“Moisés, cerca del fin de su trabajo como
jefe y maestro de Israel, profetizó
claramente del Mesías venidero. ‘Profeta
de en medio de ti –declaró a las huestes reunidas de Israel, – de tus hermanos, como yo, te levantará
Jehová tu Dios: a él oiréis’. Y Moisés
aseguró a los israelitas que Dios mismo le había revelado esto en el monte de
Horeb, diciendo: ‘Profeta les
suscitaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le
mandare’ (Deuteronomio 18:15, 18)” (Los hechos de
los apóstoles, pág. 181).
LEVANTARÉ UN
PROFETA
1.....¿Qué maravillosas noticias había dado el Señor a su
pueblo a través de Moisés muchos siglos antes?
Deuteronomio 18:15, 18, 19.- (15) Profeta de en medio de
ti, de tus
hermanos, como yo, te levantará Jehová
tu Dios; a él oiréis…
(18) Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú;
y pondré mis palabras en su boca,
y él les hablará todo lo que yo le
mandare. (19) Mas a cualquiera que no
oyere mis palabras que él hablare en
mi nombre, yo le pediré cuenta.
“Aparece el Maestro designado por el Cielo, y no es otro
personaje que el Hijo del Dios
infinito. Extiéndase el pergamino y léase de él. Moisés declaró a los hijos de Israel: ‘Y Jehová me dijo: han hablado bien en lo que han dicho. Profeta les levantaré de en medio de sus
hermanos, como tú; y pondré
mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare.
Mas a cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare en mi nombre, yo le
pediré cuenta’ (Deuteronomio 18:17-19). Esta
es la predicción que anuncia la ilustre llegada. Sus palabras no debían pasarse por alto; porque su autoridad era suprema e invencible su
poder” (Exaltad a
Jesús, pág. 29).
¿ERES TÚ PROFETA?
2.....¿Qué podemos ver en algunas de las preguntas que una
comisión planteó a Juan el Bautista?
Juan 1:21, 25.- (21) Y le preguntaron: ¿Qué pues?
¿Eres tú Elías? Dijo: No soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió:
No… (25)
Y le preguntaron, y le dijeron: ¿Por qué, pues, bautizas, si tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el profeta?
“Quedaban, sin embargo, entre
los judíos, almas firmes, descendientes
de aquel santo linaje por cuyo medio se había conservado el conocimiento de Dios. Confiaban aún en la esperanza de la promesa hecha a los padres.
Fortalecían su fe espaciándose en la seguridad dada por Moisés: ‘El Señor vuestro Dios os levantará
profeta de vuestros hermanos, como yo; a él oiréis en todas las cosas
que os hablare’. Además, leían que el
Señor iba a ungir a Uno para ‘predicar buenas nuevas a los abatidos’, ‘vendar a los quebrantados de corazón’,
‘publicar libertad a los cautivos’ y ‘promulgar año de la buena voluntad de Jehová’.
Leían que pondría ‘en la tierra
juicio; y las islas esperarán
su ley’, como asimismo andarían ‘las
gentes a su luz, y los reyes al resplandor de su nacimiento’ Isaías
42:4; 60:3” (El Deseado de todas las gentes,
pág. 25).
LA COMPRENSIÓN DE
LA MUJER SAMARITANA
3.....¿De qué se dio cuenta la mujer samaritana cuando habló
con Jesús? Expresando su sorpresa, ¿qué pregunta presentó a las personas de la
ciudad? ¿Qué testimonio maravilloso fue expresado por el hombre que Jesús curó
de ceguera?
Juan 4:19, 28, 29; 9:17.- (4:19) Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú
eres profeta… (4:28) Entonces la mujer dejó su
cántaro, y fue a la ciudad, y dijo
a los hombres: (4:29) Venid, ved a un hombre que
me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No
será éste el Cristo?… (9:17) Entonces volvieron a decirle al ciego:
¿Qué dices tú del que te abrió los
ojos? Y él dijo: Que es
profeta.
