“‘Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado’. Cualquier otro
conocimiento es vano a menos que Cristo more en el corazón, y esté entretejido
con los afectos. Nuestro Señor trazó
que su iglesia reflejase al mundo la plenitud y suficiencia que encontramos en
Él. Sus hijos obtienen su gozo
de una Fuente más elevada de lo que el mundo pueda comprender; y mientras
estén recibiendo constantemente de la abundancia de Dios en dones espirituales
y temporales, han de representar al
mundo el amor y beneficencia de Cristo” (Review and Herald, 11 de diciembre de 1888).
EL SALVADOR
1.....¿Cómo describió el ángel del Señor la obra expiatoria de
Jesús por los penitentes? ¿Qué era necesario antes que Él pudiese lavar los
pecados del pueblo?
Mateo 1:21.- Y dará a luz un hijo, y llamarás
su nombre JESÚS, porque él
salvará a su pueblo de sus pecados.
Hebreos 2:17.- Por lo cual debía ser en todo semejante a sus
hermanos, para venir a ser
misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar
los pecados del pueblo.
“Debiéramos meditar en las Escrituras, pensando seria y
sinceramente en las cosas que atañen
a nuestra salvación eterna. La infinita
misericordia y amor de Jesús, el sacrificio
hecho por nosotros, exigen una seria y solemne reflexión. Debiéramos espaciarnos en el carácter de
nuestro querido Redentor e Intercesor. Debiéramos
procurar comprender el significado del plan de salvación. Debiéramos meditar en la misión de Aquel que vino
para salvar a su pueblo de sus pecados. Nuestra fe y amor se
fortalecerán a través de la contemplación de los temas celestiales. Nuestras oraciones serán más y más
aceptables a Dios porque estarán más y más mezcladas con fe y amor. Serán más inteligentes y fervorosas. Habrá una confianza más constante en
Jesús, y tendremos una
experiencia diaria y viva en la voluntad y el poder de Cristo para
salvar hasta lo máximo a todos los que acuden a Dios mediante él…” (Nuestra elevada vocación, pág. 115).
AQUEL QUE NO
CONOCÍA PECADO FUE HECHO PECADO POR CAUSA DEL HOMBRE
2.....A pesar de ser inocente y santo, ¿Qué tomó sobre sí Jesús
para expiar los pecados del hombre y salvarlo de la condenación? ¿Qué daría Él
para limpiar el pecado del hombre?
2 Corintios 5:21.- Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado,
para que nosotros fuésemos hechos
justicia de Dios en él.
Hebreos 9:28.- Así también Cristo fue ofrecido una sola vez para
llevar los pecados de muchos; y aparecerá
por segunda vez, sin relación con
el pecado, para salvar a los que le esperan.
Isaías 53:11, 12.- (11)
Verá el
fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo
a muchos, y llevará las
iniquidades de ellos. (12) Por tanto, yo le daré parte con
los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte,
y fue contado con los pecadores,
habiendo él llevado el pecado de
muchos, y orado por los transgresores.
“Aunque aborrecía el pecado con perfecto odio, acumuló sobre su alma los pecados de todo el mundo. Inmaculado, llevó los pecados de los culpables. Inocente, se
ofreció sin embargo como sustituto por los transgresores. El peso
de la culpabilidad de todos los pecados cargó sobre el alma divina del Redentor
del mundo. Los malos pensamientos, las malas palabras, los malos actos
de cada hijo e hija de Adán demandaron
una paga que recayó sobre Cristo, pues se había convertido en el sustituto del hombre. Aunque no era suya la culpa del pecado,
su espíritu fue desgarrado y magullado
por las transgresiones de los hombres, y Aquel que no conoció pecado llegó a ser pecado por nosotros
para que pudiéramos ser justicia de
Dios en él” (Mensajes
selectos, tomo 1, pág. 378).
HERIDO POR NUESTRAS
TRANSGRESIONES
3.....¿Qué sufrimiento soportó el Salvador para expiar los
pecados del hombre?
Isaías 53:4, 5, 10.- (4) Ciertamente llevó él nuestras enfermedades,
y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por
herido de Dios y abatido. (5) Mas él herido fue por nuestras
rebeliones, molido por
nuestros pecados; el castigo
de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados… (10) Con todo eso, Jehová quiso
quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días,
y la voluntad de Jehová será en su
mano prosperada.
