“Si
los discípulos no hubieran insistido en su invitación, no habrían sabido que su
compañero de viaje era el Señor resucitado. Cristo no impone nunca su compañía a nadie. Se interesa en aquellos que lo necesitan.
Pero si los hombres son demasiado indiferentes
para pensar en el Huésped celestial o pedirle que more con ellos, pasa de largo. Así muchos sufren grave pérdida. No conocen a Cristo más de lo que le conocieron los discípulos
mientras andaban con él en el camino” (Manuscrito 113,1897; El Cristo triunfante, pág. 298).
CAMINANDO Y CONVERSANDO
1.....Al final del día de la
resurrección, ¿hacia dónde iban dos discípulos? ¿Cuál era el tema de su
conversación?
Lucas 24:13-14.- (13) Y he aquí, dos de ellos iban el mismo día a una
aldea llamada Emaús, que estaba a sesenta estadios de Jerusalén. (14) E iban hablando entre sí de todas aquellas
cosas que habían acontecido.
“Hacia el atardecer del día de la resurrección, dos de los discípulos se hallaban en
camino a Emaús, pequeña ciudad situada a unos doce kilómetros de Jerusalén. Estos discípulos no habían tenido un lugar eminente en la obra de Cristo,
pero creían fervientemente en él.
Habían venido a la ciudad para observar
la Pascua, y se habían quedado
muy perplejos por los acontecimientos recientes. Habían oído las nuevas de esa mañana, de que el cuerpo de Cristo había sido sacado de la tumba, y también
el informe de las mujeres que habían
visto a los ángeles y se habían encontrado con Jesús. Volvían ahora a su casa para meditar y
orar. Proseguían tristemente su
viaje vespertino, hablando de las
escenas del juicio y de la crucifixión. Nunca antes habían estado tan
descorazonados. Sin esperanza ni fe,
caminaban en la sombra de la cruz” (El Deseado de todas las gentes, pág. 738).
UN COMPAÑERO DE VIAJE DESCONOCIDO
2.....¿Quién se acercó a
ellos mientras hablaban? ¿Qué les preguntó?
Lucas 24:15-17.- (15) Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí,
Jesús mismo se acercó, y caminaba con ellos. (16) Mas los ojos de ellos estaban
velados, para que no le
conociesen. (17) Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tenéis entre
vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes?
“… Estaban tan absortos en su lobreguez y
desaliento, que no le
observaron detenidamente. Continuaron
su conversación, expresando los pensamientos de su corazón. Razonaban acerca de las lecciones que
Cristo había dado, que no
parecían poder comprender. Mientras
hablaban de los sucesos que habían ocurrido, Jesús anhelaba consolarlos. Había visto su pesar; comprendía las ideas contradictorias que,
dejando a su mente perpleja, los hacían pensar: ¿Podía este hombre que se dejó humillar así ser el Cristo? Ya no podían dominar su pesar y lloraban.
Jesús sabía que el corazón de ellos
estaba vinculado con él por el amor, y anhelaba enjugar sus lágrimas y llenarlos de gozo y alegría.
Pero primero debía darles lecciones que
nunca olvidaran” (El Deseado de todas las gentes, pág. 738).
PERPLEJIDAD E INCERTIDUMBRE
3.....¿Cómo respondió
Cleofás a las preguntas de Jesús? ¿Qué fue evidenciado mediante su versión de
los eventos que habían ocurrido?
Lucas 24:18-21 pp.- (18) Respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le dijo: ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén
que no has sabido las cosas que en ella han acontecido en estos días? (19) Entonces él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús nazareno, que fue
varón profeta, poderoso en obra
y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo; (20) y cómo le entregaron los principales
sacerdotes y nuestros gobernantes a sentencia de muerte, y le crucificaron. (21) Pero nosotros esperábamos que él era el que
había de redimir a Israel.
“Después
de la muerte de Cristo, los discípulos
estuvieron a punto de ser vencidos por el desaliento. Su Señor había sido rechazado, condenado y crucificado… El sol de la esperanza de los discípulos se
había puesto, y la noche había descendido sobre sus corazones. A menudo repetían las palabras: ‘Nosotros esperábamos que él era el que
había de redimir a Israel’ (Lucas 24:21). Solitarios y con el
corazón quebrantado, recordaron sus
palabras: ‘Porque si en el árbol
verde hacen estas cosas, ¿en
el seco, qué se hará?’ (Lucas 23:31)” (Los hechos de
los apóstoles, pág. 21).