“Jesús tenía en vista un doble propósito; deseaba despertar su conciencia en cuanto a su
pecaminosa manera de vivir, y deseaba probarle que ojos más que humanos habían leído los secretos de su
vida. Y la mujer,
aunque no comprendía totalmente lo
pecaminoso de su manera de vivir, sí
se asombró del conocimiento que este extraño poseía. Con profunda reverencia le dijo: ‘Señor, me parece que tú eres profeta’
(Vers. 19)…” (Hijas de Dios, pág. 62).
“Esta lección es para nuestra motivación, y mientras hay muchos que no ceden al poder convincente
del Espíritu de Dios, también hay muchos
que están hambrientos por las palabras de luz y salvación. Muchos recibirán la verdad, y testificarán como los samaritanos que
Cristo es el Salvador del mundo. A su tiempo, se volverán sembradores
de la verdad. Hemos de alzar nuestra
vista y contemplar los campos blancos listos para la siega” (The Southern Work, pág. 59).
MUCHOS CONSIDERARON
A JESÚS UN PROFETA
4.....¿Cuántos reconocieron a Jesús como un Profeta o como el
Profeta que había de venir al mundo?
Lucas 7:15, 16.- (15) Entonces se incorporó el que
había muerto, y comenzó a hablar.
Y lo dio a su madre. (16)
Y todos
tuvieron miedo, y glorificaban a Dios, diciendo: Un gran profeta se ha levantado entre nosotros; y: Dios ha visitado a su pueblo.
Juan 6:14; 7:40.- (6:14) Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho,
dijeron: Este verdaderamente es el
profeta que había de venir al mundo… (7:40) Entonces algunos de la multitud, oyendo estas palabras, decían: Verdaderamente éste es el profeta.
Marcos 6:15.- Otros decían: Es Elías. Y otros decían: Es un profeta,
o alguno de los profetas.
Mateo 21:10, 11, 46.- (10) Cuando entró él en Jerusalén,
toda la ciudad se conmovió, diciendo: ¿Quién
es éste? (11) Y la gente decía: Este es
Jesús el profeta, de Nazaret de Galilea… (46) Pero al buscar cómo echarle mano, temían al pueblo, porque éste le
tenía por profeta.
“Durante más de mil años el pueblo judío había
aguardado la venida del Salvador prometido. Sus esperanzas más
halagüeñas se habían basado en ese acontecimiento. Durante mil años, en cantos y profecías, en los ritos del templo y en las oraciones
familiares, se había reverenciado
su nombre…” (Profetas y
reyes, pág. 524).
“Los gobernantes de Jerusalén han
recibido informes de que Jesús se aproxima a la ciudad con un gran concurso de
gente. Pero no dan la bienvenida al
Hijo de Dios. Salen con temor a
su encuentro, esperando dispersar la multitud. Cuando la procesión está por descender del monte de las Olivas, los
gobernantes la interceptan. Inquieren la causa del tumultuoso
regocijo. Cuando preguntan: ‘¿Quién
es éste?’ los discípulos, llenos de inspiración, contestan. En elocuentes acordes repiten las
profecías concernientes a Cristo…” (El Deseado de
todas las gentes, pág. 531).
ALGUNOS DISCÍPULOS
RECONOCIERON A JESÚS COMO EL PROFETA
5.....¿Quiénes se refirieron a esta profecía maravillosa y
señalaron su cumplimiento en la santa Persona de Jesús?
Hechos 7:37.- Este Moisés es el que dijo a los hijos de Israel:
Profeta os levantará el Señor vuestro
Dios de entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis.
Juan 1:45.- Felipe halló a Natanael, y le
dijo: Hemos hallado a aquel de quien
escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret.
Lucas 24:18, 19, 27.- (18) Respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo: ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén
que no has sabido las cosas que en ella han acontecido en estos días? (19) Entonces él les dijo:
¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón
profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo…
(27) Y comenzando desde Moisés, y
siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que
de él decían.