“Se creía generalmente entre los judíos que el pecado era castigado en
esta vida. Se consideraba que cada
aflicción era castigo de alguna falta cometida por el mismo que sufría
o por sus padres. Es verdad que todo
sufrimiento es resultado de la transgresión de la ley de Dios, pero esta verdad había sido falseada… Por lo
tanto, aquel a quien le sobrevenía
una gran aflicción o calamidad debía
soportar la carga adicional de ser considerado un gran pecador.
“Así estaba preparado el camino para que los judíos rechazaran a
Jesús. El que ‘llevó… nuestras
enfermedades, y sufrió nuestros dolores’, iba a ser tenido por los judíos ‘por azotado, por herido de Dios y abatido’;
y de él escondieron ‘el rostro’ ” (El Deseado de todas las gentes, pág. 436).
“El ruego del alma debe ser… Permítaseme
verlo como mi ayudador, como el varón
de dolores, experimentado en
quebrantos. Tú, oh Señor, debes
ser mi ayudador. Tú fuiste herido
por mis transgresiones, molido
por mis pecados… y por tu
llaga fui curado” (Exaltad a
Jesús, pág. 104).
REDENCIÓN A TRAVÉS
DE LA SANGRE PRECIOSA
4.....¿Se puede calcular el valor de la sangre preciosa y vida
del Hijo de Dios? ¿La redención del hombre fue lograda por la dádiva de cosas
corruptibles, tales como dinero o bienes materiales?
1 Pedro 1:18, 19.- (18)
Sabiendo que fuisteis
rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de
vuestros padres, no con cosas
corruptibles, como oro o plata, (19) sino con la sangre preciosa
de Cristo, como de un cordero
sin mancha y sin contaminación.
Hebreos 9:13, 14.- (13)
Porque si la
sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los
inmundos, santifican para la
purificación de la carne, (14) ¿cuánto más la sangre de
Cristo, el cual mediante el Espíritu
eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al
Dios vivo?
“Todos los hombres han sido comprados por este precio infinito.
Al derramar todos los tesoros del cielo en este mundo, al darnos en Cristo todo el cielo, Dios ha comprado la voluntad, los afectos, la mente, el alma de cada
ser humano. Todos los hombres
pertenecen a Dios, ya sean creyentes
o incrédulos. Todos son llamados
a servirle, y en el día del
juicio se requerirá de todos que rindan cuenta de la forma en que hayan
respondido a esa demanda” (Palabras de
vida del gran Maestro, pág. 261).
“Usted debería estar dispuesto a que todos sepan que no se pertenece,
sino que es de Aquel que lo compró a
un precio infinito, y que usted
no sólo está comprometido, sino decidido
a glorificarle en su cuerpo y en su espíritu, los cuales son de Dios. Un
amor de tal magnitud debe, no sólo impulsarlo
a confesar a Cristo con los labios, sino también con la vida, y a dar fruto para la gloria de Dios” (El Cristo triunfante, pág. 92).
DANDO SU PROPIA
VIDA
5.....En el tiempo del Antiguo Testamento, el pecador compraba
y sacrificaba al animal como la víctima, pero ¿cómo se realizó el sacrificio
más grande alguna vez hecho en la historia?
Mateo 20:28.- Como el Hijo del Hombre no vino para ser servido,
sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
Juan 10:15.- Así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.
1 Timoteo 2:6.- El cual se dio a sí mismo en rescate por todos,
de lo cual se dio testimonio a su debido
tiempo.
“Así también Cristo, con su propia justicia inmaculada, después de derramar su preciosa sangre
entra en el lugar santo a purificar
el santuario. Y allí la corriente carmesí inicia el servicio de reconciliación entre Dios y el hombre”
(La fe por la cual vivo, pág. 202).
“Así como el sumo sacerdote rociaba la sangre
caliente sobre el propiciatorio mientras la nube fragante de incienso ascendía delante de Dios, del mismo modo,
cuando confesemos nuestros pecados y
supliquemos la eficacia de la sangre expiatoria de Cristo, nuestras oraciones han de ascender al cielo,
fragantes con los méritos del
carácter de nuestro Salvador. A pesar de nuestra indignidad, hemos de recordar que hay Uno que puede quitar el pecado,
y que está dispuesto y ansioso por
salvar al pecador. Con su propia
sangre pagó la pena por todos los transgresores. Él quitará todo pecado reconocido delante
de Dios con un corazón contrito” (Comentario
Bíblico Adventista, tomo 7, pág. 970).
LA EXPIACIÓN
SUFICIENTE
6.....¿Tuvo el sacrificio provisto por el Hijo de Dios un
resultado limitado, como fue el caso para los sacrificios animales en tiempos
antiguos? ¿Cuán lejos llega la redención comprada por Jesús?
