viernes, 3 de abril de 2015

Lección 14 | Sirviendo al Espíritu Santo


Aquellos que consagran alma, cuerpo y espíritu a Dios, purificando sus pen­samientos por la obediencia a la ley divina, recibirán continuamente una nueva dotación de poder físico y mental. El corazón suspirará por Dios, y elevará fervien­tes súplicas a lo alto por una clara percepción para discernir la misión y la obra del Espíritu Santo. No nos toca a nosotros usar al Espíritu, sino al Espíritu usarnos a nosotros, amoldando y formando cada facultad”. Consejos Sobre la Obra de la Escuela Sabatica, pág. 43.

INSTRUMENTOS HUMANOS
1.....¿A quiénes utilizó Dios para revelar su voluntad y el plan de salvación en tiempos anti­guos?
2 Pedro 1:21.- Porque nunca la pro­fecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.
Hebreos 1:1.- Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas.
Desde el principio Dios ha estado obrando por su Espíritu Santo me­diante instrumentos humanos para el cumplimiento de su propósito en fa­vor de la raza caída. Esto se manifestó en la vida de los patriarcas. A la iglesia del desierto también, en los días de Moisés, Dios le dio su ‘Espíritu para en­señarlos’ (Nehemías 9:20). Y en los días de los apóstoles obró poderosamente en favor de su iglesia por medio del Espí­ritu Santo. El mismo poder que sostu­vo a los patriarcas... y que hizo eficaz la obra de la iglesia apostólica, sostuvo a los fieles hijos de Dios en cada si­glo sucesivo. Fue el poder del Espíri­tu Santo lo que durante la época del oscurantismo permitió a los cristianos valdenses contribuir a la preparación del terreno para la Reforma. Fue el mismo poder lo que hizo eficaces los esfuerzos de muchos nobles hombres y mujeres que abrieron el camino para el establecimiento de las misiones modernas”…
Hoy los heraldos de la cruz... [prepa­ran] el camino para la segunda venida de Cristo... Así la tierra ha de ser ilu­minada con la gloria de Dios”. La Mara­villosa Gracia de Dios, pág. 190.

2.....¿Con qué se comparan los siervos de Dios que predican la verdad?
2 Corintios 4:7.- Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros.
Romanos 15:16.- Para ser ministro de Jesucristo a los gentiles, ministrando el evangelio de Dios, para que los gentiles le sean ofrenda agradable, santificada por el Espíritu Santo.
Dios se ha dignado comunicar la verdad al mundo por medio de ins­trumentos humanos, y él mismo, por su Santo Espíritu, habilitó a hombres y los hizo capaces de realizar esta obra. Guió la inteligencia de ellos en la elección de lo que debían decir y escribir. El tesoro fue confiado a va­sos de barro, pero no por eso deja de ser del cielo. Aunque transmitido por medio del vehículo imperfecto del idioma humano, no por eso deja de ser el testimonio de Dios; y el hijo de Dios, obediente y creyente, con­templa en ello la gloria de un poder divino, lleno de gracia y de verdad”. La Maravillosa Gracia de Dios, pág. 198.
Únicamente los que estén recibiendo constantemente nueva provisión de gracia, tendrán una fuerza proporcio­nal a su necesidad diaria y a su capa­cidad de emplearla. En vez de esperar algún tiempo futuro en que, mediante el otorgamiento de un poder espiri­tual especial, sean milagrosamente hechos idóneos para ganar almas, se entregan diariamente a Dios, para que los haga vasos dignos de ser emplea­dos por él. Diariamente están apro­vechando las oportunidades de servir que están a su alcance. Diariamente están testificando por el Maestro don­dequiera que estén, ora sea en alguna humilde esfera de trabajo o en el ho­gar, o en un ramo público de utilidad”. Los Hechos de los Apóstoles, pág. 45.

SERVICIO ALEGRE
3.....¿Qué tipo de servicio es agra­dable ante los ojos de Dios?
Romanos 12:11.- En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor.
Salmos 2:11.- Servid a Jehová con temor, y alegraos con temblor.
Salmos 100:2.- Servid a Jehová con alegría; venid ante su presencia con regocijo.
La mayor alabanza que los hombres pueden ofrecer a Dios es llegar a ser medios consagrados por los cuales pueda obrar. El tiempo pasa rápida­mente hacia la eternidad. No reten­gamos de Dios lo que le pertenece. No le rehusemos lo que, aun cuan­do no puede ser ofrecido con mé­rito, no puede ser negado sin ruina. Él nos pide todo el corazón; démo­selo; es suyo, tanto por derecho de creación como de redención. Nos pide nuestra inteligencia; démosela, es suya. Pide nuestro dinero; démo­selo, pues es suyo. No sois vuestros, ‘porque comprados sois por precio’ (1 Corintios 6:19, 20). Dios requiere el ho­menaje de un alma santificada, que, por el ejercicio de la fe que obra por medio del amor, se haya preparado para servirle. Sostiene ante nosotros el más alto ideal, el de la perfección. Nos pide que nos manifestemos ab­soluta y completamente en favor de él en este mundo, así como él está siempre en favor nuestro en la pre­sencia de Dios”. –Los Hechos de los Após­toles, pág. 452.