“¿No habían escuchado los discípulos esta explicación de estas
escrituras de los labios de
su Maestro mientras Él estuvo con ellos? Pero ¡cuán poco las habían comprendido! ¡Cuán contundente es su significado ahora! ¡Cuán sorprendente su cumplimiento! Las
verdades que tenían
medianamente discernidas ahora se
presentan reveladas en un rayo de luz. Las cosas que Él mismo les había dicho se han cumplido. La fe comienza a revivir. Sus corazones laten con una esperanza
fuerte y renovada mientras escuchan ávidamente las palabras llanas y
simples de su compañero de viaje desconocido. Están sorprendidos de ver que sus corazones cargados se vuelven
ligeros; y cuando piensan en Jesús,
en todo lo que Él fue para ellos, en todo lo que Él sufrió, sus lágrimas
fluyen libremente. Su
confianza no se ha perdido. Él
fue todo e incluso más de lo que habían creído” (Signs of the Times, 20 de enero de 1888).
JESÚS HABLA DE SÍ
MISMO
6.....¿Reconoció Jesús que Él era un Profeta?
Mateo 13:57, 58.- (57) Y se escandalizaban de él.
Pero Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su
propia tierra y en su casa. (58) Y no hizo allí muchos milagros,
a causa de la incredulidad de ellos.
Lucas 13:33.- Sin embargo, es necesario que hoy y mañana y pasado
mañana siga mi camino; porque no
es posible que un profeta muera fuera de Jerusalén.
Nazaret fue el lugar donde Jesús fue criado, y su familia era
bien conocida por el pueblo. Los
habitantes oyeron sobre lo que Él había hecho en otros lugares; y
después de escuchar sus enseñanzas en
la sinagoga, en vez de abrir sus corazones a sus palabras, comenzaban a levantar dudas y objeciones.
Siendo de orígenes humildes, se
preguntaban, ¿de dónde había
venido su conocimiento? Mientras que no pensaban que Él podía ser un mensajero de Dios, al usar
para sí mismo la expresión, “No hay profeta sin honra, sino en su propia tierra
y en su casa” (Mateo 13:57), Jesús
probó que Él se consideraba un profeta. ¡Cuán diferente habría sido la
experiencia de los habitantes de Nazaret si le hubiesen aceptado al menos como
un profeta!
ESCUCHEMOS AL
PROFETA
7.....¿Cómo aplica el apóstol Pedro la profecía de Deuteronomio
18? Si reconocemos verdaderamente que Jesús es el Profeta, ¿Cómo consideraremos
sus enseñanzas?
Hechos 3:22-24.- (22) Porque Moisés dijo a los padres:
El Señor vuestro Dios os levantará
profeta de entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis en todas las cosas que os hable; (23) y toda alma que no oiga a
aquel profeta, será
desarraigada del pueblo. (24) Y todos los profetas desde
Samuel en adelante, cuantos han hablado, también han anunciado estos días.
“Cristo trajo a nuestro mundo un conocimiento certero de Dios,
y dio poder a todos los que
recibieron y obedecieron su palabra para llegar a ser hijos de Dios.
Aquel que vino de Dios a nuestro mundo dio
instrucción en cada tema sobre lo cual es fundamental que el ser humano tenga
conocimiento para encontrar el camino al cielo. Para Él, la verdad era
una realidad siempre presente y autoevidente; Él no pronunció insinuaciones, no presentó percepciones, nociones u opiniones, sino que presentó solamente la verdad sólida, salvadora”
(Fundamentals of Christian
Education, págs. 405, 406).
PARA ESTUDIO
ADICIONAL
“La
verdad, la verdad salvadora, nunca languideció en su lengua, nunca sufrió en
sus manos, sino que la hizo destacar manifiesta y claramente definida en medio
de la oscuridad moral que prevalece en nuestro mundo. Para esta obra, Él dejó
las cortes celestiales. Dijo de sí mismo: ‘Para esto he venido al mundo, para
dar testimonio a la verdad’. La verdad salía de sus labios con frescura y
poder, como una nueva revelación. Él era el camino, la verdad, y la vida. Su
vida, entregada por este mundo pecador, estaba llena de honestidad y resultados
trascendentales; porque su obra había de salvar a las almas perdidas. Vino para
ser la Luz Verdadera, brillando en medio de la oscuridad moral de superstición
y error, y fue anunciado por una voz del cielo, proclamando, ‘Este es mi hijo
amado, en quien tengo complacencia’… “Moisés habló verazmente a los padres:
‘Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu
Dios; a él oiréis. Mas a cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare en
mi nombre, yo le pediré cuenta’ ” (Fundamentals
of Christian Education, pág. 405).
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