“Se permitió que un rayo de luz iluminase
a Félix desde el cielo, cuando Pablo
razonó con él en cuanto a la justicia, la temperancia y el juicio venidero.
Esa fue la oportunidad que el Cielo
le concedió para que viera y
abandonara sus pecados. Pero dijo al mensajero de Dios: ‘Ahora vete; mas en teniendo oportunidad te
llamaré’. Despreció el último
ofrecimiento de gracia. Nunca
más recibiría otro llamamiento de Dios” (Los hechos de los apóstoles, pág. 341).
1.....Después que el apóstol Pablo fue milagrosamente salvado
de la crisis violenta en Jerusalén, ¿a dónde fue llevado para ser juzgado?
¿Cuál fue la primera pregunta del gobernador?
Hechos 23:33-35.- (33) Cuando aquéllos llegaron a
Cesarea, y dieron la carta al
gobernador, presentaron también a
Pablo delante de él. (34) Y el gobernador, leída la
carta, preguntó de qué provincia era;
y habiendo entendido que era de Cilicia,
(35) le dijo: Te oiré cuando vengan tus acusadores. Y mandó que le custodiasen en el pretorio de Herodes.
“Lisias decidió en seguida trasladar a Pablo de su jurisdicción a la
de Félix, el procurador. Como
pueblo, los judíos estaban en un estado
de excitación e irritación, y los tumultos ocurrían con frecuencia. La continua presencia del apóstol en
Jerusalén podía conducir a consecuencias peligrosas para la ciudad, y
aun para el mismo comandante. Por lo tanto, ‘llamados dos centuriones, mandó que apercibiesen para la hora tercia de la noche doscientos soldados,
que fuesen hasta Cesarea, y
setenta de a caballo, y doscientos lanceros; y que aparejasen cabalgaduras en que poniendo a Pablo, le llevasen en salvo a Félix el
Presidente’.
“No había tiempo que perder antes de enviar a Pablo. ‘Y los soldados, tomando a Pablo como les era
mandado, lleváronle de noche a
Antipatris’. Desde ese lugar los hombres
de a caballo fueron con el preso hasta Cesarea, mientras los cuatrocientos infantes regresaron a
Jerusalén.
“El oficial que estaba a cargo del destacamento entregó su preso a Félix, y le presentó también una carta que el tribuno le había confiado…” (Los hechos de los apóstoles, pág. 332).
2.....¿Qué acusaciones se hicieron en contra de Pablo? ¿Cómo
intentaron los judíos corroborar sus acusaciones, incluso cuando su odio por el
prisionero era obvio?
Hechos 24:5-9.- (5) Porque hemos hallado que este
hombre es una plaga, y promotor
de sediciones entre todos los judíos por todo el mundo, y cabecilla de la secta de los nazarenos.
(6) Intentó también profanar el templo; y prendiéndole, quisimos juzgarle conforme a nuestra ley. (7) Pero interviniendo el tribuno
Lisias, con gran violencia le
quitó de nuestras manos, (8) mandando a sus acusadores que
viniesen a ti. Tú mismo,
pues, al juzgarle, podrás informarte
de todas estas cosas de que le acusamos. (9) Los judíos también confirmaban, diciendo ser así todo.
“En su discurso, Tértulo acusó a Pablo de crímenes
que, si hubiesen sido probados,
habrían dado como resultado su condenación
por alta traición al gobierno. ‘Porque hemos hallado que este hombre es pestilencial –declaró el
orador, – y levantador de
sediciones entre todos los Judíos por todo el mundo, y príncipe de la secta de los Nazarenos:
el cual también tentó a violar el
templo.’ Tértulo declaró
entonces que Lisias, el comandante
de la guarnición de Jerusalén, había
arrebatado violentamente a Pablo de manos de los judíos cuando estaban por juzgarlo por su ley
eclesiástica, y los había
forzado así a traer el asunto delante de él. Estas declaraciones fueron hechas con el propósito de inducir al procurador a entregar a Pablo al tribunal
judío. Todas las acusaciones
fueron vehementemente sostenidas por los judíos presentes, los cuales no
hicieron ningún esfuerzo por ocultar su odio al preso” (Los hechos de los apóstoles, pág. 335).
LA DEFENSA PERSONAL
DEL APÓSTOL
3.....¿Cómo refutó sistemáticamente el siervo del Señor las
acusaciones como completamente falsas? ¿Pudieron sus acusadores comprobar que
estaba incitando rebelión en el templo o en cualquier otro lugar?
