“La liberación del pueblo de
Dios y sus misericordias para con él en las pruebas pasadas deben ser
recordadas como una seguridad de lo que hará por nosotros en nuestras
emergencias presentes y futuras si
confiamos en Él. Cualesquiera hayan sido sus experiencias, si se entregan a Dios de todo corazón,
con humildad y contrición, Él los recibirá. A todos los que por la fe reciben a
Cristo como su Salvador personal,
les dará poder para llegar a ser
hijos e hijas de Dios victoriosos. Llegan
a ser participantes de la naturaleza divina, y captan plenamente su
misericordia y la gracia de su Santo Espíritu...”. (Alza tus
Ojos, pág. 15).
EL DECRETO DE MUERTE
1.....¿Cómo intervendrá Dios para salvar a su pueblo mientras
sus enemigos hagan todo lo posible para destruirlos?
Salmos 33:10, 11; 50:3-6.- (33:10) Jehová hace nulo el consejo de las naciones, y frustra las maquinaciones
de los pueblos. (33:11) El consejo de Jehová permanecerá para siempre; los pensamientos de su corazón
por todas las generaciones… (50:3) Vendrá nuestro Dios, y no
callará; fuego consumirá
delante de él, y tempestad
poderosa le rodeará. (50:4) Convocará a los cielos de
arriba, y a la tierra, para juzgar
a su pueblo. (50:5) Juntadme mis santos,
los que hicieron conmigo pacto con
sacrificio. (50:6) Y los cielos declararán su
justicia, porque Dios es el juez.
Isaías 12:2.- He aquí Dios es salvación mía; me
aseguraré y no temeré; porque mi
fortaleza y mi canción es JAH Jehová, quien ha sido salvación para mí.
“Cuando los
que honran la ley de Dios hayan sido privados de la protección de las leyes
humanas, empezará en varios
países un movimiento simultáneo para destruirlos. Conforme vaya acercándose el tiempo señalado en el
decreto, el pueblo conspirará
para extirpar la secta aborrecida. Se
convendrá en dar una el golpe decisivo, que reducirá completamente al
silencio la voz disidente y reprensora…”. “Los
centinelas celestiales, fieles a su cometido, siguen vigilando. Por más que un decreto general haya fijado
el tiempo en que los observadores de los mandamientos puedan ser muertos, sus enemigos, en algunos casos, se
anticiparán al decreto y tratarán de quitarles la vida antes del tiempo fijado.
Pero nadie puede atravesar el cordón
de los poderosos guardianes colocados en torno de cada fiel. Algunos son atacados al huir de las
ciudades y villas. Pero las
espadas levantadas contra ellos se quiebran y caen como si fueran de paja.
Otros son defendidos por ángeles en
forma de guerreros”. (El Conflicto de
los Siglos, págs. 619, 614).
LA RESURRECCIÓN ESPECIAL
2.....Cuando los impíos piensen que han triunfado, ¿qué
sucederá repentinamente?
Apocalipsis 16:17, 18.- (17) El séptimo ángel derramó su copa por el
aire; y salió una gran voz
del templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho está. (18) Entonces hubo relámpagos y voces y
truenos, y un gran temblor de
tierra, un terremoto tan
grande, cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra.
Daniel 12:1, 2.- (1) En aquel tiempo se levantará Miguel,
el gran príncipe que está de
parte de los hijos de tu pueblo; y será
tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces;
pero en aquel tiempo será libertado
tu pueblo, todos los que se
hallen escritos en el libro. (2) Y muchos de los que duermen en el polvo de
la tierra serán despertados, unos
para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.
“Es a medianoche
cuando Dios manifiesta su poder para librar a su pueblo. Sale el sol en todo su esplendor.
Sucédanse señales y prodigios con
rapidez… En medio de los cielos
conmovidos hay un claro de gloria indescriptible, de donde baja la voz de Dios semejante al ruido de muchas
aguas, diciendo: ‘Hecho es’ (Apocalipsis 16:17)…”. “Los sepulcros se abren y ‘muchos de los
que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y
confusión perpetua (Daniel 12:2).