“No
comprendían que tan exactamente como la primera parte de su revelación,
se iba a cumplir la última, de que al tercer
día resucitaría. Esta era la
parte que debieran haber recordado. Los sacerdotes y príncipes no la habían olvidado. El día ‘después
de la preparación, se juntaron los príncipes de los sacerdotes y los fariseos a
Pilato, diciendo: Señor, nos
acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aún: Después de tres días resucitaré’. Pero los discípulos no recordaban
estas palabras” (El Deseado de todas las gentes, pág. 739).
4.....La apariencia de los
ángeles y su mensaje de la resurrección ¿habían estado convenciendo a estos
discípulos?
Lucas 24:21 up., 22-24.- (21) Además de
todo esto, hoy es ya el tercer día
que esto ha acontecido. (22) Aunque
también nos han asombrado unas
mujeres de entre nosotros, las que antes
del día fueron al sepulcro; (23) y como no hallaron su cuerpo, vinieron diciendo que también Habían
visto visión de ángeles, quienes dijeron
que él vive. (24) Y fueron algunos de los nuestros al sepulcro,
y hallaron así como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron.
“Muchos,
especialmente los que son jóvenes en
la vida cristiana, se sienten
a veces turbados por las insinuaciones del escepticismo. Hay en la Escritura
muchas cosas que no pueden explicar, ni siquiera percibir, y Satanás las emplea para hacer vacilar su
fe en las Santas Escrituras como revelación de Dios. Preguntan: ‘¿Cómo sabré cuál es el buen camino?
Si la Biblia es en verdad la Palabra de Dios, ¿cómo puedo librarme de estas
dudas y perplejidades?’ ” (El camino a Cristo, pág.
105).
“Mientras
consultéis a vuestras dudas y temores, o tratéis de resolver todo lo que no podáis comprender
claramente antes de tener fe,
vuestras perplejidades no harán sino
aumentar y profundizarse. Si os
allegáis a Dios, sintiéndoos impotentes y dependientes de él, como lo sois en realidad, y en una oración humilde y confiada dais a conocer vuestras necesidades a Aquel cuyo saber es
infinito,… Él podrá y querrá escuchar
vuestro clamor, y hará
resplandecer la luz en vuestro corazón y en derredor vuestro; porque
por medio de la oración sincera vuestra alma se pone en relación con la mente
del Ser Infinito… ‘Tal vez no sintáis la presión de su toque, pero su mano reposa sobre vosotros con amor y
ternura compasiva” (Obreros evangélicos, pág.
335).
ABRIENDO LAS MENTES A LA PROFECIA Y SU CUMPLIMIENTO
5.....Sin identificarse,
¿qué hizo Jesús para ayudar a estos discípulos perplejos a entender las
profecías concernientes a su muerte y resurrección?
Lucas 24:25-27.- (25) Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que
los profetas han dicho! (26) ¿No era necesario que el Cristo padeciera
estas cosas, y que entrara en
su gloria? (27) Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas,
les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían.
“Empezando
con Moisés, alfa de la historia
bíblica, Cristo expuso en todas
las Escrituras las cosas concernientes a él… Pero era necesario que comprendiesen el testimonio que le daban los
símbolos y las profecías del
Antiguo Testamento. Su fe
debía establecerse sobre éstas. Cristo no realizó ningún milagro para
convencerlos, sino que su primera obra
consistió en explicar las Escrituras… Ahora les demostró por los profetas que era la evidencia más categórica
para su fe…
“El
Salvador se revela en el Antiguo Testamento tan claramente como en el Nuevo. Es la luz del pasado profético lo que presenta la vida de Cristo y las enseñanzas del Nuevo Testamento con
claridad y belleza. Los milagros
de Cristo son una prueba de su divinidad; pero una prueba aún más categórica de que él es el Redentor del mundo se halla al comparar las profecías del Antiguo Testamento con la
historia del Nuevo” (El Deseado de todas las
gentes, págs. 739, 740).
QUEDATE CON NOSOTROS
6.....Grandemente movidos
por las explicaciones de Jesús, ¿qué le invitaron los discípulos a hacer,
puesto que se estaba haciendo tarde? ¿Cuándo le reconocieron? ¿Cuál fue su
privilegio especial?