Hechos 24:10-13.- (10) Habiéndole hecho señal el gobernador a Pablo para que hablase, éste respondió: Porque sé que desde hace muchos años eres juez de
esta nación, con buen ánimo haré
mi defensa. (11) Como tú puedes cerciorarte,
no hace más de doce días que subí a
adorar a Jerusalén; (12) y no me hallaron disputando
con ninguno, ni amotinando a la
multitud; ni en el templo,
(13) ni en las sinagogas ni en la ciudad; ni te pueden probar las cosas de que ahora me acusan.
“Pablo no desperdició palabras en adulaciones, pero declaró
sencillamente que podía defenderse
gustosamente ante Félix, puesto que éste había sido durante tanto tiempo procurador que comprendía las leyes y costumbres de los
judíos. Refiriéndose a las acusaciones
que le hacían, mostró
claramente que ninguna era verdadera. Declaró que no había provocado disturbio en parte alguna de Jerusalén, ni había profanado el templo. ‘Ni me hallaron
en el templo disputando con ninguno, ni haciendo concurso de multitud, ni en sinagogas,
ni en la ciudad; ni te pueden probar
las cosas de que ahora me acusan’ ” (Los hechos de los apóstoles, pág. 336).
4.....¿Cómo describió su fe en Dios y las Sagradas Escrituras?
Conforme a su firme convicción, ¿qué sucedería en el futuro tanto a justos como
injustos? En su vida diaria, ¿a qué principio se ceñía el apóstol?
Hechos 24:14-16.- (14) Pero esto te confieso, que según el Camino que ellos llaman herejía,
así sirvo al Dios de mis padres,
creyendo todas las cosas que en la
ley y en los profetas están escritas;
(15) teniendo esperanza en Dios, la cual ellos también abrigan,
de que ha de haber resurrección de
los muertos, así de justos
como de injustos. (16) Y por esto procuro tener siempre
una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres.
“Si bien confesó que
‘conforme a aquel Camino que llaman herejía’, había adorado al Dios de sus
padres, aseveró que había creído
siempre en ‘todas las cosas
que en la ley y en los profetas están escritas’, y que de acuerdo con
las enseñanzas claras de las Escrituras,
tenía fe en la resurrección de los
muertos. Y declaró además que el propósito
dominante de su vida era tener ‘siempre
conciencia sin remordimiento acerca de Dios y acerca de los hombres’ ” (Los hechos de los apóstoles, pág. 366).
5.....¿Comparecieron los judíos de Asia ante el gobernante para
dar su testimonio? ¿Pudo alguien comprobar que había profanado el templo,
enseñado herejía y fomentado desorden?
Hechos 24:17-21.- (17) Pero pasados algunos años,
vine a hacer limosnas a mi nación y
presentar ofrendas. (18) Estaba en ello, cuando unos
judíos de Asia me hallaron purificado en el templo, no con multitud ni con alboroto. (19)
Ellos debieran comparecer ante ti y acusarme, si contra mí tienen algo. (20) O digan éstos mismos si hallaron
en mí alguna cosa mal hecha, cuando comparecí
ante el concilio, (21) a no ser que estando entre
ellos prorrumpí en alta voz: Acerca
de la resurrección de los muertos soy juzgado hoy por vosotros.
“Con candidez y sinceridad declaró el objeto
de su visita a Jerusalén, y las circunstancias
de su arresto y juicio: ‘Mas pasados
muchos años, vine a hacer limosnas
a mi nación, y ofrendas, cuando me
hallaron purificado en el templo (no con multitud ni con alboroto) unos
Judíos de Asia’…El apóstol habló con
fervor y evidente sinceridad, y sus palabras eran convincentes” (Los hechos de
los apóstoles, págs. 336, 337).
LA DEBILIDAD DE
FÉLIX POR LA POLÍTICA
6.....Después de escuchar la defensa tanto del fiscal como la
del apóstol, ¿qué decidió el gobernador? Aunque Pablo siguió bajo arresto, ¿qué
libertad le fue dada?
Hechos 4:22, 23.- (22) Entonces Félix, oídas estas cosas, estando bien informado de este Camino, les
aplazó, diciendo: Cuando descendiere
el tribuno Lisias, acabaré de
conocer de vuestro asunto. (23) Y mandó al centurión que se
custodiase a Pablo, pero que se le concediese
alguna libertad, y que no
impidiese a ninguno de los suyos servirle o venir a él.
“Claudio Lisias, en su carta
a Félix, había dado testimonio
similar en cuanto a la conducta de Pablo. Además, Félix conocía mejor la religión judía de lo que muchos suponían.