Hebreos 9:11, 12.- (11)
Pero estando
ya presente Cristo, sumo
sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir,
no de esta creación, (12) y no por sangre de machos
cabríos ni de becerros, sino por
su propia sangre, entró una
vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención.
“Hay una bendición pronunciada sobre todos los que lloran. Si
no hubiesen existido dolientes en
nuestro mundo, Cristo no hubiese
podido revelar al hombre el carácter paterno de Dios. Aquellos que están oprimidos por la condena del pecado
han de conocer la bienaventuranza del
perdón, y sus pecados han de ser borrados. Si no hubiese quien llore, la suficiencia de la expiación de Cristo por el pecado no habría sido
comprendida” (Signs of the
Times, 8 de agosto de 1895).
“La sangre de Cristo es eficaz, pero debe ser aplicada constantemente. Dios no sólo quiere que sus siervos usen los medios que ha dispuesto
para ellos para glorificarlo,
sino que desea que se consagren ellos
mismos a su causa. Si ustedes, hermanos, se han vuelto egoístas… necesitan
que se les aplique con urgencia la sangre del sacrificio y consagrarse ustedes y todas sus
posesiones a Dios” (Testimonios
para la iglesia, tomo 4, pág. 124).
PREDICANDO EL
ARREPENTIMIENTO Y REMISIÓN DE PECADOS EN SU NOMBRE
7.....Considerando el gran valor de la redención comprada para
toda la humanidad, ¿qué proclama el fiel pueblo de Dios al mundo?
1 Timoteo 3:16.- E indiscutiblemente,
grande es el misterio de la piedad: Dios
fue manifestado en carne, Justificado
en el Espíritu, Visto de los
ángeles, Predicado a los
gentiles, Creído en el mundo,
Recibido arriba en gloria.
Lucas 24:46, 47.- (46) Y les dijo: Así está escrito,
y así fue necesario que el Cristo
padeciese, y resucitase de
los muertos al tercer día; (47) y que se predicase en su
nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde
Jerusalén.
Mateo 28:19.- Por tanto, id, y haced discípulos a todas las
naciones, bautizándolos en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Hechos 20:21.- Testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con
Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo.
“Cristo dijo a sus discípulos que ellos debían comenzar su trabajo en
Jerusalén. Esa ciudad había sido el escenario de su asombroso sacrificio por la raza humana.
Allí, cubierto con el vestido de la
humanidad, había caminado y
hablado con los hombres, y pocos
habían discernido cuánto se había acercado el cielo a la tierra. Allí había sido condenado y crucificado.
En Jerusalén había muchos que creían
secretamente que Jesús de Nazaret era el Mesías, y muchos que habían sido engañados por los sacerdotes y gobernantes.
El Evangelio debía ser proclamado a
éstos. Debían ser llamados al
arrepentimiento. Debía aclararse
la maravillosa verdad de que sólo
mediante Cristo puede obtenerse la remisión de los pecados. Y mientras
Jerusalén estaba agitada por los conmovedores sucesos de pocas semanas atrás,
era cuando la predicación de los discípulos haría la más profunda impresión” (Los hechos de los apóstoles, pág. 25).
PARA ESTUDIO
ADICIONAL
Tito
2:14.-
Quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y
purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
“La
ofrenda hecha por nuestro Salvador fue de valor suficiente para hacer una
expiación completa por los pecados de todo el mundo, y todos los que mediante
arrepentimiento y fe huyan a este Refugio, hallarán seguridad; aquí hallarán
paz de la presión más pesada de culpa, y alivio de la condenación más profunda.
Mediante el sacrificio expiatorio de Cristo, y su obra mediadora a nuestro
favor, podemos llegar a estar reconciliados con Dios. La sangre de Cristo
demostrará ser eficaz para lavar la mancha carmesí de pecado” (Signs of the Times, 20 de enero de 1881).
“Cuando
los hombres y las mujeres puedan comprender plenamente la magnitud del gran
sacrificio que fue hecho por la Majestad del cielo al morir en lugar del
hombre, entonces será magnificado el plan de salvación,… Este mundo parecerá de
poco valor a aquellos que estimen el gran precio de la redención del hombre, la
preciosa sangre del amado Hijo de Dios… ¿Quién puede medir el amor que sintió
Cristo por el mundo perdido, mientras pendía de la cruz sufriendo por los
pecados de los hombres culpables? Este incomprensible amor de Dios fue inconmensurable,
infinito” (Testimonios para la iglesia, tomo
2, pág. 191).
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