno ocurrió después que José y su generación murieron?
Éxodo 1:6, 7.- (6) Y murió José, y todos sus hermanos, y toda aquella generación. (7) Y los hijos de Israel
fructificaron y se multiplicaron, y fueron
aumentados y fortalecidos en extremo, y se llenó de ellos la tierra.
“Los israelitas se habían hecho ya muy numerosos. ‘Crecieron, y multiplicaron, y fueron
aumentados y corroborados en extremo; y llenóse
la tierra de ellos.’ Gracias
al cuidado protector de José y al favor del rey que gobernaba en aquel
entonces, se habían diseminado
rápidamente por el país. Pero se
habían mantenido como una raza distinta, sin tener nada en común con los egipcios en sus costumbres o en su religión; y su número creciente excitaba el recelo del
rey y su pueblo, pues temían que
en caso de guerra se uniesen con los enemigos de Egipto. Sin embargo, las leyes prohibían que fueran
expulsados del país” (Patriarcas y profetas,
pág. 247).
3.....¿Qué ideas surgieron en
la mente del siguiente Faraón cuando vio que la población israelita estaba
creciendo rápidamente? ¿Qué plan estableció para disminuir este crecimiento?
Éxodo 1:8-11.- (8) Entretanto, se levantó sobre
Egipto un nuevo rey que no conocía a José; y dijo a su pueblo: (9) He aquí, el pueblo de los
hijos de Israel es mayor y más fuerte que nosotros. (10) Ahora, pues, seamos sabios para
con él, para que no se
multiplique, y acontezca que viniendo
guerra, él también se una a nuestros enemigos y pelee contra nosotros, y se vaya de la tierra. (11) Entonces pusieron sobre
ellos comisarios de tributos que los molestasen con sus cargas; y edificaron para Faraón las ciudades de
almacenaje, Pitón y Ramesés.
“El nuevo rey de Egipto se
dio cuenta de que los hijos de Israel eran sumamente valiosos para el reino.
Muchos de ellos eran obreros capaces
e inteligentes, y no estaba dispuesto a perder el fruto de sus labores.
Este rey ubicó a los hijos de Israel
entre los esclavos que habían
vendido al reino sus rebaños, sus
ganados, sus tierras, y también se habían vendido a sí mismos.
‘Entonces pusieron sobre ellos
comisarios de tributos que los molestaran con sus cargas; edificaron
para Faraón las ciudades de almacenaje, Pitón y Ramesés’ ” (La historia de la redención, pág. 107).
4.....A pesar de la
esclavitud, del aumento de horas de trabajo y cargas más pesadas, ¿cómo se
puede ver que los israelitas eran especialmente bendecidos por el Señor?
Éxodo 1:12-14.- (12) Pero cuanto más los oprimían,
tanto más se multiplicaban y crecían,
de manera que los egipcios temían a los
hijos de Israel. (13) Y los egipcios hicieron
servir a los hijos de Israel con dureza, (14) y amargaron su vida con dura
servidumbre, en hacer barro y
ladrillo, y en toda labor del
campo y en todo su servicio, al
cual los obligaban con rigor.
“Forzaban a sus mujeres a trabajar en el campo como si fueran
esclavas. No obstante, éstas no
disminuían en número. Cuando consulta para obligarlos a cumplir una cierta
cantidad de labor cada día. Trataban
de someterlos mediante duro trabajo, y se enfurecían porque no podían lograr que su número disminuyera
ni podían tampoco disminuir su espíritu
independiente” (La historia de
la redención, pág. 108).
MEDIDAS DRACONIANAS
5.....¿Qué plan cruel hizo el
Faraón para limitar la multiplicación creciente del pueblo de Israel? ¿Cuán
efectivo fue esto en la limitación de la expansión de la población?
Éxodo 1:15-21.- (15) Y habló el rey de Egipto a
las parteras de las hebreas, una de las cuales se llamaba Sifra, y otra Fúa, y les dijo: (16) Cuando asistáis a las hebreas
en sus partos, y veáis el sexo, si
es hijo, matadlo; y si es
hija, entonces viva. (17) Pero las parteras temieron a Dios,
y no hicieron como les mandó el rey de Egipto, sino que preservaron la vida a los niños. (18) Y el rey de Egipto hizo
llamar a las parteras y les dijo: ¿Por
qué habéis hecho esto, que habéis preservado la vida a los niños? (19) Y las parteras respondieron
a Faraón: Porque las mujeres hebreas
no son como las egipcias; pues son
robustas, y dan a luz antes que la partera venga a ellas. (20) Y Dios hizo bien a las parteras;
y el pueblo se multiplicó y se
fortaleció en gran manera. (21) Y por haber las parteras
temido a Dios, él prosperó sus familias.