4.....¿Qué resultados experimen­tarán aquellos que son santifi­cados por la verdad y caminan por fe en el servicio de Dios?
1 Corintios 15:58.- Así que, herma­nos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
Efesios 3:20.- Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros.
No tiene límite la utilidad de quien, poniendo el yo a un lado, da lugar a la obra del Espíritu Santo en su co­razón y lleva una vida dedicada por completo a Dios. Todo aquel que consagra su cuerpo, su alma y su espíritu al servicio de Dios recibi­rá continuamente nuevo caudal de poder físico, mental y espiritual. Las inagotables reservas del cielo es­tán a su disposición. Cristo le anima con el soplo de su propio Espíritu, y le infunde la vida de su propia vida. El Espíritu Santo hace obrar sus ma­yores energías en la mente y en el corazón. Mediante la gracia que se nos otorga podemos alcanzar victo­rias que nos parecían imposibles por causa de nuestros errores, nuestros preconceptos, las deficiencias de nuestro carácter y nuestra escasa fe”. La Maravillosa Gracia de Dios, pág. 208.

TESTIGOS ESPONTÁNEOS Y ACTIVOS
5.....¿Es absolutamente necesario recibir instrucción especial antes dar testimonio por el Se­ñor? ¿Qué dos ejemplos en los evangelios responden a esto?
Eclesiastés 11:1.- Echa tu pan sobre las aguas; porque después de muchos días lo hallarás.
Juan 4:28-29, 42.- Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres: Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuan­to he hecho. ¿No será éste el Cristo?… ...y decían a la mujer: Ya no creemos solamente por tu dicho, porque nosotros mismos hemos oído, y sa­bemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo, el Cristo.
Marcos 5:19-20 Más Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericor­dia de ti. Y se fue, y comenzó a publi­car en Decápolis cuán grandes cosas había hecho Jesús con él; y todos se maravillaban.
“Cuando el Espíritu Santo os abra la verdad, atesoraréis las experiencias más preciosas y desearéis hablar a otras personas de las enseñanzas con­soladoras que se os han revelado. Al tratar con ellas, les comunicaréis un pensamiento nuevo acerca del carác­ter o la obra de Cristo. Tendréis nuevas revelaciones del amor compasivo de Dios, y las impartiréis a los que le aman y a los que no le aman…
El corazón que probó el amor de Cristo, anhela incesantemente beber de él con más abundancia, y mien­tras lo impartís a otros, lo recibiréis en medida más rica y copiosa. Cada revelación de Dios al alma aumenta la capacidad de saber y de amar. El clamor continuo del corazón es: ‘Más de ti’, y a él responde siempre el Es­píritu: ‘Mucho más’... A Jesús, quien se entregó por entero para la salva­ción de la humanidad perdida, se le dio sin medida el Espíritu Santo. Así será dado también a cada seguidor de Cristo siempre que le entregue su corazón como morada. Nuestro Se­ñor mismo nos ordenó: ‘Sed llenos de Espíritu’ y este mandamiento es también una promesa de su cumpli­miento. Era la voluntad del Padre que en Cristo ‘habitase toda la plenitud’; y ‘en él estáis cumplidos’”. La Maravillosa Gracia de Dios, pág. 213.

6.....¿Es suficiente hablar sobre Cristo y esperar recibir el Es­píritu Santo? ¿Quiénes son los verdaderos representantes de Cristo?
Hechos 5:32.- Y nosotros somos tes­tigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen.
Juan 15:26-27.- Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testi­monio acerca de mí. Y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado conmigo desde el principio.
Son muchos los que profesan creer y atenerse a las promesas del Señor; hablan de Cristo y del Espíritu Santo; más no reci­ben beneficio, porque no entregan sus al­mas a la dirección de los agentes divinos.
No podemos nosotros emplear el Es­píritu Santo; el Espíritu es quien nos ha de emplear a nosotros. Por medio del Espíritu, Dios obra en su puebloasí el querer como el hacer, por su buena voluntad.’ (Filipenses 2:13) Pero muchos no quieren someterse a ser guiados. Quieren dirigirse a sí mismos. Esta es la razón por la cual no reciben el don celestial. Únicamente a aquellos que esperan humildemente en Dios, que esperan su dirección y gracia, se da el Espíritu(Gospel Workers, pp. 284, 285).

SALVACIÓN Y GRATITUD
7.....¿Cuál es la intención de Dios para todo el mundo? ¿Esta­mos dispuestos a responder al llamado del Señor, como lo hizo Isaías?
1 Pedro 2:9.- Más vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.
Marcos 16:15.- Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
Isaías 6:8.- Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.
Todos deben ministrar. Él [el que mi­nistra] debe usar cada facultad física, moral y mental por medio de la san­tificación del Espíritu para que pueda colaborar con Dios. Todos están mo­ralmente obligados a dedicarse acti­vamente y sin reservas al servicio de Dios. Deben cooperar con Jesucris­to en la gran obra de ayudar a otros. Cristo murió por cada ser humano. Ha rescatado a cada uno dando su vida en la cruz. Hizo esto para que el hombre no viviera una vida egoísta y sin obje­tivo, sino para que pudiera vivir para Jesucristo quien murió por su salva­ción. No todos están llamados a entrar en el ministerio, y sin embargo deben ministrar a otros. Es un insulto para el Espíritu Santo de Dios el que alguien prefiera una vida de complacencia propia”. –Carta 10, 1897; Comentario Bíblico Adventista 4:1181.
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El gran derramamiento del Espíritu de Dios que ilumina toda la tierra con su gloria, no acontece­rá hasta que tengamos un pueblo iluminado, que conozca por experiencia lo que significa ser colabo­radores de Dios. Cuando nos hayamos consagrado plenamente y de todo corazón al servicio de Cristo, Dios lo reconocerá por un derramamiento sin medi­da de su Espíritu; pero esto no ocurrirá mientras que la mayor parte de la iglesia no colabore con Dios. El Servicio Cristiano, pág. 314.




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