Todos los que murieron en la fe
del mensaje del tercer ángel, salen
glorificados de la tumba, para oír
el pacto de paz que Dios hace con los que guardaron su ley. ‘Los que le traspasaron’ (Apocalipsis
1:7), los que se mofaron y se
rieron de la agonía de Cristo y los enemigos más acérrimos de su verdad y de su
pueblo, son resucitados para
mirarle en su gloria y para ver el honor con que serán recompensados los
fieles y obedientes…”. “Desde el
cielo se oye la voz de Dios que proclama el día y la hora de la venida de Jesús,
y promulga a su pueblo el pacto
eterno. Sus palabras resuenan
por la tierra como el estruendo de los más estrepitosos truenos. El
Israel de Dios escucha con los ojos elevados al cielo. Sus semblantes se iluminan con la gloria divina y brillan cual brillara
el rostro de Moisés cuando bajó del Sinaí. Los malos no los pueden mirar. Y cuando la bendición es pronunciada sobre los que honraron a Dios
santificando su sábado, se oye
un inmenso grito de victoria”. (El Conflicto de
los Siglos, págs. 620, 621, 623).
LA SEGUNDA VENIDA DE JESÚS Y LA PRIMERA RESURRECCIÓN
3.....¿Cómo describen la Biblia y el Espíritu de profecía la
venida de Jesús y la resurrección de los justos, que han muerto en la fe?
Mateo 24:30, 31.- (30) Entonces aparecerá la señal del Hijo del hombre
en el cielo; y entonces
lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del hombre
viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. (31) Y enviará sus ángeles con gran voz de
trompeta, y juntarán a sus
escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.
Apocalipsis 19:11-16.- (11) Entonces vi el cielo abierto;
y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. (12) Sus ojos eran como llama de
fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino
él mismo. (13) Estaba vestido de una ropa
teñida en sangre; y su nombre es:
EL VERBO DE DIOS. (14) Y los ejércitos celestiales,
vestidos de lino finísimo, blanco
y limpio, le seguían en caballos blancos. (15) De su boca sale una espada
aguda, para herir con ella a las
naciones, y él las regirá con
vara de hierro; y él pisa el
lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. (16) Y en su vestidura y en su muslo
tiene escrito este nombre: REY DE
REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.
“Pronto aparece
en el este una pequeña nube negra, de un tamaño como la mitad de la palma de la mano… A medida que va acercándose la nube viviente,
todos los ojos ven al Príncipe de la
vida. Ninguna corona de espinas
hiere ya sus sagradas sienes, ceñidas ahora por gloriosa diadema. Su
rostro brilla más que la luz deslumbradora del sol de mediodía. ‘Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito
este nombre: Rey de reyes y Señor
de señores’. Apocalipsis 19:16…”.
“Entre las oscilaciones de la
tierra, las llamaradas de los relámpagos y el fragor de los truenos, el Hijo de Dios llama a la vida a los
santos dormidos. Dirige una
mirada a las tumbas de los justos, y levantando luego las manos al cielo, exclama: ‘¡Despertaos, despertaos, despertaos, los
que dormís en el polvo, y levantaos!’ Por toda la superficie de la tierra, los muertos oirán esa voz; y los que la oigan vivirán. Y toda la tierra repercutirá bajo las pisadas
de la multitud extraordinaria de todas las naciones, tribus, lenguas y pueblos.
De la prisión de la muerte sale
revestida de gloria inmortal gritando: ‘¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?’ (1 Corintios 15:55). Y los justos vivos unen sus voces a las de
los santos resucitados en prolongada y alegre aclamación de victoria”. (El Conflicto de los Siglos, págs.
624, 627).
TRANSFORMADOS Y ARREBATADO PARA ENCONTRARNOS CON JESÚS
4.....¿Qué cambio ocurrirá antes que los redimidos comiencen su
viaje hacia el cielo?