La sencilla declaración de Pablo sobre
los hechos del caso, capacitó a
Félix para entender aún más
claramente los móviles que regían a los judíos al acusar al apóstol de sedición y conducta traidora. El
gobernador no iba a complacerlos condenando injustamente a un ciudadano romano, ni entregándolo para que lo mataran sin un juicio imparcial.
Sin embargo, Félix no conocía
ningún móvil más elevado que el interés
propio, y estaba dominado por el
amor a la alabanza y el deseo de ascender. El temor de ofender a los judíos le impidió hacer plena justicia al hombre que reconocía inocente.
Y decidió, por lo tanto, suspender el juicio hasta que Lisias
estuviera presente, diciendo: ‘Cuando descendiere el tribuno Lisias
acabaré de conocer de vuestro negocio’ ” (Los hechos de
los apóstoles, pág. 337).
7.....¿Qué presentó Pablo a Félix cuando fue llamado a
testificar unos pocos días después? Aunque estaba muy convencido de las
verdades declaradas por el apóstol, ¿qué respondió? ¿Buscó o recibió alguna vez
este gobernador otra oportunidad para oír el mensaje de salvación?
Hechos 24:24-27.- (24) Algunos días después,
viniendo Félix con Drusila su mujer,
que era judía, llamó a Pablo, y le oyó acerca de la fe en Jesucristo. (25) Pero al disertar Pablo
acerca de la justicia, del dominio
propio y del juicio venidero, Félix
se espantó, y dijo: Ahora vete;
pero cuando tenga oportunidad te
llamaré. (26) Esperaba también con
esto, que Pablo le diera dinero para
que le soltase; por lo cual muchas
veces lo hacía venir y hablaba con él. (27) Pero al cabo de dos años
recibió Félix por sucesor a Porcio Festo; y queriendo Félix congraciarse con los judíos, dejó preso a Pablo.
“De ese modo, Pablo, el preso, recalcó con insistencia
lo que la ley divina exigía a judíos y gentiles, y presentó a Jesús, el
despreciado Nazareno, como el Hijo
de Dios, el Redentor del
mundo…
“Pero Félix nunca antes había escuchado la
verdad; y cuando el Espíritu
de Dios convenció su alma, se conmovió
profundamente. La conciencia,
despierta ahora, dejó oír su voz y Félix sintió que las
palabras de Pablo eran verdaderas. La memoria le recordó su culpable pasado. Con terrible nitidez recordó los secretos de su vida de libertinaje
y de derramamiento de sangre,
y el obscuro registro de sus años
ulteriores. Se vio
licencioso, cruel, codicioso. Nunca
antes la verdad había
impresionado de esta manera su corazón. Nunca antes se había llenado así su alma de terror.
El pensamiento de que todos los secretos de su carrera de
crímenes estaban abiertos ante los ojos de Dios, y que habría de ser juzgado de acuerdo con sus hechos,
le hizo temblar de miedo.
“Pero en vez de permitir que sus convicciones lo
llevaran al arrepentimiento, trató de ahuyentar estas reflexiones desagradables. La entrevista con Pablo fue suspendida. ‘Ahora vete –dijo–; mas en teniendo
oportunidad te llamaré’… Nunca
más recibiría otro llamamiento de Dios” (Los hechos de los apóstoles, págs. 339, 340, 341).
PARA UN ESTUDIO
ADICIONAL
“Pablo trató de dirigir los pensamientos
de sus oyentes hacia el gran sacrificio hecho por el pecado. Señaló los
sacrificios que eran sombra de los bienes venideros, y presentó entonces a
Cristo como la realidad prefigurada por todas esas ceremonias: el objeto al
cual todas señalaban como la única fuente de vida y esperanza para el hombre
caído. Los santos hombres de la antigüedad se salvaron por la fe en la sangre
de Cristo. Mientras miraban las agonías de muerte de las víctimas sacrificadas,
contemplaban a través del abismo de los siglos al Cordero de Dios que habría de
quitar el pecado del mundo” (Los hechos de
los apóstoles, pág. 339).
“Cuando el Señor presenta una evidencia tras
otra y a una luz añade otra luz, ¿por qué las almas vacilan en andar en la luz?...
Con cada vacilación y tardanza, nos colocamos donde resulta cada vez más
difícil aceptar la luz del cielo, y finalmente parece imposible ser
impresionados por las amonestaciones y las advertencias. El pecador dice cada vez
con mayor facilidad: ‘Ahora vete; pero cuando tenga oportunidad te llamaré’ (Hechos
24:25)” (A fin de conocerle,
pág. 242).
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