Lucas 24:28-31 pp.- (28)
Llegaron
a la aldea adonde iban, y él hizo como que iba más lejos. (29) Más ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace
tarde, y el día ya ha
declinado. Entró, pues, a
quedarse con ellos. (30) Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió,
y les dio. (31) Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron.
‘Quédate
con nosotros’, dijeron. Como no parecía aceptar la invitación, insistieron diciendo: ‘Se hace tarde, y el día ya ha declinado’.
Cristo accedió a este ruego y
‘entró pues a estarse con ellos’.
“Si
los discípulos no hubiesen insistido en su invitación, no habrían Sabido que su compañero de
viaje era el Señor resucitado. Cristo
no impone nunca su compañía a nadie. Se
interesa en aquellos que le necesitan. Gustosamente entrará en el hogar más humilde y alegrará el
corazón más sencillo. Pero si los
hombres son demasiado indiferentes para pensar en el Huésped celestial
o pedirle que more con ellos, pasa de
largo. Así muchos sufren
grave pérdida. No conocen a
Cristo más de lo que le conocieron los discípulos mientras andaban con él
en el camino” (El Deseado de todas las gentes, pág.
741).
MENSAJEROS DE LA RESURRECCION Y ESPERANZA
7.....¿Qué sucedió en el
momento cuando lo reconocieron? ¿Cuán sorprendidos quedaron ellos por esto, y qué les indujo a
hacer?
Lucas 24:31 up, 32, 33, 35.- (31)… Más él se desapareció de su vista. (32) Y se decían el uno al otro: ¿No
ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras? (33) Y levantándose en la misma
hora, volvieron a Jerusalén, y hallaron a los once reunidos, y
a los que estaban con ellos… (35) Entonces ellos contaban las cosas que les habían acontecido en el camino,
y cómo le habían reconocido al partir
el pan.
“Dejan
sin probar su cena, y llenos de
gozo vuelven a tomar la misma senda por la cual vinieron, apresurándose para ir a contar las
nuevas a los discípulos que están en la ciudad… No ven ni saben que
tienen la protección de Aquel que recorrió el camino con ellos. Con su bordón de peregrino en la mano,
se apresuran deseando ir más ligero de lo que se atreven… A veces
corriendo, a veces tropezando, siguen adelante, con su compañero invisible al lado de ellos todo el camino…
“Su
corazón salta de gozo… Cristo
es un Salvador vivo. Ya no le
lloran como muerto. Cristo ha
resucitado, repiten vez tras vez. Tal
es el mensaje que llevan a los entristecidos discípulos. Deben contarles la maravillosa historia
del viaje a Emaús. Deben decirles
quién se les unió en el camino. Llevan
el mayor mensaje que fuera jamás dado al mundo, un mensaje de alegres nuevas, de las cuales dependen las esperanzas de la familia
humana para este tiempo y para la eternidad” (El Deseado de todas las gentes, pág. 742).
PARA UN ESTUDIO ADICIONAL
“Razonando sobre la base de la
profecía, Cristo dio a sus discípulos una idea correcta de lo que había de ser
en la humanidad. Su expectativa de un Mesías que había de asumir el trono y el
poder real de acuerdo con los deseos de los hombres, había sido engañosa…
Cristo deseaba que las ideas de sus discípulos fuesen puras y veraces en toda
especificación. Debían comprender, en la medida de lo posible, la copa de
sufrimiento que le había sido dada. Les demostró que el terrible conflicto que
todavía no podían comprender era el cumplimiento del pacto hecho antes de la
fundación del mundo. Cristo debía morir, como todo transgresor de la ley debe
morir si continúa en el pecado. Todo esto había de suceder, pero no terminaba
en derrota, sino en una victoria gloriosa y eterna. Jesús les dijo que debía
hacerse todo esfuerzo posible para salvar al mundo del pecado” (El Deseado de todas las gentes, pág. 740).
“Las verdades que
tenían tan levemente discernidas ahora se presentan reveladas con un resplandor
de luz. Las mismas cosas que Él les había dicho se han cumplido. La fe comienza
a revivir. Sus corazones laten con una esperanza fuerte y renovada cuando
escuchan ávidamente las palabras llanas y sencillas de su compañero de viaje
desconocido. Se sorprenden al sentir que sus corazones cargados se vuelven
ligeros; y cuando piensan en Jesús, en todo lo que Él fue para ellos, en todo
lo que Él sufrió, sus corazones fluyen libremente. Su confianza no se había
perdido” (Signs of the Times, 20 de enero de
1888).
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