1 Corintios 15:50-55.- (50) Pero esto digo, hermanos: que la
carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción.
(51) He aquí, os digo un misterio: No
todos dormiremos; pero todos
seremos transformados, (52) en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos
serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. (53) Porque es necesario que esto
corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. (54) Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto
mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que
está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. (55) ¿Dónde está, oh muerte, tu
aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?
1 Tesalonicenses 4:15-17.- (15) Por lo
cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que
habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que
durmieron. (16) Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de
arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán
primero. (17) Luego nosotros los que vivimos, los que
hayamos quedado, seremos
arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire,
y así estaremos siempre con el Señor.
“Los
justos vivos son mudados ‘en un momento, en un abrir de ojo’. A la voz de Dios fueron glorificados; ahora son hechos inmortales, y juntamente con los santos resucitados
son arrebatados para recibir a Cristo su Señor en los aires. Los ángeles ‘juntarán sus escogidos de los
cuatro vientos, de un cabo del
cielo hasta el otro’. Santos
ángeles llevan niñitos a los brazos de sus madres. Amigos, a quienes la muerte tenía separados desde largo tiempo, se reúnen para no separarse más, y
con cantos de alegría suben juntos a la
ciudad de Dios”. (El Conflicto de
los Siglos, pág. 628).
5.....¿Qué tipo de recepción se dará a la multitud de los
redimidos entre tanto que se alistan para encontrarse con su Dios? ¿Cómo
expresarán su gratitud?
Mateo 25:34.- Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del
mundo.
Apocalipsis 7:9, 10; 15:2, 3.- (7:9) Después
de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas
naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la
presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos; (7:10) y
clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está
sentado en el trono, y al Cordero. (15:2) Vi
también como un mar de vidrio mezclado con fuego; y a los que habían alcanzado
la victoria sobre la bestia y su imagen, y su marca y el número de su nombre,
en pie sobre el mar de vidrio, con las arpas de Dios. (15:3) Y
cantan el cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico del Cordero,
diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos
y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos.
“Delante
de la multitud de los redimidos se encuentra la ciudad santa. Jesús abre ampliamente las puertas de
perla, y entran por ellas las
naciones que guardaron la verdad. Allí
contemplan el paraíso de Dios, el
hogar de Adán en su inocencia. Luego se
oye aquella voz, más armoniosa que cualquier música que haya acariciado jamás
el oído de los hombres, y que dice: ‘Vuestro
conflicto ha terminado’. ‘Venid,
benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la
fundación del mundo’” (Conflicto Siglos,
pág. 628).
“Allí los
redimidos darán la bienvenida a los que los condujeron al Salvador, y todos se unirán para alabar al que murió
para que los seres humanos pudiesen tener la vida que se mide con la de Dios.
El conflicto terminó. La tribulación y la lucha están en el pasado.
Himnos de victoria llenan todo el
cielo al elevar los redimidos el gozoso cántico: Digno, digno es el Cordero que fue muerto, y que vive nuevamente
como conquistador triunfante”. (Los Hechos de los
Apóstoles, pág. 481).
LA IGLESIA TRIUNFANTE
6.....¿Cómo ganará el pueblo de Dios la victoria? Resume la
buena batalla de la fe que llevará a los redimidos al reino eterno.
2 Corintios 4:16-18.- (16) Por
tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre
exterior se va desgastando, el interior
no obstante se renueva de día en día. (17) Porque esta leve tribulación momentánea produce en
nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; (18) no mirando nosotros las cosas que se ven, sino
las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales,
pero las que no se ven son eternas.
2 Timoteo 4:7, 8.- (7) He peleado la buena batalla, he acabado la
carrera, he guardado la fe. (8) Por
lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor,
juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su
venida.
Mateo 24:13.- Mas el que persevere hasta el
fin, éste será salvo.