“Al fracasar en el logro de sus propósitos, usaron medidas mucho más crueles. Se ordenó a las mujeres cuya profesión les daba la
oportunidad de hacerlo, que dieran
muerte a los niños varones hebreos en el momento de nacer. Satanás fue el instigador de este plan.
Sabía que entre los israelitas había
de levantarse un libertador; y al inducir al rey a destruir a los niños
varones, esperaba derrotar el propósito divino. Pero esas mujeres temían a Dios, y no osaron cumplir tan cruel mandato. El Señor aprobó su conducta, y las hizo prosperar” (Patriarcas y profetas, pág. 247. Ver también La
historia de la redención, págs. 108, 109).
6.....No satisfecho con los
resultados previos, ¿qué otra orden cruel siguió?
Éxodo 1:22.- Entonces
Faraón mandó a todo su pueblo, diciendo:
Echad al río a todo hijo que nazca,
y a toda hija preservad la vida.
“Cuando éste se enteró de que su orden no había
sido obedecida, se enojó
muchísimo. Entonces le dio a
ésta un carácter más definido y más amplio” (La historia de la redención, pág. 108).
“El rey, disgustado
por el fracaso de su propósito, dio
a la orden un carácter más urgente y general. Pidió a toda la nación que buscara
y diera muerte a sus víctimas desamparadas. ‘Entonces Faraón mandó a todo su pueblo,
diciendo: Echad en el río todo hijo
que naciere, y a toda hija
reservad la vida’ ” (Patriarcas y
profetas, pág. 247).
LA HOSTILIDAD
DERROTADA
7.....Después de la noche
oscura de esclavitud y sufrimiento, ¿cómo intervino Dios y salvó su pueblo?
Deuteronomio 26:8.- Y
Jehová nos sacó de Egipto con mano
fuerte, con brazo extendido,
con grande espanto, y con señales y con milagros.
Jeremías 32:21.- Y
sacaste a tu pueblo Israel de la
tierra de Egipto con señales
y portentos, con mano fuerte y brazo
extendido, y con terror grande.
“Los egipcios se enteraron de las expectativas de liberación de los
hijos de Israel, se burlaron de
ellas y se referían irónicamente al poder de su Dios. Señalaban la
situación de los israelitas, que eran
sólo una nación de esclavos, y burlonamente
les decían: ‘Si vuestro Dios es
tan misericordioso, y si es más poderoso que los dioses egipcios, ¿por qué no los libra? ¿Por qué no manifiesta su grandeza, y por
qué su poder no los exalta?’ ” (La historia de
la redención, pág. 116).
“Este era su propósito cuando libró a Israel de Egipto. Moisés, frente a la zarza que ardía,
recibió de Dios este mensaje para el rey
de Egipto: ‘Deja ir a mi pueblo,
para que me sirva en el desierto’ (Éxodo 7:16). Dios sacó a la hueste hebrea de la tierra de servidumbre con mano
poderosa y brazo extendido. La liberación
que obró a favor de ellos fue maravillosa, al castigar con la destrucción total a sus enemigos que se negaban a
escuchar su Palabra” (Testimonios
para la iglesia, tomo 6, pág. 18).
PARA UN ESTUDIO
ADICIONAL
“Faraón se
vanagloriaba diciendo que le gustaría ver al Dios de los hebreos librándolos de
sus manos. Estas palabras destruyeron las esperanzas de muchos hijos de Israel.
Les parecía que era cierto lo que el rey y sus consejeros decían. Sabían que se
los estaba tratando como esclavos, y que debían soportar exactamente el grado
de opresión que sus capataces quisieran ejercer sobre ellos. Habían perseguido
y dado muerte a sus hijos. Sus propias vidas eran una carga pesada, a pesar de
que creían en el Dios del cielo y lo adoraban…
“Sólo unas
pocas familias descendieron al principio a Egipto. Crecieron hasta convertirse
en una gran multitud. Algunos fueron cuidadosos al instruir a sus hijos en la ley
de Dios, pero muchos israelitas habían visto tanta idolatría que tenían ideas
confusas acerca de la ley de Dios. Los que temían a Dios clamaban con angustia
de espíritu para que se quebrantara el yugo de su gravosa esclavitud, y para
que el Señor los sacara de la tierra de su cautiverio a fin de que pudieran
servirlo libremente. Dios escuchó sus clamores y suscitó a Moisés como
instrumento suyo para que llevara a cabo la liberación de su pueblo” (La historia de la redención, págs. 117, 150).
“Lo
que necesitáis es ver vuestra dependencia en Dios, y tener un corazón resoluto.
Sed valientes donde estéis; mostrad fuerza de carácter donde estéis; sed
capaces, a través de Jesucristo, de decir: ‘No, no haré esta gran maldad, y no
pecaré contra Dios’ ” (Carta 48,
1887).
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