“Se me
recordó luego la gloria del cielo, el
tesoro allegado allí por los fieles. Todo era hermoso y lleno de gloria. Los ángeles cantaban un hermoso himno, luego dejaban de cantar y se quitaban las
coronas deslumbrantes, las echaban
a los pies del glorioso Jesús, y con voces melodiosas clamaban: ‘¡Gloria!
¡Aleluya!’ Me uní con ellos en
sus cantos de alabanza y honor al Cordero, y cada vez que abría la boca para loarle, me dominaba un inefable sentido de la gloria
que me rodeaba. Era mucho más: un
indecible y eterno peso de gloria. Dijo
el ángel: ‘El pequeño residuo que
ama a Dios, guarda sus mandamientos y cuyos miembros sean fieles hasta el fin, disfrutará de esta gloria y estará siempre en la presencia de Jesús
para cantar con los santos ángeles’”. (Primeros Escritos,
pág. 66).
“Contemplemos
por la fe el bienaventurado más allá, tal como lo describió la mano de Dios. El que murió por los pecados del mundo está
abriendo de par en par las puertas del Paraíso a todos los que creen en él. Pronto
habrá terminado la batalla y se habrá ganado la victoria. Pronto veremos a Aquel en quien se cifran
nuestras esperanzas de vida eterna. En
su presencia las pruebas y los sufrimientos de esta vida resultarán
insignificantes”. (Profetas y Reyes,
pág. 540).
7.....¿Qué deseo supremo del salmista así como también de la
iglesia militante se hará realidad para la iglesia triunfante?
Salmos 15:1; 27:4.- (15:1) Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo?… (27:4)
Una cosa
he demandado a Jehová, ésta buscaré; que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida,
para contemplar la hermosura de
Jehová, y para inquirir en su templo.
“La
iglesia es ahora militante. Actualmente
arrostramos un mundo en tinieblas, casi
enteramente entregado a la idolatría. Pero se acerca el día cuando habrá terminado la batalla y la victoria
habrá sido ganada. La voluntad
de Dios ha de cumplirse en la tierra como en el cielo. Las naciones de los salvados no conocerán otra ley que la del cielo.
Todos constituirán una familia
dichosa, unida, vestida con las prendas de alabanza y de
acción de gracias: con el manto
de la justicia de Cristo. Toda
la naturaleza, en su incomparable
belleza, ofrecerá a Dios
tributo de alabanza y adoración. El
mundo quedará bañado en luz celestial. La
luz de la luna será como la del sol, y la luz del sol siete veces más intensa que ahora. Los años transcurrirán alegremente. Y
sobre todo las estrellas de la mañana
cantarán juntas, y los hijos de Dios clamarán de gozo, mientras que Dios y Cristo declararán a una voz que
‘ya no habrá más pecado, ya no habrá más muerte’”. (El Ministerio de Curación, pág.
404).
“La
obra pronto ha de terminar. Los miembros
de la iglesia militante que han demostrado ser fieles integrarán la iglesia
triunfante”. (Carta 32, 1892; El
Evangelismo, pág. 512).
PARA UN ESTUDIO ADICIONAL
Apocalipsis 15:2, 3
“Podemos tener una visión del futuro,
de la bienaventuranza en el cielo. En la Biblia se revelan visiones de la
gloria futura, escenas bosquejadas por la mano de Dios, las cuales son muy
estimadas por su iglesia. Por la fe podemos estar en el umbral de la ciudad
eterna, y oír la bondadosa bienvenida dada a los que en esta vida cooperaron
con Cristo, considerándose honrados al sufrir por su causa. Cuando se expresen
las palabras: ‘Venid, benditos de mi Padre,’ pondrán sus coronas a los pies del
Redentor, exclamando: ‘El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder y
riquezas y sabiduría, y fortaleza y honra y gloria y alabanza.... Al que está
sentado en el trono, y al Cordero, sea la bendición, y la honra, y la gloria, y
el poder, para siempre jamás.’ Mateo 25:34; Apocalipsis 5:12, 13”. (Los Hechos de los
Apóstoles, pág. 480).
Profetas y Reyes,
capítulo 60.
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